Capítulo 13. Noche casi perfecta.
—Ésto es demasiado exagerado —digo sosteniendo la bandeja.
Rio al ver como sigue ordenando más dulces y ni siquiera sé si ambos podamos con tanta comida.
—Una cita no es una buena cita si no está llena de dulces. Muchas gracias —le dice lo último a la chica del cajero y caminamos hasta la sala.
—Pues al parecer eres muy experto en citas.
Comenzamos a subir los escalones hasta que llegamos a nuestros asientos. Justo en el medio, el lugar perfecto.
—De hecho no, ésta es quizás la segunda o tercera cita que tengo.
Lo miro confundida. La película aún no comienza por lo que tenemos unos diez minutos para rellenarlos con un poco de charla. Quizás deba concentrarme en conocer un poco más a Finnegan en lugar de callarlo e ignorarlo.
—¡Vamos Finnegan! ¿Esperas que crea eso? Practicamente tienes a todas las chicas del instituto a tus pies — respondo y siento un dolor en el pecho pero lo ignoro.
—Sí, pero piénsalo. A las chicas les van todos los tipos que las tratan mal o que son inalcanzables, digamos que me sucede igual — No me mira, se concentra en un paquete de gomitas que estoy segura no son muy difíciles de abrir — Sólo me gusta una chica y es justo esa chica la que no está a mis pies como todas las demás, eso lo hace especial, al menos para mí.
Me quedo en silencio porque quizás nunca haya tenido novio o una cita pero sé captar una indirecta cuando la lanzan hacia mí, no soy tan tonta. Sin embargo, decido hacerme la tonta.
—¿Y puedo saber quién es exactamente esa chica? digo, para tener el corazón del gran Zack Finnegan debe ser muy linda y popular —tomo las palomitas de la bandeja y comienzo a comerlas.
—¿Va en serio? —me mira incredulo y trato lo mejor posible de ocultar mi sonrisa, afortunadamente soy muy buena en ello.
Justo ahora creo que Lissie tiene razón y en realidad le gusto a Finnegan. Bien, hemos pasado la parte uno; aceptación. Le gusto al gran y tonto Zack Finnegan y quizás, solo quizás, un minúsculo quizas, piense que el no está tan mal.
—Va muy en serio Finnegan —lo miro fijamente y el sonríe desviando la mirada.
—Eres imposible Lena Barrow.
—Eso lo hace más especial ¿No es así?
—Tienes toda la razon.
***
—Gracias Finnegan, por escoger la peor película oficial de este año —le recrimino cuando salimos de la sala y nos sentamos en unas mesas frente a la taquilla.
—Hey hey, se supone que no sería tan mala, de hecho esperaba que fuera genial, lo siento —frunce sus labios y rio.
—Tranquilo, igual fue divertido arrojarle palomitas al tipo obeso del bigote —, suelta una risa y saco mi telefono para ver la hora: ocho —Creo que es mejor que me lleves a casa.
—¿Tan pronto? Yo pensé en ir a comer... —hace silencio cuando le doy una mirada severa —Bien bien. A casa señorita.
—Gracias —digo levantandome y caminando junto a él a su auto.
—Bien, ya que ésta película fue un total fracaso, te aseguro que la próxima será genial.
—¿La próxima?— enarco mis cejas hacia él y llegamos al auto.
—¿Qué? Soy persistente Lena, no me alejarás tan fácil —me guiña un ojo y se adentra al auto. Sacudo mi cabeza y hago lo mismo.
—No aceptar otra cita no es alejarte.
—Cita. Me gusta como suena eso — enciende el auto y suelto un gruñido.
—¿Acaso tienes respuestas así preparadas en tu mente? —ríe y me mira confundido.
—¿Respuestas cómo? —frunzo el ceño exasperada.
—Así... lindas —hago un ademán con las manos y vuelve a reír.
—¿Crees que mis respuestas son lindas Lena? —pone el auto en marcha y creo que se divierte haciendome exasperar.
—¿Sabes qué? Olvídalo—es todo lo que digo.
—Olvidado.
—Eres insoportable Finnegan ¿Te lo habían dicho?
—No, eres la primera, siéntete afortunada. Y ya que salimos oficialmente en nuestra primera cita y que estoy seguro habrán más ¿Puedes por favor llamarme Zack? Cuando me llamas Finnegan siento que eres mi madre regañandome y me asustas —Suelto una carcajada y niego con la cabeza.
—Acostumbrate porque no te llamaré Finnegan —Noto que estamos cerca de mi casa y le pido que baje la velocidad. Tengo que asegurarme que papá no esté en casa y ruego para que no lo esté.
—Te dije que mis amigos me llamaban Zack —suelto el aire que ni siquiera sabía que estaba conteniendo cuando noto la ausencia del auto de papá.
—Me gusta más Finnegan —respondo distraída y detiene el auto frente a mi casa.
—Ya veo, quieres ser más que amiga, me parece bien —ruedo los ojos pero termino riendo.
—Eres insoportable. Gracias por hoy, siendo sincera no me había divertido tanto desde hace mucho tiempo— sonrío y su expresión me dice que mi declaración lo ha tomado de sorpresa.
—Pues de ahora en adelante te divertirás, y mucho— me sonríe y abro la puerta del auto.
—Buenas noches Finnegan —es lo último que digo antes de bajarme y cerrar la puerta a mi espalda.
—¡Oye! —volteo y me acerco a la ventanilla del auto —Buenas noches Lena.
Sonrío y un sonido detrás de mi me sobresalta.
Mi rostro palidece al ver a mi padre en la puerta, con una botella en la mano y una expresión furiosa.
—¡¿Por qué mierda saliste sin mi permiso?! —grita y me volteo rápidamente.
—Vete. Ahora mismo.
Zack está bastante confundido e intenta mirar sobre mi hombro a mi padre, estoy segura que viene hacia nosotros. Mi expresión es de pánico cuando Zack no tiene ninguna intención de irse.
—¡Zack por favor vete, hablo en serio! —digo rápido. Las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos.
—¿Estarás bien? Tu padre se ve muy molesto.
Siento un fuerte jalon y soy arrojada al suelo. Mis manos arden pero me concentro en mi padre.
—¡¿Quién mierda crees que eres al venir y sacar a mi hija de su propia casa?! ¡Y sin mi puto permiso!
—Señor yo... Sólo la lleve al cine... Discúlpeme si no...
—¡Al infierno tus disculpas! ¡Aléjate de mi hija!
Suelto un grito cuando estrella la botella contra el auto abollandolo y haciendola añicos. Me levanto y jalo a papa.
—¡Vete Zack por favor! —lágrimas corren por mi rostro e intento llevar a papá a casa.
—¡Sueltame maldita zorra! ¡De nuevo escapandote! ¿A caso no aprendiste la maldita lección? —Intenta quitarme de encima pero es un poco torpe debido a que está lo suficientemente borracho como para tambalearse al caminar.
Volteo y Finnegan está bajando de su auto.
No no no. Jodido tonto.
—¡Maldita sea Zack no lo hagas peor para mi!— papa suelta insultos hacia Finnegan y hacia mí pero intento gritar por encima de ellos —¡Si te vas justo ahora estaré bien! ¡No lo empeores!
—Mierda —escucho apenas que susurra. Mira a papa y pasa sus manos por su cabello— Lo siento señor Barrow.
Y se adentra de nuevo en el coche para luego irse.
Suspiro y me encargo de papá quién evidentemente está llamando la atención de algunos vecinos que salieron a ver qué ocurría.
Los ignoro y empujo un poco a papá. Accede a entrar a casa aún soltando improperios.
—¡Si vuelvo a ver a ese desgraciado por mi casa le rompo la cara a ese malnacido desgraciado escoria desgraciado! —cierro la puerta cuando ambos entramos.
—¿Dónde está el auto? —Cuestiono.
—Y a ti qué mierda te importa — me escupe en el rostro pero no le respondo nada. Limpio la saliba y lo miro con odio.
Para éste punto mi barbilla comienza a temblar y mis ojos pican por las lágrimas ¿por que todo tiene que ser así?
Sin decir nada camino hasta las escaleras.
—¡¿A dónde crees que vas?! —grita y me detengo —¡Vuelve a aquí!
Inhalo hondo y cierro mis ojos. Los abro de nuevo y me decido por seguir caminando.
—¡Te dije que volvieras aquí maldita sea! —hay lagrimas en mi rostro y no detengo mi camino.
Escucho pasos fuertes a mis espaldas e intento llegar a mi habitacion lo más rapido posible pero siento un jalón en mi brazo y mi cabeza choca fuertemente contra la pared. El olor a alcohol y cigarro sale de la boca de papá cuando está frente a mí. Me sostiene por el cuello mientras acerca su rostro.
—Te dije que vinieras acá — mi mirada es de odio al igual que la suya— ¿Acaso crees que puedes hacer lo que te plazca cuando te plazca? ¡No!— me sobresalto cuando empieza a apretar mi cuello— Vives en ¡Mi maldita casa! Si quieres escaparte de nuevo allí está la maldita puerta pero ésta vez no vuelvas y si vuelves, escúchame bien maldita niña— siento su fétido aliento en mi rostro e intento alejar su agarre de mí. La respiración me empieza a fallar y le suplico que me suelte —Te mato.
Intento controlar los sollozos que salen de mí pero es inevitable.
Me libera y llevo mis manos a mis rodillas intentando recuperar el aire.
—¡¿Entendiste?! —me grita y tengo que sostenerme de la pared para no caer.
—Entendí papá —susurro a penas, mi garganta arde.
—Mírame y dime que lo entendiste.
Sollozo aun más pero levanto la cabeza y lo miro.
—Entendí papa —la última palabra la digo con el mayor odio que consigo.
Suspiro cuando se voltea pero de repente hace un movimiento y mi cabeza gira bruscamente hacia un lado cuando su puño se estampa contra mi rostro. Caigo al suelo por el impacto y una fuerte punzada de dolor se extiende por mi mejilla izquierda al igual que un ardor en mi labio.
—Para que entiendas —escucho que dice y ésta vez sí se aleja porque cierra la puerta de su habitacion fuertemente.
No me levanto. Me deslizo completamente en el suelo y lloro, lloro fuertemente sin importarme que vuelva de nuevo, y si lo hace espero que me mate de una vez por todas.
_______________________________________________________________________________________
Si esperaban su momento lindo y dulce, por un breve momento se los dí, que buena soy jajajajajaja ❤️ espero que les esté gustando.
Pueden pasarse por mi otra historia "Canciones Olvidadas". Está recién iniciada, denle una oportunidad y no se arrepentirán ❤️ la pueden encontrar en mi perfil.
¡Saludos y besos!
MaVaFB
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro