La última vez que estuvo aquí fue aquella noche en donde se encontró con Peter B. Parker. Aun tras detener a Kingpin y salvar la ciudad, no había vuelto ni para decir que cumplió con lo que le prometió. No sabe porque no lo hizo. Tal vez porque no lo vio necesario, o porque no se sentía cómodo hablarle a una tumba. Nunca fue muy espiritual, aun con todo lo que le ha pasado en los últimos años. Aquella noche lo hizo porque estaba desesperado al no saber que hacer.

Pero ahora estaba aquí de nuevo, esta vez más grande y cambiado. Ya no era ese chico asustado y sin sabe que hacer. Ahora era diferente, en varios sentidos.

Peter Parker

1991-2018.

Volvía a estar frente a la tumba de Peter Parker, el de su dimensión, el primer Spider-man, el anterior a él... el que murió salvándolo.

-...Hola señor Parker. Ha pasado tiempo, ¿no?- Hablo Miles, sin saber que decir exactamente. -Yo... se que debí venir antes y me disculpo es solo...- suspiro. -He tenido que asimilar lo que sería mi vida a partir de ese momento- solto, sobándose los ojos. -Hice lo que me pidió, detuve a Kingpin, salve a Brooklyn y la ciudad... además del Multiverso de paso, aunque no lo sabía en ese entonces- soltó una risa hueca. -Aunque también lo dañe por error-.

¿Qué diablos estaba haciendo? Desde que se despertó, su mente ha estado en otra parte. Tan obvio era que Ganke y sus padres lo notaron de inmediato.

-¿Sabe que conocí a otro usted? Peter B. Es como usted pero más viejo y parece vagabundo- río, recordando el aspecto que tenía ese Peter cuando se conocieron justo en este lugar. -Después conocí a otros como usted. A Ham, a Penni, Noir... Gwen- sus labios se estiraron al mencionar a la rubia. -Ella... es asombrosa. No se que más decirle. Todos lo son. Me ayudaron a detener el Colisionador y a como ser un Spider. También May me ayudo. Ella esta bien, por cierto. Se mudo, pero vino de visita hoy. Tal vez venga a verlo, sino vino ya- jugo con la mascara de su traje en sus manos, pensando en que más decir. -Después, me esforcé por ser el vecino amigable Spider-man. No puedo decir que fui perfecto- recordó las dos veces que lo funaron en Internet. -Y después, después... me enfrente a quien creí que era un villano de turno, pero resulto no ser así y tenía un odio por mi porque resulta que era el científico a quien golpe con un bagle. Y después conocí a toda una Sociedad de Arañas, supe de los eventos Canónicos y después, después... me dijeron que soy una anomalía, que no debía ser Spider-man y todos lo sabían. Eso apesto mucho-.

Se sentó en la tierra frente a la lápida, con las piernas cruzadas, con cuidado de no tocar ningún regalo. Aunque ya hayan pasado 3 años de su muerte, aun vienen muchas personas a dejar ofrendas a la tumba de quien fue su héroe durante 10 años, y que hasta el día de hoy siguen recordando con cariño y admiración.

-Después tuve que escapar de cientos de Spiders para salvar a mi Papa, pero llegue al Universo equivocado, debido a que la araña que me mordió no era de este Universo. Ese Universo era una New York gobernada por los 6 Siniestros y conocí a una versión de mi que se volvió el Merodeador, que al parecer era en lo que tuve que convertirme originalmente. Después... fue todo un lío que no podría resumir ahora, pero pude detener a La Mancha y salvar a mi Papa gracias a mis amigos- termino de relatar los sucesos más importantes desde que se volvió Spider-man. -Después pude unirme a esa Sociedad, aunque no me apetecía mucho estar con ellos después de todo lo que paso, también estaba el asunto con mis amigos, que aunque me ayudaron, aun me sentía herido. Tarde meses en poder reparar mi relación con ellos, pero ahora estamos bien- agrego con una sonrisa. -Y por suerte, no ha pasado nada más que amenace al Multiverso, aunque las cosas de Spider no han parado-.

Se rasco la cabeza.

-Hace unos días, los miembros de los 6 Siniestros escaparon y se unieron para adueñarse de la ciudad, pero pude detenerlos, aunque con mucho esfuerzo y algunos huesos rotos, pero pude. Ya entiendo porque son el grupo más peligroso- suspiro. -Pero... al pelear, se referían a mi como "la copia de Spider-man" o "imitador", o incluso "falso Spider-man". Y si, entiendo que soy el segundo y muchos me ven así, no me molesta, pero...-.

Su mente, traicionera como suele serlo, volvió aquel día cuando escapaba de la Sociedad Araña, cuando Miguel y él chocaron en fuerza e ideas de como hacer las cosas. En ese momento en donde se entero que era la Anomalía Original de la Red de la Vida y el Destino.

-¡Eres un error! Si no te hubiera mordido, tu Peter Parker estaría vivo, en lugar de morir por salvarte-.

Aun después de que todo el asunto con La Mancha terminara, y Miguel se "disculpara", no se podía decir que eran amigos. Lo máximo que podían hacer era trabajar en equipo cuando se debía.

-Yo... siento que te debo una disculpa, por todo. Si esa araña no me hubiera mordido, si no hubiera estado ahí, tú habrías podido detener el Colisionador y a Kingpin, evitando todo lo que vino después por mi culpa- confeso finalmente lo que llevaba tiempo conteniendo. -Claro, de haber sucedido, yo no sería Spider-man ni tendría a mis amigos, pero no hubiera pasado nada grave. Seguiría con mis clases como si nada y mi Papa no hubiera muerto por ser cercano a mi... en cambio tú- miro con culpa la lápida. -Tú lo perdiste todo. Por mi culpa, May se quedo sin sobrino, MJ sin marido, y la ciudad sin el superhéroe que tanto admiraban y no tendrían que conformarse con su reemplazo. Y no estoy contando la casi destrucción del Multiverso. De haber estado vivo... tu habrías solucionado todo-.

Por lo que había descubierto charlando con otros Peter Parker, el de su mundo parecía el que tenía la vida más perfecta de todos. No solo su apariencia de cabello rubio y ojos azules, sino que pudo equilibrar perfecto su vida de ciudadano y superhéroe para que no chocaran, pudo casarse con la mujer de su vida, y con tan solo ver su garaje que funcionaba como base con el jeep, este Peter no tenía problemas económicos. Y seguramente, de haber vivido unos años más, habría tenido la felicidad de una hija a quien enseñarle sobre sus poderes.

Pero tuvo que llegar él y arruinarle todo eso.

-Y-Yo solo... quiero disculparme, por todo- Miles sentía como sus ojos empezaban a humedecerse de lágrimas. Se paso las manos por la cara para evitar que cayeran. -Desde que adopte tu manto, aprendí los riesgos de este trabajo y los acepte si con eso podía ayudar a otros. Me he esforzado en ser un buen Spider-man como tu habrías querido, como tu hubieras sido. De verdad hubiera querido que me enseñaras, tal vez así no cometería los errores que he cometido- sus labios se estiraron en una triste sonrisa. -Y no se si podrás perdonarme, o si me lo merezco... lo único que puedo hacer es lo que me enseño mi tío Aaron, a no parar-.

Recordó las últimas palabras de su tío, del Merodeador de su universo, y que en otro universo, le hubiera enseñado para ser su sucesor.

-Eres el mejor de nosotros, Miles. Solo no pares...-.

Fue esa muerte su evento Canónico, el equivalente a la muerte del Tío Ben. Lo que, junto a las palabras de su Padre, lo motivo a dar el Salto de Fe que lo consolido como un Spider-man. También fueron esas palabras lo que lo motivaron a seguir adelante cuando fue transportado a la Tierra-42.

-Por eso...- se puso de pie, la mirada de tristeza en sus ojos cambio a una llena de determinación. -Por eso seguiré siendo Spider-man, pero a mi manera. Lo haré para honrar tu legado, para probarme a mi mismo de que no fue un error que esa araña me mordiera, ni que fue un error que me salvaras. Solo... solo espero que un día me puedas perdonar-.

El Sentido Arácnido de Miles resonó, pero no ante una amenaza, sino ante una presencia de un igual a él.

-¡Miles!- Peter B. Parker aterrizo detrás de él. -¿A donde te habías metido? Los demás te están esperando. Tuve que venir yo porque Gwen creía que te paso algo y...- hablo mientras se acercaba, pero dejo de hacerlo al notar que Miles estaba frente una tumba. -Oh...- vio los diferentes juguetes y fotos para saber de quien era, pero el nombre lo confirmo. -...Era hoy, ¿no?-.

-Si- asintió Miles.

Hoy es el aniversario de la muerte de este Peter Parker, de la muerte de Spider-man.

Peter B. Parker quedo en silencio, sabiendo bien como afecto a Miles la muerte de su contraparte. No solo se culpo por haber huido y no creerse digno de la tarea que le encargo de detener a Kingpin, sino que después de lo que le dijo Miguel, toda esa culpa debió haber aflorado de nuevo. -Sabes que no es tu culpa, ¿verdad?-.

-Miguel piensa lo contrario-.

-Miguel puede ser muy listo, pero también es un idiota a veces- dijo en tono bromista. Se acerco y envolvió los hombros de Miles con su brazo. -Él estaría orgulloso de todo lo que has hecho, del Spider-man en que te convertiste-.

-¿Tu crees?-.

-¡Por supuesto! Te lo digo yo, que soy él-.

