25. Gracias por llegar a mi vida
Las lágrimas sirven para desahogar todo el daño que recibimos, pero los abrazos sirven para curarnos de ese daño.
Estaba apoyado en la pared de la cama mientras tenía entre mis brazos a Michael. Con mi mano le acariciaba sus dedos mientras los dos estábamos completamente callados. Eso no era malo. Nuestro silencio era perfecto, era una forma de calmarnos un poco después de ese ataque de emociones que resultó ser esta información para Michael. Y ni hablar lo que me provocó escuchar como un chico de catorce tuvo que soportar tanto... a comparación mis problemas parecen minúsculos.
Diría que me gustaría ver de nuevo a ese imbécil y darle un golpe en la cara por todo el daño que le ocasionó a Michael, pero eso es una pérdida de tiempo. No resolvería nada y solo sería una forma de causar problemas donde no los hay. Espero no volver a encontrarme con ese sujeto o no podré evitar la furia que tengo con solo saber todo lo que le ocasionó.
—¿Te encuentras mejor? —Quise preguntar mientras me acomodaba para que pusiera su cabeza entre medio de mi cuello, trato de pensar que ese acto no es la gran cosa, aunque haga latir con mucha fuerza mi corazón.
—Algo. —Contestó con una voz más calmada.
—¿Quieres algo de comer?
—Por ahora estoy bien.
—¿Seguro que todo está bien?
—Seguro... es solo que todo pasó tan rápido que no puedo creer que lo haya vuelto a ver.
Juntó mi mano con la suya mientras doy un fuerte respiro.
—Ya pasó, no volverá a molestarte, yo me aseguraré de que eso no te vuelva a ocurrir.
—¿Por qué estás tan preocupado por mí?
Michael se quedó callado por unos segundos, sus ojos cafés me observaron detalladamente, buscando cualquier palabra proveniente de mi boca. Yo quería besarlo en ese mismo instante.
—¿No es obvio? Porque te quiero.
Es una frase cliché, pero no por eso la odio. En todos mis libros la incluyo de una manera u otra, nunca pensaba que la diría en voz alta. Se sintió mejor de lo que esperaba, supongo que lo que acababa de decir es completamente cierto, aunque me pongo rojo al decirlo en vivo. Quiero demasiado a Michael López.
—¿En serio me quieres? ¿Seguro? ¿No es solo una excusa para llevarme a la cama y...?
—No soy como él.
Tome sus mejillas para que me viera, no permitiría que creara una mala visión de mi persona, menos cuando estoy teniendo la oportunidad de arreglar todas las cosas. No pretendo desaprovecharla.
—Soy un imbécil, Michael, soy un completo imbécil que pensaba que la manera de resolver los problemas era evitándolos. Claramente, no es la solución. —Continuó luego de tomar aire—: Acepto que la idea de tener un novio falso fue para salvar mi beca y, sin embargo, seguir siendo tu novio falso no tenía nada que ver con eso.
»Una vez que supe quién eras, en verdad, no pudo quitarme de la cabeza tu sola presencia, eras una musa de la cual quedé completamente enamorado. Y no solo lo digo porque me gusta escribir romance o me gusta Taylor Swift, en verdad estoy enamorado de ti y quisiera disculparme por haberme tardado tanto en decirlo.
Silencio... por algunos segundos.
Mi corazón latía a toda velocidad mientras mis manos sudaban de los nervios. Ninguna confesión amorosa fue tan difícil como esta. Pero no quería arrepentirme de mis palabras, porque son ciertas. De pronto una leve sonrisa apareció en su rostro y elevo mis ánimos.
—Y para ti, ¿Quién soy en verdad?
—¿Quieres que te haga una lista?
Michael asintió con la cabeza mientras provocó una sonrisa que no pudo ocultar.
—Eres inteligente, sabes escuchar, tu pasión por el arte es conmovedora, tus gustos musicales (aunque no tenga a Taylor) son muy buenos —Ambos reímos por eso—, quieres mucho a tus amigos, tratas de ser una gran persona, eres fuerte aunque te cueste admitirlo y sin duda eres una persona tan maravillosa que cualquiera al conocerte estaría enamorado tuyo... como yo lo estoy. En verdad, Michael, estoy locamente enamorado tuyo.
En muchas historias de amor es el momento donde los dos juntan sus labios en señal de amor y ambos se declaran amor eterno. No hicimos nada de eso. Michael comenzó a reírse y oculto su rostro en mi pecho mientras poco a poco su risa iba disminuyendo.
—En verdad no eres nada de lo que esperaba, Theodore Miller.
—¿Y cuál era tu visión sobre mí?
—¿Quieres que te haga una lista? —Logro decir con una gran sonrisa.
Asentí mientras me reía en voz baja.
—Pensé que serias un chico que utilizaba a todos por sus beneficios, sus amigos solo te querían por tu estatus, piensas en tener sexo todo el tiempo y que en tu cerebro lo único que recorría eran los partidos de futbol más recientes. —Antes que pudiera decir algo, Michael tomó la palabra con una sonrisa y cerrando los ojos—. Nada que ver como realmente eres: un chico dulce con gran corazón, que se sacrificaría por sus amigos, ama con locura a Taylor Swift, quiere cautivar al mundo con sus historias —Michael dio una pausa para verme a los ojos y un brillo indescriptible logró cautivarme—. Gracias por llegar a mi vida, Teddy.
Antes que me levantara para besarlo hasta dejarlo sin aliento, él alzó la mano y su sonrisa se encogió un poco.
—Sin embargo, necesito saber qué ocurrió, ¿por qué me evitabas?
Le conté todo.
Desde las llamadas de mi padre, la razón por qué perdió todo el cariño que le tenía, mi visita en su departamento, el dolor que me causó escuchar que me llamaba con mi apellido y el miedo que tenía de terminar golpeándole o arruinarle la vida por errores de mi padre.
—¿En serio pensabas que me arruinarías la vida? —preguntó sosteniendo mis manos.
—Tenía miedo, mis padres parecían la pareja perfecta y mi padre lo arruinó todo por un error. No quería cometer lo mismo contigo.
—¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—Marcelo —Michael puso cara de no comprender que tenía que ver ese nombre con la pregunta—. También me sorprende.
Le terminé contando del día que vino Marcelo y me ayudó a pensar mejor las cosas y también cómo ese mismo día iba elegante para intentar hablar las cosas con él y la carta era para demostrar todo lo que no podía decir con mi voz. Supongo que pensó otra cosa al verme de esa manera.
—Sentía un dolor tan fuerte cuando no te tenía en mis brazos, no posaba mis labios en tu piel y creo lo que más me dolía era verte tan infeliz y no lograr que sonrieras, eres precioso cada vez que sonríes.
—Dices que amabas mi sonrisa —cuestionó
—No solo amo tu sonrisa, amo cada parte de ti, porque eres un amor tan bello que deja una marca permanente en mí.
—Pero ¿Qué pasaría... si yo no te amara?
Claro que tuve muy presente esa pregunta más de una vez y cientos de veces tuve la misma respuesta.
—No mentiré, me dolería demasiado, pero tienes una cualidad única. No puedo odiarte. Tal vez tarde demasiado en encontrar alguien en mi vida, pero quererte me abrió una gran puerta al mundo del amor y eso siempre te lo agradeceré, Michael.
—Entiendo.
Se alejó un poco de la cama para observar toda la habitación y terminar su mirada en mí y brindarme una sonrisa que cautivo mi corazón.
—Tienes suerte de que te quiero, Theodore, te quiero demasiado y me siente mucho mejor de lo que pensaba al decirlo. Te quiero, te quiero, ¡Te Quiero!
Solo necesitaba el primer "te quiero", pero escuchar el resto fue un deleite. Con un impulso me levanté de la cama y lo levanté para besarlo en las mejillas y provocarle algunas risitas mientras dábamos vueltas. En serio que había escrito este escenario un montón de veces, pero vivirlo era casi tan sorprendente y mágico que ni le hacía honor con mis escritos.
—Repito —Le pedí.
—Te quiero.
—Otra vez.
—Te quiero.
—Otra vez.
—Por Dios, Teddy, matarás lo especial si lo digo mucho.
—No me importa el después, quiero disfrutarlo ahora y sé que ahora te quiero como tú me quieres.
Lo besé y ese fue el trato cerrado que necesitaba para confirmar nuestra situación. Los dos estábamos enamorados del otro y no necesitamos fingir más para demostrar nuestro amor.
Lo besé y esa fue la última que necesitaba para confirmar nuestra situación. Yo sentía amor por Michael, él sentía amor por mí, sentíamos amor por el otro y no necesitamos fingir más para poder disfrutar de nuestro amor.
Just grab my hand and don't ever drop it... my love
Theo me quiere de verdad.
