Una noche, una habitación, una cama, dos jóvenes que se amaban bajo él manto de la oscuridad y dos corazones que latian dentro sus pechos delatando sus emociones.

Él la rodeo entre sus brazos, le dió un beso en la frente, a pesar de sentir que su cuerpo necesitaba de ella, no quería forzar la situación.

—Me imagino a tu lado a partir de hoy en adelante —susurro Adrien en los oídos de Marinette— tu y yo, solamente tu para mi y yo para ti, felices juntos, no me veo amando a nadie más que a ti por toda mi vida...

—Adrien... —murmuro con lágrimas a punto de salir de sus ojos por la felicidad que sentía— tu y yo, de todas las maneras posibles, felices juntos.

Se subió sobre él cuerpo casi desnudo de su chico, dándole un beso, él la tomo de la cintura correspondiendo su cariño, los besos de Marinette recorrían todo el rostro del rubio, descendía por el cuello hasta el torso desnudó, sus besos hacían que el muchacho    encienda su pasión. Dejó de pensar y empezó a actuar, la levantó suavemente e invirtió las posiciones, ahora Adrien estaba sobre Marinette, ella rodeaba con sus piernas las caderas de su novio, sonrreia picaramente insitanto más al deseo de Adrien que apenas la veía gracias a la luz de la luna que entraba por las ventanas.

—Te amo, te amo y te amo, no quiero dejar pasar más tiempo para que lo sepas, por ti seria capaz de cometer muchas locuras, me vuelvo egoísta contigo, no quiero verte con nadie, ¿no entiendo que es lo que pasa? Marinette, ¡ya no piensa mi corazón...!

Apoyo su cuerpo sobre sus brazos, la contemplo por unos segundos, luego se acerco a sus pechos para besarlos y masajearlos, bajo hasta su abdomen dándole sueves mordidas y besos, lograba hacer que ella curve la espalda.

—No tengo prisa... —comento ella— pero necesito sentirme tuya.

—¡Será nuestra noche...!

Adrien se deshizo del bóxer que era la única prenda que traía puesta, descendió de ella y se acostó a su lado paso su brazo debajo la cabeza de Marinette y empezó a besarla,  con la otra mano acariciaba los pechos de ella, pero bajaba por la silueta de su amada chica, la cintura fue un espacio donde pudo demostrar con sus manos el deseo que le tenía al mismo tiempo de su amor inmenso, pero sus picaras manos llegaron hasta la parte intima de Marinette, la acarició tímidamente pero poco a poco su ser exitado estaba penetrando con sus dedos a la peliazul que gemía despacio de placer.

Volvió a acomodarse esta vez encima de su novia, tomo su miembro y lo posiciono en la entrada de Marinette, empezó a penetrarla suavemente, ella ayudaba en el acto, una, dos, tres embestidas lentas y muchas más rápidas, un beso en sus labios que demostraban desesperación por ese momento anhelado.

Siguieron así por un buen tiempo, hasta que ambos estaban satisfechos, cansado y con sudor sobre sus pechos, seguía besando su cuerpo.

—Yo te prometo que jamás voy a dejarte —hablo cansado levantando el rostro para verla.

—Yo tampoco, seré siempre sincera contigo —emitió una risa seguida por un suspiro pensando "le dire que soy Ladybug"— es por eso que debo confesarte algo.

—De acuerdo "Mon Amour" —dijo él levantándose de la cama— pero antes dejame ir al baño, luego yo también te diré algo.

Adrien salió rumbo al lavabo se aseo por segunda vez aquella noche, luego busco su mochila y a Plagg.

Ella estaba con la bata sentada en la cama esperando al rubio, sintió un golpe en su balcón y él corazón se le estremeció, "espero que no sea Chat Noir" pensó con la piel erizada, se puso de pie y él felino ingreso de un salto, ella se abrazó a la bata y de pánico encendió la luz velozmente.

—Marinette, ¿me has extrañado? —dijo el gato inmediatamente se acerco a ella y la beso.