Miles soltó una pequeña risa por ese juego de palabras.

-Lamento haberlos preocupado. Ahora los alcanzaré- Miles se separo del castaño. Le dirigió una última mirada a la tumba. -Adiós, Peter-.

El moreno se puso su mascara y disparo una telaraña, comenzando a columpiarse, de vuelta a la ciudad, a sus amigos.

Peter B se quedo unos segundos en el lugar, moviéndose sobre sus pies y talones frente a la tumba de su versión de este universo. Si había pensado que era raro conocer a otras variantes suyas de diferentes universos y edades, ver la tumba de una versión suya era aun más raro.

-...Él es un buen chico, ¿sabes?- Comenzó a hablarle a la tumba. -Puede que sea un poco torpe a veces, pero es parte de su encanto. O eso lo cree Gwen, que esta loca por él. Ya deberían formalizar lo suyo de una vez, que no se cuanto más soportara Pav la tensión que hay entre ambos- sonrió al recordar algo. -Yo... era un desastre antes, pero llegar a este Universo y conocer a Miles me recordó lo que significa ser un Spider-man, de que al final, todo se trata de un Salto de Fe-.

Si no hubiera conocido a Miles, si el Colisionador no lo hubiera traído a él, de entre miles de variantes, a este universo, ya habría tirado el traje y se hubiera rendido de ser Spider-man... de nuevo, pero esta vez sin oportunidad de regresar al traje.

-Tengo una niña, se llama May Day, va a cumplir los 3 años. Estoy orgulloso de tenerla y creo que hasta ahora he hecho un buen trabajo al criarla- su sonrisa se volvió más dulce, más feliz. -Pero nunca hubiera solucionado mis problemas con Mary Jane y la hubiera tenido de no haber conocido a Miles. Él... es increíble, aunque no lo vea. Una vez le falle, y cada día me aseguro de no fallarle de nuevo-.

Recordó su intento de convencerlo de rendirse, cuando huía de todos los Spider-man de la Sociedad. De como le pasaran cosas malas y forjan lo que son, pero también suceden cosas buenas en la vida. La cara de traición cuando su reloj sonó y empezó a ubicarlos, haciéndole pensar que lo engaño.

Pero lo peor vino después cuando Miguel revelo la verdad, olvidando todo el plan que hicieron. Lo peor no fue eso, sino fue ver como los ojos de Miles que lo miraron con cariño y hasta admiración, ahora lo veían con dolor y traición.

Se había convencido de que intento proteger a Miles, de que era por su bien, por el bien de todos los Universos, cuando en realidad se protegía a si mismo con excusas en un intento de proteger la felicidad que había logrado, sin considerar a quien le dio la oportunidad de tener esa felicidad.

Fue ese pensamiento, más las palabras de Mary Jane, lo que lo hicieron decidirse a ayudar a Miles cuando Gwen vino por él.

Después de todo el asunto de La Mancha, no fue fácil recuperar la confianza de Miles. Peter no se sorprendió del trato duro, sabía que se lo merecía y más; pero con esfuerzo, tiempo, y volver a Miles la niñera de May Day, recuperaron la confianza que había entre ambos.

Ahora Miles era el tío honorario de May Day, quien lo admiraba, y Mary Jane siempre le estaría agradecida por hacerlo recapacitar.

Peter B miro la tumba de su contraparte de nuevo. -Yo lo voy a cuidar cada que pueda, siempre lo haré, igual que todos, pero se que habrá momentos en que no pueda ayudarlo, así que... para esos momentos, ayúdalo tu, ¿si?-.

Silencio, no es como si esperara una respuesta. Aun con todo el tema de los villanos, los poderes y el Multiverso, si de verdad surgía un fantasma, sin duda sería la mayor sorpresa de su vida.

-Adiós, yo-.

Y con esas palabras, Peter B Parker disparo su telaraña, columpiándose hacía donde todos los demás lo estaban esperando.

Puede que si fuera culpa de Miles que el Peter Parker de este Universo muriera, tal vez era el Canon arreglando algo, tal vez no era culpa de nadie y le paso lo que a cualquiera podía pasarle en este trabajo. Pero Peter B Parker estaba seguro de algo.

En cada Universo, Peter Parker estaría orgulloso de Miles Morales.
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N/A: Esto surgió cuando me volvía a ver la escena de Miles y Miguel. Como se ve en la película, en la escena que Miles se columpia al llegar a la Tierra-42, se ve en los ojos de la mascara la escena del Peter rubio cuando hablo con Miles, demostrando la culpa que siente Miles al creer que de verdad su Peter Parker murió por su culpa.

Creo que debería haber una escena donde Miles habla con la tumba de su Peter Parker al final de BTSV, como una especie de cerrar el ciclo de Miles como Spider-man.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.