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30. Arde en mi interior

Mi hermano estaba llorando sin saber que hacer, mientras su novio lo sujetaba en brazos. Mis amigos intentaron animarme con sus palabras y Teddy susurraba palabras de apoyo en cada momento: "tranquilo" "todo está bien" "cariño" sus palabras fueron una suave melodía que logró que me tranquilizara dentro del caos que era mi mundo en esos momentos.

Luego de que los bomberos se marcharon y fueron acompañados por el vehículo de mis padres que se iba alejando hasta desaparecer. Ellos no sabían cómo actuar después de todo lo vivido, no los culpaba de que se fueran. Solo espero que lo dicho por Mark sea verdad, no tengo el placer de volver a verlo en mi vida.

—¿Te encuentras mejor, Michi?

Marcelo se había llevado a los chicos al auto de Verónica a comprar algo de agua y quién sabe qué. Agradezco que se hayan ido, no hubiera soportado seguir llorando mientras mis amigos me observan. Sé que es contradictorio decir que quiero estar sin mucha gente cuando mi mayor miedo es quedarme solo, pero por ahora no me podría controlarme si viera a todo ellos preguntándome si estoy bien o mandándome ánimos. Por eso tengo que agradecerle a Marcelo por ser el único que se dio cuenta de mi incomodidad.

—¿Cariño? —Theo puso sus manos en mis mejillas para que levantara la mirada, sus ojos verdes se cristalizaron al verme—. Lamento no haber estado presente, te hubiera ayudado, debí haber venido contigo en vez de irme a mi casa. Soy un tonto por dejarte solo yo...

—No digas eso —mi voz era suave y rasposa, apenas tenía fuerzas para hablar—. Tal vez me hubiera ayudado, tal vez nunca hubiera ocurrido el incendio, pero lo que importa es que estoy vivo... sin embargo, tus obsequios.

No soy muy materialista, si bien tengo cosas que amo con mi vida y quiero que estén conmigo hasta el fin de los tiempos. Podría soportar que estas desaparecieran o se rompieran, porque siguen siendo cosas materiales, perderán su valor sentimental, pero pueden seguir en mi corazón. Solo que voy a extrañar llegar a mi casa, observar todos los obsequios que Theo me había hecho, esos obsequios que cuida día y noche, que me ayudaron en mis momentos oscuros. Dudo que puedan soportar un incendio, y si me duele tener que decirles adiós.

—Oh Michi, mi dulce Michi. —beso mi nariz mientras lágrimas recorrían sus mejillas—. Sé que esos regalos eran muy importantes para ti, como lo fueron para mí. Pero recuerda que esos solo eran una fracción del amor que siento así a ti, tú eres la razón por la que los hice y sigues provocando ese deseo. Puedo hacerte los mismos regalos, puedo hacerte mejores regalos y siempre tendrán la misma cantidad de amor, porque mi corazón no dejará de latir por ti. Porque te amo.

Te amo, te amo, te amo.

Mi corazón latía tan rápido que no sabía si era por la adrenalina o escuchar esas hermosas palabras que mencionó mi novio. Ya había escuchado esas palabras con anterioridad y no se sintieron con la misma intensidad que fue escuchar por la voz de Teddy, fue como un coro de ángeles, quería que lo volviera a decir una y otra vez.

—Era lo que necesitaba escuchar —oculto mi rostro en su pecho seguido por sus brazos abrazándome—. Yo también te amo.

—Es bueno saberlo, Michi.

El tiempo pasó y la gente poco a poco iba disminuyendo, la policía colocó una cinta amarilla alrededor de la casa mientras varias de mis cosas que se lograron salvar fueron sacadas. Mi celular se quemó, varias prendas y zapatos chamuscados y ni hablar del olor a quemado que quedaron varias de mis cosas, y claro, los obsequios muchos se arruinaron por el calor y el agua que ingresó por las ventanas. Tuve suerte que la cadena seguía en mi cuello, ese obsequio si hubiera dolido si terminará arruinado.

Solo se termino salvando mi tocadiscos, varios de mis vinilos, mi tableta gráfica, al señor abracitos —quien fue mi compañero en esta odisea— y una de mis libretas. Varias de mis pinturas también fueron dañadas, pero con esa no tengo tanto dolor al siempre tomarles una foto y subirlas a mis redes y que siempre puedo empezar una nueva pintura, eso es lo bueno del arte, siempre se puede crear nuevas piezas y mejores a las originales. Con el regreso de los chicos y muchas gomitas de gusanos cortesía de Marcelo me ayudan a meter mis cosas en el auto de Mark. El suso dicho se encontraba en el asiento de copiloto mientras Julio ingresaba al volante.

—Si necesitas hablar llámame enseguida, estaré a tu servicio las 24 horas del día.

—Theo, cuando te duermes es casi imposible despertarte.

—Eso es cierto —corroboró su mejor amigo.

—No me ayudes, Marcus.

Suelte una pequeña risita, la primera después de todo lo ocurrido. Beso a mi novio para subir al vehículo y despedirme de mis amigos.

—Ok, estuve buscando departamento para quedarnos y tras encontrar logré localizar uno bastante bonito para que podamos estar los tres. No pienso que vengas a vivir conmigo cuando tus amigos, novio y estudios están aquí. Así que esa es la mejor...

—¿Y tu trabajo? —pregunté.

—Bueno, apenas lleguemos deberé hacer unas llamadas, pero creo que mi trabajo podrá darme unas vacaciones.

Decido no seguir hablando, por ahora mi mente vuelve a lo ocurrido hace unas horas, ya no es un recuerdo de terror, ahora se estaba cubierto en un sentimiento casi irreal. Como si nunca hubiera ocurrido, esa misma sensación que tengo al momento de recordar las cosas que hice con Daniel, las humillaciones que tuve en mi anterior colegio o incluso los insultos de mis padres. Se vuelven momentos que me atormentaron toda la vida, pero con el tiempo no dolerá con la misma intensidad.

Llegamos a un edificio con una reja de la cual un señor mayor nos miraba con confusión. Mark le explicó la situación y con algo de dudas y muchas quejas por no escuchar lo que decía mi hermano, nos entrega la llave. Julio llevaba dos cajas repletas de mis cosas, Mark guiaba por las escaleras explicando que los departamentos son acogedores, pero ni idea como será los vecinos, mientras que mi único aporte era abrazar al pequeño oso que seguía en mi bolsillo, estaba cubierto de humo, pero fuera de eso, seguía cumpliendo su función.

—Chicos, bienvenidos al hogar de sus sueños.

Como lo dice mi hermano uno esperaría algo sorprendente, no un piso simple con una mesa con cuatro sillas, un sofá de cuero y dos habitaciones al final del pasillo. Julio dejó las cosas en el suelo mientras yo me siento en el sofá que se quejó por mi peso.

—Ok, ok, todo está excelente. —suspira mientras se arrodilla para tocar mis rodillas y mirarme con delicadeza—. Mira, Michael, a partir de ahora yo seré el encargado de cuidar, ¿entiendes? —asiento lentamente—, nuestros padres no volverán, esos días terminaron. Ahora viviremos aquí y te compraremos ropa y...

—No soy un bebé, Mark, puedo entender eso.

—Quería saber si podrías seguirme el paso, pero olvidé que eras mi hermanito listo. —Con su mano toca mi mejilla limpiando rastro de suciedad—. Pero ahora lo único que importa eres tú, ¿de acuerdo? Julio saldrá a comprarte algo de ropa...

—Espero que alguna tienda de ropa siga abierta y vendan suéteres negros.

Otra risita en lo que va de la noche.

—Por ahora puedes darte un baño y usar mi ropa, ¿de acuerdo?

—Fuerte y claro.

—Excelente. —Se acerca a su novio y le besa la mejilla—. Suerte en tu búsqueda, tesoro.

Voy a la ducha de lugar y al sentir el agua recorriendo mi cuerpo y quitando las manchas negras dejando un charco negro de agua acariciando mis pies fue suficiente para romper en llanto y por alguna razón puede sonreír ligeramente al pensar que estoy vivo, gracias mis méritos. Pude salir del sótano sin ayuda de nadie y sin dejarme llevar por los malos recuerdos.

Termino de ducharme y tras secarme me coloco el pijama de Mark que era algo grande como para cubrir mis manos. Salgo del baño y veo como Mark estaba hablando en teléfono con alguien que por su rostro y las ligeras sonrisas al aceptar todo, debía ser alguien del trabajo que aceptó su situación.

—Gracias, muchas gracias, buenas noches —cuelga la llamada y suelta un suspiro agotado—. Parece que tendré más trabajo una vez regrese, pero ahora tengo todo un mes para ver como solucionamos todo esto.

Asiento con la cabeza y Mark me abrazó con fuerza mientras escuchaba como su voz se quiebra y lágrimas caían de sus ojos.

—Me alegra que estés conmigo, no sabría qué hubiera hecho si te hubiera perdido, Mickey —me abrazó con más fuerza mientras yo me unía al abrazo y acompañando el llanto—. Eres mi hermano y por poco me quitan ese título.

Esa noche ambos dormimos en la misma cama para luego unírsenos Julio con una sonrisa y un regaño de mi hermano por apestar y mandándolo a bañar.

—Pero vengo recorriendo media ciudad por la ropa, dame algo de crédito, amor.

—Te lo daría, pero mi hermano está aquí.

—Por dios.

Cubro mi rostro con una almohada mientras puedo dar una gran carcajada.

═══════ •♡• ════════

—No es un gran lugar, pero creo que me puede gustar.

Utilizo el celular de mi hermano para poder hacer una videollamada con Theo, quien tiene todo el cabello desordenado por recién levantarse. No lo culpo, son las ocho de la mañana y es domingo, dos cosas que no suelen combinar con mi novio. De hecho, el único que está completamente despierto es Julio quien preparo el desayuno, mi hermano solo dio un gruñido a su novio por recibir un beso suyo y un enojado "ok" cuando le pregunté si podía tomar su celular.

—¿Y cómo dormiste, cariño?

Si amaba el apodo de Michi, cada que escucho a Theo decirme "cariño" es casi como si mi alma se escapara de mi cuerpo por unos segundos para luego regresar con un ligero sonrojo en mis mejillas.

—La verdad, al principio si desperté a mi hermano y Julio algunas veces.

—Tres veces —dijo Julio mientras masticaba una tostada con queso crema.

—Tres veces —repito—, sentía que el fuego regresaba, pero cuando al fin me pude quedar dormido, ni sentía los ronquidos de Julio.

—Oye —me apunto con su tostada—, yo no ronco, el que ronca es mi novio.

—¿Yo qué? —Se logró escuchar con una voz muy cansada a mi hermano.

—Nada, bebé. —Julio ponía cara de asustado mientras yo sonrío divertido.

Logró hablar un poco más con Theo antes que su madre lo llamara a desayunar y se tuviera que ir.

—Si todo sale bien, en la tarde iré a visitarte, ok Michi.

—Claro, te esperaré con un vaso de agua, es la única bebida que te puedo ofrecer.

—Si tú me la ofreces hasta puedo decir que es la mejor agua que he probado.

—Tonto —le muestro la lengua.

—Nos vemos después, te amo.

—Y yo a ti.

Corto la llamada apegando el teléfono al pecho.

—¿Alguien amaneció muy feliz? —Mi hermano hace acto de presencia con un gran bostezo y pasando los brazos por el cuello de su novio—. Hola bebé —Besa a Julio y este corresponde el corto, pero tierno beso—. ¿Cómo te encuentras, Mickey?

—Por, ahora bien, no me duele nada y no aspire mucho humo como para que me duelan los pulmones, así que nada de medicaciones por ahora.

—Me alegra escuchar eso, pero igual tomarás algo por cualquier cosa.

—Rayos.

Apenas termine de desayunar utilice la ropa que Julio me compró para poder salir y comprarme un nuevo celular y unas cosas para mis clases, ya que mis materiales se arruinaron. Quise decirle a Mark que no era necesario gastar tanto dinero en mí cuando me apuntó con el dedo y digo:

—Nada de decir eso. Nuestros padres fueron monstruos sin corazón que no te ayudaron cuando más lo necesitas y ahora usaremos su dinero para comprarte todo lo que necesitas y tal vez un poco más, para darles un escarmiento. —Sonrió mientras me enseña la tarjeta de crédito que utiliza para acceder a una cuenta de nuestros padres, solo para emergencias—. Ahora, a disfrutar como te mereces.

