Capitulo doce: el jacuzzi
Hyunjin tomó la mano de Jeongin y lo condujo hacia su habitación. La puerta se abrió con un suave clic, revelando un espacio elegante y acogedor. La luz suave y el aroma a velas perfumadas llenaban el aire, creando una sensación de intimidad.
—Mira esto —dijo Hyunjin, señalando el jacuzzi que ocupaba un rincón de la habitación, burbujeando suavemente. El agua estaba caliente y parecía invitarles a relajarse.
Jeongin se iluminó al ver el jacuzzi. Sus ojos brillaban de emoción mientras se acercaba al borde.
—¡Esto es increíble! —exclamó, girándose hacia Hyunjin con una sonrisa amplia.
—Y lo mejor es que podemos disfrutarlo juntos —respondió Hyunjin, mientras comenzaba a desabrocharse la camisa.
Jeongin sintió un ligero sonrojo al ver cómo Hyunjin se despojaba de su ropa, revelando su piel suave y tonificada. Mordió su labio, también comenzó a quitarse la ropa, sintiendo la anticipación crecer en el aire. Ambos se miraron, una chispa de emoción palpable entre ellos.
Una vez listos, se acercaron al jacuzzi. Jeongin fue el primero en sumergirse en el agua caliente, dejando escapar un suspiro de placer al sentir la calidez envolvente. Hyunjin lo siguió, entrando despacio y disfrutando del roce del agua contra su piel.
Hyunjin comenzó a besar sus labios con ferocidad introduciendo su lengua en la cabidad del contrario haciendo que ambos pierdan el control. Hyunjin aferraba sus manos con fuerza a la cintura al azabache robándole un gemido, en un brusco movimiento lo giró haciendo que pose sus manos al orillo del jacuzzi.
Comenzó a dejar suaves besos en su nuca, trazando una línea de húmedos besos por la espalda, lamiendo y chupando dejando pequeñas marcas rojizas, su vaga mano fue paseándose desde su cintura hasta introducirse entre sus boxers robándole un gemido, comenzó a mover su mano masturbando el miembro de Jeongin mientras besaba su cuello, para luego acercar sus labios al lóbulo de la oreja y lamerlo. Jeongin sintió su cuerpo temblar ante el tacto de hyunjin mientras movía sus caderas contra el miembro de este.
—Pervertido, solo querías follar en el jacuzzi, ¿No es verdad? —indagó jeongin haciendo qué Hyunjin asiente —Responde...
—Si —Respondió mientras asentía frenéticamente —Jeongin... —Suplicó.
—Cariño, se paciente —pidió haciendo que la polla del contrario vibre mientras se corre —¿Tan rápido? —Investigó y Jeongin bufó —Luego trabajaremos en tu resistencia, cariño. —El miembro de Jeongin volvió ponerse erecto dejando a Hyunjin algo sorprendido, pero con algunas sospechas... —Cariño
—Basta —Suplicó —Deja de llamarme así —Habló y Hyunjin sonrió para luego bajar su boxer y luego el del contrario.
Alineó su miembro e introdujo solo la cabeza haciendo que Jeongin gima, sin embargo saco nuevamente el miembro para luego introducirlo y sacarlo nuevamente torturando a Jeongin haciendolo gemir por la anticipación.
Sin más que decir de una sola estocada lo penetró haciendo que el de pelinegro arqueé su espalda, el rubio se quedó quieto disfrutando un momento de aquella calidez y de como las paredes internas de este lo apretaban.
Empezó a moverse lentamente haciendo suyo cada rincón. Dejando el miembro subió su mano al pezón de masajeando con fuerza, Hyunjin perdía la cordura cuando se trataba de Jeongin, tan ardiente. Plantó un beso sobre el hombro para luego pasar su lengua hasta llegar detrás de la oreja y morder la, haciendo que este suelte un quejido de placer y dolor.
—Tan lindo, ¿Sientes como te penetro?, como mi polla destroza tu interior?
—Agh~ Hyunjin...
—Cariño mi nombre en tus labios suena sumamente exquisito, extrañaba eso —susurro y llevó sus manos a las caderas de este para clavarse más profundo en su interior —Eres un masoquista, te gusta que te trate mal ¿No es cierto?
—Quizas, ngh —Hyunjin lo estocaba con fuerza, si le gustaba, le encantaba. En un suave movimiento Jeongin se dió la vuelta quedando frente a Hyunjin, llevó sus manos aferrandose a la nuca del rubio para soportar aquellas salvajes embestidas. Sentía como calambres recorrían su espina dorsal causando dolor, un dolor soportable que para este generaba placer y en un momento se encontró gimiendo y pidiendo más.
Era más que un simple polvo salvaje, si era masoquista y por fin estaba cumpliendo su fantasía, la fantasía de follar en un jacuzzi con el único chico que lo hacía correrse mientras se masturbaba. había soñado con esto, amaba ver esta faceta de Hyunjin, la idea se le hacía tan exquisita.
El rubio embistió con más fuerza contra la próstata de Jeongin, sintiendo el calor acumularse en la parte baja dejando claro que estaba próximo a correrse. Tomo el miembro de Jeongin para luego observarlo y comenzar a masturbarlo sin pudor alguno, viendo como el de la máscara se retorcía del placer, mientras el agua de aquel jacuzzi ayudaba con los movimientos
—¡Ah! Hyunjin más fuerte... ¡Agh~!
