El fin de las vacaciones había llegado y con el un nuevo ciclo en el instituto. La emoción en todos los estudiantes de último curso era inigualable, sus corazones estaban impacientes por las experiencias que les esperaban al empezar con estudios superiores en casas universitarias o simplemente emprender algún negocio, quizá un viaje.

En fin, era el caso de nuestra querida pareja Marinette y Chat Noir, que desbordaban amor sencillamente eran felices y hacían un lindo dueto.

—Marinette mañana empiezan las clases en tu instituto —comento el felino tomando la mano de su novia en lo alto de la Torre Eiffel. Solían salir de vez en cuando al público.

—Asi es —afirmo la peliazul limpiando al mismo tiempo su delicado rostro de los mechones que él viento le desacomodaba— y tu gatito, ¿también iras a un instituto? O ¿es que ya terminaste?

—Demasiada curiosidad Marinette —expreso él mientras tomaba su báculo, era evidente que estaba esquivando la conversación.

—De acuerdo —sonrio amable— algún día sabré quien esta detrás de la máscara.

—Marinette, ¿que harías si ya me conocieras, es decir fuera de la mascara?

—Insinuas que...

—Es sólo una suposición —dijo y al mismo tiempo le ofrecio su mano para abordar el ascensor— te tengo una sorpresa, es el último día de vacaciones y además mi bella dama cumplimos un mes.

—Lo había olvidado —hablo con los ojos abiertos de espanto, golpeandose él rostro levemente se culpaba por su falta de retentiva.

—No te preocupes mi damicela, tu presencia es suficiente regalo para mi —se acerco a su oído y despacio le dijo— ¿sabias que eres lo más bonito que tengo?

El la tomo de la mano, y salieron de la torre hacia el Río Sena, donde una embarcación mediana los esperaba.

—Hoo Chat ¿iremos en barco?

—Un pequeño crucero al rededor de París, una cena y tu compañia —suspiro— una velada perfecta.

Ambos subieron la nave, un elegante hombre bien vestido aparentemente del servicio los dirigió hasta una especie de Suite amplia y elegante, los acomodo en la mesa central luego se retiró dejando la carta de Menú.

—¿Que deseas comer? —pregunto Chat, ella se puso de pie emocionada por la experiencia que tenia en ese instante, en cuestión de segundos estaba sobre Chat dándole un beso, muy cariñoso.

—A ti... mi hermoso felino.

Él se puso de pie, la apretó por la cintura fuertemente a su cuerpo, se enfocó en sus ojos y empezó a susurrar.

—Si me das la oportunidad mi amor de que nos besemos a solas, sabrás quien soy, y después de eso sabrás lo que se siente cuando un hombre ama a una mujer.

—De acuerdo, quiero saber quien eres.

La habitación principal estaba decorada de colores dorados y guindos, colocados elegantemente por todas las superficies, Marinette se sorprendió al ver tan finísima ornamentación que perdió por unos instantes la concentración.

Nuevamente Chat la presiono a su cuerpo y le dio un casto beso.

—Debes prometerme que no me vas a dejar despues de ver quien soy.

—Chat, yo me enamore de tu forma de ser, de tu personalidad, de como me tratas, de tu romanticismo, de tus besos.

—De acuerdo cierra los ojos —pidió Chat y Marinette los cerro.

—¡Fuera Garras!