Volviste poco después volviste a fijarte en mí...sin embargo aún te ibas de mi lado por estar con Erza. Realmente disfruto que ustedes dos sean amigos cercanos. Pero realmente me duele tener que aceptar el hecho que siempre seré una segunda opción para todo el mundo.

Poco después de haberme puesto una foto de tu abdomen como fondo de pantalla, tu y yo comenzamos a hacer bromas sexuales, como por ejemplo: recuerdo esa vez que había tres personas a mi alrededor y te estabas acercando demasiado a mi, yo estaba sentada y tu parado, no sabía como detener a todos a mi alrededor y opté por apartarte a ti, colocando mi mano en tu abdomen, no tenía ninguna intención de hacer algo pervertido, pero no me percaté hasta sentir las marcas de tu piel, es decir, los cuadros de tu abdomen, tu no te diste cuenta, y quise hacer una pequeña broma pícara para que te dieras cuenta. Te miré fijamente a los ojos, y comencé a bajar mi mano lentamente sin que nadie se diera cuenta. Y es que diría que también puedo ser ágil. Te sonreí de manera coqueta, te diste cuenta de que estaba bajando mi mano, me sonreíste, tomaste mi mano y la quitaste. Te diré algo...me gustó sentir tu abdomen por segunda vez, pero quiero que te des cuenta cada vez que haga un accidente como ese.

Y eso no es todo. Tu te sentabas al lado mío, mientras que el chico más pervertido de todos se sienta atrás de mí. Realmente lo odio, nunca había visto a una persona tan pervertida como él. Como las chicas llevamos falda ciertos días, habías visto que el chico estaba viendo hacia mis piernas, me llamaste, y me preguntaste si llevaba algún tipo de short debajo de mi falda, te dije que no y me sonrojé demasiado, te expliqué que eso me duele y me deja marcada la piel. Me explicaste la situación, y me dijiste que tenga cuidado. Desde ese momento no dejaste de vigilarme. Cuando cruzaba las piernas, no me daba cuenta que la falda se alzaba, te me acercaste y en el oído me dijiste "Bájate la falda se te ven las piernas, además de que el pervertido te está viendo, ten cuidado, eres mía, y solo yo te puedo ver" lo dijiste de broma ya que me habías susurrado con una voz ronca y finalizaste la oración con una sonrisa y un guiño. Pero lo que no te notaste, fue que mi corazón estaba a punto de estallar de emoción.

¿Quieres que sea honesta? Tu sonrisa es tu mejor arma. No tu cuerpo.