Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo dos: el cambio

—Mmmm, hyunieee, ¿Qué haces? —investigó el rubio mientras se sentaba en sus piernas, Hyunjin lo miro y le dio un beso en la mejilla.

—Escribo el final, el webtoon está bien, pero quieren una versión novela...

—Ultimamente escribes mucho, deberías descansar...

—Tu tampoco duermes casi...

—Si pero... Es diferente, tampoco pasas tiempo conmigo y...

—Innie, ¿alguna vez te he dicho que cuando estás nervioso te ves más lindo de lo normal? —Jeongin sintió sus mejillas arder y rodó los ojos y hyunjin lo abrazó con fuerza por la cintura.

—Imbecil...

—Asi me quieres, no dejes de sonreír nunca innie...

—Solo si tú nunca dejas de mirarme así, me gusta que tus ojos brillen...

****

Jeongin se encontraba de pie frente a un grupo de ilustradores, señalando las diferentes partes del guión que necesitaban atención especial. Su voz era firme, pero había una chispa de entusiasmo en su tono que contagiaba a todos en la sala.

—Quiero que cada uno de ustedes se tome el tiempo para leer bien el guión —dijo, gesticulando con las manos—. Necesitamos captar la esencia de cada escena y asegurarnos de que la animación refleje eso. La historia es nuestra prioridad y no podemos permitirnos perder detalles.

Los ilustradores asintieron, tomando notas y murmurando entre ellos mientras Jeongin continuaba explicando su visión. Era evidente que estaba completamente inmerso en su trabajo, y sus compañeros no podían evitar admirar su dedicación.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de señalar una escena clave, su teléfono sonó insistentemente. Se detuvo, frunciendo el ceño al ver el nombre en la pantalla.

—Disculpen un momento —dijo, levantando la mano en señal de que volvería enseguida. Salió de la sala, dejando a los ilustradores sumidos en la conversación sobre cómo abordar el estilo visual del proyecto.

Mientras tanto, en la sala, Hyunjin observaba con atención a los chicos de ilustración. Se sintió un poco fuera de lugar, pero también sabía que era importante estar presente. Al fin y al cabo, el éxito del proyecto dependía de la colaboración entre todos.

Cuando Jeongin regresó, tenía una expresión más relajada. Se dirigió directamente hacia Hyunjin, quien estaba revisando algunas páginas del guión.

—¿Cómo va todo? —preguntó Jeongin, acercándose a él.

—Bien. Estaba revisando algunas cosas que me parecieron interesantes —respondió Hyunjin, levantando la vista para encontrarse con los ojos de Jeongin. Había algo en su mirada que lo hacía sentir incómodo, pero al mismo tiempo intrigado.

Jeongin sonrió y se acercó más.

—Eso es genial. Me gustaría que leyeras esto —dijo, extendiendo el libro hacia jeongin—. Quiero saber tu opinión sobre algunas escenas. Es importante que estemos en la misma página.

Hyunjin tomó el guión y lo hojeó rápidamente antes de asentir.

—Lo leeré esta noche —prometió, sintiendo un ligero cosquilleo en el estómago al tener el guión en sus manos.

Jeongin asintió satisfecho.

—Perfecto. Estoy seguro de que tus comentarios serán valiosos —dijo antes de despedirse y salir de la sala.

Al llegar a casa, Jeongin se encontró con una nota en la mesa del comedor. Era de Heeseung, su compañero de piso, quien había salido por la tarde.

“Hola, Jeongin. Salí con algunos amigos. No esperes cenar conmigo. ¡Diviértete! P.D.: Espero que no te olvides de comprar más leche.”

Jeongin sonrió ante la nota, sabiendo que Heeseung siempre tenía una forma particular de hacerle reír. Después de ducharse para despejarse un poco, se dejó caer en su cama con el guión aún en la mano.

Miró las páginas, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que debía leerlo para tener una idea clara de cómo debía ser la animación, pero también le daba miedo abrir viejas heridas. Sin embargo, no podía dejar que eso lo detuviera. Tenía que concentrarse en su trabajo.

Comenzó a leer lentamente, sumergiéndose en la historia. A medida que avanzaba por las páginas, algunas sonrisas se escaparon de sus labios, llenas de momentos que evocaban recuerdos de su propia vida. Se preguntó si Hyunjin había pensado eso en aquellos días...

Pero su respiración se detuvo cuando llegó a una escena particularmente intensa y algo subida de tono. La narración describía un encuentro entre los dos protagonistas: un juego de miradas cargadas de tensión sexual y un roce accidental que encendía una chispa innegable entre ellos.

—Mira los bocetos —Leyó

Jeongin se mordió el labio mientras leía las descripciones. La forma en que los personajes se acercaban lentamente el uno al otro, sus corazones latiendo con fuerza mientras se dejaban llevar por el momento… era casi como si pudiera sentir la electricidad entre ellos.

Cruzó sus piernas y un pequeño suspiro se escapó de entre sus labios, más que escenas ficticias el había vivido eso, sentía como aquellos recuerdos que había bloqueado aparecían haciendo que la calentura baja a su pelvis y abra las piernas introduciendo su mano en el pijama y dejando el libro a un lado.

La escena continuaba en su cabeza cómo el pelinegro tomó de la cintura tocandolo. La descripción era tan vívida que Jeongin sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Era como si estuviera allí mismo, experimentando esa conexión ardiente.

En ese instante, su mente comenzó a divagar hacia Hyunjin. La idea lo hizo sonrojarse, pero no pudo evitar dejarse llevar por la fantasía...

—Hyunjin...—Gimió mientras bombeaba sobre su miembro

Jeongin cerró los ojos por un momento, permitiéndose imaginar cómo sería si él y Hyunjin estuvieran en esa situación. La conexión entre ellos siempre había sido intensa; había momentos en los que sentía que podían comunicarse sin palabras.

—Maldita sea Hwang... —Gruñó

Se sintió atrapado entre la realidad y la ficción, su corazón latiendo con fuerza mientras sus pensamientos se desbordaban. ¿Qué pasaría si volvieran hacerlo? La idea lo asustaba y emocionaba al mismo tiempo.

Finalmente, sin poder evitarlo su cuerpo llegó al orgasmo haciéndolo gemir por lo alto, Jeongin dejó escapar un suspiro tembloroso. Se sentó en la cama y miró al techo, tratando de calmarse. Sabía que debía enfocarse en su trabajo y no dejarse llevar por esos pensamientos intrusivos.

Su teléfono sonó sacándolo de trance y rápido contesto.

—¿No olvidaste mi cumpleaños verdad?

—No, no, min voy en un rato ¿Ok? Tu tranquilo, solo debo alistarme... Te veo en un rato.

Luego de darse una ducha se miró al espejo y se observó.

—No, yo ya lo supere, es un capítulo cerrado, no es como si estuviera ardiente, y esos labios siguen viéndose ardientes y no, yang basta —Gritó y se dispuso arreglarse.

Jeongin llegó a la casa de Minho con una mezcla de emoción y nerviosismo. La música se escuchaba desde la puerta, y el ambiente estaba lleno de risas y conversaciones animadas. Antes de que pudiera tocar el timbre, la puerta se abrió de golpe, revelando a Jisung, quien sonrió ampliamente al verlo.

—¡Hola, un placer volverte a ver! —saludó Jisung, con un brillo en sus ojos.

Jeongin le devolvió la sonrisa, sintiéndose bienvenido. Ambos entraron juntos, y los ojos de Jeongin se posaron inmediatamente en Hyunjin. Estaba de pie en un rincón, conversando con algunos amigos, y lucía un traje semiformal que le quedaba a la perfección. Su cabello caía suavemente sobre su frente, y la corbata que llevaba parecía resaltar su elegancia.

Jeongin no pudo evitar pensar en cómo había cambiado Hyunjin. Se veía más maduro, más seguro de sí mismo. Una chispa de deseo recorrió su mente mientras pensaba en lo atractivo que se veía. "Arrancarle esa corbata sin duda no sería un problema", pensó, pero rápidamente sacudió la cabeza, tratando de deshacerse de esos pensamientos inapropiados.

La fiesta continuó tranquila, con amigos conversando y disfrutando de la música. Minho, con una copa en la mano, se acercó a Jeongin con una sonrisa traviesa.

—Oye, Jeongin, creo que deberías limpiarte la baba —dijo Minho, señalando con un gesto a Hyunjin.

Jeongin frunció el ceño, tratando de ocultar su sorpresa.

—No sé de qué hablas —respondió, aunque sabía que Minho había captado su mirada hacia Hyunjin—. Solo he estado bebiendo un poco.

—Feliz cumpleaños, Minhonnie —dijo Jeongin con una sonrisa—. Recuerdo que cuando cumplí 20 me llevaste a conocer a mi desgracia con nombre y apellido —bromeó.

Minho se rió y le dio una palmadita en el hombro.

—Ya fue, pásala lindo. Iré por un trago a ese bar —dijo antes de alejarse.

Jeongin se quedó momentáneamente en el lugar, observando cómo Minho se perdía entre la multitud. Decidió que era un buen momento para salir a tomar aire y quizás revivir algunos recuerdos. Salió del departamento y se dirigió al bar donde había conocido a Hyunjin.

Al llegar al bar, una oleada de nostalgia lo envolvió. El lugar tenía un ambiente acogedor y familiar. El cantinero era un sujeto bastante atractivo, con una sonrisa encantadora que iluminaba su rostro. Jeongin no pudo evitar morderse el labio mientras lo miraba.

—¿Qué te puedo ofrecer? —preguntó el cantinero, inclinándose ligeramente hacia él.

Jeongin sonrió coquetamente.

—¿Vienes en el menú?—preguntó de manera juguetona.

El cantinero soltó una risa suave.

—Vengo por separado —respondió con una sonrisa pícara.

Pasaron un buen rato coqueteando entre tragos. Jeongin disfrutaba del flirteo ligero y las miradas cómplices. Sin embargo, mientras tomaba su bebida, su mente seguía regresando a Hyunjin. Se preguntaba si él también había cambiado.

Finalmente, decidió que era suficiente y salió del bar con una sonrisa en el rostro. Pero al dar la vuelta a la esquina, se topó inesperadamente con Hyunjin, quien lo miraba con una expresión divertida.

—Minho me mandó a buscarte —dijo Hyunjin, cruzándose de brazos.

Jeongin rodó los ojos.

—Deja de pensar que soy un niño que no sabe cuidarse —respondió con un tono juguetón.

Hyunjin soltó una risa suave, pero había algo en su mirada que hizo que Jeongin sintiera un cosquilleo en el estómago. Había una conexión palpable entre ellos que no podía ignorar.

—Vamos, me dijo que no tienes auto y que te llevará a tu departamento. —dijo Hyunjin

—No soy un niño, Hyunjin...

—Entonces sube a mi auto y te llevaremos al departamento, así podré estar en paz sin que Minho me moleste la vida...

—¿Minho o yo?

—Ambos son iguales, para que mentir...

—¿Tenemos un problema Hyunjin? —investigó jeongin acercándose a el y hyunjin alzó la ceja.

—Tu eres quien se está creando problemas imaginarios, yo a ti no te he hecho nada...

—¿No me has hecho nada? Eres un descarado, imbécil, ególatra y egoísta...

—¿Yo soy egoísta?¿Quien fue el que se dejó llevar por extraños pensamientos y dejándome en claro que no confiaba en mi?¿Quien fue el que pensó en el nada más cuando se supone que éramos una pareja? Tus inseguridades nos llevaron a la mierd-

—Inseguridades que tú mismo sembraste Hyunjin, ¿Acaso se te olvidó? No creo hiciste tú fama a costilla de eso... Historia salida de una novela sin duda.

—Tu decidiste volver a confiar en mí, lo cual es mentira, y es absurdo que peleemos por esto ahora —Bramó —por que por más que lo intente tu nunca ibas a confiar en mí...

—y tu siempre pensaste que sería así —Soltó subiéndose al auto y abrochandose el cinturón.

El resto del viaje fue en silencio, incluso en el ascensor, jeongin desvío la mirada hacia el y Hyunjin comenzó aflojarse la corbata y jeongin soltó un suspiro, lo odiaba, odia saber que por más que quisiera Hyunjin siempre tendría ese efecto en el.

¿Seguirá siendo igual de bueno en la cam...?

Sacudió la cabeza y se dispuso a entrar a su departamento sin despedirse cerró la puerta y sintió como una lágrima corría por su mejilla.

—¿Por qué? ¿Por qué no puedo soltarte aún?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro