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05

꒰ ✧ Berrinche ✧ ꒱


JungKook tomaba de la manito de su bebé mientras ambos caminaban tranquilamente por el centro comercial. Decidieron ir para entretenerse un rato y tal vez comprar algo.

Todo iba tan pero tan bien hasta que pasaron enfrente de una tienda de juguetes, Jeon tenía planeado pasar de largo pero a Tae le brillaron los ojitos al ver desde afuera una cocinita de juguete que le encantó.

¡Él quería esa cocinita para él!

Y estaba seguro de que su papi se la iba a comprar, siempre le compraba todo lo que él quería.

—¡Papi! —Jaló su mano para evitar que siguiera caminando, JungKook dejó de ver su celular y volteó atento. —¡Papi, cocinita! —Sonrió apuntando el juguete desde el vidrio transparente, JungKook la vió y asintió comenzando a caminar de nuevo.

El rubiecito frunció el ceño —¡Papi! ¡no!~ —Hizo un pucherito deteniendo su caminata de nuevo.

—¿Amor, qué pasa? —Alejó la vista de su celular ya que estaba contestando unos mensajes importantes y volteó a ver a su niño, este apuntó la tienda con su boquita abultada y ojos de corderito.

—¿Qué, mi vida? —Sonrió con ternura.

—¡Papi, cocinita para mí! —Puchereó. El mayor la volteó a ver y quitó su sonrisa poco a poco, enarcando una ceja.

—¿Quieres que te la compre? —TaeHyung asintió orgulloso de que su papi entendiera, este con su ceño fruncido negó.

—No, cariño, ya tienes una igual en casa, no es necesaria otra—Siguió negando mientras lo jalaba de la mano, TaeHyung sintió sus ojitos aguarse, bueno, aquello era verdad, ¡pero él quería esa cocinita!

Además, ¡era rosa!

Y la que él ya tenía, era de color verde, por lo que no le gustaba mucho. Aparte esta cocinita tenía más funciones y era mucho más bonita.

—¡Yo quero, papi! —Comenzó a hacer berrinche, el azabache negó y lo jaló de la mano, fácilmente podía sacar su cartera y tender su tarjeta para que su niño comprara lo que deseara pero no lo malcriaría comprándole algo que ya tenía, se estaba volviendo muy mimado.

Hace unos días había hecho una rabieta solo porque no le permitió desayunar en su cuarto, así que sí, se estaba malcriando mucho.

Desde que pasó lo de su trabajo, trataba de consentirlo más de lo normal y al parecer el bebé aprovechaba eso para siempre conseguir lo que quería.

¿Pero qué podía hacer? Le era casi imposible negarle algo a su rubiecito.

—Dije no, Tae. —Advirtió frunciendo el ceño, el menor sollozó queriendo soltarse de su mano y correr a la tienda.

—¡Papi, quero cocinita!

—No seas un berrinchudo, Kim, una cocina más es completamente inecesaria y aparte ya tienes una, si quieres otro juguete, adelante, pídemelo, pero no te compraré algo que ya tienes en casa solo por una berrinche. Ahora, vámonos. —Suspiró queriendo salir de aquella área, en un principio fueron para comprarle más ropita al menor así que lo mejor sería ir de una vez por ella y regresar a casa.

—¡Papi! ¡Tú debes comprar c-cocinita a bebé, sempre lo haces! ¡debes comprar ahora! —Su vocesita comenzó a subir de tono y ante lo dicho, JungKook se detuvó y volteó con el ceño fruncido.

Oh, pobre de Taehyung.

No le gustó para nada aquella fracesita y como pareció que el menor le estaba ordenando. No, eso sí que no.

Ahora entendía la gravedad de estar siempre mimando a su niño, gracias a eso, ahora creía que cualquier cosa la podría tener en sus manos aún sí se portaba mal.

—No quiero que vuelvas a repetir algo qsí, TaeHyung, tú no tienes que estar dando ordenes como un niño berrinchudo y malcriado —Con su ceño fruncido se acercó a su rostro y lo regañó, el menor quito su carita de enojado y la cambió por una más suave, demostrando algo de terror —Sí, está bien que cualquier cosa que quieras me la puedes pedir pero no quiero que vuelva a suceder lo que pasó ahora mismo, ¿entendido? Solo sí te comportas bien te daré lo que me pidas, así que silencio y vámonos, ya.

El rubio no quería aceptar su error por lo que cruzó los brazos y volteó la cabeza, JungKook al ver aquella acción trató de contenerse y no darle unas buenas nalgadas en medio de la plaza.

—Vamos por tú ropa y enseguida nos iremos.  —Tomó con algo de fuerza su manita y lo jaló para ir al ascensor de la plaza, Tae lo siguió con su ceñito fruncido al igual que sus labios.

Él no se iría de ahí sin esa cocinita.

ᝰ.ᐟ

—Quita esa cara, TaeHyung, no nos iremos de aquí hasta encontrar ropa para ti, cambía tú humor o no me importara que estemos en medio de toda la gente, te castigaré aquí mismo.

El azabache gruñó pasando por los aparadores de aquella tienda de marca cara y buscando que comprarle al menor pero este seguía enojado y cada vez su humor aumentaba más.

—¡Quero cocinita! —Siguió con aquello mientras fruncía su ceñito. JungKook suspiró con fuerza y siguió viendo las prendas mientras tomaba de su mano.

—Creo que es la décima vez que te digo que no, ya entiende, TaeHyung.

El menor infló sus mejillas y éstas se volvieron rojas.

—¡Quero cocinita! ¡La quero ya! —Exclamó altamente, JungKook lo volteó a ver amenazante, justo ahora era el momento en el que tenía que demostrar que él era una persona paciente.

Pero le estaba siendo díficil, no soportaba ver como su niño actuaba como uno de esos ricos niños mimados que lloraban cada que sus padres no le daban lo que querían. Y su bebé no era eso, no, claro que no.

—Kim, sabes como es papi enojado y no te gustará verlo ahora mismo, así que-

Una chica rubia llegó junto a ellos y sonrió al ver a la pareja, interrumpiendo su momento —Hola, buen día, ¿buscando ropa de nuevo? —JungKook al escuchar aquello volteó y sonrió con amabilidad, viendo a la muchacha rubia, eran conocidos ahí ya que casi siempre compraban ambos sus prendas en esa tienda de alto prestigio.

—Oh, hola, sí, venimos a buscar algo nuevo .. —Dijo quitando su semblante de enojado y fingiendo naturalidad, seguía enojado con TaeHyung pero no lo haría notar.

—Oh, perfecto .. nos llegó una nueva colección, si me permite se las puedo enseñar  —Les sonrió, JungKook asintió y siguió a la rubia mientras jalaba al menor que trataba de soltarse frustrado.

—Kim, ya estate quieto, tienes bien merecido un castigo y solo lo quitaré sí te calmas. Pero detente ahora mismo.—Susurró disimuladamente para que la chica no los escuchara y le frunció el ceño, TaeHyung sin pensarlo dos veces, le sacó la lengua.

JungKook se enfureció y estuvo apunto de voltearlo y darle una resonante nalgada muy molesto pero antes de hacerlo, llegaron a alguna sección y la chica comenzó a mostrarles la ropa de colección, sacándolos de su mundo para suerte del menor, que se asustó mucho.

—Hay talla para ambos en estos colores, también hay más modelos de este lado .. —Le mostró más las prendas a JungKook que a TaeHyung quien tenía sus ojos vidriosos mientras volteaba a otro lado, sin hacerle caso a ninguno de los dos.

—Oh .. —Aclaró su garganta mientras dejaba de ver al menor —Sí, me gusta esta ..

Pasaron algunos minutos en los que ambos mayores hablaban sobre las prendas y TaeHyung se sentía con mucho coraje, primero, porque le dió mucho miedo ver que su papi estaba apunto de nalguearlo muy enojado cuando le sacó la lengua y segundo, porque seguía con la idea de su cocinita.

Pero lo único que podía hacer, era sacar lágrimas silenciosas mientras volteaba a los lados.

Fue hasta que sintió como JungKook le dejaba de tomar la mano inconscientemente para tomar una playera que la chica le enseñó. Él volteó y al ver aquello, se quedó pensando.

Algo inseguro, se alejó lentamente y al darse cuenta de que el pelinegeo seguía ensimismado en la ropa, caminó a la salida y salió de la tienda.

Su papi siempre le decía que nunca se alejara de él y nunca soltara su mano pero sí él no le compraba su cocinita, él solito la conseguiría.

Corrió hacia donde recordaba estaba la tienda de juguetes y sus ojitos resplandecieron al ver aquella cocinita rosa de plástico. Entró a la juguetería y buscó por los largos pasillos en donde podría estar.

Finalmente la encontró y salto feliz mientras la alcanzaba y la abrazaba contra su pecho, no era muy pesada. Sonrió con entusiasmo y fue directamente a la salida.

Y sin pensarlo, salió.

Haciendo que la alarma de robos sonara por toda la tienda.


ᝰ.ᐟ

—Vamos a los vestidores, TaeHyung, necesito medirte esto .. —Después de cinco minutos de estar decidiéndo que llevaría, ya tenía diez prendas para el rubio.

La mayoria eran conjuntos y pantalones que le quedarían muy bien a su niño, eran de colores pasteles, aquella tienda tenía ropa como cualquier otra, era variada, pero la diferencia era el precio, era mucho más caro y por supuesto que todo de más calidad.

A JungKook solo le gustaba comprar en esas tiendas.

Pero grande fue su impacto al voltear y no ver a su bebé por ningún lado, la chica al lado de él también estaba ayudándole con la ropa por lo que no se dió cuenta y quedó sorprendida al igual.

Solo cinco minutos fueron los que se desconcentró y ahora resultaba que TaeHyung no estaba con él.

—Jodida mierda .. —JungKook agarró de su cabello y suspiró molesto, siempre le había recalcado a Tae que nunca de los nunca, saliera a algún lado sin él, la idea de que se perdiera o alguien se lo llevara lo aterraba.

—Señor, p-podemos buscar en las cámaras a su novio, no se preocupe —La joven al ver que JungKook parecía muy molesto pero a la vez asustado, dijo.

—Me harían un gran favor .. por favor, sí ven algo avísenme  —Enseguida corrió para afuera de la tienda, haciendo que su traje negro se arrugara pero eso justo ahora no le importaba ni en lo más mínimo.

—Mierda, amor, porque me haces esto .. —Cerró sus ojos al ver que la plaza estaba completamente llena y sería bastante díficil encontrarlo. El pánico comenzó a invadio pensando que alguien pudo fácilmente tomarlo de la mano y llevárselo.

O peor, que TaeHyung haya salido de la plaza y se encuentre afuera, donde hay más peligros.

O muchísimo peor-

Paró sus pensamientos en el momento en el que al dar el primer paso para buscar a TaeHyung, los parlantes comenzaron a dar un llamado, así que paró orejas.

—Jeon JungKook, a recepción, por favor.

Oh, no.

ᝰ.ᐟ

TaeHyung se encontraba llorando a mares, sus mejillas estaban rojas, su nariz igual o hasta peor, sus ojitos húmedos y su pucherito no se quitaba de su boca.

¡Él no quería robar! Solo quería su juguete.

No estaba consciente de lo que era robar, solo era un pequeño con una mentalidad bastante inocente.

Sus sollozos se escuchaban hasta marte y el guardia de seguridad no sabía que hacer para callarlo, parecía un joven de más de quince años, ¿por qué lloraba entonces?

—Niño, ya cállate por el amor de dios —El señor gruñó mientras observaba las cámaras y vigilaba que aquel joven no escapara de recepción.

