Capitulo diez: la discusión
—innie...
La imagen que encontró le heló la sangre. Jeongin, acurrucado en el suelo junto al lavabo, sollozaba en silencio, su rostro oculto entre sus manos. Sus hombros se sacudían con cada suspiro entrecortado.
—¿Jeongin?—Hyunjin preguntó, su voz apenas un susurro.
Jeongin levantó la cabeza, sus ojos hinchados y rojos como rubíes. Con un movimiento rápido, se limpió las lágrimas, dejando rastros borrosos sobre sus mejillas.
—Ay, Hyunjin, ¿qué haces aquí?
Sin pensarlo dos veces, Hyunjin se arrodilló frente a él, extendiendo sus brazos. El instinto, más fuerte que la lógica, lo empujaba a consolar al chico que amaba. Abrazó a Jeongin con fuerza, sintiendo la fragilidad de su cuerpo contra el suyo.
Jeongin se separó bruscamente, como si una descarga eléctrica lo hubiera atravesado.
—Déjame, Hyunjin. No hagas esto más difícil — Su voz era áspera, llena de dolor.
—No sabía que Soyeon estaba en el estudio. Además, hace mucho que no la veo. Ni siquiera le he tocado un pelo— Hyunjin explicó, con la voz llena de urgencia. Necesitaba que Jeongin lo entendiera.
Jeongin lo miró con una mezcla de tristeza y desconfianza.
—No me debes explicaciones, no somos nada ¿Lo olvidas?
—Lo hago por que quiero y también... Quiero una segunda oportunidad, o tercera no lo se... —Las palabras salieron como un dardo. —¿De verdad crees que aún tenemos un futuro juntos?
La confusión se apoderó de jeongin
—¿Un futuro juntos? Primero me decías que no querías nada conmigo y ahora… ¿una segunda oportunidad?
—Dime que esa noche no significó nada para ti —Hyunjin suplicó, su voz cargada de desesperación. Las lágrimas volvieron a los ojos de Jeongin.
—Si así fuera… Tu volverás a irte, siempre haces lo mismo, Me volverás a dejar solo y...
Hyunjin se sintió impotente.
—¿Por qué no confías en mí?
La pregunta desató una furia reprimida en Jeongin.
—No es en ti en quien no confío, Hyunjin. Es en mí. Este pensamiento de insuficiencia… siempre vuelve. Quizás Soyeon tiene razón. Quizás nunca seré suficiente para ti. Por mucho que lo intente, no puedo dejar de pensar que mereces a alguien increíblemente sorprendente, alguien… mejor. Y yo… yo siempre seré el mismo, solo que cada vez más defectuoso, ¿Sabes por qué me iba de fiesta?¿Comencé a fumar y enrollarme con desconocidos? Por quería olvidarte, pero cada vez es más imposible..
Hyunjin le tomó las manos, mirándolo con intensidad.
—¿Crees que me importa? Te amaré con tus defectos, Jeongin. Quien debe decidir si somos compatibles soy yo, no Soyeon, ni nadie más.
Jeongin estaba a punto de responder, de dejar salir el torrente de emociones que lo abrumaban, cuando la puerta del baño se abrió de golpe. Jake apareció en el umbral, con una expresión apurada.
—Hyunjin, te necesitan en producción. Tenemos que anunciar el flyer principal.
Hyunjin asintió, sintiendo una punzada de frustración. Miró a Jeongin:
—Espérame — Luego, salió del baño, dejando a Jeongin solo con sus pensamientos, con sus lágrimas y con la promesa incierta de un futuro que aún estaba por definirse.
(****)
—Sin más que decir en dos semanas se lanzará el primer episodio, tendrá un total de doce capítulo audiovisuales animados, inspirados en el primer webtoon —Explicó la gerente y hyunjin asintió —Tambien al anunciar el primer episodio pidieron una entrevista como escritor y Co productor de la animación.
—Ok, de acuerdo... Sin más que decir tengo cositas que hacer, avísenle a Jake cuando será la reunión, debo dar una clase —Mintió y salió rápidamente de la sala de juntas para ir al recibidor se encontró con soyeon y está rápidamente se acercó.
