✨ Especial 100K ✨
Seokjin observaba a Namjoon caminar de un lado a otro mientras hablaba por teléfono. Su hijo dormitaba en sus brazos mientras que él lo mecía con cuidado, sonrió cuando lo vio bostezar con su pequeña boquita.
—¿Cómo pueden tardar tanto? No estamos en medio del desierto como para que tarden tanto— se cayó escuchando lo que decían al otro lado. —Bien, bien…. Gracias por nada— cortó la comunicación enojado. Con su pie golpeó una piedra con todas sus fuerzas en señal de frustración.
Se acercó hacia donde estaba su novio y se quedó a su lado. Seokjin que estaba sentado sobre la maletera del auto, no dejo de mirarlo en ningún momento.
Se habían quedado con el vehículo de alquiler sobre la carretera cuando iban camino a la ciudad. El modelo entendía que no era nada divertido tener que esperar hasta que los vinieran a rescatar, pero no comprendía porque estaba tan enojado por eso.
—¿Vas a decirme porque estás tan interesado en ir a la ciudad? — el menor lo miró unos segundos pero no respondió, sólo tomó a Taehyun de sus brazos y comenzó a mecerlo. —¿Nam? — insistió. Su novio suspiró con fuerza.
—Abre el baúl del auto— pidió. Seokjin se bajó y levantó la tapa. Una canasta de picnic llamó su atención, la abrió encontrándose con varios postres, sándwiches, fruta picada, algunas bebidas y un bonito mantel a cuadros. —Quería llevarte a las montañas, no muy lejos de aquí hay un mirador. Quería que viéramos el atardecer juntos— terminó explicando.
—Oh Namu…— dijo conmovido.
—Pero mi plan está arruinado. No llegaremos jamás porque la grúa vendrá dentro de tres horas, para ese momento ya habrá anochecido. ¿Qué haces? — preguntó cuando vio a su novio sacar la canasta y caminar hacia el costado del camino.
—No necesitamos estar en las montañas para disfrutar de estás delicias— respondió sin mirarlo. Estiró el mantel sobre el pasto y se sentó antes de comenzar a sacar las cosas de la canasta. —¿Qué esperas? Trae el transportador de Tae— Namjoon lo obedeció, caminó al auto y colocó al bebé, que ya dormía, en su transporte. Lo llevó con él y lo colocó a un lado del mayor. —Vamos siéntate— pidió dando golpecitos en el piso— lo obedeció y se dejó caer a su otro costado.
—De verdad quería ver el atardecer contigo— dijo haciendo un puchero que le dio ternura a su novio, no era un gesto normal en él.
—Todos los días se da el atardecer, Nam. Ya tendremos otra oportunidad de verlo juntos.
—Pero…
—Sin peros— tomó una uva y la acercó a su boca. —Come— ordenó, pero el menor lo ignoró. —Anda, come— insistió. Cuando volvió a negar, colocó la fruta en su propia boca y se acercó a él. Le dio un beso y cuando Namjoon quiso profundizar el contacto, Seokjin pasó la comida a su boca.
—Eso es trampa— dijo sonriendo sobre sus labios.
—Por fin sonríes— respondió sonriendo también. —Agradezco el gesto, pero de verdad que no me molesta tener este picnic incluso si es a un lado de la carretera junto a un auto descompuesto, siempre que sea contigo no me importa donde sea— Namjoon volvió a besarlo, pero esta vez más dulcemente.
—Te amo— dijo sin poder contenerse.
—Y yo a ti— respondió antes de dejarle un beso en la mejilla. —Vamos, disfrutemos de este banquete— tomó un sándwich y comenzó a saborearlo con gusto. —Esto está delicioso. ¿Tú lo hiciste?
—Por más de que me gustaría decir que si, no puedo quedarme con todo el crédito. Yoongi hyung, Hobi y Jungkook me ayudaron.
—Oh eso es tierno.
Comenzaron a disfrutar de la comida mientras charlaban. Cada tanto se detenían a besarse tontamente como dos adolescentes enamorados.
—Todavía me parece increíble lo tranquilo que es— dijo Namjoon viendo dormir a Taehyun.
—Espero que siga siéndolo de niño y de adolescente— comentó Seokjin haciendo reír al menor. El modelo comenzó a juntar las bandejas para guardarlas en la canasta cuando se dio cuenta que aún quedaba uno de los deliciosos cupcakes de chocolate, sonrió tomándolo. Estaba a dieta porque durante su embarazo había aumentado algunos kilos, pero ¿quién podría negarse a un rico postre de chocolate? Lo tomó y comenzó a quitarle el papel, pero antes de poder darle un mordisco, fue arrancado de sus manos. —¡Oye! Estoy por comer eso.
—No puedes— dijo Namjoon.
—¿Por qué no puedo?
—No puedes— repitió.
—¿Por qué?... Oh ya entiendo, ¿le pusiste más relleno que a los demás? Por eso tiene un color diferente el papel.
—No es eso.
—¿Entonces qué es? ¿Es por qué estoy gordo? — preguntó ofendido.
—No, hyung. Estás perfecto— el mayor aprovechó que se sintiera culpable para quitarle el postre. Pero Namjoon volvió a quitárselo antes de que pudiera morderlo.
—NAMJOON— se quejó. El menor lo ignoró, lo colocó dentro de la canasta y se puso de pie.
—Vamos cerca del auto, ya deberían venir a buscarnos…— no pudo avanzar más de tres pasos, un tirón en su tobillo lo hizo caer boca abajo, agradecía que el pasto estaba algo largo y amortiguó su caída. El modelo se apuró a sentarse sobre su espalda. Namjoon podía sacarlo fácilmente de encima suyo pero no quería lastimarlo. —Hyung, por favor no— pidió cuando el mayor tomó la canasta.
—Desde el principio iba a compartirlo contigo. Sólo quiero la mitad.
—Hyung, no— rogó. Pero Seokjin lo ignoró y partió el cupcake a la mitad, algo brilloso dentro del pastelito llamó su atención.
—Nam…— lo llamó sorprendido. Se quitó de encima de su novio y esperó a que se sentara. —¿Qué es esto?
—No me hagas decirlo.
—Namu…
—Hyung, por favor. Mereces algo mejor que esto. No puedo decírtelo así simplemente. Tiene que ser un momento especial— dijo mirando el piso, no podía mirarlo a los ojos en ese momento. —Finjamos que esto nunca pasó y déjame que lo pregunte en otro momento, con más preparación.
—¿Aún no lo entiendes no? — preguntó confundiendo a su novio. —Siempre que sea contigo no me importa el qué o cómo.
—Hyung…
—¿No quieres saber la respuesta?
—Si.
—Entonces pregúntamelo.
—Por favor, hyung. Te mereces algo mejor.
—Pregúntamelo— insistió. Namjoon suspiró, ¿por qué de repente estaba tan nervioso?
—Kim Seokjin…— comenzó mirándolo fijamente.
—¿Si?
—¿Te casarías conmigo?
—No…
—¿Qué? — preguntó palideciendo.
—No puedo decirte que no.
—¿Quieres matarme de un susto?
—Lo siento, te lo merecías por no dejarme comer el cupcake.
—¿Puedo preguntarlo de nuevo?
—De acuerdo.
—¿Quieres casarte conmigo?
—Un millón de veces si— dijo antes de lanzarse a sus brazos.
Comenzó a besar todo su rostro. Repitiendo una y otra vez “si"
Nada había salido como Namjoon esperaba, pero tener el sí del hombre que amaba opacaba completamente el plan fallido.
Taehyung caminó hacia la sala donde Jungkook jugaba videojuegos. Lo miró durante unos segundos.
—Me da algo de vergüenza preguntar esto… pero… ¿puedes cocinar algo para mí?
—¿Qué? — preguntó sin dejar su juego.
—¿Qué comiste? ¿Puedes cocinar un poco para mí?
—¿De verdad lo dices?
—Por favor— pidió. Jungkook lo miró unos segundos, gran error, nadie podía resistirse al diseñador cuando hacia puchero. —Por favor— repitió tironeando de su brazo haciéndolo perder.
—Hyung— se quejó, pero igualmente se puso de pie y se dejó arrastrar a la cocina.
El cantante sacó todos los ingredientes y comenzó a preparar las verduras.
—Eres genial, Jungkook— el menor, sonrió.
—Pensé que sabías cocinar.
—No, si mi hermano, mi madre o las aplicaciones de delivery no me alimentan, no puedo sobrevivir.
—¿Y Yeonjun y Hoseok hyung? — preguntó cambiando de tema.
—Fueron a buscar a Namjoon hyung y a Seokjin hyung. Al parecer se les rompió el auto y la grúa de auxilio no puede llevarlos con el bebé.
—Oh, que mal. Espero que a Namjoon hyung le haya salido todo bien a pesar de eso— Taehyung lo miró interrogante. —Le iba a pedir matrimonio— contó sorprendiéndolo.
—¿Qué? ¿Todos lo sabían? ¿Por qué yo no lo sabía? — se quejó.
—Lo sabíamos Yoongi hyung, Hobi hyung y yo porque lo ayudamos a preparar todo. Lo llevaría a tener un picnic en la montaña, quería pedírselo viendo el atardecer.
—Oh que romántico.
—Si se les rompió el auto, no sé si habrá podido llevar a cabo su plan.
—Necesito uno de esos…— dijo Taehyung llamando la atención del cantante. Como sintió la mirada sobre él, el diseñador sonrió apenado. —Llevo demasiado tiempo solo— aceptó algo avergonzado.
—¿No te gusta estar solo? — preguntó revolviendo las verduras que cocinaba.
—En realidad, no me molesta, pero todos tienen a alguien en este momento y verlos me hace sentir solo.
—No eres el único soltero— le recordó.
—Sí, lo siento— dijo sintiéndose tonto por decirle eso sabiendo que aún se está recuperando de la ruptura con Jimin.
—Dime, ¿cuál es tu tipo? Tal vez tengo algún amigo que pueda presentarte.
“Mi tipo eres tú” pensó el diseñador.
—No lo sé, no soy muy exigente realmente. El corazón es quien decide.
—Vamos, hyung. Todos tenemos un tipo— dijo antes de apagar la hornalla. Buscó un plato y le sirvió. —Por ejemplo, a mí me gusta que sean divertidos, cariñosos y amables. ¿A ti que te gusta en un hombre?
—Me gusta que sepan cocinar— respondió viendo el plato frente a él. El menor rio.
—Lo pregunto enserio, hyung.
—Lo digo enserio, es uno de mis requisitos.
—Ok, ¿qué más te gusta?
—Que sean graciosos, no puedo salir con alguien que no tenga sentido del humor o que no le guste mis locuras— respondió antes de comer un gran bocado, hizo un sonido de satisfacción que agradó al menor. —Esto esta delicioso, Jungkook.
—¿Qué más debe tener el hombre de tus sueños?
—Le debe gustar la moda. Siendo diseñador no puedo salir con alguien a quien no le gusten mis diseños.
“Yo amo tus diseños” pensó el menor.
—¿Qué más?
—No lo sé, en cuanto al físico no soy exigente— respondió comiendo otro bocado. De verdad, que le parecía deliciosa la comida, no podía dejar de comer. —¿Qué? — preguntó cuando notó que Jungkook lo miraba fijamente.
—Tienes una mancha.
—¿Dónde? — se pasó una servilleta por su rostro, pero la mancha seguía allí. Sin pensarlo mucho, Jungkook pasó su pulgar por su labio y lo llevó a su boca. El diseñador tragó pesado al verlo.
El menor no sabía cómo había llegado a eso, pero no podía dejar de ver sus labios. Eran suaves al tacto, lo había comprobado cuando los tocó. ¿Se sentirían igual de suaves si los besara?
Jungkook se sorprendió de su pensamiento y carraspeó alejándose. Tomó las cosas que había usado y comenzó a lavarlas tratando de concentrarse en otra cosa.
Taehyung siguió comiendo, sin darle mucha importancia a su reacción, no quería crearse expectativas falsas.
—¿Y bien? — preguntó entregándole el plato que había usado para que también lo lavara.
—¿Y bien qué? — preguntó terminando de lavar todo.
—¿Tienes algún amigo que puedas presentarme? — Jungkook no entendía porque de repente la idea ya no le parecía divertida, cuando el mismo lo había propuesto.
—No creo tener un amigo así.
—¿De verdad? No fueron tan exigentes mis pedidos.
—Siento no poder ayudar— mintió. Estaba lejos de sentirse culpable por no conseguirle una cita.
—Es un poco, frustrante. Ni siquiera puedo seguir usando Tinder porque ahora que la gente conoce el rostro de Vante, tarde o temprano llegaría a la prensa— dijo haciendo una mueca.
—¿Tienes Tinder?
—Tenía… Pero bueno…— restó importancia. Estiró su cuerpo con cansancio. —Tal vez debería aceptar las citas que me propusieron algunos de mis modelos. ¿No crees? — Jungkook hizo una mueca. No le agradaba la idea. —Gracias por la comida, Kook.
El mayor salió de la casa principal con el corazón acelerado… ¿Se lo había imaginado o Jungkook realmente se veía celoso?
El cantante se quedó pensativo en medio de la cocina. ¿Por qué le molestaba tanto imaginarse al mayor teniendo citas con otras personas?
Jimin bajó del auto con ayuda de Yoongi, su vientre aún no era muy grande, pero al ser él de contextura pequeña, el bebé ya comenzaba a ser un peso extra.
Observó con ojos curiosos el lugar donde estaban. El mayor se había detenido frente a una pequeña cabaña frente al lago, la misma estaba rodeada de flores dándole un aspecto de ensueño. Siguió curioseando hasta que notó un muelle con un cenador al final, debajo de él una mesa decorada con flores y luces pequeñas se ubicaba en el medio de ella. El sol comenzaba a ocultarse, por lo que el atardecer se reflejaba sobre el agua.
Al menor le pareció una vista hermosa, por lo que miró a su acompañante conmovido, Yoongi no dijo nada, simplemente, tomó su mano y comenzó a caminar hacia allí con él.
Jimin sonrió cuando el rapero corrió su silla para que se sentara. Sus ojos brillaron cuando descubrió mochis de varios colores en una bandeja sobre la mesa, antes de que Yoongi terminara de sentarse, él ya estaba degustando uno de esos dulces de arroz. Hizo unos cuantos soniditos de satisfacción que hicieron sonreír al mayor.
—No te llenes con mochis que aún no serví la cena.
—Lo siento— respondió con las mejillas llenas del dulce. —Este lugar es precioso, hyung— dijo luego de tragar con fuerza. —Este cenador es precioso, las luces que lo decoran, la vista al lago y el atardecer… parece un lugar sacado de un cuento de hadas. —Yoongi sonrió por su emoción.
—Me alegra que te haya gustado.
—¿Cómo lo encontraste?
—Busqué en internet, literalmente, “lugares románticos cerca de mi” y me apareció este lugar— Jimin se carcajeó. —Puedes criticar mis métodos, pero no mis resultados— respondió tomando un mochi también.
—No hay nada que pueda criticar de este lugar, hasta el viento parece de nuestro lado. El lago está tan calmo que el atardecer se refleja tan hermoso en él. — dijo mirando el agua.
—No es tan hermoso como tú— Jimin observó a Yoongi, el mayor lo miraba tan fijamente que solo pudo ruborizarse y bajar la mirada.
—Hyung, por favor— pidió en un susurro.
—¿Qué? No dije ninguna mentira. A mis ojos, no hay nada más hermoso que tú.
—¿Cenamos? — preguntó sintiéndose cohibido. Era temprano aún, pero prefería mantenerlo ocupado con otra cosa a que siga mirándolo de esa forma. El mayor asintió y acercó una pequeña mesita con ruedas donde tenía toda la comida, Jimin no la había notado hasta ese momento. Pudo reconocer varios de los recipientes que había en la casa que alquilaban. —¿Tú cocinaste todo? ¿Cuándo lo trajiste aquí?
—Sí, todo lo preparé yo, pero para preparar el lugar recibí ayuda. La muchacha que limpia el complejo vino una hora antes y preparó todo.
—Oh, debo agradecerle cuando la vea— respondió viendo como dejaba varios platillos coreanos sobre la mesa. —Todo se ve delicioso.
—Provecho.
—Gracias, hyung— el peligris comió su primer bocado con ganas. Sabía que Yoongi era muy bueno en la cocina, pero lo que había preparado esa vez parecía aún más delicioso que otras veces. —Esto está riquísimo, hyung.
—Traje algo especial para ti— dijo colocando un recipiente frente a él. Se le hizo agua la boca, cuando lo destapó.
—¡Carbonara! — exclamó levantando un gran bocado.
—Come con cuidado— rio al verlo llenar su boca de fideos.
—No puedes darle su comida favorita a un embarazado y esperar que no la devore— El rapero apenas pudo comprender lo que dijo con la boca llena.
—De acuerdo, pero nadie va a robarte nada. Por lo menos, mastica bien. Vas a ahogarte— Jimin le sonrió como un niño pequeño haciendo travesuras, pero comenzó a comer más despacio.
Ambos siguieron cenando en un silencio tranquilo. Cuando terminaron, ya había anochecido. Las pequeñas luces que decoraban el lugar iluminaban lo justo y necesario.
Mientras que Yoongi juntaba todo lo que habían utilizado, Jimin se había sentado al borde del muelle con sus pies colgando sobre el agua. Observaba la luna y las estrellas con tranquilidad, era una noche hermosa.
Cuando sintió una prenda ser colocada sobre sus hombros, miró a su costado.
—Está refrescando.
—Gracias, hyung.
Se quedaron en silencio durante unos minutos, simplemente disfrutando de la compañía del otro y admirando el paisaje. Yoongi observó las estrellas que brillaban sobre sus cabezas, lejos de la contaminación lumínica de la ciudad, iluminaban el firmamento con intensidad.
Su vista viajó al rostro del menor, encontrándose con una vista aún más maravillosa. Los ojos del peligris, parecían brillar junto con las estrellas. Su piel era iluminada por la luna, haciéndola lucir aún más tersa. Sus labios entreabiertos parecían llamarlo.
Al sentir que lo observaban, Jimin le devolvió la mirada. Él también observó su rostro a detalle. Su piel parecía aún más blanca bajo la luna. Observó sus ojos negros que lo miraban con la misma intensidad que en el pasado. Bajó su vista a sus labios rosados, trago pesado cuando Yoongi los humedeció.
Ni siquiera notaron el momento en que sucedió, pero sus rostros estaban a centímetros de distancia. Estaban tan cerca que podían sentir la respiración del contrario sobre sus pieles.
—¿Puedo besarte? — susurró Yoongi como si dijera un secreto. El menor sólo asintió con la cabeza lentamente.
Como si tuviera todo el tiempo del mundo, el rapero colocó con lentitud una de sus manos en su mejilla y la acarició con ternura, mientras que con la otra rodeaba su cintura. Se tomó un momento para apreciar sus ojos antes de acercarse.
El primer contacto fue un toque suave, como si tuviera miedo de que desapareciera en sus brazos si lo hacía con brusquedad. Movió sus labios lentamente, saboreando la boca contraria.
Jimin fue quien subió la intensidad. Amaba que Yoongi lo besara con dulzura, pero en ese momento, necesitaba más que un dulce beso Cuando el mayor sintió una mordida en su labio inferior, se separó agitado.
—Jimin…— lo llamó cuando el peligroso comenzó a besar su cuello.
—¿Mmmh?
—Jimin…— volvió a llamarlo.
—¿Qué? — respondió separándose para mirarlo a los ojos. Sus labios estaban hinchados por el reciente beso, Yoongi tuvo que poner toda su fuerza de voluntad para no devorarlos.
—Quiero preguntarte algo.
—¿Tiene que ser ahora?
—Si— el menor se separó a duras penas de él. Se movió unos centímetros hacia atrás para escucharlo.
—¿Qué es hyung?
—Jamás he dejado de amarte— Jimin quiso decir algo, pero el mayor lo detuvo. —Déjame hablar por favor, necesito sacarlo de mi sistema— pidió, el menor se puso derecho como prestándole completamente su atención. —No hubo un día de los últimos años en el que mi corazón no latiera por ti y para ti— continuó. —Incluso cuando quise convencerme de que podría meter a alguien más en él, no pude hacerlo porque mi corazón ya no me pertenecía, sino que es tuyo desde el primer instante que te vi sonreír— el peligris contuvo el aliento ante la confesión. —¿Sabes? Esa noche que rompimos, te iba a pedir matrimonio.
—Hyung…—lo miró culpable.
—No lo digo para hacerte sentir mal. No es mi intención— Jimin lo observó sacar una pequeña cajita de terciopelo de su bolsillo con el corazón en un puño.
—Hyung— repitió con lágrimas en los ojos.
—Durante muchos años, este anillo me rompió el corazón cada vez que lo veía. Por eso, hoy quiero darle otro significado— lo sacó con cuidado y luego tomó la mano del menor. Contrariamente a lo que pensaba Jimin, el anillo no fue colocado en el dedo anular como se esperaría en un compromiso. Al ver la confusión en su rostro, Yoongi sonrió. —Por la situación en la que estamos ahora en nuestras vidas, no siento que sea el momento para pedirte matrimonio. —El menor sabía que tenía razón, por lo que lo dejo continuar. —Quiero pedirte que seas mi novio y te quiero dar este anillo como recordatorio de que te amé, te amo y te amaré, hasta que mi corazón deje de latir.
—Yoongi…— con las palabras atoradas en su garganta, solo pudo besarlo como respuesta. —Lo siento, lo siento tanto.
—No quiero que te disculpes, no te doy este anillo para hacerte sentir culpable. Sino que es todo lo contrario, es para que recuerdes todo lo que pasamos. Este anillo es la prueba de que nuestro amor ha sido más fuerte.
—Te amo, te amo tanto— Jimin se abrazó a su cuello y Yoongi se dedicó a acariciar su espalda para que se tranquilizara.
—¿No vas a responderme? — preguntó luego de unos minutos. —¿Quieres ser mi novio?
—Creía que era obvio que si quiero.
—Prefiero tenerlo en palabra o por escrito mejor— Jimin sonrió. Se separó del abrazo y se tomó un momento para apreciar el anillo. Miró a su ahora novio con una ceja alzada al verlo en detalle.
—No me mires así, era un veinteañero enamorado. Es obvio que elegiría el anillo más cursi de la historia— El anillo era una alianza sencilla, pero en vez de tener sus iniciales como normalmente se estimaba, tenía talladas las siluetas de un gatito y un pollito. —Yeonjun será siempre tu pollito, pero tú eres el mío— dijo abrazándolo.
—¿Y tú eres mi gatito?
—Sí, pero sólo tuyo. No dejes que nadie más me llamé así— lo volvió a abrazar y colocó su mentón en su hombro. Jimin comenzó a acariciar su cabello. Así estuvieron por unos minutos, hasta que Yoongi se dio cuenta que la noche comenzaba a refrescar. —Vamos a la cabaña, no quiero que te resfríes.
Jimin asintió, esperó a que el mayor se pusiera de pie y se dejó ayudar para levantarse. Caminaron con tranquilidad hasta la pequeña casa.
Yoongi lo ayudó a quitarse el calzado al entrar y apenas pudo quitarse los suyos antes de ser atacado por Jimin. El menor comenzó a besarlo con tanta pasión que le costó algunos segundos poder seguirle el ritmo.
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—Jimin…— lo llamó tratando de recuperar el aliento. Jimin ahora besaba su cuello, lo hacía con tanto ahínco que estaba seguro que le dejaría una marca.
—¿Mmmh? — preguntó sin soltarlo.
—¿Qué haces? — cuestionó con voz ronca.
—¿Qué crees que estoy haciendo? — respondió sobre su boca. Sin ningún aviso colocó su mano sobre el miembro del mayor y lo masajeó con lentitud.
—Ji-Jimin— el menor sonrió.
—Adoro cuando tartamudeas mi nombre por placer— susurró en su oído sin abandonar el trabajo manual.
—Jimin— repitió. No sabía que le pasaba al menor, pero él no era inmune a su toque y podía sentir como su entrepierna comenzaba a despertar.
—¿Por qué lo piensas tanto? — preguntó. —Te necesito, hyung. Soy un doncel en estado con las hormonas alborotadas que necesita que se lo follen y tú estás ahí sin hacer nada— se quejó en un puchero.
Esa fue la gota que darramó el vaso para Yoongi. No pudo ni quería contenerse. Tomó a Jimin de la cadera y lo pegó a su cuerpo para devorarle la boca. El peligris gruñó cuando quiso restregar su miembro con el contrario, pero su vientre se lo impidió, Yoongi sonrió por ello.
Lo guio al sofá de tres cuerpos de la sala y lo sentó en el medio. Lo observó desde arriba durante unos segundos, tomándose su tiempo para admirar sus mejillas sonrojadas, su cabello alborotado y sus labios hinchados.
Se inclinó sobre él y volvió a besarlo, pero esta vez con tanta dulzura que Jimin terminó suspirando cuando se separaron. Con cuidado le quitó la camiseta y lo recostó sobre el mueble.
Desde su rostro comenzó a dejar un camino de besos bajando por su tórax. Besó sus pezones con parsimonia, por el embarazo estaban tan sensibles que Jimin no pudo evitar gemir.
Siguió bajando, pero se detuvo sobre su vientre. Lo acarició con la punta de sus dedos y repartió tiernos besos en cada centímetro de piel.
—Ya te lo dije, pero te ves tan sexy con el embarazo. Siempre lo has sido, pero que estés creando vida dentro de ti, te da una sensualidad especial— comentó antes de dejar un último beso bajo su ombligo.
Con tortuosa lentitud bajó los pantalones y el boxer del menor. Jimin había querido ponerse unos jeans ajustados para su cita, pero sólo había logrado entrar en un pantalón de chándal, ahora lo agradecía porque eran más fáciles de quitar.
Yoongi tomó con cuidado el miembro semi erecto del peligris y repartió besos en su extensión. De un solo movimiento, lo metió en su boca que generó un sonoro gemido del peligris.
Siguió con la felación mientras disfrutaba de los jadeos del menor como música de fondo. Abandonando su miembro, pasó a succionar sus testículos y de ellos bajó a su entrada. Dejó una lamida sobre el lugar y observó la reacción del menor. Jimin se deslizó hacia abajo buscando más contacto, por lo que Yoongi decidió continuar, ahora con más empeño.
Con su lengua comenzó a prepararlo. No quería lastimarlo, así que se tomó varios minutos para hacerlo. Cuando comenzó a usar sus dedos para estirarlo mejor Jimin habló:
—Hyung…— lo llamó. —Ya no aguanto. Te necesito a ti— rogó.
Yoongi volvió a subir sobre su cuerpo para besarlo. Dejó una mordida juguetona en sus labios antes de arrodillarse entre sus piernas. Se quitó la camiseta y Jimin estiró sus manos queriendo quitarle los pantalones casi con desespero. Yoongi sonrió por lo exasperado que se veía.
El rapero se puso de pie a un lado del sofá y se quitó todas sus prendas bajo la atenta mirada de Jimin. El peligris se sentó derecho y lo atrajo así si. Sin decir nada, ahora él comenzó a practicarle sexo oral. Yoongi gimió ronco cuando sintió que su punta tocaba el fondo de su garganta.
—Ve tranquilo— le pidió cuando escuchó una arcada. Lo miró y la imagen le resulto tan sucia que su miembro pareció crecer dentro de la boca contraria. Sus ojos brillosos por el esfuerzo de querer tomar todo, el cabello despeinado y sus labios devorando su miembro, podrían hacerlo correrse con solo verlo.
En un movimiento rápido, Jimin los hizo cambiar de posición. Ahora el rapero era quien estaba sentado y él estaba de pie frente a él.
—Te prometo que luego te la chupo todo lo que quieras, pero de verdad te necesito dentro de mí ya mismo— pidió pasando una pierna a cada lado de las contrarias antes de sentarse sobre su regazo. Sin darle respiro comenzó a besarlo con fuerza.
Cuando quiso alinear su miembro con su entrada, Yoongi lo detuvo.
—Espera.
—¿Ahora qué? — se quejó.
—Demonios, deja de ser tan caliente que no puedo controlarme.
—No quiero que te controles.
—¿Estás seguro de que podemos hacerlo?
—¿Qué? ¿Por qué no podríamos?
—Por el bebé— la mirada preocupada sobre su vientre le dio mucha ternura. Jimin besó sus labios con cariño.
—Te juro que ni se enterara.
—¿Estás seguro? ¿No lo molestamos?
—No, hyung. Tienes un buen tamaño, pero tampoco como para que le golpees la cabeza o algo así.
—¡Oye! — lo miró ofendido. El menor largó una carcajada. —Deja de reírte— se quejó, pero el menor lo ignoró. —Te ríes como si mi tamaño no te hubiese hecho gritar de placer en el pasado— dijo indignado.
Cansado de escucharlo, sin ningún aviso alineó su miembro y lo penetró con la mitad de su extensión. Jimin jadeó y se dejó caer auto penetrándose.
Yoongi no se movió, porque sabía que, aunque lo había preparado, necesitaba unos segundos para acostumbrarse.
Fue el menor quien comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante cuando se sintió cómodo. El mayor colocó sus manos en su cadera para ayudarlo a moverse, pero dejaba que fuera él quien impusiera el ritmo.
Con el paso de los segundos, Jimin comenzaba a frustrarse. Sabía que Yoongi se estaba controlando, pero era lo último que quería en ese momento, realmente quería que fuera más brusco.
Se levantó de las piernas de su novio y se puso de espaldas. Volvió a alinear el miembro del mayor a su entrada y se sentó de sopetón arrancándole un gruñido. Colocó las manos sobre sus rodillas e inclinándose hacia adelante, comenzó a moverse de arriba a abajo.
Sabía que a Yoongi le gustaba ver su trasero chocando con su pelvis, así que le daba una perfecta imagen de eso.
El mayor observó con atención como su miembro entraba y salía de su cuerpo. Observó la forma en que su trasero rebotaba en cada estocada. Subió su mirada por su espalda y observó casi con admiración como una gota de sudor recorría la tinta en su piel hasta perderse entre sus cuerpos unidos.
—Estás jugando sucio— dijo casi en un gruñido.
—Porque tú no lo estás haciendo lo suficientemente sucio— respondió. El movimiento comenzaba a cansarlo, por lo que se dejó caer y comenzó a mover sus caderas en círculos, gimió con fuerza cuando su próstata fue golpeada una y otra vez.
Yoongi lo tomó de la cintura y se puso de pie llevándolo con él. Hizo que se arrodillara sobre el sillón apoyando su pecho sobre el respaldo, separó sus piernas e hizo que inclinara su cuerpo hacia adelante para levantar su trasero. Yoongi observó la sexy imagen por unos segundos.
—Hyung, por favor— pidió Jimin. Movió sus caderas de un lado a otro queriendo tentarlo. El mayor sonrió.
—¿Qué es lo que quieres, cariño?— preguntó burlón.
—Sabes lo que quiero, deja de jugar— sin ningún aviso, volvió a penetrarlo de una sola estocada que le quitó el aliento. Rodeó sus hombros con uno de sus brazos e hizo que la espalda del menor quedara pegada a su pecho, eso hizo que su miembro vaya más profundo dentro de él.
—¿Eso quieres?— susurró en su oído. Jimin asintió repetidamente con la cabeza. —Muéstrame cuanto lo quieres— le ordenó. Lo soltó y se quedó quieto detrás de él.
Jimin comenzó a mover sus caderas de atrás adelante en movimientos rápidos y cortos que no permitían que el miembro del mayor saliera de su interior. Se sostuvo con ambas manos del respaldo del sillón aumentando la intensidad.
Yoongi inclinó su cabeza hacia atrás disfrutando del roce sin hacer nada más que gemir en alto. Cuando Jimin no pudo más se detuvo, pero el mayor no le dio un respiro, sino que inmediatamente, lo sostuvo de la cadera y comenzó a moverse con incluso más intensidad y fuerza que la que estaba usando el doncel. El menor clavó sus uñas en el respaldo tratando de sostenerse.
El mayor lo tomó del mentón haciendo que girara el rostro para besarlo con pasión. Jimin gimió sobre su boca cuando se corrió sin siquiera estimular su propio miembro. Yoongi disminuyó la intensidad, pero siguió moviéndose dentro de él, lo que hizo que su orgasmo se alargara. Cuando su interior se estrechó más, Yoongi se corrió dentro de él.
Yoongi lo abrazó por la espalda para sostenerlo mientras recuperaban el aliento. Jimin gimió bajito cuando salió de él.
El mayor le paso su camiseta para que la usara antes de ir al baño por algo con que limpiar pero Jimin no se la puso.
—¿Sabes cómo limpiar semen del sofá?— preguntó Yoongi cuando notó que la mancha no salió.
—¿En serio vas a limpiar ahora?— se quejó Jimin.
—¿Quieres seguir?— preguntó sorprendido.
—Llevamos años separados, estás así desnudo frente a mí— comenzó a enumerar con los dedos. —soy un doncel embarazado con el libido por los cielos y ¿me preguntas si quiero seguir?. Pongámoslo así, soy un omega en celo de uno de eso libros omegaverse que te gustan.
—¡OYE! Te dije mil veces que sólo leí un libro— se quejó ofendido.
—Claro, hyung.
—Taehyung me engañó para leerlo, yo no sabía sobre que trataba.
—Claro, ¿también te obligó a leerlo todo?
—Lo terminé porque la trama terminó siendo interesante, no me juzgues.
—Ok, supongamos que te creo y no lo terminaste porque te fascino eso de los omegas, alfas y demás del alfabeto griego.
—Y betas—lo corrigió. El menor lo miró con una ceja alzada.
Para que dejara de mirarlo así, se acercó a él, lo levantó estilo nupcial y comenzó a caminar hacia el baño de la cabaña. Jimin se abrazó a su cuello sonriendo.
—¿Tú serás mi alfa, hyung?
Yoongi rodó los ojos. Lo dejó sobre sus pies antes de meterse en la bañera que había dejado llenándose minutos atrás. Le tendió la mano al menor y lo ayudó a entrar. Se ubicaron uno detrás del otro disfrutando de la calidez del agua.
Jimin observó sus manos unidas sobre su vientre. Sonrió al ver el anillo que le había dado en su dedo.
—Imposible que tú seas mi alfa— dijo unos segundos después.
—¿Por qué?— preguntó casi ofendido.
—Si tuviéramos animales internos tú serías un gatito. Gatos y caninos no se llevan— respondió como si fuera obvio.
—No importa si soy un gato o lobo, ¿sabes por qué?
—¿Por qué?
—Porque tú definitivamente eres un pollito, y gato o lobo, igual puedo devorarte— respondió agarrando el miembro del menor bajo el agua mientras dejaba una mordida sobre su cuello. Jimin gimió en alto por el repentino ataque.
Así pasaron el resto de la noche, gimiendo y jadeando. Con sus cuerpos unidos en todas las poses que sus cuerpos y la barriga de Jimin les permitieron.
Amándose a cada segundo hasta que el cansancio por fin invadió sus cuerpos y la calma de estar en los brazos de su amado los arropo.
Lo prometido es deuda y acá les dejo el especial de las 100k vistas...
¿QUÉ?
Me parece una locura que haya llegado a tantas 🥹 Cuando empecé a escribir esto fue por distracción creyendo que nadie más la leería 😭
Llevo tiempo trabajando en la historia, y a lo largo de estos años (si, años) se ha sumado mucha gente a leer, votar y comentar. He perdido muchos lectores por lo que me estoy tardando pero a los que siguen ahí MUCHAS GRACIAS. No tengo otra palabra para ustedes más que gracias🫂 Gracias por el apoyo😭
Me parece que este especial va perfecto con el momento porque no le queda mucho a la historia, tal vez dos o tres capítulos más 💔 (y algún que otro especial 😶🌫️)
Como no queda mucho y el público se renueva me gustaría volver a compartir las ideas que tengo de próximas historias para cuando ¿Papá? terminé... (No me juzguen que con todos los chicos yendose al servicio militar, de algo hay que sobrevivir 😭)
Idea uno: Yoongi duerme con el prometido de su hermano antes de la boda sin saber quién es.
Idea dos: Yoongi es un ser inmortal que ha pasado las últimos siglos esperando que Jimin reencarne para volver a enamorarlo.
Idea tres: Jimin es muy fan de Yoongi y por cuestiones de la vida termina viendo en su casa.
Idea cuatro (omegaverse): Yoongi creía haber encontrado a su destinada pero cuando, quién consideraba su "hermanito", su vida sa un giro de 180°.
Cuéntenme cuáles les resulta más interesante👀
Nuevamente gracias por seguir ahí.
Nos leemos❤️🩹
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