1.- Te observo.
De nuevo yo, esta historia la tenía en mente desde hace mucho, antes que desapareciera de mi mente la puse por escrito.
Sólo serán pocos capítulos.
O-O-O-O-O-O-O
¿A quién le digo que su dolor me lacera el alma?
¿ A quién le cuento que duele saber que no podré tocarlo ni besarlo nunca más...?
PDV Shura.
Levantas tu varonil rostro, sonríes cálidamente al sujeto alto que vestido informal se acerca sosteniendo un pequeño gato atigrado sucio y desarrapado que agradecido por haber sido rescatado del frío inclemente y de una vida callejera expuesta al maltrato se aferra con sus cortas garras a sus fuertes manos. Ese hombre cuyo nombre es Saga posee un atractivo tan embriagador que hasta cautiva a una inexpresiva estatua. Es lo único que puedo decir de él.... no era mi amigo y sólo lo soportaba por ti.
Tu sonrisa se amplía un poco más a tal punto que mi mente elabora la siguiente pregunta....
¿ Acaso me olvidaste mi talentoso arquero?
¿ Me amaste tanto como lo proclamabas mientras vivíamos juntos?
¡ Maldigo el día y la hora en que nos separamos, cruel, dolorosa circunstancia y amarga y fría soledad en la que vives...!
Recuerdo que en nuestros días felices, en una ocasión caminando por las concurridas calles de la mano, tu mirada captó algo que se movía con dificultad en una esquina cuyo ornato daba mucho que desear y entonces soltaste mi mano y corriste hasta ahí.
-es un bebé gato-me dijiste mostrándome al animalito de pelaje gris-lo llevaremos-anunciaste sin esperar mi réplica que jamás llegaría porque al igual que tú no soy indiferente ni desnaturalizado.
Ese día estaba frío por lo que envolviste al pequeño minino en tu chaqueta que feliz por encontrarse un salvador que le regaló unas caricias comenzó a ronronear cual motor viejo de carro. Lo llamamos Sam y vivió con nosotros ocho años.
Bellos e inolvidables recuerdos que quedarán para siempre en mi memoria, espero que en la tuya si aún no me has olvidado estén. Temo que con el paso del tiempo.... el amor que nos profesamos se convierta...en un vago recuerdo.
Acallo mis pensamientos de tormento y observo sintiendo hervir de celos como su mano roza tu mejilla avanzando peligrosamente hasta sus labios, desde mi distancia percibo que su toque te estremece pero de temor; tus ojos demuestran que no te sientes cómodo con ese gesto y tu brillante y límpida sonrisa se apagan de un plumazo.
-¡ por favor!-dices apartándote.
-creí que....-murmura confuso " ese" ante tu expresión-mi presencia te....
Lo interrumpes.
-no Saga. Recuerda lo de Shura aún....
El dolor cruza tu rostro como si te abofetearan, más es el dolor interno que sale a relucir en tu moreno y esculpido rostro, el gatito se retuerce en las manos de Saga sintiendo tu tristeza y haciéndola suya también. Parece que Saga por lo menos respeta en ese momento la agonía que experimentas que pasa su mano por tu hombro otorgándote confort.
Suspiras. El aire que oprimía tus pulmones sale en una desgarradora súplica. Aceptas de buen grado su toque tal cual medicina.
¡ Quisiera estar ahí tan cerca y tocarte!
¡ Pero no puedo... ahora y nunca, todo está perdido para mi...!
-quiero irme a mi casa-dices con tono suave y bajo que tuve que hacer un esfuerzo para escucharte.
-te acompañaré-dice con firmeza-no te dejaré solo sabes que significas mucho para mi Aioros.
Siempre creí erradamente que Saga me detestaba por el simple echo de que yo tenía tu corazón y amor y que él deseaba con todo fervor vernos separados. Ahora en vista de todo sabe que la tristeza hace mella en ti no obstante en su afán de ser tu apoyo incondicional confunde en ser solícito amigo con un enemorado indiscreto.
-está bien-haces el ademán de tomar al gatito, pero Saga se lo queda, parece que es un amante de los gatos.
-llamaré a Aioria y a Kanon para que nos acompañen-dijo tanteando con su mano libre en su bolsillo.
Refutas algo que conozco a la perfección.
-Aioria vendrá con Shaka.
-lo sé-farfulla Saga ya no tan convencido de su idea.
Mueren las palabras entre ustedes dos. Me dan la espalda y avanzan a pasos lentos.
Tengo miedo que te vayas a olvidar de mi, el clima frío y algo lúgubre indica el sentir de los dos. De igual manera decido abandonar el sitio, un parque cuyos árboles me dan la sensación de mostrar lástima, algo que aborrezco mas en esta condición.
Seguir recorriendo los lugares donde vivimos nuestro idílico romance era lo único que me quedaba, vagar hasta hallar la solución a mi pena.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro