-Estaba yendo a buscarte -dijo Alec, faltándole un poco el aliento.
-Te vi venir -los hermosos labios de Magnus se curvaron bajo su brillante máscara-. Nos encontramos el uno al otro.
Él se movió, acercándose a Alec, una mano acomodándose en su espalda baja, enlazando sus dedos juntos con el otro, entonces lo besó. El toque de su boca era como un rayo de luz en agua, iluminando y transformando. Alec se movió instintivamente más cerca, deseando ser iluminado y transformado de nuevo...
(Red scrolls of magic)

👆 Cassie me está matando con estos adelantos jhghhj 😻 seguro ya lo leyeron, pero se los dejo completo al final ❤

* * *

Una semana después, con Alec ya sintiéndose mejor y Jace tirando de él hacia la calle...

-¡Jace! -gritó Alec, por enésima vez-, Jace suéltame, tengo que ir por Rafa ya que el doctor dijo que estoy bien. Magnus ya lo ha cuidado demasiados días.

-Que lo cuide uno más.

-¿Qué? -preguntó Alec, mientras era empujado para entrar al auto de su hermano-. ¡No! ¿Cómo dices eso así tan fácil? No, no puedo hacer eso.

-Esto es importante, Alec. Es un día importante.

Alec intentó recordar qué día era. Esta última semana su cerebro se había sentido como cualquier cosa, menos algo servible. Todo él se había sentido así. ¿Había olvidado el cumpleaños de Jace o algo importante?

-Jace -suspiró con un poco de culpa, mientras abrochaba su cinturón de seguridad- si olvidé tu cumpleaños, te lo compensaré mañana. Hoy quiero estar un rato con Magnus antes de ir a casa y tener a Rafa sólo para mí y recuperar los días perdidos. Un par de videollamadas o mensajes de texto al día no son suficiente, cuando seas padre entenderás.

Cuando dijo la palabra "padre", Jace lo miró y soltó una risita.

-¿Qué? -los ojos de Alec se entrecerraron, ¿qué tenía de divertido lo que había dicho?

Jace siguió riendo. -De verdad no te acuerdas.

-¿De qué no me acuerdo? -el pánico empezó a invadir a Alec-. Sabes que la última semana apenas fui alguien vivo. Es domingo, ¿verdad? ¿Qué fecha?

Jace siguió manejando y riendo. -No te preocupes. No es tan importante. Siempre puedes mudarte con Magnus para pedir perdón.

-¿Qué? Nada de lo que estás diciendo tiene sentido, Jace. Ya no sé ni por qué te hago caso.

Jace no perdió su sonrisa por eso. -No importa, igual Magnus está ocupado hoy, muy ocupado.

-¿Qué? ¿con qué? ¿con quién?

Magnus no le había comentado sobre ningún plan hoy. No lo había invitado y sabía que ya estaba bien.

-Con dos chicos muy guapos e inteligentes, aunque algo raros, con un amor extraño por los animales. Iban a festejar su día, con él... Ya sabes...

¿Su día? -Sé que no estuve enfermo tanto tiempo. No es cumpleaños de Magnus... Ni día del profesor -agregó rápidamente después de pensarlo.

-No, no lo es -Jace estacionó afuera de un lugar que Alec no había visto nunca antes.

-¿Qué hacemos aquí? Jace, no es broma lo de ir por Rafa y más si Magnus salió. ¿Con quién se quedaron los niños? Puedo llevarme a Max mientras Magnus está fuera.

Jace salió del auto, sin esperarlo. -¿No vas a ponerte celoso?

-¿Eso es lo que pretendías al contarme? -Alec corrió tras él-. No, confío en Magnus, o no estaríamos a unos meses de casarnos.

-Aaww -Jace no pudo evitar el sonido, mientras abría la puerta-. Me encantan, hermano. Ustedes son tan malec.

-¿Malec? ¿Qué demoni...? -no pudo seguir porque en ese momento hubo dos personitas chocando con él en un abrazo.

Aquí estaban los famosos chicos de los que Jace hablaba.

Max y Rafa.

-¡Feliz día, papi! -gritó Rafa, casi dejándolo sordo, mientras lo abrazaba.

-Feliz día, papá Alec -dijo Max, con una enorme sonrisa y aquellos ojitos traviesos.

Alec se sintió perdido de nuevo. Tampoco era su cumpleaños, estaba seguro.

-G-gracias -respondió sin saber por qué.

Jace se rió y casi gritó "¡Él no recuerda qué día es!".

Sólo entonces Alec miró. No estaban solos. Su familia y la de Magnus -sus amigos- estaban ahí.

Magnus lo observaba con una sonrisa mientras se acercaba a él.

-¿Quién quiere pastel? -gritó Simon y eso hizo que Rafa y Max lo soltaran para correr con su tío favorito (por el momento).

-Feliz día, señor Lightwood -Magnus se acercó a él, rodeando su cintura, y acercando sus labios a su oído-. Feliz día por ser el mejor padre, el más sexy, el más ardiente, capaz de seducir al inocente profesor de su hijo.

Alec pasó del pánico al entender que era el día del padre y él no tenía nada para Magnus mientras su prometido le había organizado una fiesta a la risa por sus palabras.

-Estoy seguro que ese profesor no era tan inocente -dijo antes de tomar el rostro de Magnus entre sus manos y besarlo profundamente. Ignorando el sonido de Izzy tomándoles fotos, o tal vez era Jace.

-No soy el mejor padre, Magnus, aunque lo intento. Feliz día para ti también. Me alegro tanto de haber leído esa nota del profesor de Rafa y haberle enviado aquel texto.

-Uumm -los labios de Magnus fueron hacia su cuello-. ¿Aunque no pusieras tu nombre y el profesor fuera adicto a los emoticonos?

Alec se rió, por las palabras de Magnus, y se retorció lejos del beso. -Creo que ya ha superado eso.

Magnus hizo un sonido de indignación total. -¿Eso crees? Tal vez deberías revisar tus últimos mensajes.

Antes de que Alec dijera algo, Magnus se fue a buscar a sus hijos llenos de chocolate del pastel.

Alec revisó su celular antes de ir tras ellos. Sí había un mensaje que lo hizo morderse los labios para no sonreír como tonto:

Magnus: Feliz día del padre, señor Lightwood 🙌🎉👶👶 *esos son Max y
Rafa* 😘❤ Te amo, ya lo sabes 😍. Ah, y si olvidaste el día, sé que lo hiciste, no te preocupes, no necesito 🎁🎁, y estoy seguro que encontrarás algo para darme 😉 (pista: mucho mucho amor) ❤

Su sonrisa se convirtió en un profundo rubor mientras iba tras Magnus, pero lo primero que le dijo fue: -¿Once emoticonos, Magnus? ¿En serio? Tienes un problema.

CONTINUARÁ...