Unos pequeños movimientos le despertaron, sin abrir sus cuencas, intento acomodarse y volver a dormir, pero al hacerlo...

—Auch...—se quejó Lust. Un puntazo de dolor en su espalda baja y caderas le impidieron seguir moviéndose. Es la primera vez que... me duele tanto pensó mientras apoyaba su rostro contra la almohada ahogando un poco sus quejidos.

—¿Te duele? — hablo una ronca voz a su lado. Lust giro su rostro y lo miro incrédulo.

—Tú... ¿Qué crees? —soltó con sarcasmo.

Horror lo miro y elevo sus hombros "no se", ¿Este tipo sabe lo que es el dolor? se preguntó Lust. Sin ganas de comenzar una discusión o algo, simplemente volvió a posar su rostro contra la almohada, intentando distraerse de su malestar.

El que se encontraba en un perfecto estado, miro a su acompañante con intriga. Este apenas se movía y tampoco parecía querer hacerlo. Con cuidado, estiro su huesuda mano hacia él, y empezó a acariciar su espalda. Al parecer le gustaba, pues al comenzar con sus mimos, su cuerpo se relajó notoriamente.

—No sé si te has dado cuenta, pero...—comento con las voz extraña, pues estaba contra la almohada y no podía modular correctamente—. Me has dejado sin ropa.

—Te puedo prestar la mía, no es un problema.

Cuando terminaron su pequeña charla, una atmosfera de tranquilidad los invadió. Aunque no hablaran, el ambiente no fue incómodo y ambos se relajaron en el silencio.

Después de unos cuantos minutos de paz, Lust hablo:

—Quiero darme un baño.

—Al salir, la puerta a la izquierda.

Horror se levantó primero, buscando sus shorts. El moradito le siguió, con un gran esfuerzo se sentó en la cama y se comenzó lentamente a levantar, su tobillo estaba ya reconstruido en su totalidad, así que no sería un problema.

Lo que si fue un problema, fue el terrible dolor que le llego al estar de pie. Sin poder soportarlo cayo, pero horror fue más rápido.

—No te dejare entrar en mí nunca más—mascullo con dolor.

—Lo que tú digas, moradito.

Horror lo cargo de manera inesperadamente delicada, al tan conocido estilo princesa.

Lo llevo al baño, y sin lastimarlo lo deposito en la tina que había en este.

—Buscare ropa— dijo con calma. Caminando hacia la salida y cerrando la puerta.

Lust dio el agua, y dejo que las pequeñas gotitas cayeran sobre él. Proporcionándole una agradable sensación, al cabo de unos minutos, llego Horror. Este ya estaba vestido con sus prendas habituales.

—Es lo más pequeño que encontré.

—Vale, gracias —Pero Horror no se fue, parecía esperar algo. Lust lo miro sin entender.

—Te ayudo—No fue una pregunta.

Si Lust no se sintiera tan adolorido, se habría aprovechado de la situación. Pero ahora hasta el mismo se sorprendía, de las nulas ganas que tenía de hacerlo.

Horror corto el agua, lo envolvió en una toalla y lo saco de la ducha. Le fue vistiendo prenda por prenda y el resultado final fue bastante gracioso. Había un Lust con una camisa unas tallas más grande que él, un abrigo que literalmente lo cubría entero y unos shorts que le quedaban bastante holgados. El moradito sentía que nunca había estado tan cubierto en su vida.

—¿Esto fue lo más pequeño que encontraste?

Horror lo observo y estallo en carcajadas.

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¿El título fue muy literal? Lo siento xD