Jeongin soltó un gemido cuando fue arrasado por el orgasmo pero el azabache no se detuvo y siguió empujando contra su cuerpo exhausto hasta que también se corrió dentro del pelinegro, siguió estocando y el cuerpo de Jeongin comenzó a temblar ante el tacto Corriendose nuevamente, se sentía mareado y algo confundido.
—¿Que es ...? —Suspiró —Sigue haciéndolo —Suplicó, Hyunjin volvió a tomar el miembro de este y masturbarlo lentamente, el cuerpo de Jeongin rogaba por más y sus sentidos comenzaban a nublarse —Mas...
Hyunjin besó sus labios con fuerza y este aferró su débiles manos a la cabellera azabache para luego alejarse y sonreír de una manera linda y boba.
—Te amo, Hyunjin.
—¿Me amas?
—Si, mucho, no te vuelvas a ir de mi lado...
—Creo que eso es imposible.
(****)
Hyunjin despertó lentamente, sintiendo la calidez del sol filtrarse a través de las cortinas. Su mirada se deslizó hacia el lado donde Jeongin dormía plácidamente, su rostro sereno y suave en la luz matutina. Una sonrisa se dibujó en los labios de Hyunjin al observarlo; era un momento perfecto, lleno de paz y felicidad.
Sin embargo, la tranquilidad fue interrumpida por el sonido del teléfono de Jeongin vibrando sobre la mesita de noche. Hyunjin lo miró con curiosidad y, sin pensarlo dos veces, extendió la mano para contestar.
—¿Hola? —dijo, intentando imitar la voz de Jeongin.
Al otro lado de la línea, una voz emocionada respondió:
—¡Jeongin! ¡Al fin estoy en Corea! ¡Podremos estar juntos!
Hyunjin alzó una ceja, sintiéndose un poco confundido. Miró a Jeongin, quien comenzaba a despertarse, estirándose como un gato y parpadeando contra la luz.
—¿Quién es? —preguntó Jeongin con voz soñolienta.
—Es... —comenzó Hyunjin, pero antes de que pudiera terminar, la voz continuó:
—Soy Mingi, ahora podemos estar junto yo...
Hyunjin frunció el ceño y, sin pensarlo dos veces, colgó el teléfono. Se giró hacia Jeongin, quien ahora estaba completamente despierto y con una expresión de sorpresa en su rostro.
—¿Quién era? —preguntó Jeongin, un poco preocupado.
—Un tal Mingi —respondió Hyunjin con tono indiferente
Jeongin sintió que su corazón latía con fuerza, como si estuviera a punto de estallar. Se sentó en la cama, su cuerpo temblando levemente por la mezcla de emociones que lo invadían. Con manos temblorosas, tomó el teléfono y miró el número que aparecía en la pantalla.
—¿Sabes lo que me dijo? —preguntó, su voz apenas un susurro mientras buscaba en su mente cómo procesar la información.
Hyunjin lo observó con atención, notando la intensidad en los ojos de Jeongin. La ansiedad y la emoción parecían luchar en su interior.
—¿Debería preocuparme? —preguntó Hyunjin, mirando a Jeongin
—No el... —respondió jeongin.
—. Pero parece que este tal Mingi tiene planes contigo —Con un tono algo serio
Jeongin se mordió el labio inferior, sintiendo cómo una oleada de nervios lo invadía.
—Hyunjin yo le dejé claro que no quería nada con el, el sigue insistiendo y lo bloqueo pero me encuentra...—murmuró Jeongin, sintiendo que su corazón latía más rápido.
Hyunjin se acercó a él, tomando su mano con suavidad.
—¿Quien es mingi?—dijo Hyunjin, mirándolo a los ojos—. ¿Quieres estar con él?
—Ya te dije que no, solo fue algo de una noche y el...
—¿El?
—Es quien me hizo el tatuaje —Confesó —Te lo digo por que...
—Ya...
—Hyunjin, el no me gusta nisiquiera un poco nunca lo vi como algo especial es el que...
—Ya, no es alguien especial solo quien te tatuó salieron un par de veces y el tipo de sigue buscando...—dijo Hyunjin.
—Me gustas tu... Es el quien me sigue buscando, te juro que no, yo no... —jeongin estaba intentando explicar pero tenía algo de miedo, ¿como lo había encontrado?
—innie, estás hiperventilando... Cálmate, no estoy enojado solo... Tal vez un poco, ven acá —Dijo Hyunjin sentándose en la cama y jeongin no tardó en subirse en su regazo —Confio en ti, si me dices que no te importa, entonces no te...
—Le tengo miedo Hyunjin, he intentado alejarme muchas veces y el termina encontrándome —Confesó.
—Ahora me tienes a mi, no te preocupes
—¿No vas a dejarme?
—No, y más después de decirme que me amabas, yo también te amo yang jeongin, aunque ahora seas un nifomano... No dejaré que nadie te haga daño.
—Entonces, ¿Si somos novios...?
—bobo, claro que si... Desde ayer, aunque nunca dejaras de ser mío.
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