9 de Febrero del  2015

Hola Byron

El viernes pasado no fui a clases y mis amigas tampoco, estuve todo el día en casa de Karen con ellas, hablando y tomando esta decisión.

Fue algo difícil para mí, por que nunca me imaginé que yo estaría en un situación similar.

Hiciste cerca de quince llamadas por clase y durante los descansos mi móvil no dejo de sonar ni siquiera un minuto, sé que estuviste fuera del instituto a la hora de la salida, me lo dijeron los chicos cuando vinieron a ver como seguía. Dicen que estabas muy enojado y que todo empeoró cuando te dijeron que yo no había ido a clases y que no sabían donde podía estar.

Los amenazaste con hacerles daño si te estaban mintiendo, lo mismo hiciste con mi profesora de inglés, solo porque te dije que me puso una nota baja. Sabías que yo tenía clases extracurriculares y por ello tenía que asistir sábado y domingo un par de horas, a ellos los amenazaste diciendo que no te parecían las clases extracurriculares, por que eran una perdida de tiempo y que yo no necesitaba nada de eso y que si me querían ahí sería bajo tus condiciones.

Byron tú sabes lo mucho que me gusta bailar y estas clases son mi vida, pero por ti el fin de semana pasado deje de hacerlo -ya que éste no fui por miedo de entontrarte a la salida, ya que aún no me siento preparada para volver a verte-, te enojaste cuando viste mi vestido de la clase del sábado y más cuando supiste que danza era impartida por un hombre.

He dejado de usar blusas de manga corta para que nadie vea los moretones que tú me haz provocado, mis amigas un comenzado a enseñarme como cubrir los moretones de la cara y cuello con maquillaje, ya tampoco puedo usar faldas o shorts porque además de terminar discutiendo odio los tonos violeta que ahora adornan mi piel.

No sé como paso todo esto tan rápido, desde aquel primer día en el que acepté ser tú novia, pase de ser una persona a un objeto en tus manos, tú decidías todo por mí, desde que ropa usaría, que comía, con quien me podía juntar, a donde podía o no ir, con quien podía ir y mis amigas dicen que solo te faltó que me dijeras cuando y a que hora podía respirar.

Cuando respondí tú última llamada el viernes me gritaste horrible exigiendo explicaciones del por que no te había respondido en todo el día y acerca de dónde me encontraba. Tuve que reunir todo el valor que me fue posible para decirte que necesitaba hablar contigo.

Cuando llegué a la cancha de básquetbol tú ya estabas ahí, estabas furioso lo podía notar en tú mirada, me pediste hablar a solas, pero yo me negué y las chicas no se separaron de mí ni un momento y les gritaste, comenzaron a pelear hasta que Tania te grito el motivo por el que estábamos ahí...

Para TERMINAR.

Lloraste, suplicaste y me prometiste cambiar todas tus acciones hacia mí, pero la decisión ya estaba tomada.

Todo el fin de semana me la pase en casa de las chicas porque tú estabas afuera de mi casa vigilando y esperando el momento en el que llegara. Llamabas amenazando me o pidiendo que dijera que yo estaba loca y que no terminaríamos. Después tus llamadas eran para escuchar canciones y al final solo te escuchaba sollozar y creeme que eso me partió el alma, cuanto te escuche llorar al teléfono quería salir del instituto e ir corriendo a tú lado, Tania  tenía razón no podía seguir así, tú me estabas lastimando física y emocionalmente y solo por eso se tenía que terminar.

Al parecer esta sera la última carta que te escriba, hasta siempre mi niño de ojos verdes.

Siempre te querré a pesar de todo lo que paso.          

Danna