Una noche juntos, hablando de sus vidas, de sus anécdotas, de sus sueños, de sus sentimientos, casi no durmieron cuando el sol empezó a colarse por la ventana, un sábado, asi que decidieron dormir un poco más. Eran al rededor de las 9am Marinette se levanto antes que él, bajo y preparo algo para desayunar —preparaba cosas deliciosas—  subió con una bandeja que llevaba el desayuno, después del nutritivo desayuno Adrien se fue.

—Adios... —dijo ella desde la puerta de su negocio, mandando un beso en él aire.

—Adios no, ¡hasta luego!

Transcurrio el día de forma monótona, aunque habían pasado pocas horas la pereja de enamorados se extrañaban mutuamente, empezaron a hablar por teléfono. Pero, no era suficiente.

Para las 3pm un cliente ingreso a la panadería, Marinette estaba detrás de los mostradores muy entretenida con su teléfono.

—Buenas tardes —hablo ella aún sin levantarse, terminaba de escribir un texto para Adrien, por lo que su mirada estaba concentrada en su pantalla— ¿que es lo que desea?

—Que mal que este entretenida con su teléfono, debería atender mejor a sus clientes —hablo con un tono molesto— lo que quiero es un fin de semana con mi chica.

—Adrien... —sonrrio al verlo, dejó su celular y se apoyo sobre él mostrador— ¿sólo un fin de semana?

—En realidad primero un fin de semana, luego quisiera una vida entera con ella.

Se pasaron la tarde jugando, sin salir del negocio, en la noche Adrien la ayudo a cerrar y limpiar todo, ella preparo algo de cenar y los dos en la mesa comían viéndose como si él mundo no existiera.

Pasaron así la noche, traviesos y activos, él domingo llegó y salieron a pasear, "esta vez yo te invito la cena Bogabu" hablo Adrien a Marinette, cenaron en él restaurante de la torre Eiffel, al salir se fueron hasta él puente de las artes y vieron él candado que colgaron como Chat Noir y Marinette.

¡Que bonita pareja! Pensaba la gente que caminaba por el lugar, ellos se fueron rumbo a casa de Adrien, el rubio quería presentar a Marinette como su novia ante su padre.

Llegaron y las rejas de la mansión se abrieron, ambos entraron nerviosos, estaban ya en él recibidor de la casa, pasaron a la sala donde ella espero a que Adrien aprezca con su padre, Gabriel.

—Buenas noches —dijo el hombre serio y elegante.

—¿Comó esta? Buenas noches —respondió amable la peliazul extendiendo su mano y agachando la cabeza en señal de respeto.

—Papá ella es Marinette...

—Es la que gano el concurso de los bombines, la recuerdo —hablo extendiendo su mano hacia la chica, él ya sabia de quien se trataba— tiene un gran talento como diseñadora.

—Gracias señor.

—Papá ella no sólo es diseñadora, también es mi novia —comento Adrien nervioso y esperando a ver la reacción de su padre, quien le clavo los ojos a Marinette, Gabriel pensaba que ella era muy poca cosa para su hijo, pero tenia planes con ella.

—Me parece que hacen una pareja muy adecuada —hablo armonioso y sin emociones, giro hacia la salida y empezó a caminar— supongo asistiras con ella al baile, seria de gran ayuda.

—Si papá, iremos juntos —afirmo Adrien.

—Marinette, venga a los ensayos podría ayudarme con los vestuarios de las debutantes.

—¡Por su puesto! —contesto la peliazul en tono afable.

Gabriel, tenia al par donde los quería, ahora solo era una semana para conseguir los miraculous.

Marinette fue llevada hasta su casa por el chofer, entró hasta su dormitorio y al encender la luz se encontró con él felino.

—¿Que haces aquí? —pregunto con una gran sonrisa.

—No digas que no querías verme...

—En realidad si pero... ¿que dijiste en tu casa?

—Nada, ellos piensan que estoy dormido, les dije que saldría temprano así que nos iremos juntos al instituto.

—Vaya gatito lo tienes todo planeado.

—No sólo eso Marinette, he planeado el resto de mi vida a tu lado.

Otra noche juntos, llevando a cabo sus deseos y anhelos, ellos estaban felices juntos no necesitaban más que abrazarse para sentirse llenos.

Seis días para que la fiesta se realice, seis días para saber que planes tenia Gabriel Agreste.