¿Cuánto tiempo llevaba aquí? No tengo idea, bastante...

Si, intenté escapar, rompí como tres paredes dos techos, una vez el piso pero el desgraciado de Sasuke siempre conseguía descubrirme y traerme de vuelta.

Aún me pregunto ¿Por qué no me ata y ya?

- Idiota, es muy fácil que te libres de las ataduras así que ¿Para que molestarse si quiera? -

- Ah, bueno tienes razón -

Da igual.

Abrí la puerta sigilosamente la cual estaba abierta pero escuché un estruendo en algún lado de esta guarida, me dio curiosidad así que fui allí olvidando que tenía la oportunidad de escapar.

Al llegar al lugar de donde se había escuchado eso me detuve y miré sin entender nada.

- ¿Cuál eres ahora? Pregunta Kabuto -

Sasuke se detiene frente a mi y sonríe torcidamente.

- ¿Quién crees? -

Miré por encima de su hombro hasta que Sasuke me agarra de la cintura y me levanta en su hombro.

- ¡Hey espera! - Miré al frente y vi la habitación de Orochimaru destruida y una gran y fea serpiente blanca partida.

Sabía que era feo el viejo pero no pensé que sobrepasaba los límites de lo horrible.

Volví a prestar atención a Sasuke e intenté bajar de su hombro.

- ¡Bájame Sasuke! ¡Juro que te partiré la espalda si no lo haces! -

- ¿Y por qué no lo hiciste ya? - Pregunta mirándome de reojo.

- Yo... -

- No puedes o no quieres hacerlo -

Lo golpeé en la cabeza.

- Idiota... -

Pude jurar ver una media sonrisa de diversión en su rostro cosa que me sorprendió y me dejó en shock un momento.

Llegamos hasta donde Orochimaru tenía sus experimentos y Sasuke rompe una de las cápsula de la cual sale una gran cantidad de agua.

- ¿Me vas a soltar? - Pregunté apoyando mi codo en su espalda y así apoyando mi mano con cansancio de estar así.

No me responde, solo mira como se forma un chico de agua.

- Al fin libre. Gracias. Sasuke - Dice el chico.

- Está desnudo - Dije apartando la vista asqueada.

- Suigetsu, eres el primero, ponte ropa y nos vamos -

- ¿El primero? - Preguntó Suigetsu.

- Buscaremos a Juugo, de la guardia del norte y a Karin, de la guardia del sur -

Se da la vuelta y comienza a caminar.

- Dando órdenes como si fueras alguien importante, Sasuke - De la nada aparece atrás pero consigue bajarme del hombro de Sasuke, me agarra del cuello y me coloca un dedo en la cabeza.

Suspiré cansada y aburrida.

- Me rescataste pero no por eso te seguiré -

Ellos se miran un momento, pero yo estaba cansada de que me tengan como amenaza así que pude librarme y en un segundo estaba atrás de Suigetsu y lo agarré de la nuca.

- Fíjate a quien agarras cúmulo de agua andante - Dije.

Lo solté y caminé de brazos cruzados pero Sasuke me agarra de un brazo para evitar que me escape.

- Ya, solo bromeaba - Dice Suigetsu.

Todos caminamos hasta afuera y Suigetsu ya tenía ropa puesta.

Suspiré y miré a todos lados para saber dónde estábamos. Suigetsu estaba distrayendo a Sasuke con que quería la espada de Zabuza.

Yo aproveché y me fui sigilosamente.

Comencé a correr más rápido, guiaba mi chakra hacia mis pies para tomar más velocidad e impulso.

Me alejé bastante de ellos sonriendo porque lo estaba consiguiendo.

Bien, puedo volver con Naruto y los demás...

- Raiton -

- ¡Agh! - Comencé a electrocutarme hasta perder el equilibrio y caer al suelo.

- Oye eso fue grosero de tu parte - Suigetsu aparece atrás de mi y yo bufé y golpeé su rostro haciendo que este se vuelva agua pero se vuelva a formar.

- Sigamos - Sasuke me agarra del brazo de nuevo y me lanza hacia Siugetsu - Tú la llevarás. Vamos -

- Sasuke, eres de lo peor - Murmuré.

Comencé a caminar en medio de Suigetsu y Sasuke. Cuando alentaba mi paso Suigetsu me empujaba y yo siempre lo golpeaba quejándome.

- ¿Por qué la traemos a ella, Sasuke? ¿A caso es tu novia? -

- Ahora sí cagaste idiota - Dije tronando mis dedos y envolviendo mi puño en chakra para luego golpearlo y mandarlo muchos pero muchos kilómetros al frente - Hm -

Me crucé de brazos y aparté la mirada, pero sentí la mirada de Sasuke así que rodé los ojos.

- Lo encontraremos más adelante, no te enfades - Dije.

- No me había enfadado - Responde.

Se coloca a mi lado para asegurarse de tenerme vigilada y seguimos caminando.

Si no fuera por esos reflejos que tiene ahora ya lo habría golpeado como a Suigetsu.