capítulo 10: Hermanos de corazón
Una nube negra había apagado aquel pequeño rayo de sol que irradiaba siempre en casa.
Luego de los acontecimientos ocurridos entre ambos erizos, Sonic aún estaba en cama recuperándose de sus heridas mientras el oscuro tenía asuntos que atender en casa.
Lancelot a pesar de haber tenido una larga charla con sus hijos respecto a lo ocurrido, vió con tristeza a su menor hijo... Se volvió tan callado y ausente... Y lo que le rompió el corazón fué ver lo alejado que estaba de zule... No se le acercaba para nada, cuando su hija trataba de hablarle el menor simplemente se disculpaba y se encerraba en su habitación, a pesar que zule sonreía diciendo que le daría tiempo, que le esperaría, que seguiría tratando de volver a lo que eran antes... Sabía muy bien que su niña era la que más sufría con la indiferencia de Amadeus, no lo mostraba en su rostro pero sí podías notarlo en su actuar, el temblor de sus manos, los errores que había cometido en sus entrenamientos, sus ojos vidriosos...estaba sufriendo mucho.
No sabía que más hacer... No quería obligarlos a contentarse... Eso tenían que hacerlo de corazón.
Suspiró entrando a casa... Encontró a blacksmith vendando el brazo izquierdo de zule, la joven al verlo sonrió con pena.
-¿Que te pasó?- preguntó preocupado acercándose a ambos.
-nada padre... Me distraje, solo eso- dijo nerviosa desviando la mirada.
-¿Que no es nada? ¡Tienes un largo corte en todo el brazo!- exclamó molesto blacksmith.
-fue un error que no volverá a pasar... Estaba distraída- susurró con suavidad mirando su herida.
El moreno se acercó más a su hija y tomó una de sus manos viéndola directo a los ojos... La mirada de su niña estaba vacía... Sus hermosos zafiros estaban apagados.
-por favor ten más cuidado... Sé que esto es difícil para tí pero no puedes seguir así... Temo que salgas lastimada... Lo mejor será que te tomes un tiempo, el rey Mino está de acuerdo en que te tomes unas vacaciones-
-no puedo dejar mis deberes padre... Debo seguir... Tengo que seguir...-
-no... Solo será por una semana... Volverás a tus deberes pero tómate una semana por lo menos hasta que se cure tu herida... Hazlo por mí- suplicó triste, no quería discutir con ella.
-esta bien padre... Lo haré- fue lo último que dijo antes de disculparse y salir a su habitación, estaba exsausta.
Ambos mayores siguieron a la joven con sus miradas, estaban muy preocupados.
Lancelot abrazó con fuerza a blacksmith, se sentía un inútil por no poder hacer nada por ellos, su zorro también lo abrazó, se sentía impotente por sus niños.
-van a estar bien amor... Démosle tiempo para que curen sus heridas- dijo con cariño besando su mejilla.
-haría lo que fuera con tal de regresar el tiempo, de evitar que Sonic se les acerque...- murmuró oculto en el cuello del menor.
Ambos esperaban que todo se arregle entre ellos prontos... Añoraban volver a ver a ese par haciendo sus locas aventuras.
No podía descanzar, le dolía todo el cuerpo... Se levantó y se miró al espejo, con cuídalo levantó un poco su ropa revelando grandes moretones y cortadas en su estómago, espalda, piernas y cuello...
En sus entrenamientos estaba tan ausente que no esquivaba los ataques y como resultado siempre terminaba herida... Todo esto comenzó desde ese día... Ya ha pasado más de dos semanas.
Mirando la hora supo que ya era más de medio día, de seguro sus padres estarían en el trabajo, tenía que bajar a calentar el almuerzo para ella y su hermano.
Quejándose bajó al primer piso directo a la cocina, calentó el almuerzo... dejó todo servido y volvió a subir.
Estando frente a la puerta comenzó a ponerse nerviosa... Tocó con suavidad y esperó.
-¿quien es?- se oyó del otro lado.
-soy yo... Solo quería avisarte que ya está listo el almuerzo- susurró bajo.
-ya voy-
No lo esperó, sabía que si hacía eso el menor se rehusaría a bajar, no podía permitirse que se descuide de sus comidas... Se sentó lo más alejada de la mesa para no molestarlo.
Lo vió llegar, se sentó a la mesa sin mirarla... Comieron en silencio.
El primero en acabar fué el, zule apenas y había probado bocado, Amadeus lo notó y aunque quería reclamarle por no alimentarse bien prefirió callar.
El ambiente se puso tenso... Se sentían como dos extraños.
-oye... ¿Te gustó la comida?- trató de iniciar una pequeña charla para romper el hielo.
-si, mamá cocina muy bien- respondió cortante mirando su plato vacío.
-sabes... Tendré una semana de vacaciones así que estaré más en casa... Más tarde... Te gustaría nosé... ¿Salir a pasear?- preguntó esperanzada... Ya no soportaba estar lejos de él.
Por primera vez Amadeus vió defrente a su ¿Hermana? Las dudas lo carcomían por dentro...
-deberías utilizar tu tiempo libre en regresar a Camelot- respondió con frialdad.
En la mente de Amadeus solo estaba el bienestar de zule, si su destino no era junto a ella, lo mejor sería tomar caminos separados... Lo mejor para ella era regresar a Camelot y reclamar lo que era suyo por derecho... No le parecía justo que se quede y luche para sobrevivir sabiendo que tenía un futuro prometedor junto al rey.
Pero aquellas palabras hirieron demasiado a la joven, no lo veía de esa manera, sentía que su hermano le odiaba y no la quería ni cerca...
-yo... ¿Tú quieres que me vaya?- preguntó temerosa mirando el suelo.
-si... No perteneces aquí- no se le ocurrió mejor idea que repetirte las palabras que escuchó de Sonic.
-¿en verdad deseas eso?- ocultó más su rostro con su cabello, no sabía cuánto iba a soportar sin soltarse a llorar.
-si...vete a Camelot- finalizó levantándose de la mesa y subiendo para encerrarse en su habitación, no quería que zule le vea llorando.
Nadie pensó que esas palabras fueron la gota que derramó el vaso... En estado de shock, zule sonrió con nostalgia... Lo había perdido y ya no tenía fuerzas para seguir luchando... Nunca pensó que su punto débil fuera su hermanito.
Miró con depresión su hogar por última vez antes de tomar una decisión... Agarró una capa y dejó su espada, se fue al establo y subió a su caballo.
Suspiró mirando nuevamente su hogar...
Si eso deseas Amadeus... Por tu tranquilidad soy capaz de todo... Adiós mi ángel
A toda velocidad se perdió rumbo al pueblo... No pensaba ir a Camelot... Solo iniciaría una vida lejos de su familia, no quería seguir siendo una desgracia para ellos...
El sonido de galopes llamó la atención de Amadeus quién inquieto daba vueltas en su habitación... Salió a toda prisa buscando a zule... Pero no estaba.
Su mente le decía que estaba bien... Qué eso pasaría tarde o temprano pero su corazón opinaba lo contrario... Le decía que debía buscarla y pedirle perdón.
El conflicto era doloroso en su cabeza... Su corazón y su mente estaban en desacuerdo y esto sólo lo hacía sentir peor.
Al cabo de unas horas no lo soportó más y salió de casa... Iría a Camelot por ella.
Logró llegar hasta el estanque, estaba agotado de tanto correr y en varias ocasiones se había tropezado y caído al suelo lastimandose pero dejó de lado su dolor...
Tenía un grave problema, no sabía a dónde ir... Ni recordaba el camino para llegar a Camelot y ya estaba oscureciendo.
Frustrado se sentó frente al estanque mirando su reflejo... Era un tonto por decirle esas cosas a su hermana.
-¿Tú? ¿Que haces aquí? ¿Y la lacaya de tu hermana?-
Sorprendido vió a la hermana de Jules acercarse a él.
No lo pensó dos veces y se arrodilló frente a la dama suplicando con dolor.
-lamento por todo lo ocurrido aquel día pero por favor... ¡Ayúdame! Llévame con mi hermana... ¡Te lo suplico!- lloró frente a ella.
-¿eh? Ella no está con nosotros, ¿de qué hablas?- preguntó extrañada.
-¿no está en Camelot?-
-no... Ni la dejarían entrar- dijo con desprecio.
Se sintió un poco mal al ver aquella triste expresión en el menor... Suspirando y mirando al cielo batallaba con ella misma en lo que estaba a punto de hacer.
-esperame aquí, iré por mi caballo e iremos a buscarla, el tonto de mi hermano también vendrá con nosotros-
Sonrió con alegría obedeciendo... Ansiaba volver a estar con zule nuevamente.
Una charla corta y Rose junto a Jules se reunieron denuevo con el menor, Rose se ofreció en llevarlo y así los tres ocultos entre sus capas comenzaron a recorrer el reino del rey Minos.
-¿y dime... Por qué escapó?- preguntó desinteresada observando a su alrededor.
-todo es mi culpa, le dije cosas feas... Tan solo quería lo mejor para ella- susurró apenado.
-¿lo mejor? Y ¿qué es lo mejor?- le dió curiosidad lo que pensaba el menor.
-que regrese a Camelot junto a Sonic... El prometió una vida mejor para ella así que pensé que zule no debería estar con nosotros...-
-jajajja eres un tonto niño... En primera, ¿Cómo se te ocurre que esa salvaje estea con nosotros? No pertenece a la realeza... En segundo, ¿acaso no notabas que ella no quería a mi padre cerca? Y tercero, ¿Crees que prefiera un lugar desconocido a su propio hogar?- preguntó divertida.
Amadeus se quedó reflexionando aquellas palabras... En verdad era un tonto, zule siempre se ponía amenazante en presencia del rey Sonic, en varias ocasiones se alejaba de él y siempre lo rechazaba... ¿Qué estaba pensando al insistirle en ir con él?.
-soy un tonto- respondió sin ánimos.
-la encontraremos... Esa histérica quiso matarme cuando te lastime así que dudo que esté lejos... Debe estar cuidándote en las sombras-
Siguieron caminando por los lugares más alejados hasta que al fin la vió... Estaba en un bar... Nunca olvidaría aquella capa que usó el día de su enfrentamiento.
Paró y dejó a Amadeus junto a Jules... Esto era solo asunto de chicas... Habían algunas cosas que quería hablar a solas con ella.
-crees que es mejor que esas dos hablén solas?- preguntó Jules mirando asustado al menor.
-creo que sí... Creo...- miró dudoso a dónde se dirigía Rose.
El lugar era repugnante para ella, muy extravagante, con licores baratos y gente despreciable... Machos alardeando de su fuerza.
La vió sentada oculta mirando algo mientras tomaba lo que parecía ser solo agua, tenía intensiones de ir y molestarla pero se sorprendió de ver cómo unos tipos comenzaron a amenazarla, incluso la empujaron pero lo que más le enojaba era ver qué no se defendía.
Con molestia usando su espada redujo a esos abusivos, una vez se fueron aquellos cobardes miró con cólera a la zorrita sentada en el suelo.
-¡levantate! ¿Y se supone que perdí contra tí?- gritó furiosa.
-no estoy de humor "su alteza"... No pensé que una dama como usted frecuentara estos lugares-
-no te hagas la graciosa conmigo... ¿No sé supone que deberías estar en tu hogar junto a tu protegido? ¿Me humillaste frente a los demás sólo para defender a Amadeus y tú aquí en un bar de mala muerte-
Escuchar su nombre la puso mal... Miró con odió a la princesa... No quería pensar en él...
-no lo menciones... No sabes nada... Yo no pertenezco a ellos-
-¿y crees que perteneces con nosotros? Los plebeyos pertenecen con los plebeyos... Tu lugar está con tu familia-
-cierra la boca... No pertenezco a ningún lado, solo traigo desgracia y lastimo a los que amo...- dijo desanimada mirandola con sus ojos cristalinos.
-eres una tonta... Igual a él... ¿Que se supone que haga con ese niño?- preguntó mirando hacia fuera.
Sus ojos se abrieron de sobremanera al ver a Amadeus junto a Jules... ¿Que estaba haciendo con ello y por qué no estaba en casa.
-¿Por qué?-
-Porque ambos son unos idiotas... Odio decirlo pero tienen un hermanito único, llegó al estanque solo y me suplicó verte... me recordó cuando Jules y yo éramos niños...- sonrió con nostalgia.
-yo...-
-¡oh vamos! Le tienes miedo a un niño... ¡¿Cómo pude perder contra tí?!- se lamentó.
Con fastidio la tomó de la muñeca y la sacó de ese bar, a empujones la colocó frente a su hermano y el menor.
El pequeño al ver a su hermana se bajó apurado del caballo mirándola con emoción.
-hola... Yo...- intentó conversar pero un abrazo inesperado la dejó muda.
Sin esperar ni un segundo más se lanzó a sus brazos... Estaba tan arrepentido de haber tratado tan mal a su hermana...
-lo lamento... Lamento lo que te dije... No quiero que te vayas... ¡Te quiero mucho zule!- se disculpó llorando abrazando con fuerza sus piernas.
Escuchar aquello le devolvió el alma al cuerpo, se arrodilló y envolvió en sus brazos a su pequeño angel, con gentileza limpió sus lágrimas y besó su frente.
-no llores, no dije la verdad y te oculte muchas cosas, perdóname Amadeus, perdóname por hacerte sufrir- susurró derramando unas cuantas lágrima.
-no, discúlpame a mí, ya me habías dicho que confiara en tí y esperara un tiempo... Me ibas a decir la verdad en cuando crezca y yo como tonto hice lo contrario- explicó apenado.
-ambos nos equivocamos... Ahora estoy feliz de volver a estar a tu lado- sonrió juntando su frente con el menor.
-vamos a casa hermana... Mamá y papá nos va a castigar... Ya es de noche- la miró un poco asustado.
-si... Creo que nos ganamos un castigo... Pero lo vale- sonrió con nerviosismo.
-bueno esto ya es muy meloso... Será mejor que se vayan... Y zule... Me debes una revancha- sonrió con prepotencia mirando a ambos hermanos.
-cuando quieras princesita-
-gracias princesa Rose y Jules... ¡Muchas gracias!- agradeció de corazón mirando a ambos.
-nose de qué hablas enano... ¡cuida de tu hermana que yo seré la única en vencerla! Vámonos Jules-
-gracias Jules... Por cuidar a mi hermano- agradeció zule mirándolo con cariño
-nos volveremos a ver... Hay algunas cosas que tengo que contarte acerca de... ya sabes- respondió serio.
-nos veremos pronto- respondió entendiendo lo delicado del asunto... Pronto averiguaría de qué se trata.
Cada par de hermanos tomaron rumbos diferentes... Al menos se estaban llevando mejor.
Divagando en sus pensamientos miró con cariño a su pequeño erizo quién dormía agusto entre sus brazos, estaba arrepentida de haber tomado un camino fácil, de haberse rendido tan fácilmente... Ahora más que nunca tenía que proteger a su familia... Primero hablaría con la verdad frente a Amadeus y luego hablaría con Jules...
Quería finalizar de una vez por todas el tema con el rey... No lo quería volver a ver cerca de su familia nunca más...
Continuará...
__________________________________________
Ufff nuevo capítulo... No estoy muy activa por mi trabajo pero las ideas que me vienen las guardo en borrador y luego las pulo para subirlas... Gracias por sus comentarios... ¡Estaré publicando prontamente!.
Usagi2233 se despide... ¡Hasta la próxima!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro