Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11. Parece un buen tipo

No es sorpresa para nadie que no soy fan de mi propio cumpleaños. Mi actitud no es demasiado alegre como estar emocionado por este día. Los cumpleaños son solo una manera estúpida de recordar que alguien se está haciendo viejo. También es el momento en donde todos tus familiares y amigos que nunca te escriben, de la nada te envían una felicitación o quieren saber si estas bien. Pedazos de hipócritas. Por eso no espero que mis padres me tengan listo un gran desayuno, tampoco espero que me den un regalo espectacular que siempre he querido. Pero si tengo una pequeña esperanza que por lo menos me digan feliz cumpleaños.

Pobre iluso.

Solo recibí una nota escrita en la nevera y un sobre con veinte dólares. Viva, se nota que me amaban, cuidado se quedan pobres con todo lo que están gastando para mi cumpleaños. De todas maneras, tomé esos veinte dólares y agarro mi celular para ver quiénes fueron los únicos que me desearon feliz cumpleaños. De las primeras personas, siendo a las doce y uno de la mañana, fue Verónica; como ha hecho en los últimos tres años. Después algunos compañeros que me deseaban un gran día, ni conozco ni a la mitad de los mensajes. Algún que otro mensaje de alguna familiar y claro que mi hermano es parte de eso, solo que me dio algo de pena ajena que me lo envió con un TikTok donde salen varias imágenes raras de Lana del Rey y con la frase: "Feliz cumpleaños te desea Lanita" A todos le di un corazón, pero lo que más me extraño fue no encontrar ni un solo mensaje de Miller. Es un sábado por la mañana, puede que se levante un poco tarde, pero si me envió su típico mensaje de frase sacado de un libro.

"Si algo he aprendido, es que no importa tanto ganar o perder, sino qué personas están a tu lado cuando ganas o pierdes"

Fue lo único que dijo, pero lo entiendo. Miller no está obligado a nada, solo somos una relación falsa que durará hasta terminar este año escolar. Después no nos volveremos a ver. Tengo que tener eso muy claro.

═══════ •♡• ════════

Una ventaja de mi cumpleaños, es que todas las tiendas me dan descuentos si les presento mi cedula. Un café helado de casi cinco dólares, fue completamente gratis por la compra de una dona, una parada de ropa de casi veinte dólares, termine solo pagando diez y donde más tiempo me quiero dedicar y la mayoría de mis ahorros terminaran, es la tienda de arte. Es como mi segunda casa. No es una tienda cualquier, tiene dos apartados, el primero es donde están todo lo necesario para mis pinturas y el otro lado es un lugar donde se realizan eventos como concurso de pinturas con temáticas específicas —Una vez participe en la temática al óleo— La verdad no necesito grandes cosas, solo unas cuantas pinturas y unos dos lienzos. Pago todo y los pongo en mi tote bag blanca. Mira mi celular y aun no era ni medio día, salí de la casa apenas termine mi desayuno, no quiero regresar a casa ahora. Lo bueno del otro apartado de la tienda, es que también venden cafés, es una excusa perfecta para seguir leyendo el manuscrito de Miller.

En una de sus visitas a su casa, para sacarnos fotos y pues hacer algo además de estar solo en casa, logré que me prestara uno de sus libros, él mejor escrito según sus palabras. Lo empecé esa misma noche y tengo que admitir que está muy entretenido. Es una comedia romántica donde una chica termina en un triángulo amoroso tras decir que le gusta mucho el chico popular, pero el chico malo pensó que esa declaración era para él. Son trescientas cuarenta páginas y voy por la ciento cincuenta, es muy divertido y entretenido, además puedo ver porque Miller es tan romántico y meloso conmigo, porque es un romántico y meloso en sus libros. Los dos pretendientes son tan bellos, hermosos y tiernos con la protagonista que no se con quien se debería quedar la protagonista. No soy muy fan de los libros de romance, pero este tiene un humor ingenioso y es tan ágil de leer, que fácil podría ser mi libro favorito del género.

El siguiente capítulo inicia con la revelación que el chico malo era un niño del jardín que la protagonista besó cuando eran niños. Ahora está más confundida y no sabe si siente amor o frustración por su situación actual. Yo siento un poco de ambas. Justo cuando llegaba a la parte donde el chico malo le daría otro beso a la protagonista, la voz aguda de una chica me distrajo. No solo la voz me hizo sentir rabia, sino verla con esa cara de asco me quitaba mi tranquilidad.

—¡Lo sé!, como estoy suspendida por un mes, ahora tengo que ser la maldita recadera de la casa. ¿Acaso mi hermano no puede hacer otra cosa más estúpida que pintar?

Teresa estaba al teléfono y ni me importa saber con quién, solo escuchar su estúpida voz fue suficiente para amargar este lugar. Guardó el manuscrito con cuidado y trató de salir del lugar sin mirarla.

—¡Michael López!

Misión fallida.

—Teresa, vaya que sorpresa encontrarte en este lugar —dije mientras sonreía sarcásticamente—. Eres justo a la persona que me encantaría toparme.

—Deja tus estupideces a un lado. —Sacudió su cabello pelirrojo, largo y como si estuviera en una película de los dos mil. Puso una mirada matadora—. Ambos odiamos al otro, así que tu actitud sarcástica está de más.

—Lo que digas, también fue un gusto verte.

Me disponía a irme del lugar, cuando Teresa me agarró del abrigo y evitó que me fuera.

—¿Acaso vas a golpearme? —la miré entrecerrando los ojos—. Debes saber que no pienso dejarme.

—¿Crees que no sé qué tu relación con Theodore es falsa? Él no es gay.

No se si es por mi cumpleaños, por mi humor de los descuentos o porque últimamente Verónica me ha hecho ver muchas series de adolescentes peleando verbalmente como Euphoria o Young Royals que estuve de buen humor para discutir un poco.

—En primera: Teddy no es gay, es bi, de hecho. —Me da mucha gracia que diga eso, Miller, y solo por eso lo usé—. En segunda: ¿No tienes algo mejor que hacer en tu vida como para seguir metiendo tu nariz en otro lado? Eso es lamentable.

La cara de Teresa cambió por una más seria y dejando un lado el glamour. Esto se va a poner bueno.

—¿Te crees mejor que los demás por ser gay?

—¿Ser gay me da algún tipo de superpoder o qué piensas de los gais? Además, no me creo mejor que los demás, a lo mejor si soy mejor que tú.

—Eres un maldito aprovechado.

—Vaya, gracias, esas palabras me llegan tanto al corazón y más viniendo de la reina, de las aprovechadas que utilizo a mi novio para subirse la autoestima. —Su cara lo decía todo, tenía la boca abierta y los ojos dilatados—. ¿Te dolió? Pues para la próxima no seas tan obvia.

No necesitaba usar mucho el cerebro para saber que Teresa utilizaba a Miller solo para ser aplaudida por ser novio del chico más popular, incluso en sus fotos de Instagram siempre resaltaba que estaba con Theo en vez de solo mostrar un momento juntos.

—Es curioso —dije sin verla a los ojos—, tachaste a Teddy de lo peor, un maltratador en potencia, fingiendo con un tema muy delicado. ¿Para que? Lo único que ocasionas es que muchos casos reales sean tratados como burlas y no se tomen con la seriedad que se debe. Para la próxima usa más el cerebro, no te haría mal.

Quedó muerta.

Esa era la cara que esperaba ver en mi cumpleaños para alegrarlo al cien por ciento. Dios, ahora entiendo lo que siente Miller al replicar los momentos románticos de sus libros favoritos conmigo. Es satisfactorio ser alguien que quieres ser sin el temor de ser criticado. Siempre tengo que callar todos mis pensamientos, pero ahora que tengo de novio falso al chico más popular y ser de las parejas más amadas, me darán la razón a favor de Teresa. Es lo que siempre quise hacer, desquitarme de los agresores sin temer por las consecuencias.

—Tienes envidia, nadie te tocaría y de seguro Theo solo te usa para ser otro cuerpo del cual disfrutar. —Como si fuera una villana de Disney, me sonrió y puso su mano en mi hombro—. Si quieres, podemos olvidarnos de esta enemistad y arruinar a Theo. ¿No quieres eso, ser famoso? ¿Qué más famoso es quedar como la víctima del chico más popular?

Wow, simplemente wow.

—Dios, sí que eres estúpida, la fama no es lo más importante en la vida. ¿Para qué quieres cosas caras o lujosas y al final todos respiramos el mismo aire? Yo no soy como tú, si estoy con Teddy es porque lo quiero y pienso pasar mi vida con él. —Tal vez me pase con esa frase y estoy seguro de que luego me arrepentiré de esto—: Además, si estás celosa de que el gran miembro de Teddy sea solo mío, pues anda a llorar a otro lado, ¿quieres?

Seguiría peleando con esta chica, es muy divertido ver su cara, pero tengo cosas mejores que hacer en mi vida cómo comprar algunos vinilos antes de regresar a mi habitación. Por eso me acomodo el tote bag y me dispongo a salir del lugar.

—Dices que quieres a ese chico y él no te pone ni un feliz cumpleaños —me detengo, pero no la miro—, eso es triste, en mi cumpleaños me lleno mi Facebook con felicitaciones, y con sus otras exs hizo lo mismo. Si supuestamente te ama y quieres pasar tu vida con ese chico, pues te puedes quedar con su "gran" miembro.

Salí del lugar con la cabeza en alto, no dejaré que esa chica con grandes problemas de atención me confunda, además me importa si Miller no me quiere, solo estamos fingiendo y nada más. Estoy conforme con solo usarlo para decir lo que siento y también estoy conforme que me utilice para limpiar su nombre. Somos dos extraños formando una relación falsa y nada más.

═══════ •♡• ════════

Verónica me encontró en el centro comercial y me terminó comprando el vinilo del álbum de Lana Del Rey: Did You Know That There's a Tunnel Under Ocean Blvd. Ya había escuchado este álbum varias veces, pero nunca lo habría tenido en físico, hasta ahora. Es la mejor amiga del mundo, aunque al principio no la veía de esa manera. Para mí era una rubia tonta del montón, ahora es mi amiga rubia que quiero. 

—¿Segura que no quieres salir? —pregunté mientras miraba por la ventana de su auto. El año pasado ella me llevó a dar una vuelta por toda la ciudad y terminamos comiendo una rebanada de pastel para terminar mi cumpleaños, pensé que haría algo parecido este año.

—Nah, no tengo mucha gasolina y le prometí a mi madre que la acompañaría a remodelar la sala —estaciono el auto enfrente de mi casa—, pero mañana prometo llevarte un pastel de cerezas para compensar.

Es una gran amiga.

—Con extra de cerezas.

—Lo sé, siempre quieres extra de cerezas.

—Es la mejor manera de comer pastel.

Bajé del auto y me despedí de Verónica para luego abrir la puerta de la casa. Como siempre no había ruido en este lugar, era como estar dentro de un cartón vacío. Solo que esta vez, Mark salió de la nada para abrazarme y decirme feliz cumpleaños tantas veces que se me hizo raro esa palabra. Mis padres aparecieron sin la misma emoción que mi hermano y para mi sorpresa, su novio también apareció a mis espaldas poniendo su mano en mi hombro.

—Dios, mi hermanito ya es todo un hombre —Mark me abrazaba tan fuerte que me levantaba varias veces del suelo—. Ahora si puedo llevarte a bares sin tener cargo de conciencia.

—Cariño, un paso a la vez —dijo su novio mientras tomaba a Mark para que me dejara de abrazar.

—Lo sé, pero dios, es que solo verte me da felicidad.

Mark no es cristiano, trabaja en un hospital donde varias personas creen más en Dios que los tratamientos y logran que termine alejándose de la religión. Solo iba a la iglesia cuando nuestros padres nos obligaban y esa vez en la que se sintió muy mal, me pidió de favor que fuéramos a una misa para ver si se sentía mejor. No lo ayudó ni un poco. Helado con waffles sí que lo ayudó. Pero eso no ha evitado que se exprese con la palabra "Dios" cada vez que se siente feliz o muy emocionado. Le pregunté a qué se debía y él solo me respondió que se sentía muy bien decirlo.

—¿Viniste para decirme feliz cumpleaños? —le pregunté mientras alzaba una ceja.

—Oye no le hables así a tu hermano, está haciendo un esfuerzo por ti, malagradecido.

La voz de mi padre me taladran los oídos y solo puse los ojos en blanco a sus palabras. Siempre tengo que ser el villano cuando Mark está presente. No me importa, estoy más que acostumbrado.

—Tranquilo, papá —Mark seguía con su sonrisa—. Es su cumpleaños, puede hacer lo que él quiera. —Tomó mi mano y me llevó hacia el comedor y me sorprendí al ver un pastel con unas velas de un uno y un ocho, varias cerezas alrededor y vasos con té helado, mi bebida favorita—. ¿Te gusta? Julio hizo el pastel y me alegró un montón de que no estuvieras en casa. Hubiera llamado a tu amiga para qué te sacará de casa para realizar esta sorpresa.

En la mayoría de mis cumpleaños, solo había un pastel tieso comprado del supermercado, algún que otro sobre y nada más. Nunca había sido el centro de atención, nunca me habían hecho algo tan bonito y mucho menos estaba Mark para celebrarlo. Siempre tenía algo importante en mis cumpleaños, pero siempre trataba de compensar al día siguiente. Abrace a mi hermano y oculté mi cabeza en su pecho, no quería que viera mis ojos cristalizados.

—Feliz cumpleaños, Mickey, tenía que decírtelo alguna vez en el día correcto.

Tras agradecerle por la sorpresa, me pidió que fuera a cambiarme de vestimenta. No le reclamé, tenía mi atuendo típico y si este día parecía que sería especial, por un día podría vestirme un poco diferente. Tiré toda mi ropa a la cama y miré qué podía usar, en su mayoría eran abrigos y pantalones apretados. No soy un adicto a la moda o veo muchas sugerencias en internet, por eso solo uso lo que me parece más cómodo. Pensé en llamar a Verónica, pero vi que no estaba en línea y lo más seguro es que estuviera con su madre. En ese momento en que reviso mi celular, entro a Instagram y veo que no tengo ningún mensaje nuevo de Miller. Entiendo que no somos nada y no tiene por qué decirme nada, es por eso que dejo mi celular a un lado y sigo con mi ropa.

Decidí usar unos pantalones beige, una camisa blanca y un suéter sin mangas de cuadros por encima. No es algo tan diferente o único, pero fue lo suficientemente aceptable. Incluso me tomé una foto y la subí a mis redes. De camino al comedor, Mark me tomó una foto entre risas y pude escuchar cómo su novio hizo un silbido típico de películas.

—¿Dónde está mi hermano y por qué bajo este chico tan guapo? —Solo me reía de su comentario y no me importaba nada más, estaba pasando un buen momento.

—Oye, chico —dijo el novio de Mark—. Tu hermano me dijo que tu fruta favorita son las cerezas, así que esperé que te guste el relleno del pastel.

Creo que este será un cumpleaños espectacular. Mi hermano está presente, su novio hizo un pastel que se ve increíble y para mis sorpresas mis padres no están lamiendo los pies a Mark. Se veían felices.

Entre risas y halagos, me senté en el centro de la mesa y tenía el pastel cerca de mí. Mark quería que posara y no hice gran cosa. Una pose haciendo amor y paz, sonriendo y uno donde fingía morder el pastel, lo hice con miedo de no quedar con toda la cara llena de pastel.

—Creo que es momento de prender las velas.

Mark me entregó la cajetilla de fósforos y cuando estaba a punto de sacar uno. Mi padre me paró y me dio una sonrisa que fue agradable de ver.

—Este día es especial, no solo alguien vino al mundo en este día maravilloso —mi padre me miró, pero rápidamente miró a Mark—, pero es increíble que nuestro hombretón haya recibido su merecido aumento.

¿Qué?

Mi madre salió de la cocina con un pastel no tan grande como el mío, pero era uno hecho a mano. Tenía escrito con crema pastelera las palabras "Felicitaciones Mark", incluso tenía una vela con un signo de interrogación.

—¿Pensantes que nos enteraríamos? —preguntó mi madre con una sonrisa y toda su atención fue directo hacia mi hermano.

—Oigan, esto no importa, es importante el cumpleaños de Micky.

—No, descuiden —Se esfumó la sonrisa de mi rostro, la voz se volvió neutral y enciendo las velas y las apagó en tiempo récord—. Feliz cumpleaños a mí.

Dejo la cajetilla en la mesa y me levanto de la mesa para largarme a mi habitación. Doy un portazo con tanta ira que ni me importa que tuviera gritos de mis padres. Estaba furioso. En toda mi vida nunca me habían hecho un pastel a mano, en toda mi vida nunca me había celebrado un verdadero cumpleaños, en toda mi vida no me sentía tan feliz por este día. Pero claro, tengo que ser el segundo, el chico que nunca debe recibir nada, el chico que tiene que aguantar todo por ser frío, el chico que no puede tener un maldito cumpleaños donde sea el centro de atención. Agarré mis audífonos y puse la canción perfecta para este momento: Happier Than Ever. Tomé toda mi ropa y la tiré por toda mi habitación, grité a una almohada y la tiré contra la pared, me mire en el espejo y comencé a hacer lip sync con tanta intensidad en la parte de rock.

Todo terminó con la canción. La siguiente canción en sonar: traitor, era dolorosa desde el principio, no sé cómo terminé en mi puf o cuando comencé a llorar, pero no paraba. Era horrible cómo varios aman sus cumpleaños porque es el único momento del año en que pueden ser egoístas, solo pensar en comprar cosas para uno mismo, ser invitado a muchos lados y simplemente que te digan un feliz cumpleaños sin esperar algo. Por eso, odio mis cumpleaños, nunca tengo eso y nunca lo pedía, solo que, tenerlo por unos segundos, me hizo olvidar que en este lugar solo soy el segundo hijo que nunca triunfará y ni siquiera puedo pensar en mi maldito día especial.

El sonido de la puerta me interrumpió.

—Mark, te lo ruego, no quiero verte ahora.

Limpiaba mis lágrimas mientras dejaba mis audífonos a un lado. La puerta se abrió y no era Mark, era su novio.

—Tranquilo, vengo en son de paz.

En sus manos había una rebana de pastel y puede distinguir las voces de mis padres y la voz de Mark enojado. Cerró la puerta y todo volvió a un completo silencio. Julio me entregó un pedazo de pastel y se sentó a un lado.

—Eso fue horrible —dijo mientras pasaba su mano en su cabello—, sí que tienes una familia interesante.

Me abstuve de responder y mejor probé el pedazo de pastel y estaba delicioso, era suave y cremoso con el relleno de cerezas. Limpie las lágrimas que salieron al recordar que casi logra tener un cumpleaños normal.

—El pastel es la manera que tengo para calmarme —soltó una pequeña risa— fue así como conocí a tu hermano.

—¿En serio?

—Bueno, algo así —se acomodó en el puf y miraba el techo—. Trabajó como cocinero en el hospital, me había quedado hasta tarde y tu hermano recién salía de su turno. Se veía masacrado, como si no hubiera dormido en días. Había horneado un pastel de zanahorias y le brindé un pedazo para que estuviera de mejor humor. ¿Quién diría que un trozo de pastel fue el motivo que nos uniera y termináramos creando una relación?

—¿Tú amas a mi hermano? —Era una pregunta estúpida, era obvio que este chico amaba a mi hermano, lo notaba en sus miradas, en cómo se sujetan de las manos y cada vez que se besaban era como si saltasen chispas.

—No, no lo amo. La verdad solo busco adueñarme de todo su dinero y tú no me podrás tenerme. —Definitivamente es novio de Mark, a él le encanta ese humor entre sarcasmo y exageración—. Pero si te soy realista, no lo amaba en nuestro primer mes como novios. No me sentía digno de ser su pareja, era como si mi cerebro me dijera que nunca sería feliz con nadie.

Lo comprendo completamente.

—Tenemos algo en común, Michael. Mis padres también son unos idiotas, mis padres biológicos me abandonaron a mi suerte y mis padres adoptivos me tiraron a la calle cuando se enteraron que yo era gay. Puedes creer que unos padres que supuestamente están esforzándose por tener un hijo, lo abandonen solo por sus gustos.

—Parece que es un requisito para formar en los López, debes tener problemas con tus padres.

Julio sonrió mostrando sus dientes.

—¿Es decir que me quieres como cuñado oficial?

—Depende, me harás más pasteles como este.

—Todos los que quieras.

—Pues bienvenido a la familia, Julio.

Terminó el trozo de pastel y Julio me va contando cómo fueron las primeras citas con mi hermano y que, en todas estas, Mark se comportaba como todo un caballero, no me esperaba menos de mi hermano. Justo cuando me iba a contar que tan bien lo había pasado en su primera vez, Mark entra a la habitación y se lanza a mi puf mientras me abraza.

—Lo siento, Micky, no quería que esto pasara en tu cumpleaños, nuestros padres son unos idiotas.

—Oh mi dios, Mark López insultando a sus padres, eso es algo que no se ve todos los días.

—Hay días donde se merecen un gran insulto y hoy es uno de ellos.

Doy un suspiro y al escuchar una notificación de mi teléfono, lo tomo con prisa y solo era un maldito mensaje de mi servicio telefónico mostrándome algunos descuentos por mi cumpleaños. Quise tirar mi celular y darme un golpe por pensar que alguien más me escribiría. Tengo que olvidar eso.

Mark y Julio se quedaron en mi habitación y trajeron más trozo de pastel y té helado para hablar un poco. Tuve que decirle tantas cosas como que me gusta pintar o que me gusta ver películas en las noches, es una manera divertida de pasar las noches. Ellos no se quedaron cortos y más, cuando Julio trajo unas cervezas, yo no bebí, no estaba de humor. Dijeron que se amaban mucho, y cuando iban a llegar al minuto de pelear porque quién amaba más al otro, Julio le sonrió y dijo que amaba a su gran miembro. Mi hermano lo atacó con beso y cosquillas, mientras que yo bebía mi té helado con algo de pena. No me sorprende, Mark siempre es sexualmente ofensivo con sus chistes.

No se cuanto hablamos o cuantas demostraciones de amor se dieron esos dos, pero se veía como el cielo se pintaba de naranja y mi hermano se quedó dormido en el pecho de su novio, se veía tan tranquilo.

—Oye, Michael —La voz de Julio era suave y tranquila, en parte para no despertar a Mark—. ¿Tú novio te dio algo lindo?

Mi novio. Empiezo a odiar esa palabra.

—Claro, es un detallista. —Prefiero seguir con la mentira y no decir otras cosas, ya me faltaría que en mi cumpleaños me dieran consejos para relaciones problemáticas.

—Me alegro, ese chico parece un buen tipo, me recuerda a tú hermano.

—Supongo que los López sabemos elegir a nuestras parejas.

—¡Michael!

La voz de mi padre nos sacó de nuestro momento tranquilo, incluso logró despertar a Mark. Los dos me miraron y tuve que decirle que volvería enseguida para tranquilizarlos. Baje las escaleras y mi padre parecía hablar con alguien en la puerta. Casi me caigo al escuchar su voz y su sonrisa que otras veces invadía mis pensamientos.

—Oh hola Michi, Feliz cumpleaños. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro