Después de unos cuantos meses, la maestra realizó un cambio de puesto en donde tu y yo estábamos cerca. Por lo que comenzamos a hablar más seguido, creí que esa era mi oportunidad, y vaya que me ilusioné, me contabas cosas que ni Erza sabía, y yo pues te contaba también cosas personales, hacíamos promesas, reíamos, jugábamos. Incluso grabaste tu huella en mi celular, has visto uno de mis tesoros más secretos...mi galería, veías mis fotos, y me decías que estaba bonita, que me veía hermosa, mientras yo me moría de la vergüenza.

No se si era demasiado obvia, pero un día, que estábamos en clase, la maestra te descubrió, te quitó mi celular, y yo me quedé callada, pues también era mi culpa por haberte prestado mi celular. Notaste que estaba muy callada, y tu me conoces por ser un poco agresiva, tenías miedo de que te golpeara, tenías miedo de que esté enojada. Pero en realidad no quería golpearte y mucho menos estaría enojada. Todo estaba bien hasta que el maldito de Max se acerca y abre su boca "No te golpea porque tu le gustas" no quería que te dieras cuenta que me gustas, no quería que te enteraras gracias a Max, yo no tuve más opción, tuve que actuar inmediatamente, te dije que cerraras los ojos, obedeciste y ya sabías lo que te iba a hacer. Fingiendo que te iba a dar con todas mis fuerzas, apropósito fallé, y como si te hubiera dado fuertemente, sonó la palma de mi mano golpear tu mejilla. Max se quedó impactado, y los que estaban a nuestro alrededor también. Era mi única escapatoria. Después en privado y en persona, te pedí perdón. Aceptaste mis disculpas y nos abrazamos.

Cuando recuperé mi celular, tuve que encenderlo, ya que tu estabas nervioso por alguna razón que no sabía, lo habías apagado. Cuando encendí me encontré con una sorpresa...mi fondo de bloqueo era una foto de tu abdomen.

No sabes lo nerviosa y roja que estuve cuando vi mi pantalla de bloqueo.

Cuando por fin pude tranquilizarme, al intentar localizarte, logré ver como estabas feliz con Erza, como la abrazabas, como acariciabas su sedoso cabello. Supongo que lo acaricias porque es bonito, porque siempre lo tiene suelto, mientras que yo, agarrado en una cola de caballo.

No me desanimé, y disfruté verte feliz junto a mi mejor amiga.

Sin embargo nunca esperé, que mientras los días pasaban, más te alejabas de mi para poder estar cerca de ella. Me pregunto si...¿intentarías acercarte a mi como lo haces con Erza?

Quién diría que la única manera de terminar una ilusión, es una dura desilusión.