Guitarra en la mano, dulces melodías,

una fiesta ruge en la lejanía,

botellas vacías rompiéndose adentro

del departamento, ¡que cacofonía!

Estamos sentados, bien acurrudos,

en el sillón pesado de tu balcón,

esperando a horas el nacer del día

para ver al cielo al fin besar al sol.

Quisiera en paz poder estar,

pero solo me siento fuera de lugar,

porque en mi cabeza hay una voz que grita:

"dejar de mentir, de nada servirá".

Hay ciertas cosas que debo confesar.

Así que para de tocar,  yo quiero conversar

sobre todo lo que no te he podido contar;

la verdad, la mentira, lo que hay entremedio,

lo que hay encima, abajo, y sobre el techo,

más allá de las paredes, de la pintura y el cemento,

todo y algo más, que sea sincero, 

fiel a la realidad.

Quiero ser honesta, mientras estás aquí,

tocando esas cuerdas, cantando para mí.

Quiero ser transparente y dejarlo claro,

para evitar que pases un mal rato.

Ves, yo lo tengo claro,  tú aún me amas. 

Y yo también sé que me quieres de vuelta.

Lo sé por la manera en que andas

sonriendo cuando cruzo la puerta,

sentándote siempre muy cerca de mí 

y —lo que más me desconcierta—

fingiendo que no te das cuenta

de que yo ya eso percibí.

Por eso, te lo digo aquí

y ahora, sin más demoras:

Te quiero, te adoro, pero ya no te amo,

te agradezco, te estimo, pero no te extraño,

eres mi amigo fiel y nada más que eso,

no te quiero iludir, ni robarte besos.

No quiero soltenerte en lo frío y oscuro,

no quiero decirte buenas noches con dulces murmullos,

no quiero tocarte, ni dormir contigo,

porque todo el placer que los dos sentimos, 

ya está en el ayer, y ya está perdido.

E insisto, tú no eres nada más que un buen amigo.

Yo sé que te duele oír la verdad,

lo veo en tu rostro, la infelicidad

de tener que comprender este discurso.

Pero lo digo porque es justo.

No quiero seguir ignorando este problema.

Entre nosotros debe haber barreras.

Límites, para conservar lo que tenemos.

No te miento cuando digo que te quiero,

y es por eso que debo ser directa en el momento.

Es mejor que sepas luego de una vez,

que tú nunca jamás, no serás mi ex.