07. Esto es por nuestro amor
Penélope no podía soportar estar encerrada en su habitación otro día más, menos cuando lleva catorce días con la maldición. Cada día se recuerda así mismo que cada minuto que pasa encerrada es un minuto más cerca de su muerte. Los golpes ya no sirven, y nadie parece que la liberaría de esta cárcel. Sus ojos estaban secos de tanto llorar, sus manos tenían rastro de un rojo escarlata, su vestido lavanda estaba lleno de tierra. Esto no era vida para una heredera al trono.
Necesitaba salir de su dormitorio lo antes posible, no podía dejar que el sacrificio de su marido fuera en vano. Con uno de sus tacones rompió el vitral, amarró todas sus sábanas y las lanzó hacia la nueva puerta hacia su libertad.
Comenzó a descender la soga de sábanas sin pensar demasiado en que en menos de tres días debía besar al príncipe enemigo para poder romper la maldición. Sin embargo, varios guardias vieron cómo Penélope descendía y con sus fuerzas estaban subiendo las sábanas. No podía ser el fin, necesitaba romper la maldición, necesitaba recuperar su reino, necesitaba vengar la muerte del hombre que amaba.
—Esto es por nuestro amor, Miguel.
Sacó el cuchillo de Miguel y cortó las sábanas para aterrizar en el suelo de tierra, la dejó sin aliento por unos segundos y como toda una princesa se levantó para dar paso a su nuevo plan: besar a su peor enemigo.
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Con eso presento mi nueva historia: I Can See You, exactamente como la canción de Taylor Swift. Pretendo que esta sea mi historia más sexual hasta la fecha, quiero experimentar con el concepto de la lujuria y el tono de realeza, exactamente como la canción. Como todas mis otras novelas las escribo en físico, me gusta escribir y sentir que mi libro está en físico. Marcus insiste en que enviaría cualquiera de mis historias a una editorial, lo he pensado, incluso tengo la historia perfecta.
Nadie podrá con nosotros
Por el momento tengo solo el prólogo y algunas canciones con escenas planeadas; es la típica historia de chica buena con chico malo, solo que con temática de proyecto escolar. Siento que funcionaría increíble si es lanzada en físico y si tiene la misma escritura que mis otros manuscritos que solo Marco y mi madre han leído, tiene potencial de ser igual que éxitos juveniles como Antes de Diciembre o Bad Ash. Pero hablo de la publicación como si fuera a pasar, no tengo el valor de hacerlo, no estoy ni de cerca ser buen escritor, incluso me planteo varias noches la opción de elegir otra carrera para estudiar, ser escritor es un arma de doble filo, puede que fracase, puede que le dedique tantos años de mi vida para nada, tantos factores que me planté toda mi vida. Sin embargo, la escritura es mi sueño... Los sueños solo son sueños; si algún día se cumplen, nunca serán sueños.
Esa frase se me quedó marcada de por vida. Cada vez que planeo dejar la escritura o no tengo mucha creatividad, solo recuerdo al chico de pelo rizado, los hoyuelos que tenía al sonreírme y su voz tranquila. Solo necesito eso para volver a mi pasión por la lectura.
—¡Cariño, baja de una vez!
Bajé las escaleras con mi ropa típica y mi sorpresa fue encontrarme a Marcus sentado comiendo unas fresas y mi madre dejando un plato en la mesa.
—Sí, cariño. —Marcus usó una voz aguda, causándole gracia a mi madre—. Ven a desayunar.
Supongo que otra vez su madre tomó su auto. Cada vez que la madre de Marcus toma el auto para llevar al trío del caos, hace que Marcus vaya caminando al instituto. Bueno siempre le ofrece llevarlo, pero lo deja como a las seis de la mañana.
—Dios, no me digas que irás al instituto con esa ropa.
—¿Qué tiene de malo? —Usar un jean negro con una sudadera azul marino es casi mi vestimenta diaria.
—¿Cómo qué tiene de malo? —Mi madre se acercó y comenzó a peinarme y limpiar la cara con toalla húmeda—. Pensé que, al tener un novio, tu estilo cambiaría un poco y usarías una camisa como la gente.
Desde que mi madre sabe manejar su celular, se entera de todo, es increíble como de un mensaje con una amiga, termino sabiendo que me besé con Michael ayer y que es "Mi novio" Iba a decirle que todo era falso y solo lo usaba como forma de salvar mi beca, pero estuvo feliz de que al fin me haya descubierto. Era fácil decirle que no era gay, sigo siendo hetero, solo estoy besando a Michael para ser creíble todo esto. Solo pude decirle que también me daba gusto descubrirme.
—Solo porque estoy saliendo con un chico, no significa que dejare de usar mi ropa y ni hablar de shorts en la casa. Son súper cómodos.
—Señora Dolores, yo de usted le escondo todos sus shorts y solo dejaría pantalones en su closet. —Mi supuesto amigo le brindaba una sonrisa a mi madre mientras tomaba su jugo.
—No le des más ideas, la anterior casi hizo que encendiera la casa.
Apenas me senté, mi celular vibró y abrí Instagram para ver que era un mensaje de Michael. Ambos quedamos en no usar ni WhatsApp ni Messenger para comunicarnos, por lo que no me sorprendió el mensaje. Lo que me sorprendió fue lo que decía:
En cinco minutos los pasamos recogiendo.
¿Cómo?
—Oye, Marcus, ¿le dijiste algo a Michi?
—¿Quién? —Levantó una ceja y siempre me daba gracia, parecía al gato del meme.
—Michael me escribió que nos vendrá a recoger en cinco minutos.
—Cierto. Michael nos vendrá a recoger en cinco minutos, come rápido—. Sonrió sarcásticamente y se levantó para tomar su mochila.
Tuve que comer tan rápido que casi me atoro con un pedazo de fruta. Fui corriendo al baño para cepillarme los dientes, tomar mi mochila y besar la mejilla de mi madre, la cual tenía en sus brazos a Cleo.
—Suerte en clases y espero conocer a ese chico pronto.
—Claro, es mi novio. Tengo que presentarlo pronto.
Quise no sonar nervioso o incómodo. Esto es tan raro, con mis anteriores novias nunca antes había estado tan interesada, no la culpo. Saber que tu hijo, claramente hetero, está saliendo con un chico es tema de suma importancia. Lo bueno es que mi madre no es homofóbica, una de sus mejores amigas es trans y siempre se pone a compartir imágenes a favor de la comunidad. Es una madre demasiado moderna para trabajar como veterinaria.
Salí de la casa y un carro algo viejo estaba en la vereda. En la parte delantera estaban Marcus y Verónica, mientras que atrás estaba Michael vistiendo casi lo mismo de ayer. Vemos que tenemos en común no variar demasiado nuestras vestimentas. Me senté a su lado y pude ver la incomodidad en sus manos.
—Gracias por llevarnos, Vero —Marcus se acomodó en el asiento.
—¿Vero? —dijo Verónica con una sonrisa—. Creo que estás siendo muy confiado, Marcus. Luego querrás que sea tu conductora personal.
—Yo pensé que eso estaba más que claro, Vero.
Esos dos se reían mientras Verónica encendía el auto rumbo al instituto. Aproveche que Marcus estaba poniendo música para poder acercarme a Michael y hablarle.
—Esos dos parecen que tienen algo —mencioné casi como un susurro.
—Definitivamente, tienen algo —afirmó.
—Creo que traemos amor al ambiente —le sonrió y él solo saca sus auriculares y se queda mirando por la ventana—. Déjame escuchar.
—No —Su respuesta fue muy fría, casi me dejó helado.
—Vamos, quiero escuchar esos gustos refinados y sin Taylor Swift. —Intenté tomar uno de sus auriculares y recibí un manotazo de Michael.
—No, es no. Además, esto no es música para Swifties —Eso último lo dijo con algo de desprecio y gracias. Esto es guerra.
—Ahora tengo que escuchar esa música.
Tuvimos una mini batalla en donde intentaba tomar uno de sus auriculares y yo recibí manotazos de Michael; tal cual fueran zarpazos de un gato. Todo terminó cuando el auto giró en una curva y terminó encima de Michael y ambos nos pusimos colorados. Rápido me acomodo en mi lado y él en el suyo.
Antes de que cualquiera de los dos dijera algo, aproveché ese momento incómodo para tomar uno de los audífonos y mis ojos se abrieron tanto que casi se salen de mi rostro. La cara de Michael lo decía todo. Estaba al rojo vivo. Miraba a todas las direcciones excepto la mía y no sabía si quitarse el auricular o tirarse del auto. Por suerte, no hizo ninguna de las dos opciones.
—Sí, en serio que esto no era nada como Taylor Swift.
Recuerdo quedarme traumado con su video oficial y más porque era muy fan de Ariana Grande y que de pronto sacará: Everyday y con ese video en donde varias personas comienzan a besarse tan apasionadamente, y mis inocentes ojos de niño quedaron impactados. No esperaba para nada que Michael escuchara esa clase de canciones.
—¿Con qué canción sexual? —pregunté con una sonrisa.
—No es una canción sexual —Casi grita al escuchar esa pregunta—. Es una canción sobre una relación muy profunda entre una pareja.
—Con toques sexuales. Lo entiendo, eres todo un pervertido, Michi.
—¡No lo soy! —Me quitó el auricular y los guardó en su mochila.
—Ok, ok, tranquilo —Sonreí con malicia—. Por ahora no pienso hacerlo todos los días.
Aunque mi cara se quemaba por decir ese comentario tan sexual, valió la pena ver cómo Michi se quería ocultar de la pena en su suéter; era tan adorable. Acariciaba un poco su pelo y me reía en voz baja. Nuestro show tuvo que terminar, habíamos llegado y los muy desgraciados de Marcus y Verónica me estuvieron grabando todo este rato, y por sus sonrisas burlonas, casi parecidas a la de un gato. Puse los ojos en blanco e intenté quitarle el teléfono sin lograrlo. Michael quería salir del auto, pero lo tomé del brazo y le dije que se esperara un poco.
—Tal como había prometido, cada día te daré algo y tú lo publicarás en tus redes. —Saqué de mi mochila una botella de vidrio pequeña que en su interior había varias estrellas de cartulinas—. No tenía una razón en particular, solo pensaba en estrellas y quise hacerlas.
—¿En serio hiciste esto? —Tenía una sonrisa tan pura y hermosa que me dieron unas ganas tan inmensas de besarlo. ¡¿Qué diablos?! Sacudí la cabeza para eliminar ese pensamiento de mi cabeza—. Se ve muy difícil.
—Para nada —Me tomó casi tres horas realizar las seis estrellas, tuve que utilizar pinzas para que no se aplastara con mis dedos—. Los hice super rápido.
—Gracias, en serio, esto es una relación falsa y siento que no merezco esto.
—No importa que sea una relación falsa o real, toma estos regalos como un obsequio por ayudarme y te daré tantos regalos hasta que te sientas digno.
Ambos sonreímos y, si no fuera por el flash del celular de Verónica, seguiríamos en esa posición por horas. Salimos del auto, Michael se fue con su amiga y yo caminaba con mi amigo. En los pasillos varios chicos me miraban, murmuraban o señalaban como si fuera la atracción más novedosa. No era necesario ser muy listo para intuir que se debía porque todo el instituto sabía mi relación con Michael, incluso una foto, donde se ve nuestro beso en la entrada principal, que subió alguien a Facebook tuvo cien likes y doscientos corazones, aunque también hubo unos cincuenta emojis de cara enojada. Sabía que habría personas homofóbicas, sé que eso nunca parará, no me interesó leer los comentarios. Solo respondía algunos mensajes en Instagram donde preguntaban si mi relación con Michi era real o solo era un rumor. Con el caso de Teresa, ni quiero saber de su vida.
Al entrar en el aula, varios compañeros clavaron los ojos en mí. Era muy incómodo que todos me miraran, pero nadie dijera nada.
—Hermano —Como siempre, Marcelo rompió el silencio. Se acercó golpeando mi hombro mientras sonreía—. No entiendo esto: Primero, tu chica o, bueno, ex chica, sube unas fotos donde demuestra que eres un maltratador. —Marcus quería que fuera directo al grano, lo noté por su pie que no podía quedarse quieto—. Ahora resulta que era falso y tú estás saliendo con ese chico gay... ¿Mickey? ¿Mika? ¿Missa?
—Michael —También terminé por cansarme.
—Eso, Michael el tímido. Vaya, ¿quién diría que puedo hacer que nuestro capitán y estudiante estrella, se vuelva gay? Es todo un suceso para la prosperidad, dejaba captar este momento para...
—¿Tienes un problema con esto, Marcelo? —Marcus se cruzó de brazos—. ¿Eres un homofóbico?
Marcelo, casi si suelta una carcajada que lo haría ver como un lunático, es un milagro que no la haya soltado.
—¿Estás loco? Mi primo es gay. No me importa lo que seas o si te gusta meter tu pene en un agujero. Además, la homofobia es muy estúpida: ¿Ósea se enojan porque le dan pene a otro? Mi amigo, esos son celos.
No me esperaba para nada eso. Conozco muy poco a Marcelo, solo sé que es muy confianzudo y se puede hacer trends de Tik Tok, además de que siempre, pero siempre responde sus mensajes con Emojis. Me tiene harto eso. Es bueno saber que no es un homofóbico, lo hubiera mandado a la basura si fuera el caso.
—Disculpa, Theodore —Leonardo, un chico rubio que era conocido por siempre al crear caos donde nadie lo llama—. Así que eres gay, ¿verdad?
Pues, como le había dicho a Marcus, soy hetero y a lo mucho hetero curioso al no desagradarme besarme con hombres. Pero si quiero que todos se crean que mi relación con Michael es verdadera, debo decir lo más creíble:
—Soy bi, de hecho.
Leonardo soltó una risa algo desagradable.
—Soy bi, de hecho. —Intentó imitar mi voz en un pésimo intento—. Si eres maricón, solo dilo en vez de poner excusas.
—Oye, idiota. —Marcelo le dio un empujo a Leonardo, cambiando su actitud alegre por una más fría. Y tanto Marcus como yo, estuvimos sorprendidos por eso—. Vuelve a burlarte de Theo y juro que te cancelamos y no creo que quieras perder tus seguidores de ese estúpido pódcast tuyo, ¿verdad?
Leonardo parecía algo preocupado y solo se largó a su asiento, mientras Marcelo volvía a su actitud sonriente de siempre.
—Lo siento —Marcelo continúa—: Me hierve la sangre cada vez que hacen un comentario de ese estilo. Con mi primo tuve que golpear a cientos de idiotas para que lo dejaran en paz. —Sonrió y me alzó el brazo para tocar mis músculos—. Pero confió que sabrás cómo defenderte y a tu galán.
Quise darle las gracias, pero la maestra llegó con todo el humor del mundo y con un grito nos mandó a nuestros asientos. No soy ningún idiota, sé que la homofobia sigue muy presente en la actualidad, pero ver como Leonardo no tuvo pelos en la lengua para decirme Maricón y todavía sonreír como si hubiera hecho una acción heroica me hizo pensar en todo lo que debió pasar Michael, puede que fue muy fuerte o incluso que tuvo suerte de no encontrar gente como Leonardo, sin embargo, ese pequeño incidente me hizo pensar demasiado. Creo que es bastante obvio que me suelo ir muy rápido de las nubes, pero no puedo evitarlo.
La clase inició con normalidad, hasta que en los altavoces se escuchó la voz del director pidiendo que vaya a su oficina. Otra vez todos clavaron los ojos en mí y creo que empiezo a acostumbrarme. Me levanté de mi asiento y con el permiso de la maestra fui a la oficina del director. Al abrir la puerta, puede ver cómo el director estaba mirando papeles y con la mirada señalando el asiento.
—Señor Miller, usted es todo un caso. Sus notas son aceptables, su compartimiento espléndido y las diversas actividades extracurriculares favorecen a su beca.
—¿La recuperé? —Me apresuré a hablar, es de mala educación interrumpir, pero estaba emocionado porque mencionó la beca.
—Me han informado que la señorita Parker mintió el maltrato y, con algunas declaraciones, su nombre quedaría limpio.
—¿Pero? —No dejaba de jugar con mis dedos de los nervios.
—Pero su nombre quedó manchado, tuvo suerte de que lo puedo limpiar, solo por eso su beca no queda descartada, solo que ahora no puede cometer ningún error más o la perderá por completo.
Rayos, me siento como prisionero. Si cometo otro crimen, volveré a la cárcel... sería una historia interesante de escribir. Un chico que salió de la cárcel y debe rehacer su vida sin cometer ningún delito, no la escribiré, pero la trama no suena tan mal.
—Entiendo, tiene mi palabra: que no volveré a cometer ningún error.
—Eso espero —sus ojos cafés me miraron con cansancio—. Con respecto a su acto de ayer.
Él besó.
—¿Eso ya es un error? —pregunté algo asustado.
—Por supuesto que no, el instituto no está en contra de ninguna demostración de la comunidad o mucho menos puede tener parejas. Solo le pido que no haga una aglomeración.
—Entendido, ninguna aglomeración como esa.
—Excelente, puede regresar a su salón.
—Muchas gracias, director. —Me levanté del asiento y me dirigí hacia la puerta.
—Señor Miller.
—¿Sí? —Volteé mi rostro para mirarlo.
—Si necesita ayuda con acoso estudiantil o alguien intenta intimidarle, puede venir a mi oficina cuando quiera —El director toma una foto de su mesa y sonríe, era una sonrisa verdadera y pura. Es muy raro verlo sonreír de esa manera—. Cuando conocí a mi esposo, tuvimos muchos problemas para sobrellevar nuestra relación. —Dejo la foto en la mesa y puede ver cómo él estaba besando a un chico moreno y ambos llevaban traje de boda—. A ambos nos hubiera gustado que alguien nos ayudara en nuestra situación.
Mi madre siempre me recuerda que hay demasiadas personas que no parecen parte de la comunidad. Eso ocurrió cuando un chico que consideraba "Normal" corrió para besar a otro chico que se veía "Normal" tenía solo ocho años, cuando le dije que esos dos chicos no parecían gais. Ella me dijo que no se debe aparentar algo para serlo, puede que la persona más fría del mundo, sea un romántico con su pareja. Es por eso que no me extrañó saber que el director tenga un esposo, que esté casado si me extraño, pero que su esposo sea un hombre no me pareció raro. Es curioso que tan cierto es ese dicho de mi madre: no tienes que aparentar algo para serlo.
—Muchas gracias, director, si algo ocurre... mi pareja y yo vendremos.
El director volvió a sonreír y con esa imagen salí de su oficina y volví a mi salón, para soportar los dictados de la profesora de historia. En la hora de receso, nos volvimos a sentar en el mismo lugar y casi no dijimos nada. Bueno, Michael y yo casi no dijimos nada, estuvimos bastante callados, pero en el buen sentido. Yo escribí algunos apuntes que Marcus me prestó y Michi me ofreció uno de sus auriculares para escuchar música tranquila, según sus palabras. Era una cantante japonesa que se llamaba Ado. Me gustó mucho una canción que le dije a Michi que me pasara el nombre en un mensaje. Después de escuchar la campana, volvimos a nuestros salones, sin antes abrazar a Michael, decirle que nos iríamos todos juntos después de clases y que estamos haciendo un excelente trabajo. Recibí una sonrisa algo avergonzada de su parte.
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Verónica y Michael se quedarían un rato más en el instituto, debían hablar con su maestro sobre un tema inconcluso. Marcus tuvo que irse pronto por sus hermanos. Los demonios salieron pronto de la escuela y, sin supervisión, son capaces de destruir toda la casa en un par de segundos. Eso me deja a mí. Puedo irme caminando a casa, no queda excesivamente lejos, y como es viernes no hay práctica, podía ir temprano a casa. No tenía ningún motivo de quedarme esperando a la dueña del auto blanco, aun así, me senté a un lado del auto, saqué mi libreta y comencé a escribir algunos momentos importantes para mi novela I Can See You. Mi único acompañante es un té frío. No estaba escribiendo gran cosa, solo algunas descripciones de personajes secundarios, algunas frases y separar los capítulos por sucesos relevantes, cada uno con un gran Cliffhanger al final. Le di un pequeño sorbo a mi bebida y una patada tiró el vaso de plástico derramando el contenido. No tenía que ver su rostro para saber quién era, solo con ver sus botas negras de marca supe que Teresa estaba presente.
—¿Cómo pudiste? En serio, no entiendo cómo todos pueden perdonarte como si nada.
Algunos chicos que estaban en el estacionamiento voltearon para ver el alboroto que había ocasionado Teresa.
—¿De qué me hablas? —Me levanté del suelo mientras guardaba mi librera en la mochila.
—De que eres un sucio infiel, todo el instituto te está amando porque la exnovia loca quiso culparte y la víctima de todo está feliz con su novio... ¡¿Es que nadie ve que él me fue infiel por estar con ese chico?! Pero yo soy la agresora por demostrar la pésima persona que es.
Juro que la primera vez que vi sus ojos sentía toque eléctrico que no me daba miedo admitir que eso era amor. Ahora, cuando miro sus ojos, solo veo a una chica desesperada por aprobación y para quedar como la víctima siempre. Una total reina del drama. Como toda una reina del drama, logra que varios empiecen a murmurar a su favor.
—¿Teresa, no te cansas de esto? —Cuestione aburrido por tener que escuchar sus gritos como si fuera algo novedoso.
—No es justo, tú deberías estar cancelado por ser un infiel, pero tienes miedo a hacerlo porque eres gay. Estoy segura de que solo usas a ese pobre chico como escudo humano y en realidad tienes miedo de que todos vean la horrible persona que fuiste conmigo.
La primera vez que me amenazó tuve miedo, la segunda tenía rabia y esta vez estoy agotado. En serio que cansa escuchar tantas estupideces provenientes de ella.
—Bien, admito que te fui infiel en nuestra relación. —Puede ver una sonrisa victoriosa de Teresa—. ¿Pero me puedes culpar? Estar contigo fue un sufrimiento. Cada vez que quería darte algún aprecio, solo usabas las cámaras para demostrar una relación que no era de esa manera, mientras que yo quería darte una relación real. Mientras mi chico me dio algo que tú nunca me pudiste dar... un sentimiento de amor verdadero. —Mire a los chicos del estacionamiento que estaban grabando la escena, no esperaba menos de este instituto—. Perdón por no decirte nada, perdón si te hice sentir mal, pero no puedo pedirte perdón por apoyarte en una mentira como la tuya. Tú misma sabes bien que nunca me amaste.
—¿Cómo puedes decir eso? —se apresuró a contestar—. Eres tan insensible.
Acabemos esto de una buena vez.
—¿Quieres repetir la situación? Cómo quieras. Solo dime cuándo fue nuestro aniversario, dime cuál fue el primer regalo que te di, o siquiera dime dónde fue el primer beso que nos dimos. —Parecía sofocada y tal como la anterior vez, no sabía qué decir—. Nuestro aniversario es el 15 de abril. Te regalé un oso de peluche que yo mismo borde tu nombre, y nuestro primer beso fue después de tener nuestra primera cita. Yo te amaba al principio. Hasta que conocí a Michael y descubrí mi verdadero yo. —Cruce los brazos—. Además, soy bi, de hecho.
Una chica que estaba grabando dio un grito de apoyo y después se le siguió el silbido de otro chico y poco a poco el estacionamiento se llenó de aplausos y silbidos. Me sentía muy bien, era como si me estuviera aceptando. Solo sentía algo de culpa por mentir sobre mi sexualidad y que mi verdadero amor es Michael.
—Maldito perro, solo porque eres popular y un cobarde...
—¡Señorita Parker!
El director hizo acto de presencia y su mirada siniestra dejó a todos callados, incluso a la misma Teresa que se compuso al verlo. Yo no me sorprendí al ver que Michael estaba junto al director.
—Director Stephen, no era mi intención armar tanto alboroto. —Intentó poner su voz lo más dulce e inocente posible.
—Lo creería si no fuera por el video que presentó el señor López —Puede ver la sonrisa victoriosa de Michi—. Por eso necesitamos hablar sobre eso y, la clara agresión que le hace a su compañero.
Parecía que Teresa diría o haría algo más, sin embargo, se quejó con un bufido y se fue con el director sin antes golpear con su hombro a Michael.
—¿Le enseñaste el video? —Estaba algo impactado por todo esto.
—Es que la oí discutiendo con tus otras exnovias y decía que en la salida buscaría la manera de hundirte vivo. Es por eso que me quedé con Verónica hablando con el director.
—Oh, por Dios, Michi eres tan increíble.
Corrí para abrazarlo y levantarlo mientras daba vueltas como idiota, nunca antes había hecho algo parecido, era como un acto de amor a toda reglar, incluso juraría sentir las mariposas en el estómago, pero solo era el dolor de levantar a Michi y estar riendo como tonto. Lo bajé con cuidado y pude ver cómo estaba sonriendo y sus mejillas estaban algo coloradas.
—Es hermoso, simplemente hermoso —Verónica apareció con su celular en mano y mostrándonos una foto donde captaba a la perfección este momento: nosotros dos, dando vueltas, sonriendo, pareciendo una pareja de verdad. Me encanta.
Subimos al auto de Verónica y al ver cómo Michael se sentó adelante me dejó algo vacío al estar yo solo en la parte trasera. No pensé mucho en eso. Estaba feliz porque todo parecía perfecto. Mi beca ya no corría tanto peligro, la bruja fue atrapada y Michael era un maldito genio increíble.
—Oh diablos. —exclamó Michael.
—¿Ocurre algo malo? —pregunté mientras acercaba mi cabeza a su asiento.
—Bueno, mi hermano vio la foto que subió Verónica.
Me dejo ver que su hermano le está escribiendo y tragué, salía un poco al leer el mensaje.
Hermanito, tu novio es bellísimo, muero de ganas de verlo mañana y espero que me cuenten toda su historia. No quiero que olvides algún detalle.
¿Nuestra historia?
Sin nada más que decir, los dejo en su linda noche, tarde o día.
Los quiero, bye <3
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