Tal vez utilizo muy a la ligera esas palabras, no compramos más de lo necesario, pero si fuimos a comer en lugar donde los platillos no eran tan baratos y para el criterio de Julio, no cocinan tan mal. En la comida aprovecho para encender mi nuevo celular, configurarlo y poner en mis contactos al chico que amo.

Teddy <3

Hola, Teddy

Ahora este mi nuevo número

Besos

—Oye —me quejo mientras Mark toma mi celular.

Este teléfono tiene mejor cámara

Pero ni te ilusiones que mi hermano

te enviaría fotos calientes

Así que nada de cibersexo parjabhglkh

Logró quitarle el celular antes que me convirtiera en un tomate de lo rojo que estoy, quiero eliminar los mensajes, solo que ya soy respondido por Theo.

Ok, Michi, espero que estés bien

Y nada de cibersexo

O bueno, cuando no esté presente Mark

Una sonrisa de sorpresa se presenta en mi rostro y casi tiro el celular por leer eso, pero recuerdo que es nuevo y simplemente lo dejo en la mesa mientras fingir no haber leído eso.

En la tarde no solo vino Theo, sino que toda la pandilla se reunió en el departamento para darle su visto bueno según palabras de Marcelo y luego salir por helados. Todos trataban de ser buenos conmigo y sin mencionar nada de lo ocurrido el viernes, pero es muy obvio que sentían algo de lástima por lo ocurrido, en especial mi novio. Lo amo y lo amaré sin importar que, pero creo que es algo preocupante que ni siquiera puedo ir por una servilleta sin que él me acompañe o se ofrezca a ir por mí.

Tuve que esperar que todos se vayan y tener algo de tiempo a solas para hablar con él. Ya que esa es nuestra regla como pareja: siempre hablar con él otro.

—No quiero que me trates como un muñequito de cristal —le dijo mientras nos acercamos al edificio departamental.

—No te trato como un muñequito de cristal —Mencionó mientras desviaba la mirada.

—Te amo, Teddy —Limpio algunas motas de polvo de sus hombros—. Pero no puedes mentir tan bien como crees.

—No es intensional, es solo que ya has sufrido demasiado. Pensé que conmigo a tu lado ya no sufrirías...

—Oye —Tomo sus manos—, la vida es un huracán de desgracias que no terminarán. No puedes evitar que me ocurran desgracias, pero mientras sigas conmigo y no dejes de amarme, puedo seguir adelante con una sonrisa. —Beso su nariz—. ¿Trato?

Theo me abraza con fuerza levantándome unos cuantos centímetros mientras me besa con sus deliciosos besos sabor a canela.

—Trato, Michi.

Vuelo a besarlo mientras nos despedimos para regresar al departamento cuando la sonrisa que desprendía se esfumó por la cara de preocupación de mi hermano corriendo a revisarme que no tuviera nada en la cara.

—Dijiste que vendrías en veinte minutos, estaba a punto de ir con Julio a buscarte.

—Cariño, te dije que no era necesario, Michael está bien.

—No lo sabemos, pudo pasarle algo en el camino.

—Oigan, tranquilos —Esta escena casi me parece tan satírica que no puedo contener la risa—. Estoy bien, solo estuve hablando unas cosas con Theo, no me ocurrió nada.

Mi hermano parecía satisfecho por esa respuesta, pero seguía con su rostro preocupado mientras Julio le acariciaba los hombros. Entiendo que esto también debe ser duro para Mark, casi perder a su hermano puede crear un trauma, pero él es tan feliz que solo será los primeros días, de seguro luego regresará a su etapa de chico alegre.

Luego de ducharme me lavo los dientes y logró escuchar las voces de la pareja con un tono nada parecido a sus típicas conversaciones románticas.

—¿En serio tienes que irte? —preguntaba Mark.

—No puedo quedarme, al contrario que tú, no puedo pedir vacaciones de la noche a la mañana. El hospital necesita a su cocinero. —Julio ya no sonaba tan simpático como antes.

—Puedes mencionar que estás enfermo o algo así, hay varias soluciones, solo que tú no quieres hacerlas.

—Entiende, bebé, fue un dolor de muelas conseguir ese trabajo y tengo que cuidarlo. Lo necesito.

—Lo que digas —me sorprende escuchar a mi hermano diciendo eso y usando un tono tan apagado y más si tengo en cuenta que está hablándole así a su novio—. Pues nos vemos el fin de semana.

—Bebé...

—Vete, necesitas ese trabajo más que nada en el mundo, anda no estoy de humor para seguir hablando.

Hubo silencio. Un largo silencio. Hasta que escuche el sonido de la puerta cerrándose y eso fue todo, de nuevo regreso a un silencio profundo. Salgo del baño y me encuentro a mi hermano limpiándose rápidamente unas lágrimas.

—¿Todo bien? —cuestiono mientras me siento a su lado.

—Sí, todo está bien. Es solo... no fue una buena conversación. Ya mañana me disculparé con él y todo regresará a la normalidad.

—¿En serio?

—En serio, no fue la gran cosa.

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Eso fue una mentira.

El regreso a clases fue raro, todo me miraban con pena y preguntaban cómo me encontraba y solo me limitaba a decir que bien mientras sonrisa incómodamente, llegue al punto de solo irme del lugar para evitar seguir viendo esos ojos de lástimas de todos. No hay peor daño que ser el chico vulnerable de todo el instituto, así que no ayudó que mi hermano estuviera discutiendo con Julio en teléfono.

—Te estoy diciendo que si me importa es solo que me parece una tontería que te estés aferrando tanto a ese empleo... No, no metas palabras en mi boca... qué terco, oye sabes que ya basta, cuando dejes de hablar como un lunático hablamos.

Entra en desesperación al punto de tirar su celular en la cama para luego suspirar y pasar sus manos por su cara.

—¿Está todo bien? —sabía de sobra la respuesta, pero solo quería saber si me mentiría o me diría la verdad.

—Sí, es solo que tenemos unos problemas, esto de estar separados es algo duro para los dos.

Ver tan vulnerable a mi hermano fue algo tan impactante que parecía que eso nunca ocurría. Mi hermano es la definición de líder nato, nunca necesito ayuda de nadie y siempre era el que arreglaba todo. Solo que ahora se lo veía confundido, sin rumbo y con ganas de llorar cada cinco minutos. No es de extrañar, antes tenía que preocuparse de sus pacientes y su novio. Ahora tiene que mantener a un adolescente que casi muere, también cortó lazos familiares mientras tiene que ver como mantiene este lugar. Es tan duro para una persona que lo entiendo.

—Todo irá bien, Mickey, te lo aseguro.

Eso lo dijo el lunes y tal vez puede creerle.

—Todo irá bien, no te preocupes.

El martes, empezaba a dudar.

—Todo irá bien.

Miércoles.

—Todo irá bien.

Jueves.

—Todo irá bien.

Toda la semana era lo mismo, era un patrón que no se rompía. Llegaba del instituto y escuchaba una pelea entre Julio y Mark, luego este último me revisaba que no tuviera ningún rasguño o dolor, luego sonreía forzadamente mientras me observaba y terminaba el día durmiendo conmigo mientras repetía que todo saldría bien, palabras que eran más dirijas para él mismo que para mí. Lástima que el viernes el patrón se rompió y para mal. Encontré a mi hermano llorando en el suelo mientras cubría su cabeza con sus manos, intentaba no hacer un escándalo, pero es imposible no verlo y saber que está completamente destruido.

—Mark, ¿Qué ocurrió?

Mark parecía sorprendido, como si no pudiera creer que estuviera aquí presente, intentó limpiarse todas las lágrimas, pero eran demasiadas como para poder ocultarlas. Quiso usar su típica palabra de que todo está bien.

—No. Quiero la verdad.

—Julio... me odia.

Trague saliva.

Ellos son la pareja de ensueño, sacados de un cuento de hadas, no podría crear que esa descripción sea para Julio o mucho menos que él odiara a mi hermano, se amaban el uno para el otro.

