I

No me acuerdo del momento en el que te comencé a olvidar.

No me acuerdo de la hora, del día, ni del lugar 

en que todo empezó a desvanecerse,

a perderse en las tinieblas del pasado.

Pero aunque te olvide, no te he superado.

No te has ido por completo

—aún me restan tus ruinas—, 

pero como los túneles oscuros de una mina

abandonada y sellada,

en donde una vez hubo vida,

ahora ya no queda nada.

Nada sino los trazos y los rastros

de tu paso.

Y aunque me asuste, este es el caso.

En mi mente, eres como un boceto abstracto, que nunca fue terminado.

No posees líneas fuertes, ni una imagen clara, sino rasgos difuminados.

En mi mente, te has vuelto un concepto poco desarrollado.

Y no sé más cómo describirte.

No sé cómo narrar algo que ya casi no existe.

Solo sé que lo que era sólido y tangible, ahora ya no puedo tocar.

Lo que era fácil de explicar, ahora es difícil de imaginar.

Y aunque me intente aferrar a los pocos recuerdos que tengo de ti,

aunque intente luchar contra el olvido y mantenerte cerca de mí,

la batalla en el fondo es inútil.

Te estoy perdiendo, sin quererlo,

y siento que entre mis dedos te escurres.

Que te escapas de mí, contra mis deseos.

Pasa el tiempo, y menos te veo

- y, pese a mi desespero, no puedo detenerlo-.

II

Eres como los edificios de una urbe en un día de lluvia.

Puedo ver bien su silueta, pero los detalles son escasos,

y cuanto más lejos estamos uno del otro,

cuanto más espacio exista entre nosotros,

más este se pierdes en el amplio escenario.

Desde lejos, pasa lo mismo contigo.

Te mezclas con todo lo demás,

pierdes tu originalidad,

y me cuesta creer que yo sí te he conocido.

Y como ese rascacielos en la distancia,

las ventanas de tu alma están empañadas, 

por saber que esta escasez de recuerdos

solo empeorará de aquí en adelante.

Por saber que la niebla de la adultez algún día te tragará entera.

Tú, mi infancia, que debería ser mi compañera

te has convertido en una nostalgia pasajera.

....

03/09/23: Escribí esto en base a los pocos recuerdos que me sobran de mi infancia. La bipolaridad y la depresión tienen una capacidad impresionante de borrarte la memoria, así como los traumas, y eso es justamente lo que me está sucediendo. Cuanto más días pasan, menos me acuerdo del pasado. Lo que es bueno, pero también muy triste. En fin... Esa es la explicación por detrás.