—¡Y-Yo no quería robar! —Sollozó tapando sus ojitos y tallándoselos, quería a su papi, quería que lo protegiera de aquel señor que lo veía feo, le daba miedo.

El adulto rodó los ojos y estaba apunto de decirle bruscamente que se callara pero de repente llegó un hombre con traje negro que parecía desesperado.

TaeHyung alzó la mirada y al ver a JungKook corrió con agilidez y lo abrazó, escondiéndose en su pecho, se asustó demasiado cuando la alarma de la tienda sonó y se lo llevaron a recepción, quería la consolación del pelinegro.

—¡P-Papito! —Sollozó abrazándolo más fuerte, ahora entendía que no debia separarse de el en ningún momento.

—Tae, ¿qué hiciste? —Lo tomó de los hombros y volteó a ver al guardia de seguridad esperando una explicación de él, ya que TaeHyung parecía no querer parar de llorar.

—¿Es usted el tutor del niño?

—Sí, lo soy —Frunció el ceño impaciente—¿Qué hizo él?

—Bueno, el chico se encontraba en una de nuestras jugueterías de aquí y salió con un juguete en manos .. dando a entender que quería robarnos —Habló mientras observaba al rubio quien ya se había separado de JungKook y lo veía desde abajo.

La mirada que le dió el mayor a TaeHyung, no fue una más que de furia y decepción. El rubiecito comenzó a llorar más y lo abrazó nuevamente, negando toda acusación.

—Muchas gracias, lo siento mucho, no volverá a pasar, ¿hay algo que deba pagar? —Trataba de mantenerse sereno pero su voz sonaba demasiado dura, estaba ahora sí furioso.

Siempre le había dicho al menor que nunca debía de robar, siempre debía tener buenos modales y esto, lo sacó de quicio.

—No, solo que esto es lo que traía el niño, sí gusta puede pagar y llevárselo, por suerte no salió corriendo con el .. —Alzó en sus manos la caja de la cocinita.

Oh, esa maldita cocina de nuevo.

TaeHyung desde el pecho del mayor sintió como este suspiraba más fuerte.

—Lo siento, no lo compraré, pero muchas gracias por todo, adiós. —Pronunció ansioso por llegar a casa y darle una buena regañada y castigo al rubio, se sentía bastante enojado.

TaeHyung al sentir que Jeon lo jalaba sin ningún cuidado de la mano, sollozó mientras negaba —¡N-No! ¡Cocinita, p-papi!

JungKook lo ignoró y lo jaló todo el camino hasta llegar a la camioneta tratando de no hacerle casos a sus lloriqueos y súplicas.

—¡P-Papi!~ —Sollozó queriendo que regresaran nuevamente adentro por el juguete, él enserio lo quería. —Papi, v,vayamos por, por cocinita —Lloriqueaba casi gritando.

El pelinegro abrió la camioneta con una sola mano y posteriormente tomó la cadera del menor para fácilmente subirlo a los asientos y asegurarle muy bien el cinto de su sillita.

—¡P-Papá! —Sus gritos se intensificaron. JungKoon trató de mantener la calma y esperar a llegar a casa para darle su merecido, no lo logró.

—¡Ya, TaeHyung! ¡Ya cállate y mantente quieto! ¡Me tienes muy decepcionado y verás cuando lleguemos a casa, ahora quiero silencio! —Gritó enfurecido, varias personas que pasaban alrededor lo miraron pero le importó una mierda.

TaeHyung se atemorizó y lo observó con esos ojitos rojos por el llanto pero inundados en pánico. JungKook mordía internamente su mejilla haciendo que los pequeños hoyuelos de esta se marcaran y su ceño se encontrara más fruncido que nunca, pocas veces salía a la luz esa faceta de su papi y la odiaba.

No quería ni llegar a casa.

ᝰ.ᐟ

El recorrido a su hogar duró poco, JungKook manejó rápido porque estaba desesperado en llegar a casa y darle su buen castigo al menor, de verdad que estaba miy molesto.

TaeHyung en los asientos de atrás sollozaba y tapaba su carita, se sentía asustado por lo que iba a pasar. Al escuchar el sonido característico del portón eléctrico, alzó la mirada y puchereó soltando lágrimas al ver que habían llegado.

JungKook puso alguna clave en la entrada y el portón se cerró, le dieron la vuelta a la gran fuente que se encontraba en la entrada de la casa y el mayor estacionó la camioneta.

Se bajó de su asiento y fue a los de atrás en donde el menor se removía queriendo que no lo tocara.

—No te muevas. —Su tono fue prepotente y solo logró un puchero en su niño.

—Q-Quedo aquí —TaeHyung trataba de alejarse de él y estaba dispuesto a quedarse en el carro con tal de no recibir el castigo que le esperaba.

JungKook tuvo que subirse a los asientos ya que el rubio se alejaba y no lograba alcanzarlo, este lloró y negó.

—Quita las manos. —Al tratar de quitar su cinturón, Tae puso sus manitos en él para evitar que se lo quitara, este sollozó mordiendo su labio inferior.

—N-No, papi .. —Suplicó, JungKook molesto quitó sus manos con fuerza y le desabrochó el cinturón, tomándolo de la cintura y bajándolo de la camioneta.

TaeHyung sollozó y quiso bajarse, su mansión era casi un laberinto, era todo el patio lleno de fuentes, flores y pasto, así que podía correr y JungKook no lo encontraría.

El personal de seguridad observaba como el rubio sollozaba y le tuvieron lástima, tenían una idea de lo que había pasado.

—Quiero que todos salgan, no quiero que nadie quede adentro de esta casa más que TaeHyung y yo. —Al entrar por la gigantesta puerta, su hogar lo recibió y él solo ordenó fuertemente a todas las mucamas, aquellas asintieron y rápidamente salieron por la puerta trasera.

Tae se sintió vulnerable al quedar solo con Jeon, este volteó a verlo desde arriba por la diferencia de altura y lo miró con esos ojos atemorizantes.

—¿Sabes que te mereces un castigo, no?

El rubio mordió su labio y asintió con lágrimas en sus cachetitos húmedos, le dolía aceptarlo.

—De verdad que hoy te portaste como un niño completamente malcriado. —Esas palabras le dieron un piconsito en el corazón. Jeon entrecerró los ojos y se quitó el sacó con brutalidad, aventandolo al sofá.

—Quiero que me traigas a Bessy. —Ese era parte de su castigo, para el menor verdaderamente lo era ya que Bessy era como un soporte para él, era más que solo un peluche.

TaeHyung negó enseguida y sollozó llevando un dedito a su boquita como señal de consuelo para sí mismo.

—¿Acaso te lo pregunté, TaeHyung? Dime, ¿quién da las ordenes aquí? —Enojado cuestionó.

El menor bajó la mirada y no respondió —¿Perdón, quién, Kim? —JungKook volvió a hablar.

—P-Papi ..

—Exacto, papi, así que quiero que me traigas a Bessy en este preciso momento o yo mismo lo traeré y no querrás saber lo que pasará después. —Tal vez estaba pareciendo algo fuerte, pero habían reglas, y TaeHyung las había sobrepasado todas.

Ahora sí que ni como ayudar al menor.

El más bajito entre medio de sus hipidos cortantes, corrió hacia arriba y de su cuna sacó a Bessy, que se encontraba sentado junto con sus demás peluches. Bajó con él en manos y lo abrazó al ver a JungKook sentado en el sillón negro con las piernas abiertas y apretando sus labios con sus cejas casi juntas.

—Dámelo. —Extendió su mano derecha, TaeHyung retrocedió.

—No, p-papi .. —Su pucherito se intensificó más, el pelinegro se puso de pie y amenazante caminó hacia él, TaeHyung se asustó y le tendió el peluche.

El mayor se lo quitó de las manos y lo dejó en un mueble de por ahí.

—Ahora, ven acá, te ganaste veinticinco palmadas por todo ese berrinche, aparte te quedarás un tiempo en el rincón y todos tús juguetes estarán castigados hasta que yo lo decida. —Dictó así sin más, el rubiecito se limpió lás lágrimas que le salían pero era inútil ya que seguían saliendo más —Dije que vinieras acá, ¿no escuchaste?

TaeHyung asintió y lentamente fue caminando hacia él, JungKook lo tomó de las caderas y le bajó su pantaloncito y su pañal, poniendolo con posterioridad boca abajo en sus muslos, el más bajito chilló.

—Por esta vez no será necesario que cuentes pero no quiero que te muevas o trates de huir porque aumentaré el castigo. —Advirtió, el menor solo se escondió entre sus piernas.

Y el castigo empezó cuando el azabache dejó la primer nalgada en su retaguardia, la dió demasiado fuerte debido a la adrenalina del momento, TaeHyung sollozó removiéndose.

—Dije que no te movieras. —Le volvió a pegar una palmada, el rubio siguió sollozando pero dejó de moverse.

El castigo continuó hasta unos diez minutos después, la retaguardia del menor ya se encontraba totalmente roja y los sollozos no habían parado.

JungKook paró a TaeHyung enfrente de él y le subió sus prendas inferiores, también con sus pulgares limpió las lágrimas de su rostro, este trató de controlar su respiración

—Te quedarás cuarenta minutos en el rincón. —Planteó mirándolo directamente a los ojos. TaeHyung solo fue caminando hacia la aburrida pared blanca que tanto odiaba y se quedó paradito enfrente de ella, con la mirada pegada al piso.

Jeon observó como sus hombros se movían bruscamente por el llanto y dijo —Iré a cambiarme, cuidado con darme cuenta que te moviste de aquí, ¿entendido?

TaeHyung entre sus espasmos dió un asentimiento.

—Quiero palabras.

—¡Sí, p-papi! .. —Su voz se entrecortó.

El pelinegro al ver aquello, le dió un poco de pesar pero aún así subió las escaleras y fue directo a su cuarto. El menor volteó y viendo que ya no estaba, talló sus ojitos mientras sobaba su parte trasera, le dolía demasiado.

Siempre después de unas palmadas, JungKook lo consolaba y le ponía pomada o algo para dolor, pero ahora lo dejó así sin nada.

Sollozó entrecortadamente y se volteó, corriendo al sofá para acostar su carita en este y llorar.

Pero no duró mucho ahí ya que al escuchar unos pasos cerca, corrió al rincón nuevamente, tropezándose en ocasiones pero logrando llegar antes que JungKook. El mayor bajó con una camisa blanca y un pans negro, enarcó su ceja y observó detenidamente todo.

—¿Te moviste? —Gruñó viendo que el menor se había movido de posición, pero este solo negó. Solo suspiró y fue a sentarse a sus lujosos sofás negruzcos, con un vaso de agua en sus manos cabe aclarar.

Decidió quedarse justo enfrente del rincón para vigilar al menor y que este no rompiera con su castigo. Todos esos cuarenta minutos, fueron bastante dolorosos tanto para él como para Tae.

Le dolía escuchar esos sollozos y como en ocasiones el rubiecito pronunciaba su nombre con alguna esperanza, pero él .. nunca daba su brazo a torcer en los castigos.

Y menos en algo tan grave como el gran escándalo que hizo el contrario.

Salió de sus pensamientos al escuchar la alarma de su celular que indicaba que el tiempo en el rincón había acabado. A TaeHyung ya le temblaban sus piernitas, llevaba toda la casi hora de pie, con su traserito adolorido más aparte el cansancio del llanto, estaba agotado.

—TaeHyung —Ante aquel llamado, volteó sorbiéndo su naricita.

JungKook apretó los labios y se resistió las ganas de abrazarlo y darle muchos besos en su carita mientras se disculpaba pero sí lo hacia, de nada serviría en castigo.

—Ve a tú cuarto y sin biberón. —Soltó señalándo las grandes escaleras —Duerme, ya es tarde.

TaeHyung con esas palabras, corrió hacia arriba y solo se escuchó como cerraba la puerta de su pieza y comenzaba a llorar lastimosamente.

Cerró los ojos y vió la hora, eran ya las ocho de la noche, su bebé siempre necesitaba tomar un biberón con leche calientita para dormir, si no, no lo hacía y también debía dormir acompañado de su papi, ya luego de que cayera en su sueño, ya se podía ir.

Pero ahora no tenía ninguna de las dos.

TaeHyung por lo mientras en su cuarto se acostó en su cuna y lloró con su espaldita moviéndose por los espasmos, su ropita estaba empapada de gotas saladas y necesitaba urgentemente un cambio pero no quería pedírselo a su papi así que trató de ignorar cualquier malestar.

Pero diez minutos después comenzó a removerse bastante incómodo ya que le estaban comenzando a irritar sus partes íntimas, eso solo hizo que soltara más lágrimas.

Jeon, quien se había mantenido observándolo desde el monitor, supo lo que pasaba y salió de su cuarto para ir al otro.

Entró sin tocar y vió como su niño volteaba a verlo y sollozaba.

No dijo nada, solo sacó un pañal blanco de príncipes y los demás implementos que necesitaría, cambió a su chiquito mientras este miraba para otro lado y sorbía su nariz de vez en cuando.

—B-Bessy .. —TaeHyung porfin habló y al decir aquello puchereó.

JungKook negó mientras le abrochaba las cintas cerca de su ombliguito.

—Por ahora no, Tae.

—D-Dormir con Bessy —Metió sus manitas a la boca y pataleó, JungKook le cambió el pantalón por uno para dornir y suspiró.

—No, Bessy está castigado, después lo tendrás de nuevo.

—Dormir c-con papi .. —Si no era con su peluche, mínimo quería con el pelinegro y así este lo consolaría por todo, que era lo que llevaba necesitando desde la tarde, consolación.

Jeon negó y lo cargó para dejarlo acostado en su cuna, con anterioridad estaba en el cambiador.

—Duerme, TaeHyung .. —Pronunció listo para irse, el mencionado sollozó y negando se aferró a su brazo tatuado.

—Papi a-aquí .. —Habló entre sus sollozos, le daba mucho miedo dormir solo por eso siempre su papi lo esperaba sentado en un sofá de ahí hasta que durmiera o en ocasiones se escabullía a su cuarto.

El pelinegro con mucho pesar negó y se separó, después de ver por una última vez a su bebé, caminó hacia la puerta y la cerró detrás de sí.

Al llegar a su pieza, se acostó en las suaves colchas grises y se cobijó hasta el cuello, dejando sus relojes, pulseras y anillos en la mesita de al lado.

Escuchó por el monitor de su cuarto como Tae empezaba a llorar y vió por la pantalla que se tapaba hasta la cabeza. Era obvio que no quería dejarlo con miedo, pero seguía enojado aunque no lo pareciera.

ᝰ.ᐟ

Era ya otro día, JungKook se encontraba en la cocina integral oscura de su hogar, tenia sus manos recargadas en la barra de desayuno mientras volteaba y pensaba en que cocinar.

Le dió un descanso el día de hoy a las mucamas ya que como ayer castigó a su bebé, ahora quería consentirlo lo más posible y eso implicaba hacer la comida él.

TaeHyung, media hora después, despertó. Fue una noche pesada y apenas pudo dormir  pero lo consiguió.

Salió con inseguridad por la puerta de su habitación y enseguida le llegó un olor delicioso a sus fosas nasales, leche calientita con chocolate y huevos revueltos.

Caminó por las escaleras y con sus dos manitas tomaba el barandal e iba bajando lentamente, sin querer que le sucediera algún accidente. Ya en la planta baja, el olor se intensificó más.

Él pensaba que JungKook se había ido a trabajar y que estaria todo el día solo o seguramente vendria su tío YoonGi a cuidarlo.

Y esque bueno, además le daba vergüenza ver a su papi después del berrinche de ayer.

Corrió a la cocina pero se detuvo abruptamente al ver como un pelinegro vestido con un conjunto de pijama azul marino, servía un biberón con aquella leche cafecita y después le ponía un pequeño hielo para que se enfriara ya que al menor no le gustaban las cosas tan calientes.

TaeHyung se escondió detrás de la pared con pena y jugó con sus manitas. JungKook se volteó para dejar la botella en la mesa pero alcanzó a ver una silueta irreconocible para él.

—¿Bebé? —Preguntó saliendo de la barra y caminando a la esquina, TaeHyung se asomó y al encontrarse con sus ojos, bajó la cabeza con rápidez.

—Amor .. —Suspiró y se acercó más hasta el punto de estar enfrente y cargarlo, dejándolo estático en su cadera.

A TaeHyung simplemente le agarró el sentimiento ya que esto era lo que necesitaba, que el mayor lo cargara o lo abrazara, por eso comenzó a llorar.

—Oh, mi vida .. no llores, por favor —Se consternó y quiso verlo a la cara pero el rubio lo abrazó y se escondió en su cuello, mojándolo con sus lágrimas.

—¡L-Lo siento! —Lloriqueó sintiéndose culpable por todo lo que pasó, JungKook tocó su cabecita y negó.

—Ya, ya ,mi amor .. —Consoló besándole su mejillita un sin fin de veces, demostrando que ya no sentia ningún malestar. —Yo también lo siento, ayer me pasé un poco, bebé, perdóname.

—¿Papi enojado? —Puchereó tallándo su ojo con su mano hecha puñito.

—No, mi bebé, no estoy enojado .. —Limpió su carita con sus delgados y pálidos dedos —Me alegra que te disculpes y hayas aceptado tu error, además .. —Mientras decía aquello volteó a ver a un guardia de seguridad que se mantenía en la puerta. Este al ver que lo miraba, saco una caja detrás de él que hizo brillar los ojitos del menor.

¡Era una cocinita!

No la que quería, ni del tamaño que quería, era una pequeña para que cocinaran más bien sus muñecas y no él pero se puso demasiado contento. JungKook le encargó esa ya que era una que no tenía aunque sí por él fuera le hubiera comprado hasta la más grande y costosa que existiera.

—Ve por ella, cielo —Sonrió bajándolo, al sentir sus piecitos en el suelo, corrió con al guardespaldas y tomó la caja que este el extendía.

—¡Gracias, gracias! —Saltó con entusiasmo abrazando el juguete contra su pecho, JungKook sonrió con satisfacción y le hizo señas al guardespaldas, en un intento por decirle, bien hecho.

—Vamos a desayunar, chiquito, después jugaremos con tú cocinita y tús muñecas —Extendió su palma, TaeHyung corrió y la tomó mientras que dejaba la caja en el piso.

—Papi —Dijo en el momento en el que ya estaban sentados apunto de desayunar, JungKook dejó salir de su garganta un sonidito de correspondencia.

—¿M-Mhm .. Bessy?

JungKook alejó la mirada de su plato y observó aquellos ojitos esperanzados. —TaeHyung .. que te haya comprado esa cocina no signifique que tú castigo haya acabado, no estoy enojado, pero debes de aprender a no volver a comportarte así, Bessy se quedará una semana más conmigo ¿okay?

TaeHyung puchereó pero no contradeció. —¿Papi?

El azabache ladeó la cabeza esperando lo que iba a decir.

—Amo m-mucho .. —LLegó su tímidez y bajó la cabeza, JungKook sonrió y dejó su tenedor llendo hacia su lugar, que era enfrente de él.

—Te amo muchísimo más, mi bebé mimado .. —Besó su frentecita.

﹌﹌﹌

-Nini🐧

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