—¿Por qué dices eso?

—Dice que no puede más con esto, con las llamadas, lo están matando, yo lo estoy matando y... y... Mierda, no sé qué hacer, Mickey, en serio que no sé que hacer.

De pequeño corría a los brazos de Mark cuando tenía miedo a los rayos, lo abrazaba cuando llegaba de clases, lo abrazaba cuando quería dormir a su lado o simplemente lo abrazaba cuando lo necesitaba. Ahora las cosas cambiaron, es él quien me abraza y soy yo quien le doy ese cariño al corresponderle, acariciando su espalda, juntando su cabeza con la mía y diciendo exactamente sus palabras:

—Suéltalo, necesitas esto tanto como yo lo necesito.

No sé cuánto tiempo nos quedamos de esa manera, solo sé que fue lo que necesitamos.

—Mark, entiendo que me cuides y estés preocupado por mí, pero también necesitas preocuparte por ti. No te pido que te olvides de mí o me abandones, solo te pido que con entrar a mi vida de esta manera no ganaras nada, solo terminaras arruinándote de a poco.

—Casi perderte fue un golpe duro, Mickey, pensé que nunca más volvería a ver esa sonrisa sarcástica, se acabarían las pijamadas, verte pintar mientras escuchas música deprimente —Suelto una pequeña risa—. Solo imaginarme un mundo en donde ya no estés, es algo que me arde en mi interior.

—Sé que eso te afecta, pero tampoco puedes abandonar tu vida por mí. Tienes un novio que te ama con todo su corazón, se preocupa por ti y quiere lo mejor para ti. Siempre serás mi hermano, no importa donde estés, sé que me amaras y yo te amaré. Así que vivamos la vida en vez de vivir la vida del otro. ¿De acuerdo?

Primero fue una risa silenciosa, luego se convirtió en una carcajada y terminó riéndose mientras los ojos se le llenaban de lágrimas de nuevo, yo le acompañaba.

—Dios, en serio que eres muy sabio, hermanito.

—Que puedo decir, estoy adelantando mis prácticas académicas.

—Me alegra ser tu paciente uno, Mickey.

—Y a mí me alegra ser tu hermano.

Se rompió en llanto mientras me seguía abrazando hasta dejarme sin mucho oxígeno.

Ambos decidimos hacer la cena hasta que el sonido del timbre retumbó en el departamento. Mark va a abrir la puerta y suelta un chillido que me apresura a acercarme y encontrarme con Julio con el rostro cansado, un ramo de rosas blancas y aun usando su uniforme de cocinero.

—¿Podemos hablar, Mark?

Julio entró y me saludó con una media sonrisa nerviosa, mi apoyo fue alzarle los dos pulgares mientras me quito el delantal y me apresuro a salir por la puerta principal.

—Los dejo solo, necesitarán algo de privacidad.

Ninguno de los dos dice nada, pero con sus miradas es más que suficiente que están de acuerdo con esa decisión. Salgo del departamento y logro escuchar fuerte y claro un conmovedor.

—Lo siento.

Y un.

—Te amo.

Camino por el patio del edificio mientras reviso mis notas en mi celular. Tengo escrito la mitad del discurso que tengo pensado dar en menos de dos semanas. Los nervios me carcomen y aun así no puedo esperar para hablar en frente de todos. No porque mi sueño sea ese, sino que después de varios años con temor de ser visto por tanta gente, ahora estoy emocionado de que me vean, que sepan que soy un estudiante aplicado, que puedan escuchar mis palabras sin importar quien o que soy.

Luego de estar por casi una hora, decidió regresar al departamento con la esperanza de encontrar a la pareja reconciliada, pero se me fue la sangre del cuerpo al escuchar un grito de mi hermano. Corrí con desesperación mientras gritaba su nombre.

—¡Acepto!

No había peligro, solo estaba Julio de rodillas mientras le mostraba un anillo a Mark... Puta madre le está proponiendo matrimonio a mi hermano.

Tenía las manos cubriéndome la boca mientras observaba como Julio le colocaba el anillo dorado a mi hermano y este no paraba de llorar. Juntaron sus labios para formar un hermoso beso y apenas se separaron yo me acerqué a toda velocidad para abrazarlos.