Esas palabras solo eran una tonta fantasía en mis sueños. Cada segundo me repitió que el motivo del cariño y afecto que demostraba solo era por nuestro trato: nuestra relación falsa. Pero ese chico, supuestamente hetero, me estaba besándome con dulzura y al contrario de Daniel, Theo me está demostrando de tantas maneras que su cariño por mí es tan real y no una farsa para tener sexo.
Se siente tan raro y a la vez tan único estar con un chico que me quiere y a la vez puedo mostrar mi lado cariñoso sin el miedo de ser juzgado o dañado, es Teddy del que hablamos, este chico es lo más cercano a un perro bien portado antes que un idiota.
—No crees que vamos demasiado rápido —preguntó mientras dejaba de besarme.
—Más bien nos tardamos más de la cuenta en esto.
—No lo discutiré.
Volvimos a besarnos.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Su boca era tan suave y dulce que era casi como el alcohol; con su característico sabor a canela. Algo raro al principio, pero conforme sigo tomándolo, no quiero dejar de consumirlo. Creo que esa es la definición perfecta para Theo, es dulce y tan agradable que no puedo parar de tenerlo.
—¡Chicos, listos para salir a comer!
Marcelo entró a la habitación con una ropa playera y al vernos simplemente cambió su sonrisa a una más juguetona.
—Veo que regresaron, muy bonito, ahora no hagan mucho ruido. Bueno, nadie se quedará en el hotel, así que tiene total libertad de hacer todo el ruido posible.
—¡Por dios, lárgate de aquí!
Theo le tiró una almohada que Marcelo esquivó con la puerta de la habitación y nos sacó la lengua.
—No manchen las sábanas.
—¡Largo!
—Espero que la tengas.
—¡Idiota!
Theo cerró la puerta con seguro mientras que yo cubrí mi boca con mis manos mientras me reía en voz baja.
—Lo quiero, pero es muy molesto —menciona Theo mientras se sienta en la cama.
—Pues si queremos evitar malentendidos, deberías ir con ellos.
—¿Acaso Michael López quiere escapar de mis muestras de afecto?
—Tal vez sí, tal vez no, pero la verdad si tengo algo de hambre. —Me levanto de la cama para extender mi mano—. ¿Vienes?
—Contigo, siempre.
—Si sigues de tierno me dará un ataque de ternura, Mil... Perdón, casi te llamo por tu apellido.
—No te preocupes, solo es un apellido.
—Lo sé, además tengo una mejor manera de llamarte —Me acerco para darle un beso rápido—, Teddy.
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Todos los estudiantes decidieron ir a comer en un lugar de comida rápida, bueno todos menos Vero y Marcus, ellos estaban disfrutando en su cita. Ella me contó que su relación con Marcus lleva casi un año y la verdad me alegraba con ellos, quienes decidieron mantenerlo en secreto sola para que Theo y yo nos demos cuentos de la atracción que sentíamos por el otro; es el plan más raro del mundo y agradezco a mi amiga por hacerlo.
Marcelo se emocionaba tras ver que estamos cerca de llegar al lugar que a simple vista se veía muy casual y con una mesa que tenía unas vistas perfectas a la playa. Todos nos sentamos para ver qué pediríamos, mientras que rápidamente el lugar se llenó de ruido y comentarios gracias.
A mí no me importaba nada de eso.
Mi atención se la llevaba por completo Teddy, y no era para menos cuando estaba usando una camisa beige con unos pantalones negros, dijo que se vestía para la ocasión de salir con el chico que le gustaba. No puedo controlar mi sonrojo.
Claro que no estuve pensando en solo Teddy, también estuve pensando en mi nueva amiga Teresa. Se escucha raro si lo digo en voz alta. Bueno, así son las cosas por ahora. Ella vino con la misma ropa de antes, solo que con el plus de traer la chaqueta de la chica misteriosa de la tienda de víveres.
—Veo que alguien estaba algo ocupada —Intente ocultar mi sonrisa, bueno, intente.
—No tengo idea de lo que estás hablando. —Quiso ocultar su rostro en el menú del lugar.
—¿En serio? Entonces le diré a ella que no se acerque a la mesa.
—¡Amelia está aquí!
Se levantó de su asiento para mirar a todas las direcciones y se volvió a sentar con la cara roja al ver que todos se la quedaron viendo. Oculto su cara de nuevo en el menú y me dio un golpe en el hombro.
—Idiota.
—Lo siento —lo dije mientras me sobaba el hombro—, no era mi intención crear una escena. Aunque eso me confirma una cosa. —Baja un poco el menú para poder verme—. Ya eres parte del club.
—¿Qué club? —preguntó con mucha intriga y dejando el menú.
—Bienvenida al club de los enamorados.
—¿Ella también?
Teddy puso su brazo a mi alrededor y miró a Teresa, la cual estaba algo sonrojada. Tuve que hacer un rápido resumen sobre mi situación actual con Theo y se alegró por nosotros.
—Pero eso no quita que ahora estés enamorada de esa chica.
No hay que ser muy inteligente para saber que esas dos tuvieron una chispa en ese momento, ambas se llevaron bien, se miraban con ojos brillantes y ahora Teresa llevaba su chaqueta, es obvio que ahí hay algo.
—No digas cosas, Michael. Amalia solo es una extraña que conocí en una tienda... claro, es agradable y tiene un divertido sentido del humor, además que olía a margaritas y sus manos eran suaves y... por dios.
—Se dio cuenta —dijo Teddy.
—Por lo menos se dio cuenta más rápido que el señor cara dura —Atacó Marcelo que puso su cabeza en medio de Teddy y yo. Miro de forma curiosa a Teresa, como cuestionando si en verdad estaba enamorada o solo era especulación nuestra.
—¿Qué color son sus ojos? —pregunto mirándola.
—¿Disculpa?
—Dije de qué color son sus ojos, muñequita.
Dejando a un lado que miro raro a Marcelo por decirle así, respondió:
—Verdes, casi como si fueran esmeraldas.
—Sí, ella tiene un crush.
—¿Y ya está? —Cuestionó como si esa respuesta tan corta fuera una ofensa—. ¿Solo por decir el color de los ojos, sabes eso?
—Oh, muñequita, mira, parezco un idiota sin remedio, y lo soy. Pero soy muy bueno identificando a las personas, si quieres pregúntale a Theo. Ese chico fue un idiota por no darse cuenta de su situación.
—Podemos dejar a un lado los insultos —Mencionó Theo.
—Aburrido. El punto es que hice la pregunta no por la respuesta, sino como lo respondías —Teresa levantó la ceja algo confundida, incluso yo estaba intrigado—. Pudiste solo decir que son verdes, pero en vez de eso dijiste que eran como esmeraldas, también tenías una voz algo tímida, como si decirlo fuera algo especial y ni hablamos que tenías tus manos juntas como si quisieras tomar las manos de esa chica. —Dejando con la boca abierta a Teresa. Marcelo tomó unos de los aperitivos para comerlo—. Caso cerrado, en serio que seré un buen terapeuta.
Teresa estaba algo sorprendida por las palabras de Marcelo, no era la única, yo también estaba muy sorprendido. Pude pensar mejor muchas de las acciones que tuvimos Teddy y yo antes y darme cuenta de la atracción el uno por el otro. Me da gracia de solo pensar que nos pudimos evitar tanto con solo hablar las cosas y no ser tan miedosos.
A veces el amor es una cosa muy simple.
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Marcelo y Teresa estuvieron hablando todo el camino de vuelta al hotel, ella discutiendo como no sabe que escribirle a esa chica mientras Marcelo solo se burlaba entre consejo y consejo.
—Es muy hermoso.
Le presté atención al chico que estaba tomando mi mano.
—¿Qué cosa? —Quise saber.
—Esta noche, es muy hermosa. —Su mirada estaba dirigida a la luna, la cual estaba llena—. Mi madre suele decir que las lunas llenas son de buena suerte.
—¿En serio? —Mire la luna en su mejor punto, su brillo tan hermoso y potente que note su reflejo en los ojos de Teddy. Rápidamente, lo beso ocasionado que esté algo confuso—. Solo quería besar a la luna para que me dé buena suerte.
—No sé cómo logras que esté más loco de ti.
—Tengo mis métodos, Teddy.
—Amo ser tu novio... espera ¿Somos novios, verdad?
Suelta una pequeña risa.
—Pensé que era obvio.
—Lo sé, pero ahora caigo que nunca te lo propuse y es una regla del romance que cuando una pareja se quiere se debe proponer ser pareja del otro y quiero que sea algo romántico.
Le beso la mejilla para que se tranquilizara.
—Me encantaría ser tu novio, Theo, sin importar que me lo digas o cantes una canción de Taylor Swift enfrente de todos.
—Vamos, no seas tan simple, por lo menos deja que cante un poco —Tomó mis manos y preparó la voz—: i love shiny things but i'd marry you with paper rings.
—Ah por favor.
Terminó besando a mi novio para evitar que siguiera llamando las miradas de todos. Aunque amo que todos nos vieran y se diera cuenta de que estamos saliendo.
Theodore Miller es mi novio y todos pueden verlo.
Después de despedirnos de Marcelo y Teresa, nosotros dos fuimos a la habitación para descansar. Concordamos dormir en cada uno en su cama, ya hemos dormido juntos en una cama, pero no queremos ir demasiado raro en lo nuestro: "lo nuestro" se siente tan único decir eso que es casi un sueño.
Mi teléfono sonó por un mensaje de mi hermano y mientras Teddy se estaba alistando para dormir, yo le respondí a mi hermano que no paraba de preguntar cómo y cuándo sucedió mi "regreso" con Teddy. Me arrepiento demasiado haberle contado.
Mark <3
Cuenta todooooooooo.
No me puedes dejar con la intriga.
Emoji de cara asustada.
Regresamos.
No es mucha ciencia.
¿NO ES MUCHA CIENCIA?
Hace unas horas decías que nunca volverías
ahora están durmiendo juntos
No exactamente juntos, pero sí es algo irónico.
Mark, te lo cuento todo cuando regrese
Está bien
Pero no quiero ni un detalle fuera.
Oíste????
TODOS LOS DETALLES
Buenas noches, hermano
Cerré mi chat cuando de la nada estaba siendo levantado por los brazos de Teddy. Este me dio un par de vueltas mientras yo le decía que me bajara con una sonrisa en mi rostro.
—¿Qué mosca te pico? —pregunté con una pequeña risa.
—Nada, es solo que se me hace tan irreal que esto sea real.
—Dímelo a mí, pensé que eras un hetero idiota.
—¿Te sigo pareciendo un hetero idiota?
—Buenoooo.
—¿Cómo que bueno?
Me acostó en su cama para besarme y acariciar mis mejillas, yo también correspondía el beso mientras mis piernas se aferraban a la espalda de Teddy.
—No quiero tener sexo contigo, Michi. —Pensé que no sería el único que se pondría colorado por escuchar eso, pero estaba igual de rojo Teddy, incluso diría que mucho más—. Me refiero a que no quiero tener sexo ahora, recién nos estamos volviendo en algo oficial y no quisiera que creas que solo te quiero para tener sexo, claro que me gustaría, aunque apenas si sé cómo complacer a un hombre, tampoco creas que lo he aplicado o mucho menos es solo que...
—Teddy —Tomo una de sus manos para que se calmara y dejara de hablar, parecía que se quedaría sin hablar por querer justificarse—, tranquilo, tampoco quiero tener sexo contigo por ahora. Podemos ir a nuestro ritmo y solo cuando estemos listo podemos hacerlo. ¿Está bien?
—Está bien —Beso mi frente—. En serio que me gusta mucho.
—Es bueno escuchar eso.
Dejando ese momento a un lado, preparo todo para dormir. Las camas no eran muy cómodas, pero sobreviviríamos estos días. Una vez estaba acostado puede recapitular todo lo que acaba de pasar: Puse mis piernas en la espalda de Teddy, no sé porque rayos hice eso, he visto escenas sexuales donde muchos hacen eso, pero nunca pensé que lo realizaría y mucho menos tan pronto. Por suerte no hicimos nada grave o tuve una gran erección, eso sí hubiera sido algo vergonzoso.
—Michi —Volteo, la mirada para ver a Teddy en la otra cama—, descansa.
Claro que una simple palabra acompañada con su sonrisa sería suficiente para recordarme que estoy saliendo con un gran chico y ni importa cualquier momento vergonzoso que tenga, si es con él puedo soportarlo.
—Descansa, Teddy.
Un dato gracioso, es que muchos comparan mi historia con: "Una perfecta confusión" de América Rodas, pero ¿Pueden creer que nunca he leído esa historia? Exacto, para las personas que dicen que me inspiré en esa historia o que algunos momentos están inspirados, pues debo decepcionarlos porque esa historia está en mi lista de pendientes por casi un año.
Entiendo que otros solo la comparan por ser una comedia romántica con la temática de relación falsa por beneficio y con temática escolar. Es por eso que entiendo comparaciones y es por eso que también acepte eso y hasta en mi TikTok digo que si leíste "Una perfecta confusión" te puede gustar mi historia.
Pero dejando a un lado eso. Ahora mis niños están juntos y esperamos que sigan así hasta el final... aunque aún quedan algunos capítulos más. Veremos qué les deparará el destino. O en otras palabras, ver si los hago sufrir un poco más.
Los quiero, bye <3
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