Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26

Capítulo dedicado a mi nena Rebeca que hoy cumple años y a ustedes que con su ayuda por fin hemos llegado a 100k. <3


—¡Rebeca!

La voz de mi jefe llamándome, me hace salir de mi trance, por lo que alzo la vista para encontrarme con sus ojos preocupados mirándome.

—¿Si?

Suspira.

—Es la cuarta vez que te pregunto que si estás bien. Has estado muy distraída estos días.

—Estoy bien. —miento mientras repiqueteo mis dedos en mis rodillas.

Vuelve a suspirar y se quita sus lentes, poniéndolos a un lado en el escritorio.

—Sabes que no es necesario mentir, ¿verdad?

Bajo la cabeza, rehuyendo de su mirada como una niña pequeña la cual fue atrapada haciendo algo mal.

—Llevas trabajando aquí lo suficiente como para saber que algo no está bien contigo.

Dejo mi mirada clavada en el suelo.

—Hace ya casi dos semanas que llegas ojerosa, con los ojos hinchados y con la mente en otra parte. Incluso te he encontrado a punto de llorar.

Trago saliva con dificultad, intentando desvanecer el nudo en mi garganta.

—Hasta Emilia, que no se preocupa por nadie, está nerviosa por tu actitud.

Tomo una bocanada de aire, reprimiendo las ganas de echarme a llorar.

Vuelve a suspirar.

—Vete a casa Beca.

Subo mi mirada hacía el y abro la boca para replicar, pero antes de que pueda decir algo mi jefe vuelve a hablar.

—Es una orden. No te quiero ver aquí hasta que vuelvas a tener una buena energía.

—Pero...

—Hablo en serio, Beca. Si necesitas una semana para reponerte, adelante, pero no quiero verte de esa forma.

Asiento con la cabeza, no muy satisfecha.

—Bien. Entonces ya puedes retirarte.

—Gracias. —murmuro.

Me levanto de mi asiento y arrastrando los pies, me encamino a la salida.

—Beca...

—¿Sí?—volteo a verlo desde el marco de la puerta.

—Sea por lo que sea que estés pasando, verás que se solucionará, ¿sí?

Casi suelto un bufido, pero me obligo a asentir con la cabeza antes de salir de la oficina.

¿Cómo demonios se supone que se va a solucionar esto?

Ya casi se cumplen dos semanas desde que Dylan y yo terminamos. Desde que me confesó que está enfermo y desde ese entonces, no sé nada de él...

Mis recuerdos después solo son pequeños fragmentos.

Recuerdo haberme quedado en la playa un buen rato hasta que Samantha y su prometido, llegaron por mí. Recuerdo el alivio que cruzo por mis ojos cuando me vio, el cual se vio opacado por tristeza cuando con los ojos llorosos y arrumbada sobre la arena.

Incluso sin hacer esfuerzo alguno, aún puedo recordar lo bien que me sentó recibir un abrazo de ella en ese momento que, a pesar de que mis fuerzas no me dieron para corresponderlo, logró calmar un poco la tormenta que estaba pasando en mi interior.

Luego de eso, los recuerdos que tengo sobre lo que pasó después son borrosos. Básicamente nulos.

Recuerdo que me llevó a su carro para después emprender camino por una larga carretera que, tiempo después, nos dejó frente a casa de Criseida, quien por suerte ya estaba esperándome fuera de su residencia con Nolan a su lado y por la cara de preocupación que tenía, deduje que ya sabía lo que había pasado.

No recuerdo lo que pasó esa noche en casa de Criseida después de que Samantha me dejó ahí, porque mi mente está completamente en blanco, por lo que supongo que me quedé dormida en el momento en el que mi mejor amiga me ayudó a acostarme en su cama.

Al siguiente día, después de agradecer a Criseida por su hospitalidad, me marché a casa y apenas llegué, agradecí que mis padres no estuvieran, porque tenía una idea de cómo estaba mi aspecto y no quería que me hicieran preguntas respecto a ello.

Los días siguientes a ese no fueron mejores. Me la pasaba todo el tiempo trabajando, leyendo, limpiando o estudiando para de esa forma mantener mi mente ocupada y no pensar en él. Y a pesar de que las actividades me tenían en un cansancio físico y mental nada agradable, no me quejaba mucho, porque al final estaban cumpliendo su función: mantener mi mente ocupada.

Y no solo eso, también ayudaron a que no derramara ni una lágrima, porque aunque suene absurdo, después de ese día en el que derrame más lágrimas de más que jamás de derramado, me obligue a mí misma a no llorar, porque por alguna razón, siento que es muy hipócrita de mi parte ponerme a llorar cuando yo no tengo esa enfermedad y yo no estoy lidiando con ella todos los días.

Pero en fin... A pesar de que mi cansancio físico y emocional es más grande con cada día que pasa, estoy bien.

Bueno, no del tooodo bien porque por desgracia, no puede mantener la mente de mis padres concentrados en otra cosa que no sea yo.

Desde el primer día en que me vieron después de regresar a casa, notaron que había algo mal en mí y aunque se han abstenido de preguntarme para no presionarme con una respuesta que era más que obvio que no quería dar, o para incomodarme, sus miradas de preocupación sobre mi cada vez son más intensas.

Incluso mi hermano que, no le importa nada que no sean sus videojuegos, ha empezado a preocuparse por mí.

Si. Así de fatal esta la situación.

Suelto un suspiro de cansancio cuando me paro frente a la entrada de mi casa y trato de poner la mejor cara antes de entrar.

—Hola. —saludo lo más animada que puedo una vez entro a casa.

De reojo noto dos siluetas sentadas en la sala, por lo que volteo hacía allá encontrándome con las miradas sorprendidas de mis papás. Supongo que su sorpresa es porque llegue temprano.

—Llegas temprano. —dice extrañada, confirmando mis sospechas.

—Sí, Jaime me dejó salir antes.

Asiente lentamente con la cabeza.

—Ya veo...

Ambos intercambian una mirada que dice más de lo que se muestra.

—Bueno... —carraspeo interrumpiendo su intercambio de miradas —. Voy a mi cuarto.

Doy media vuelta en dirección a las escaleras.

—Rebeca. —la voz de mi mamá me detiene antes de dar tan siquiera un paso.

Alerta roja. Me llamo 'Rebeca' y no 'Beca'.

—¿Si, mamá?—la miro sobre el hombro.

—¿Te encuentras bien, hija?—pregunta con delicadeza, levantándose del sillón.

Trago saliva con fuerza.

No, no estoy bien.

—Si, mamá.

—¿Estás segura?—vuelve a preguntar caminando a pasos lentos hacía mi.

No.

—Sí.

Volteo para encararla cuando se posa frente a mí pero a una distancia respetable.

—No mientas.

Mi respiración tiembla.

—Estoy bien, mamá. —respondo "tratando" de sonar bien, pero mi voz estrangulada me delata.

Niega con la cabeza y esboza una pequeña sonrisa triste.

—Creo que a veces se te olvida que eres mi hija, Rebeca. Te conozco más que cualquier persona en este mundo. Y aunque no fueras mi hija, eres tan transparente que cualquiera notaría que estas pasando por algo...

Sube su mano derecha hasta mi rostro y con sus dedos, toman un mechón de mi cabello para pasarlo detrás de mi oreja.

—¿Qué está ocurriendo, Rebeca?

Niego con la cabeza.

—Nada importante. —digo en un hilo de voz.

Suspira y toma mi cara entre sus manos.

—Todo lo que te implique a ti y a tu hermano es importante, así que volveré a preguntar una vez más, ¿qué está ocurriendo, Rebeca?

Niego con la cabeza y hago un esfuerzo por seguir reprimiéndome, pero el cansancio que siento tanto físico como emocionalmente es tanto que me pasa a fractura.

Un sonido estrangulado sale de mis labios, antes de que las lágrimas que tanto me esforcé por reprimir estas últimas semanas, comiencen a salir una tras otra a una velocidad abismal.

Mi madre, sin decir nada más, me envuelve entre sus brazos brindándome consuelo y protección mientras yo me derrumbo pedazo por pedazo.

Mientras mis lágrimas calientes y pesadas caen una por una, siento como esa pesadez que envolvía a mi corazón y a mi mente, comienza a desvanecerse lentamente. Y, a pesar de que el llanto me ahoga, es bueno sentir ese alivio que recorre mi cuerpo al no seguir reprimiéndome.

Voy a estar bien.

Todo volverá a estar bien. 


¡Aquí el final!

Espero que les haya gustado mucho el capítulo y con este mismo, ¡se reanudan las actualizaciones semanales!

Las actualizaciones serán entre viernes o sábado <3

Gracias por la espera.

Los quiere, Hanna.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro