12
—¡Fuera Garras! —ordenó Chat mientras su novia se volteo, saco la cajita donde le entregaron su miraculous y guardo él anillo.
—No digas nada aun Chat —pidio la peliazul tapando con sus manos su rostro— no quiero saber cual es tu identidad anonima, se que es un secreto muy importante y no quiero quebrantarlo.
Adrien se acerco a ella, la abrazó más enamorado que antes.
—Estas segura —susurro al mismo tiempo que la giraba para que lo vea, sin embargo Marinette no habria los ojos.
—¿Podrias vendarme los ojos? —pregunto sacando una leve sonrisa de Adrien, pero él consiguió un pequeña tohalla y la rodeo en su rostro a la altura de sus ojos.
Luego de esto ella tomo la iniciativa para besarlo, su beso empezó a tornarse mas apasionado, despertando en él rubio una sensación casi incontrolable, poco a poco se acercaron a la cama, él la acomodo suavemente, ella se deshizo de los zapatos dejando su cuerpo frágil para que pueda cargarla con facilidad.
Sin pensarlo demasiado él estaba depojandose de sus prendas, luego paso a besarla, cuando ella sintió el torso desnudo de su novio se estremeció de miedo, dejando notar a su novio esa actitud.
—Yo te prometo que llegaría a la luna sólo para colgarla en la ventana y sea testigo de nuestro amor —murmuraba despacio él— Marinette yo no te haría promesas que no piense cumplir, confia en mi.
—De acuerdo...
Con suaves movimientos Adrien se deshizo de la ropa que llevaba Marinette, estaba en ropa interior, la observo despacio luego la beso demostrando su devoción hacia ella —él realmente estaba enamorado de su compañera de salón— sus manos tenían miedo de tocarla y hacerle daño quería que fuese algo muy romántico, con la yema de su dedo índice empezó en su mejilla bajo por su cuello, recorrió su hombro su brazo luego paso a su abdomen, su boca no se detenía estaba asaltando a sus labios con pequeños besos, ella estaba inmóvil pero lentamente se incorporó recorriendo el torso de su amado, él sintió un cosquilleo en todo él cuerpo pero mas fuerte en sus extremidades inferiores.
—¿Quieres intentarlo conmigo? —murmuro una vez mas él rubio.
—Si —suspiro ella— quiero.
Lo tomo de la parte posterior del cuello para acercarlo a su boca, le tomó de una mano para que se acerque mas a ella, las manos del muchacho ahora estaban en la cintura de Marinette, recorría su cadera y sus muslos, suavemente se acercaba mas a su centro, pero dudaba en hacerlo, hasta que oyó un pequeño gemido que se le escapo a ella, sintió mas confianza para desvestirla completamente.
Se apego a su cuerpo y su miembro viril inflexible estaba ancioso por hacerla suya, acomodo su cuerpo mientras ella adecuo la posición de sus piernas casi involuntariamente.
Una pequeña estocada hizo que ella se queje y causo que él se detenga pero las delicadas manos de la peliazul se sujetaron a la espalda del rubio quien entendió él mensaje, entonces siguió con sus intentos de penetrarla, al principio le resulto difícil y hasta doloroso incluso para él, ambos eran inexpertos, —jamás lo habían hecho— los movimientos empezaron a agilizarse, así como la satisfaccion.
Con los cuerpos agotados y el aliento acelerado ella comento.
—Debes vestirte para que yo pueda hacerlo.
Adrien le dio un beso en la frente y se levanto, se dirigió hacia él lavabo, después de varios minutos salio como Chat Noir, al verla en la cama todavía desnuda, cubierta con una sabana, se acerco sigilosamente le quito la venda de los ojos a pesar que ella rehusaba abrir los ojos.
—Gracias por enamorarte de mi —dijo Chat y ella habría los ojos empezando a ver con dificultad.
—Te amo.
Después de al rededor de dos horas y sin cenar salieron hacia la cubierta la noche había caído sobre la ciudad. Ordenaron algo de comer, tenían dos horas más en el crucero, mientras preparaban sus alimentos se acercaron a uno de los costados del barco, sujetándose de las barandas del barco estaban abrazados.
—Mañana ¿quieres que te lleve al instituto? —pregunto el felino.
—No es necesario...
—A partir de ahora eres mi mujer, y quisiera que todo París se entere —sonrio logrando sonrojar a su novia— claro si estas de acuerdo.
—No lo se, pero si quisiera que me acompañes mañana.
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