Al día siguiente gracias a la idea de Taehyung todos los medios desmentían que Agust D tenía pareja. A pesar de que el diseñador jamás mostró su rostro, adoraba usar las redes sociales y tenía muchos seguidores, por lo que publicó una foto donde se lo veía a Yoongi en su estudio viendo algunos de sus diseños, otra en la que salen juntos donde ambos usaban la misma ropa que se ve en la foto de la polémica (Taehyung ocultó su rostro con un emoji) y otra del show del mayor. En el post escribió:

Estamos trabajando con August D en un diseño exclusivo para una camiseta que sus fans van a poder adquirir. Estén atentos a nuestras redes para enterarse más. Gracias Agust Hyung por mostrarme tu estudio y por invitarme al show, la pasé increíble!

Yoongi respondió al post: 

Es un placer trabajar contigo, Vante.

Media hora después de la publicación, se llenó de periodistas la entrada del estudio de Taehyung y Yoongi aprovechó para salir a aclarar las cosas. Mientras él los distraía su hermano y su hijo escapaban por otra salida. Ni bien salió el mayor empezaron con las preguntas.

—Agust, ¿confirmas que el chico de la foto era el diseñador Vante?

—Si, pero malinterpretaron las cosas— respondió con una sonrisa amable. —Como sabía que ustedes me esperaban en la empresa le pedí a Vante que se escondiera en la parte de atrás de mi auto, porque como ustedes saben él no quiere mostrar su rostro y no quería exponerlo.

—¿Entonces no son pareja?

—No. Sólo estamos trabajando juntos en un proyecto. Lamento que se confundieran las cosas— en ese momento un auto de su empresa se estacionó frente a él. —Me gustaría seguir charlando con ustedes pero debo irme, chicos. Hasta luego— dijo haciéndose paso hasta el auto evadiendo el resto de preguntas que le hacían sobre el trabajo juntos porque no quería mentirles cuando no tenía idea del diseño. Subió al auto rápidamente y pidió que lo saquen de ahí.

En la empresa lo esperaban su jefe y Taehyung que había ido directo allí con Yeonjun.

—Las cosas se están calmando. Muchas gracias Taehyung, tu idea fue brillante— habló el jefe del mayor sentándose en la mesa de juntas. —El contrato ya lo tengo listo— comentó extendiendo hacia los hermanos los papeles que debían firmar.

—Será un placer trabajar con usted, señor Min— le dijo el menor a su hermano luego de firmar.

—Lo mismo digo, señor Min— respondió Yoongi firmando también.

—Bien chicos, confió en su criterio sobre el diseño. Sé que no vamos a tener problemas con eso. Cuando lo tengan listo, me lo envían y prepararemos el anuncio para los fans.

—Muy bien. Taehyung tiene que volver a su estudio y yo al mío— respondió Yoongi poniéndose de pie, su hermano lo siguió. —Nos retiramos, señor— estrecharon las manos y los Min se fueron de allí.

—De verdad que te debo una, Tae— comentó Yoongi llegando a su estudio.

—Lo sé. Vas a tener que pagar una cena esta noche en el restaurante de siempre.

—Dalo por hecho— dijo abriendo la puerta de su estudio. Allí encontraron a Hoseok y Yeonjun cantando y bailando sobre el sofá como si estuvieran dando un show aunque el único espectador era Namjoon. Los Min rieron con fuerza al verlos.

—Peque tenemos que irnos— dijo Taehyung al niño cuando la canción terminó. Yeonjun tomó su mochila y se despidió de los demás dándoles un abrazo. —Te mandaré un mensaje cuando este en el restaurante para que vayas— le dijo a Yoongi antes de darle un abrazo también.

—Bien. Tengan cuidado en la salida. Ahora aviso a seguridad que controlen tu salida.

—De acuerdo, hasta luego hyungs— se despidió saludando con la mano.

*

Esa noche, ni bien recibió el mensaje de su hermano que lo esperaban en el restaurante, Yoongi tomó sus cosas y dejó su estudio. Cuando llegó al lugar lo llevaron al apartado de siempre, pero cuando llegó no encontró a su hermano y a su sobrino, sino que en su lugar había una chica esperando. El rapero la miró extrañado sin comprender.

—Agust oppa— le habló la chica cuando lo vio.

—¿Nos conocemos?— preguntó confundido.

—No. Pero su hermano quería que nos conociéramos.

—¿Qué? ¿Mi hermano? 

—Si, Taehyung. Tranquilo somos amigos. A nadie le dije sobre él. 

—De acuerdo. ¿Me disculpas un segundo? Debo ir al baño— escapó casi corriendo de ahí. Ni bien estuvo en los sanitarios, llamó a su hermano. —¿Estás loco?— preguntó ni bien contestó.

—Hola, hyung. ¿Conociste a Eunha?

—¿Qué es esto Taehyung?

—Es una cita a ciegas. Ya es tiempo de que conozcas a alguien.

—¿No te parece que esa es una decisión mía?

—No. Comparas a todas las personas que conoces con Jimin. Debes dejar de hacer eso y empezar a conocer gente diferente. Quiero que estés bien

—¿Y quién dice que no estoy bien?

—Todos necesitamos a alguien. Mira, sólo te pido que cenes con ella. Es una buena chica, modeló varias veces para mí y además es mi amiga. Sólo charla con ella, no pido más. Si luego tú decides que no quieres volver a verla está bien pero tal vez hasta te sorprendas. Me la debes.

—Esto es chantaje— suspiró. —Bien, lo haré. Pero no prometo nada. Igual voy a golpearte cuando te vea.

—Bien, pero socializa un poco primero. Adiós— dijo cortando la llamada.

Yoongi se miró en el espejo por unos segundos antes de volver con la chica. Le daría una oportunidad. Antes de llegar a donde lo esperaba la chica no pudo evitar distraerse con una pareja de chicos cenando. El aspecto de ambos le hicieron recordar a Jimin y a él.

Yoongi pasaba la mayor vergüenza de su vida. Había invitado por primera vez a su novio a cenar en un restaurante bastante lujoso. Y como siendo trainee no conseguía suficiente dinero había ahorrado por bastante tiempo para llevar a su novio a ese lugar. Con lo que no contaba fue que los precios eran exageradamente altos, por lo que Jimin tuvo que pagar su parte.

Yoongi se sentía muy avergonzado no lo había mirado a la cara desde que salieron del restaurante y caminaba a su lado cabizbajo. Jimin suspiró e hizo que se detuviera. Levantó su rostro y le sonrió cuando sus miradas se conectaron.

—¿Estás enojado?— preguntó el mayor casi en un susurro.

—¿Puedes dejar de actuar así? No me molesta haber pagado mi comida. Me parece lo correcto.

—Pero yo te invité. Lo siento. Soy el peor novio del mundo.

—Me voy a enojar de verdad si repites eso. Ya te dije que no me molesta. Si ambos comimos, ¿por qué deberías pagar sólo tú? Aunque si quieres devolvérmelo no me opongo.

—Si. Te devolveré el dinero. Eso haré.

—Yo no hablé de dinero— respondió enredando sus brazos alrededor del cuello de Yoongi. —Te lo cobraré en besos— dijo coqueto antes de besarlo profundamente. Luego de unos segundos, cortaron el beso pero Jimin no lo soltó y el mayor lo atrajo más a él apresando su cintura.

—Te prometo que cuando gané mucho dinero te llevaré a todos los restaurantes más lujosos de la ciudad e incluso del mundo. Siempre hablaste de Francia, te llevaré allí a comer a los lugares más caros. Y luego, te haré el amor en la suite más lujosa de París con la Torre Eiffel como testigo.

—¿Puedes dejar de hacer eso?— preguntó Jimin.

—¿Qué cosa?— respondió confundido.

—Deja de enamorarme, Min Yoongi. Así nunca voy a poder alejarme de ti.

—Tal vez, eso es exactamente lo que quiero— dijo antes de besarlo con pasión.

Yoongi sonrió ante el recuerdo. De igual forma caminó para cenar con la amiga de su hermano
Realmente Yoongi no tenía una queja respecto a la chica. Le había caído realmente bien. No era como la mayoría de modelos engreídas que había conocido. Era amable, divertida y muy hermosa. Realmente estaba considerando una segunda cita.

Pero había algo en su vida que no le permitía salir con alguien sin estar cien por ciento seguro de que era una buena persona. Ese algo era más bien un alguien y ese era su hijo. Así que cuando llegó el postre y la vio sacar fotos a los cheesecake que habían pedido para subir a sus redes, decidió preguntar:

—¿Qué opinas de los niños?

—¿Qué?— respondió, la pregunta la tomó por sorpresa. —¿Niños?— Yoongi asintió con la cabeza. —Opino que son bonitos— bien por ahora la respuesta le agradaba al mayor. —Pero cuanto más lejos de mi mejor. No me llevó con los niños— continuó tomando un bocado de su pastel. —No necesito diablillos en mi vida.

Yoongi asintió y terminó de comer respondiendo cortamente a las preguntas que la chica seguía haciendo pero su interés ya había dejado la cita.

Quedó en que la llamaría cuando se despidieron en la salida del local, cosa que seguramente el mayor no haría. Taehyung le había dicho que todos necesitamos a alguien pero si ese alguien no puede aceptar a su hijo, no lo quiere en su vida.