Capítulo 9 "Nunca"
Es la primera vez que dice mi nombre... ¿Estoy en problemas? pensó el pequeño moradito.
Lust no dijo nada y Horror comenzó a tomar el control de la situación. Primero, empezó a besarle lentamente, mientras acariciaba sus caderas con ambas manos.
Lust también inicio con sus caricias, trataba de sacarle su característico abrigo azul. Horror se detuvo.
—Moradito quédate quieto—Este lo intento, pero sus manos picaban, no podía evitarlo.
Horror prosiguió, abandono su boca y empezó a lamer su cuello, Lust estaba en las nubes. De nuevo sin ser consiente, intento acariciar y desvestir a Horror.
—Lust—Escalofríos recorrieron su cuerpo, lo había dicho de una manera tan fría y dura.
El asesino comprendió que era inevitable para el moradito actuar de esa forma, después de todo, lo había hecho toda su vida.
—Así que no puedes evitarlo.
—No, lo que pasa es que... yo...—Lust no sabía cómo excusarse.
El de abrigo azul se levantó de la cama, y el que seguía en esta se asustó. Lo eh decepcionado. Oh no... se volverá a ir y me abandonara estaba entrando en pánico. Un estruendoso ruido lo saco de sus malos pensamientos, dirigió su mirada a Horror, que había recogido la pesada cadena como si esta fuera una simple cuerda. Ahora se acercaba a él, Lust ato cabos e intento escapar. ¡A la mierda! ¡No se lo permitiré! Con el apuro, olvido que su tobillo aún no se había regenerado por completo, causando que cayera graciosamente al piso.
Horror estuvo a punto de reírse a carcajadas, pero se contuvo y pregunto:
—¿Qué haces?
—¡Vas a ahorcarme!—grito mientras se arrastraba en el frió piso.
—Claro que no... ven aquí—Horror lo sujeto de su abrigo morado y lo levanto sin hacer esfuerzo alguno. Lust se removía intentando escapar pero una lamida en su nuca lo deja paralizado. Su punto sensible, el que nadie nunca tocaba. Horror sonrió ante ese descubrimiento.
Mi-mierda... lo ha descubierto, ¡Nunca lo habían logrado! Ese era uno de sus mayores secretos, jamás permitió que alguien supiera de su punto sensible, ni siquiera su Papyrus lo sabía y había estado toda su vida con él. Horror continuaba lamiendo su nuca.
—Ah~... Por favor... detente—Lust nunca le había pedido a nadie que se detuviera. Eran demasiadas primeras veces para él.
Horror se detuvo e inspecciono el estado de Lust, este jadeaba y tenía su cara completamente teñida de un morado suave. Esta imagen lo dejo maravillado, aunque no entendía el porqué.
Con cuidado volvió a recostar al moradito, este había quedado completamente extasiado y apenas se movía. Aprovecho su oportunidad y ato sus manos desde las muñecas a la cabecera de la cama, evitando que el pudiera volver a usar estas mientras se divertían.
—N-no... sueltam- —Horror cansado de sus protestas lo callo con un beso.
Como Lust tenía su boca abierta, Horror llevo el beso a otro nivel, introduciendo su lengua en su cavidad e iniciando una guerra por quien llevaría el control de aquel beso. El moradito como todo un experto comenzó a ganar la batalla, pero el orgullo de Horror no lo permitió, tramposamente acaricio con sus dedos la nuca de este, haciéndole estremecer y perder la lucha.
¡Que tramposo! dijo Lust en su mente, pero el beso se sentía tan bien, que dejo sus protestas de lado y simplemente siguió a Horror.
El asesino comenzó a sacarle la pequeña playera que llevaba, como su portador estaba atado no pudo lograrlo y en un arranque de desesperación se la desgarro. Lo que menos importaba en ese momento eran las prendas, por lo que Lust simplemente lo dejo pasar y siguió besándolo.
Después de unos segundos Horror se separó y dirigió su mirada a el alma de Lust, que estaba completamente desprotegida entre sus costillas. La tomo entre sus manos y comenzó a apretarla con ambas.
—Ah~...—Lust echo su cabeza hacia atrás soltando un gran gemido.
Horror mostró una gran sonrisa de satisfacción, lo tenía completamente bajo su merced. Volvió a depositar el alma del moradito donde pertenecía, y dirigió su atención a los pantalones de su acompañante, aparte de estos no llevaba nada más, pues sus botas se las había sacado cuando lo dejo aquí la primera vez. Comenzó a quitarle su prenda inferior, y Lust lo miraba fijamente mientras lo hacía. Ya se había recuperado de su anterior mini-orgasmo.
El asesino tenía su vista nublada por la excitación, causando que no pudiera desabrochar los pantalones correctamente. Lust al verlo soltó una pequeña carcajada, pero se arrepintió al instante. Horror había roto sus pantalones también, y ahora tenía su miembro morado a toda vista. Una idea paso fugazmente por la mente de Lust no creo que sea capaz de hacerlo.
—¡Ah! Jo-joder...—Si fue capaz.
Lust comenzó a observar todos los movimientos de Horror con dificultad, este estaba lamiendo su miembro de una manera muy lenta, lo hacia apropósito.
—Más rápido...—pidió Lust desesperado, la lentitud de Horror lo agobiaba.
—¿Qué dices? — Maldito.
—¡Hazlo más rápido maldita se-! Ahg~—Horror le había dado una pequeña mordida, haciéndole estremecer.
Comenzó a lamer su punta y con una mano también a masturbarlo. Con su otra mano libre acaricio y después apretó fuertemente el alma de Lust. Esto le hizo tocar su límite, y se terminó corriendo en la boca de Horror, que sin pensarlo mucho se lo trago... Parece que no le molesto en absoluto hacerlo.
Lo único que se escuchó en la habitación después del orgasmo de Lust, fue el tintineo de las caderas y la respiración entrecortado de ambos. Lust pensó que todo había acabado, error.
Horror comenzó a desvestirse lentamente frente a sus ojos, está lleno de cicatrices se dijo el moradito a sí mismo. Algunas costillas de Horror estaban un poco agrietadas y había una que estaba completamente rota. A pesar de todo eso, Horror no mostraba dolor en absoluto, como si en realidad no tuviera nada. Cuando Horror termino de sacarse la última prenda, que fueron sus pantalones, miro a Lust y le dijo.
—Ahora es mi turno—Lust esperaba que Horror lo hiciera de manera rápida y sin preparación, como siempre. Pero cuando sintió un dedo dentro suyo se sorprendió e incómodo. No solían hacerlo y no estaba acostumbrado a que los dedos se movieran en su interior. Sintió un pequeño pinchazo de dolor en sus caderas.
—Ay~—se quejaba, pero termino por acostumbrase y a mover el mismo sus caderas en busca de más. Horror de mala manera utilizo 3 dedos de golpe.
—¡Ah!—El moradito soltó cuantos gemidos de dolor y le salieron pequeñas lágrimas de sus cuencas, causando un remordimiento en Horror. En un intento por solucionarlo, comenzó a besarle, para que se distrajera del dolor.
Obviamente funciono, y ambos empezaron una guerra de lenguas nuevamente, esta vez Horror gano sin problemas. Unos cuantos gemidos ahogados por su beso avisaron a Horror, era el momento.
Se posiciono y entro de una estocada en Lust, haciéndole soltar un gran gemido y lágrimas de placer y dolor.
—¡Aah!~... De-debiste avisarme...
—Hubiera perdido la gracia—Lust lo miro de mala manera, pero no por mucho tiempo, pues Horror se comenzó a mover y se sentía tan bien que no podía pensar en otra cosa que no fuera esa exquisita sensación.
(...)
En la habitación se podía escuchar el crujir de la cama, los gemidos de Lust y los gruñidos de Horror. El asesino hacía sentir a Lust de una manera muy especial... acariciándolo y besándolo. Después de unos minutos más, ambos se corrieron. El primero en el interior de su amante y el segundo manchando las sabanas y un poco las costillas de su acompañante. Quedaron completamente exhaustos, Horror salió de Lust y le soltó sus muñecas. Cuando este estuvo libre no supo que hacer, normalmente se vestía y se iba al estar saciado. Pero ahora estaba sin ropa y sin ganas de moverse.
Horror no lo pensó mucho, se lanzó a su lado exhausto, lo cubrió con las sabanas y lo abrazo acercándolo a él. Lust estaba intranquilo, lleno de dudas y preguntas. Todas estas desaparecieron al sentir unas suaves caricias en rostro.
—¿Te iras después?—pregunto Lust en un suave susurro.
—Nunca—Y sin poder soportar más su cansancio, ambos se quedaron dormidos abrazados.
---------------------------------
¡Espero con ansias sus comentarios diciéndome como quedo! Intente que fuera lo mas acorde a un asesino fuerte y rudo con un adicto al sexo que nunca fue tratado con aprecio ni cariño.
¡Un saludo! :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro