ANTES DE COMENZAR:

Me veo en la obligación de colocar esto en la mayoría de mis historias como advertencia del contenido sobre el que están a punto de leer.

En su mayoría serán escritos de no muchas palabras con la pareja de Daniel Fenton x Vlad Masters como principal enfoque.

Los personajes, así como la serie de dibujos animada no me pertenece; Butch Hartman, es el creador de tan maravillosa serie 10/10.

Aun no estoy segura de si colocare alguna escena +18, de igual forma, como siempre, colocare la advertencia debida en el escrito que decida. De todas maneras, mantendré la opción de historia "madura" por si acaso. 

Ahora sí, a lo que se viene.

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En una rara ocasión en donde Danny y Vlad tenían planeado salir, a ningún lugar en específico, se toparon con los amigos del más joven; Samantha y Tucker.

Las cuatro personas se miraron incomodas entre sí ya que no era normal que Danny saliera con sus amigos en compañía del adulto. Normalmente era Vlad quien animaba al adolescente a salir y divertirse con sus amigos, diciéndole siempre que estaba bien y que no tiene de que preocuparse.

Samantha y Tucker estaban bien con este tipo de arreglo, no es que les desagradara la pareja de su mejor amigo, aunque al principio si fue así, ahora ya podían tolerar de mejor manera la constante presencia del peliblanco. Y es que no podían dejar de pasar el inmenso amor que se veía en los ojos de ambos... por más raro que haya sido al principio. Sin embargo, siempre se sentía está clara diferencia entre sus edades y era algo que muy difícilmente podían ignorar.

Él es un adulto después de todo, probablemente su concepto de diversión sea diferente al que ellos tienen, por esta misma razón creyeron que la relación de Danny y Vlad no iba a durar mucho tiempo, ¡Dios! Hasta hicieron una apuesta sobre ello en la que ambos terminaron perdiendo, la relación estaba durando mucho más de lo que pensaban, no por nada ya han pasado dos años y ellos siguen viéndose como en su primer día de enamorados.

Incomodo, por decir lo menos, fue cuando se saludaron.

La joven morena y Foley intercambiaron miradas, ambos con la misma loca idea brillando es sus ojos.

—¡Eh, Danny! ¿Qué tal si tú y tu novio nos acompañan a comer algo?