—Me alegro por ustedes, serán una pareja de ensueño.

Ambos me alborotaban el pelo mientras con lágrimas en los ojos sonreían como si no hubiera un mañana. Eran felices, demasiado felices y eso era lo que más quería en estos momentos. La cena quedó en segundo plano, lo que importaba era celebrar por la pareja recién comprometida. Julio explicaba que desde hace tiempo quería decírselo, pero nunca encontraba el momento hasta que vio que su relación estaba en la cuerda sola. No lograba dormir sin pensar en que el chico de sus sueños podía odiarlo, además que no podía dejar su trabajo, era lo único que era completamente suyo y no quería dejarlo ir, pero si eso significaba seguir con Mark, dejaría todos los trabajos del mundo para pasar su vida junto a mi hermano.

—Porque te amo, eres la luz de mi vida y quiero que estés conmigo por siempre. Te amo Mark López, amo cada locura tuya y sobre todo amo la manera en la que me amabas. —Beso las manos de Mark mientras seguía mirando con ese brillo en los ojos.

Esto era lo que yo quería para mi hermano, su momento de ser feliz, su momento de dejarme a un lado para concentrarse en su propia felicidad: su relación con su novio... perdón, con su futuro esposo.

—Gracias, amor, en serio significa demasiado este momento, aunque también estoy enojado porque yo también compre un anillo y pensaba pedir que te cases conmigo la semana siguiente —Mark hace un liguero berrinche que es opacado por el abrazo de oso de Julio—. Y tu tranquilo, Mickey, es obvio que tendremos un hueco en nuestro nido de amor para ti.

—Pero desde ahora te aviso que habrá momentos en que tú hermano y yo necesitaremos estar a solas para poder...

—Sí, puedo hacerme una idea, no es necesario ser tan explícitos.

Ellos se rieron hasta que levantándome su sonrisa se calmaban y un gesto de preocupación se apoderaron de sus rostros.

—Mickey, aunque esto es muy lindo para todos, Julio y yo estuvimos hablando de algo y solo queremos saber tu opinión al respecto.

La sonrisa me duró poco.

═══════ •♡• ════════

Espero a Theo en su cafetería literaria, llegue antes de la hora acordada, mis manos sudaban, no paraba de ver el celular, no había nada nuevo o interesante, solo miraba un rato mis redes, dejaba el celular a un lado y volvía a ver mis redes.

—Michi.

El chico más dulce del mundo me saludaba apenas ingresó al lugar, si tuviera cola de perro, está de seguro no parará de moverse. Se sentó al frente mío y su sonrisa no dejaba su rostro, era tan cautivadora que era irresistible no sonreír a su lado.

—Debo aceptar que me sorprendió que me invitaras a una cita en mi cafetería preferida, gran detalle Sr. Michael.

No estaba sonriendo, y eso preocupó a Theo.

—Eh, Michi, ¿Todo bien?

—Me voy a mudar.

Luego de un largo tiempo regresa su novela gay con sus últimos capítulos. Literalmente solo faltan dos capítulos y el epílogo y nos despedimos de Michi y Teddy... bueno yo soy más de nunca decir nunca, pero no está en mis planes crear una secuela. 

Pero el tiempo que me tome en escribir este capítulo también tuve escribiendo la nueva historia, también tengo una mini historia que se publicará en los próximos días y solo diré que si son fan de la canción: no body, no crime, pues salten de la emoción, ya que ese será el título de la historia corta. Solo diré que es algo totalmente diferente a Paper Rings, y que en serio muero por mostrarles. 

No me cansaré de agradecer a la gente que sigue apoyando esta historia y a las nuevas personas que tan describiéndolo. En serio me hace muy feliz que sigan interesados y la están amando, yo estoy amando sus comentarios. En serio muchas gracias.

Ahora sin nada más que decir los dejo en su linda noche, tarde o día. 

Los quiero, bye <3

P.D: Mi película favorita es Scott Pilgrim, tenia que tener que incluir la canción: Black Sheep en la historia. Ahora si, bye. 

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