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꒰ ✧ Bebito ✧ ꒱



El pelinegro dormía plácidamente sobre su cama, el ventanal que daba hacia su alcoba estaba abierto por lo que toda la luz de la mañana daba directo hacia su cara.

Estaba en su quinto sueño pero un perro gigante fue a parar a su cama y a lamerle la cara, esto lo hizo despertarse y quejarse.

—Bam, dejame dormir, es sábado —Frunció el entrecejo mientras quitaba a su perro y lo bajaba al piso —. Afuera, Bam —Ordenó sonmoliento volviendo a acostarse, el perro desobedeció y volvió a subirse.

Lo que costaba tener un perro tan inquieto como aquel Doberman.

Tuvo que despertarse a la fuerza y rodar los ojos, palmeando un poco el lomo de su perro y bostezando mientras veía la hora.

Su bebé seguramente seguía dormido ya que no lo había llamado, siempre lo hacía al despertar, aprovechó eso para hacer su rutina de mañana, salió ya mejor arreglado, con la cara lavada y sus dientes igual.

Decidió ir a despertar a TaeHyung para que desayunaran juntos en el gran patio de la casa —. No hagas ruido, Bam —JungKook regañó ya que el animal ladraba al verlo caminando al cuarto de Tae.

En el transcurso, encontró a unas de las mucamas y aprovechó para decirles que prepararan el desayuno y lo llevaran al patio.

Ahora sí, ya en el cuarto del menor, prendió la luz y pudo alcanzar a ver como unas manitas jugaban con un peluche arriba de la cuna, alzó curioso una de sus cejas.

—Mi vida, ¿estás despierto? —Interrogó acercándose a la cuna, al hacerlo, TaeHyung lo miró y rió.

Pero no dijo nada y eso se le hizo extrañísimo, era bien sabido que su solecito hablaba hasta por los codos.

—¿Te sucede algo, mi amor? Estás muy calladito —Sonrió a labios sellados cargándolo y poniéndolo en el cambiador —. Hoy desayunaremos afuera, cariño, ¿hay algo en especial qué quieras comer?

Al no escuchar respuesta dejó de cambiar al rubio y volteó hacia arriba, TaeHyung miraba a otros lados mientras jugaba con sus manitas.

—También podemos meternos a la piscina, cielo .. —Extrañado siguió hablando él, pero el menor siguió sin decir palabra alguna —. Te estoy hablando, bebé.

Cargó al rubio y acomodó su cabellito despeinado, Tae vió su rostro y sonrió —¡Babi! —Señaló su cara.

Al escucharlo el mayor se sorprendió, TaeHyung normalmente tenía dificultad para hablar, pero siempre lo llamaba Papi.

Y Babi solo lo hacía cuando mentalmente no se sentía tan grande.

—¿Eres más pequeño, amor? —Ladeó la cabeza.

El rubio solo lo veía y reía tocando los lunares que él portaba sin pronunciar nada. Ahí supo que sí era más pequeño que de costumbre.

Tae siempre estaba en un espacio de unos cuatro años, ahora al parecer era de menos de dos.

—Mi vida tan bonita —JungKook sonrió consternado y besó toda la cara de su niño, escuchando sus tiernas risitas —. No hagas eso porque papi se morirá de tanta lindura que cargas —Habló buscando en los cajones un conjunto para ponerle —. Creo que no será posible meternos a la piscina hoy, pero igual podemos salir al aire libre y tal vez hasta hacer un picnic.

TaeHyung no entendía nada de lo que decía así que solo recargó su quijada en su hombro, viendo todo por detrás de la espalda del mayor. Hizo un pucherito escaneando todo y al ver un chupete amarillo gritó.

El pelinegro lo miró confundido —. ¿Qué viste, bebé? —Se volteó para buscar por lo que el menor había gritado, este apuntó su chupete y chilló feliz.

El más alto lo tomó entre sus dedos y Tae no pudo estar más contento, así que se lo quitó y lo llevó a su boquita, comenzando a succionarlo.

—No cabe duda que eres una bolita de ternura —Negó divertido pellizcando una de sus mejillas tintadas de rosa, el contrario se quejó y se alejó.

Cambió al rubio por un conjunto de pans y sudadera ya que hacía un poco de frío y bajaron por las escaleras. Pero antes de hacerlo, TaeHyung vió a su osito café en su cuna así que lo miró con ojitos triste y luego a su papi.

—Sí, sí, entiendo, llevarémos a Bessy —Tomó el peluche y lo dejó en las otras manitas.

Cualquiera que viera a TaeHyung en ese estado, se moriría de amor, ya que mientras caminaban hacia al patio, este se mantenía siendo cargado por su papi, tenía su chupón succionando constantemente entre sus labios, en sus manitas jugaba con su osito de peluche y sus ojos solo se mantenían fijos en él, su rulitos rubios se iban a su rostro al tener la cabeza baja.

Las chicas de servidumbre no podían evitar no verlo por lo lindo que era, siempre era un honor poder trabajar ahí y ver al dulce niño de su Jefe.

Llegaron al patio y el desayuno ya estaba servido en el comedor, fue rápido. Tenían de todo para poder disfrutar su desayuno como era debido, jugo de naranja, licuado de fresa, café, leche y comida que la servidumbre sabía que a ambos le agradaba.

Al estar sentados, JungKook notó algo y llamó a un hombre de seguridad —. Trae la silla para comer de TaeHyung. —Ordenó cayendo en cuenta que le mesa en la que comerían era de cristal y podía pasar un accidente con su pequeño así.

El hombre fue y enseguida le trajo lo que fue pedido, TaeHyung lo observó mientras movia a Bessy de un lado a otro en la mesa.

—Siéntate acá, nene .. —De sus muslos pasó a estar en la sillita y a diferencia de Tae cuando era un poquito más grande, esta versión chiquita, amó esa silla. Se removió cómodo y saltó feliz, era como tener su propio espacio.

—Hicieron papilla de manzana, bebé, te caerá perfecto .. —Dijo bajito mientras se estiraba y tomaba el dicho alimento, quitó el chupón de los labios del menor y este pasó de estar contento a verlo desconcertado.

—Es hora de comer, el chupón se irá por un ratito ¿sí? —Ladeó la cabeza, Tae puchereó negando y tratando de tomar el chupete.

El pelinegro le dió un vistazo rápido a la mesa y al ver un biberón lleno de leche, lo agarró y lo llevó a los labios contrarios. TaeHyung no supo que le habían llevado a la boca, pero al sentir ese rico sabor a leche calientita, tomó con sus dos manitas el biberón y cerró sus ojitos.

El chupón fue dejado de lado, así que el mayor aprovechó eso y lo guardó.

JungKook amaba la versión de TaeHyung chiquito, obviamente que la amaba, pero esta faceta del menor siendo más bebé, le encantaba.

Su pequeño era más tierno y dulce que de costumbre, esta versión bebé, era demasiado tranquilito y se entretenía jugando con cualquier cosa y en silencio.

Eso sí, era más sensible y lloraba por cualquier cosita.

Terminaron de desayunar y JungKook buscó algunas actividades para poder hacer con el menor, encontró que podría ser bueno nadar un poco.

Y aunque había estado un poco indesciso en sí hacerlo o no ya que le daba terror que algun accidente sucediera, decidió intentarlo. Ordenó que trajeran dos trajes de baño para él y para TaeHyung y lo cambió ahí mismo en el patio, obvio haciendo que nadie viera cuando lo estaba haciendo.

Esparció bloqueador por todo el cuerpito contrario y lo cargó.

—Está calientita el agua, amor, te gustará —Llegaron a las escaleras de la piscina, el chiquito se mantenía masticando un juguete acuático que JungKook le dió para que tuviera algo en sus manitas ya que sí no lloraba.

Lo descubrió hace un rato cuando quitó a Bessy de su poder.

Bajaron por las escaleras y al sentir el agua, TaeHyung miró hacia abajo espectante. Se adentraron más hasta que el agua les llegaba abajo de la cintura, el rubio se negó encogiendo sus piernitas.

—¿No te gusta, cielo?

El rubio se abrazó a su papi y escondió su carita en su hombro mientras trataba de no tocar el agua.

—Bebé, mira, el agua es fresquesita —Trató de separar al menor, este comenzó a hipar, JungKook seguía hundiéndose y eso le asustaba.

Sollozó y casi salió de los brazos del pelinegro, por suerte este lo atrapó ya que sí no se hubiera hundido en el agua.

JungKook se preocupó y salió de la piscina, mala idea haber entrado, su bebé siguió llorando aún cuando ya estaban afuera.

—Ya, no llores, mi vida, ya estamos afuera —Arrulló aceptando la toalla que le ofrecieron y secando el cuerpo del otro, TaeHyung pataleó y sollozó sorbiendo su nariz ya toda rojita.

—Ya, ya, cariño, entremos .. —Decidió entrar a la casa mientras la servidumbre se quedaba afuera limpiaba todos los platos del desayuno.

TaeHyung sollozaba, de sus ojos no dejaban de salir lágrimas. JungKook se sintió mal al ser el causante de aquello por entrar a la piscina.

—No llores, nene, cálmate, ya estamos aquí adentro —Tranquilizó meciéndose de un lado a otro, Tae metió un dedito a su boca y se recargó en su hombro sollozando.

Diez minutos más tarde, aquellos tiernos sollozos seguían sin parar, JungKook se acostó en el sofá y dejó al menor en su pecho.

Ante el potente ruido, dos caninos entraron curiosos a la sala, con sus orejas paradas, TaeHyung que había estado recargado llorando en el pecho de su papi mientras este le daba palmaditas, paró un poco al ver a esos dos seres.

JungKook se dió cuenta de como dejaba de sollozar y llamó a los perros que enseguida corrieron hacia ellos, ambos se subieron a los sillones y trataron de subirse encima de ellos.

El cachorro más pequeño lamió la carita de Tae y este se volteó riendo pero con sus mejillas empapadas en lágrimas. Mientras tanto, Bam, mordió levemente su manito haciéndole cosquillas.

Rió y acarició a los dos perros mientras JungKook limpiaba su rostro con unas toallitas que tenía al lado.

—¿Te gustan los perritos?

TaeHyung volteó adorablemente y respondió —. Tí.

Jeon supo que esa sería su salvación para cualquier escena en donde el rubio llorara, Bam y Yeontan serían sus héroes.

—¿Entonces qué te parece darle unos premios a estos cachorritos? —Sonrió poniéndose de pie y llevándoselo en brazos hasta la cocina y buscando en la alacena unos premios caninos.

Sabía que a su niño le encantaría darle unos a sus perros.

—Mira, bebé, debes darle estos palitos en su boquita —De una bolsa sacó unos palitos de salmón y se lo entregó, TaeHyung miró el alimento y trató de llevárselo a su boca.

—No, no, muñeco, es para los perritos, así —Le quitó el palito y le dió uno a Yeontan, quien se sentó y recibió el alimento en su boca ladrando posteriormente

El rubio gritó y aplaudió, así que miró con esos ojitos a su papi para que le diera uno de esos premios nuevamente y ahora intentarlo él —. Como no estar a tús pies con esa carita tan linda —JungKook no se resistió y con sus dos manos agarró su cara para besar sus mejillas y nariz.

Sacó otro de los premios y se lo entregó, TaeHyung lo extendió al perro de raza más grande y este se lo quitó con los dientes. El rubio quedó encantado y quiso hacerlo de nuevo

JungKook le dió otro y así hasta darle tres premios a cada uno —. Creo que ya es suficiente, tesoro, podemos seguir dándole después.

A cambio recibió quejidos molestos y negaciones de cabezas, TaeHyung quería seguir jugando a darle esos a los perritos.

—Les puede hacer daño seguir dándole esto, chiquito, solo son poquitos y ya —TaeHyung gimoteó y con sus manitas golpeó la mesa de desayuno donde estaba sentado.

El azabache trató de negociar pero solo recibiendo caritas enojadas, pucheros, y balbuceos que a decir verdad no entendió nada.

—Solo uno más y ya, ¿sí? Después iremos a darte un baño —Vencido tomó otro snack al bebé que lo rompió a la mitad y le dió cada una a los dos perros, ante aquello Jeon sonrió y besó su mejilla —. Te amo, príncipe.

TaeHyung sonriendo estiró sus bracitos y al sentir como era cargado, movió sus piecitos de un lado a otro mientras se dirigían al baño en la planta de arriba.

Los dos cachorros lo iban siguiendo por lo que el rubio estaba tranquilo, le gustaban sus nuevos amigos peluditos.

—Creo que lo mejor será un baño juntos, dulzura .. —Propusó buscando la ropa que ambos se pondrían, al ya tenerla se encerraron en el baño y prendió la bañera.

—Ya noté que no te gusta el agua, pero esto será diferente ¿okay, mi amor? —Quitó toda la ropa del menor al igual que su pañal, él hizo lo mismo con la suya y ambos se metieron a la tina llena de agua tibia

JungKook lo baño con su típico shampoo con olor a bebé y le colocó algunas fragancias de vainilla, al salir de aquel relajante baño y ya estando ambos vestidos, TaeHyung se notaba algo sonmomiento.

Claro, a quien no le adormecería una ducha calientita. Ordenó un biberón de leche y se lo dió a su pequeño, quien comenzó a succionar el líquido blanquecino y a cerrar sus párpados.

Poco a poco se fue durmiendo y Jeon lo dejó en su cuna, dejó una lámpara prendida y la puerta abierta para cualquier emergencia.

Y ahora sí, se fue, dejando a su bebito disfrutar de su siesta.

ᝰ.ᐟ

Una hora después, JungKook se encontraba hablando por teléfono con sus lentes puestos, hasta que comenzó a escuchar sollozos.

Salió de su oficina colgando la llamada y caminó al cuarto del menor, mientras más se acercaba, más alcanzaba a escuchar un típico llamado.

—¡Papi! ¡Papi!

Oh no.

Llegó al cuarto y vió a TaeHyung tallando su ojito con un puchero en sus labios.

—Papi, no siesta~ —Un sollozo salió de los labios del rubiecito, JungKook suspiró, ¿tan rápido se había acabado aquella etapa de Tae bebé?

Ahora había regresado su pequeño berrinchudo y parlachín.

—Amor, solo fue una pequeña siestesita, tenías sueño .. —Negó.

—No gusta siesta —TaeHyung odiaba las siestas ya que sentía que había perdido horas de jugar o comer en dormir.

Y casi siempre despertaba de mal humor, así que sí, odiaba las siestas.

TaeHyung comenzó a sollozar y a patalear en su indicio de demostrar su mal humor, JungKook solo chasqueó la lengua.

Ahora podían notar la diferencia de un Tae chiquito a un Tae bebé.

﹌﹌﹌


-Nini 🐧

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