—Hyunjin... Vine acá por ti, y nos has parado de ignorarme, ¿Acaso dije algo malo?
—Venir, no te pedí que lo hicieras... Ahora dame un permiso necesito encontrar a alguien...
—Y ahí vas otra vez, ¿Por qué sigues detrás de él? Yo podría hacerte feliz, incluso cuando trabajábamos en el museo yo...
—Soyeon, eres atractiva pero no mi tipo, soy gay... Eso quiere decir que no me gustan las mujeres, nisiquiera un poco, a menos que sea Madonna, me tengo que ir —Soltó alejándose de la pelinegra, dirigiéndose al estacionamiento del edificio donde se encontraba jeongin recostado de su auto y Hyunjin sonrió —Pense que te habías ido...
—Me dijiste que te esperara —Explicó y Hyunjin se acercó para tomarlo de la cintura y plantar un beso que el menor correspondió enseguida —Hablemos en mi departamento mejor...
—Vale.
(***)
Al llegar al departamento, el aire estaba impregnado de una mezcla de nerviosismo y emoción. Ambos se sentaron en el suelo, recostando sus cabezas contra el sofá. Jeongin sonrió, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.
—¿Y ahora qué? —preguntó, su voz suave y curiosa.
Hyunjin lo miró con una expresión pensativa.
—¿Volver a conocernos? —sugirió, como si la idea le resultara intrigante.
Jeongin asintió, observando cómo la luz del atardecer iluminaba los rasgos del rostro de Hyunjin.
—Hola, soy Jeongin —dijo, presentándose como si fuera la primera vez que se encontraban—. Vivía en Nueva York, pero ahora estoy aquí.
Hyunjin sonrió, dejando que la calidez de la conversación lo envolviera.
—Yo soy Hyunjin —respondió—. Y sí, creo que ya lo sabía.
Jeongin arqueó una ceja, curioso.
—¿Eres el autor de "No apto para menores"? —preguntó, su voz llena de admiración.
Hyunjin asintió, sintiendo un ligero rubor en sus mejillas.
—Sí, ese soy yo. ¿Te gusta?
—Me encanta —respondió Jeongin con entusiasmo—. Es uno de mis libros favoritos. Siempre he tenido la fantasía de recrear todas las escenas con el autor.
Hyunjin rodó los ojos, intentando ocultar la risa que amenazaba con escapar.
—¿Nos estamos conociendo y ya quieres follar? —dijo, un toque de broma en su voz.
—Perdon es casi inevitable, ¿Te has visto en un espejo? Eres ardiente...
—¿Gracias?
—¿Pero si vamos a follar o...
—Yang.
—Ya está bien...
Jeongin se levantó de un salto, decidido. Se encaminó hacia la habitación de Hyunjin, quien lo siguió, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Al entrar, vio a Jeongin acostado en la cama, mirándolo con una sonrisa traviesa.
—¿Vas a quedarte ahí parado? —lo llamó, gesticulando para que se uniera a él.
Hyunjin negó con la cabeza, pero Jeongin insistió.
—¿Tienes miedo a no resistirte? —preguntó, sus ojos brillando con complicidad, mientras se subía un poco el suéter dejando ver su abdomen
Hyunjin suspiró, sintiendo cómo el aire en la habitación se volvía denso con la tensión entre ellos. Finalmente, se dejó llevar y se acostó a su lado. Ambos miraron el techo en silencio, sumidos en sus propios pensamientos.
—¿Crees que esto está bien? —preguntó Jeongin, rompiendo el silencio —Digo, ¿Crees que nos extrañamos o extrañamos aquellos días?
Hyunjin giró la cabeza para mirarlo, su expresión seria.
—No estoy seguro —respondió—. Pero aquellos días fueron bonitos. Aunque ambos hemos cambiado… creo que es a ti a quien extraño.
La confesión quedó suspendida en el aire mientras ambos se sumían en sus recuerdos. El silencio se volvió cómodo y familiar hasta que Jeongin se acercó un poco más.
—Muéstrame ese tatuaje —susurró Hyunjin contra los labios de Jeongin, su aliento cálido y tentador.
Jeongin sonrió, sintiendo cómo su corazón latía aceleradamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro