-¿Por qué todavía no te he comido?-

Newt levantó la vista del libro del siglo de edad en los vampiros que había estado estudiando. Dos grandes pilas estaban sobre la mesa. Uno contenía los libros que ya había leído, y otro era de los muchos libros de vampiros que planeaba leer. No se había dado cuenta que Darius está sentado frente a ella, con un destello de ira en sus ojos. Newt había estado esperando este encuentro con él. Al matar al soldado humano, la intención de Darius era matarlo pero ahora se sentía débil ante los otros Maestros. Ahora él estaba allí por venganza contra la chica humana que lo humillo.

El único problema era que él era débil, o al menos él se comparó con Seriphus que gobernaba las catacumbas. Después de Newt había impresionado a los Maestros por haber conseguido la información del operativa Hellsing, quedó claro que ella era una de las favoritas de Sérifos. Parecía como si Seriphus ahora valoraba su vida, por encima de la de Darius. Ambos lo sabían

-Yo no sería una comida decente. Sólo soy piel y huesos- Era cierto. Encontrar comida siempre fue un desafío para Newt. Dado que los Maestros ya no requieren de alimentación humana, Newt tuvo que valerse por sí misma. Por lo general, ella busca los cuerpos de los ghouls que recientemente habían sido reanimados por cualquier cosa que la persona llevaba antes de morir. Había encontrado una bomba en una de las cámaras que daban agua limpia. Newt tenía ni idea de por qué se ha instalado, pero, al menos, eso significaba que no iba a morir de sed.

-Una virgen como tú sería delicioso- susurró Darius -pero supongo que tienes razón. Casi no hay sangre en ti. No como los de Hellsing-

-Usted sabe dónde están sus cuerpos?- Newt no pudo evitar la emoción de su voz. Al igual que los libros que estaba leyendo era una valiosa fuente de conocimiento de vampiros, los soldados han estado llevando las armas y herramientas para matar vampiros. Por no hablar de sus raciones.

-Siii, puedo llevarte a ellos- Una sonrisa irónica apareció en su rostro mientras Darius se puso de pie e hizo un gesto hacia la salida de la biblioteca –Después de ti-

Newt sintió una trampa. Darius quería matarla y los Maestros nunca actuaron por desinterés. Pero ella necesitaba desesperadamente para ver los cuerpos de los soldados de Hellsing. Cerró con cuidado el antiguo tomo y se levantó.

Después de leer muchos libros y pergaminos sobre vampiros, Newt había llegado a una conclusión.

Ella quería ser un vampiro.

Pero, como ella había aprendido, un vampiro se une a su dueño a menos que beba la sangre de su amo. Así Newt había llegado con un plan. Ella permitiría que Seriphus la convirtiera en un vampiro, y luego ella lo mataría con un arma de plata y bebería su sangre. Con su poder, mataría a todos los Maestros. Y al tener su libertad... bueno, no había pensado en eso todavía.

Pero todo esto requiere las armas de Hellsing. Razón por la cual, a pesar del riesgo, permitió que Darius la guiara a través de los muchos pasillos de las catacumbas. Mientras lo seguía, Newt se dio cuenta de que había cada vez menos Maestros presentes. Incluso los ghouls parecían ausentes en esta parte de las catacumbas. Si Darius iba a matarla, este sería el lugar.

"Estoy bajo la protección Seriphus, Darius no se atrevería hacerme daño... ¿Lo haría?"

Darius se detuvo en medio de un pasillo anodino. Newt había pasado por aquí cientos de veces antes, pero ella miró en silencio como Darius trazó el antiguo muro de piedra con sus manos macabras. Finalmente se llegó a una parada y una sonrisa de satisfacción cruzó por encima de él mientras empujaba uno de los ladrillos hacia el interior. Newt involuntariamente dio un paso atrás ya que las paredes se abrían como una boca abierta. La habitación escondida apestaba a muerte.

-Vas a encontrar los cadáveres de Hellsing allí- Darius tomó una antorcha de la pared adyacente y apuntó a la habitación secreta -Entra con...los demás-

Newt miró con horror al ver a decenas de formas arrastrando los pies en el borde de la luz. Sus cuerpos decrépitos, empapados de sangre vagaron en la habitación sin rumbo. Algunos de los cuerpos parecían como si hubieran estado pudriendose por décadas, mientras otros miraban sólo unos meses de edad, pero Newt podían sentir que la sangre abandonaba su rostro cuando se dio cuenta de lo que todos tenían en común.

-Son... los niños- Apenas podía articular palabra. Estaba empezando a reconocer los distintos niños que había visto en los últimos tres años. Los niños como ella, que había decepcionado a los Maestros.

-Y otra razón para no comerte aún...- Darius hizo un gesto hacia uno de los necrófagos -Ese ya me lo comí-

Newt siguió la mirada de Darío al ghoul. Era fresco, recientemente asesinado. Sus ojos sin vista parecían como que han de caer fuera de su cráneo. Los huesos sobresalían de su pierna, apelmazado por la carne desgarrada y la sangre. En otros tiempos había sido un niño, aunque era difícil decir. Su pecho se había desgarrado, como si alguien hubiera cortado a través de su caja torácica para llegar al corazón delicioso que hay dentro. Como arrastrando los pies más cerca a la luz, Newt se quedó sin aliento al reconocer el ghoul.

"Escarabajo!"

Por supuesto que ella sabía que él estaba muerto. Cuando desapareció, la única explicación era que los Maestros habían renunciado a él. Pero al verlo como un ghoul era algo completamente distinto. Newt no pudo evitar el shock en su rostro.

-Los niños pobres hacen guardia y sirven- Darius se rió, sino que parecía estar tomando una alegría enfermo de ver la reacción de Newt -Así que los mantamos aquí, fuera de la vista. Ellos, al menos, pueden disponer de los cadáveres no deseadas para nosotros- Darius pasó la antorcha a Newt.

-Ellos se alejaran siempre y cuando estés en la luz- Labios de Darius se separaron en una sonrisa siniestra -O por lo menos que podrían dudar- Estos vampiros no eran como los guardias y sirvientes de los máestros usados. Parecían salvajes y sin dirección, olvidados por sus creadores. Ellos no eran mejores que los animales. ¿Realmente se alejan de la luz?

Newt sólo dudó un momento. Había pasado los últimos tres años como un juguete para los monstruos, luchando por sobrevivir cada día que pasa. Dentro de ese cuarto oscuro fue la clave para escapar de esta existencia infernal y ni siquiera los muertos vivientes van a evitar eso. Newt tomo la antorcha de la mano, y entró en la habitación.

-Ve despacio, mortal- Darius la llamó -No quieres asustar a los niños-

"Está disfrutando esto"

Newt siguió moviéndose más profundo en el ambiente, centrando toda su fuerza de voluntad para mantener sus manos quietas. Los vampiros sólo parecían estar periféricamente consciente de su presencia. Algunos se alejaron de la luz, mientras que los otros simplemente siguieron sin rumbo, vagando por la habitación. Newt ni siquiera se dio cuenta de lo grande que era la habitación, la oscuridad parecía estar acercándose a su alrededor y no podía ver las paredes. Darius siguió mirándola desde la entrada, disfrutando claramente en su miedo.

"Cuando me convierta en un vampiro... Cuando me vuelvo más poderosa que él ... Voy a hacerle sufrir"

Los Maestros habían enseñado a Newt que la misericordia era una debilidad, y ella prometió un día para demostrarle a Darius lo mucho que había tomado esa lección a pecho.

Algunos de los demonios parecían tener conocimiento de ella; sus ojos blancos la siguieron mientras cruzaba la habitación. No hicieron ningún movimiento para atacarla, pero eso cambiaría si Newt no se daba prisa. De repente, algo golpeó su pie y Newt contuvo un grito. Ella bajó la mirada para ver que había pateado un montón de carne ensangrentada. Debajo de toda la sangre derramada que apenas podía distinguir la insignia Hellsing. Los demonios deben haber devorado cualquier otra cosa que le quedaba. Este saco de carne era inútil para Newt. Un pozo formado en el estómago al darse cuenta de que Darius habría sabido esto también.

-Pobre Newt- Darius se puso de pie en la entrada. Su risa burlona haciendo eco por toda la habitación -Asesinada por los espíritus necrófagos, cuando estabas tan cerca de convertirse en un maestro- Con el mecanismo que activo lo oculto

Newt vio con horror como las paredes de piedra se cerraron, atrapando en su interior. Darius la había engañado! Examinó la pared y vio que no había manera de abrirla desde dentro. Esta vez ella grito, no por miedo, sino por la ira y la rabia. Newt perdido toda semblanza de la conciencia. Ellos la habían llevado cuando tenía nueve años y si no la hubieran secuestrada llevaría una vida normal. Ahora, cuando estaba tan cerca del final, Darío había robado su oportunidad de ser libre y obtener su venganza. Todos esos años de sufrimiento, de aprendizaje, de sobrevivir ¿todo terminaría así? La voz de Newt resonó en toda la habitación como el grito de un alma en pena. Gritó hasta que su garganta le dolía. Gritó hasta que sus lágrimas se secaron. Gritó hasta que toda su energía la dejó y ella cayó inerte al suelo.

Los vampiros eran conscientes de ella ahora, y todos, poco a poco iban acercándose a ella. La habían rodeado, sin posibilidad de escape. Newt simplemente estaba en el suelo, despojada de su voluntad de vivir. La antorcha que había estado llevando yacía a pocos metros delante de ella, y miró en silencio como su luz se desvaneció. Los ghols estaban llegando más y más cerca, sus brazos podridos llegan a ella. Mientras se quedó mirando la llama vacilante de la antorcha, Newt recordó el sol, que no había visto en más de tres años.

"Me gustaría haber visto por última vez ..."

Las llamas se apagaron, y Newt se sumió en la más absoluta oscuridad.