69.
Les quedaban dos días de vacaciones. Habían aprovechado al máximo las instalaciones y de las facilidades del lugar. Nadaron en la piscina, saltaron junto a Yeonjun en el trampolín, recorrieron los caminos en cuatriciclos.
Para tranquilidad de Jimin también hicieron cosas menos peligrosas como armar aviones a escala, jugar videojuegos y cocinar entre todos.
Cada día terminan terriblemente cansados, pero con una sonrisa en el rostro y los corazones ligeros. Lejos de la ciudad y los problemas de la fama, se sentían libres.
Sabían que pronto debían volver y varios estaban tristes por eso, pero ya se habían prometido que regresarían algunas veces más.
Se habían prometido que nadie usaría las redes sociales, por lo que sus mentes estaban tranquilas. Los celulares los usaban sólo para tomar fotografías.
En ese momento, Taehyung tonteaba en el piano mientras que Namjoon y Hoseok armaban una avioneta a escala. Seokjin sólo los miraba mientras movía el cochecito de su hijo, quien dormía tranquilo.
Jimin ingresó a la casa con un malhumorada Yeonjun por recién despertar.
—Buen día.
—Buen día— respondieron al unísono al saludo del Park mayor.
—Buen día, Yeonjunnie— saludó Seokjin. El niño lo ignoró completamente. —Despertamos de malas.
—Culpa a Hoseok, nos despertó a ambos a los gritos.
—¡Oye! Ya me disculpé, aún soy nuevo en esto de ser tío. Nunca lo había despertado.
—Siendo que es hijo de Yoongi y que si conoces el humor que tiene él al despertar, deberías saberlo— dijo Namjoon.
—Bien ya no me culpen, ya lo sé para la próxima— observó como Jimin se sentaba a un lado de Taehyung y Yeonjun se subía sobre él. El peligris sonrió y dejo que se acurrucara entre sus brazos.
—Lo siento, Yeonjunnie— el niño lo ignoró olímpicamente y giró su cabeza para no mirarlo. Namjoon se rio del pobre intento de su amigo.
—Eso suena hermoso— dijo Jimin a su amigo. La melodía que estaba tocando era bastante relajante.
—Canta algo— pidió.
—¿Yo? Yo no canto.
—Claro que lo haces, además, hermoso. ¿Crees que no te he escuchado cantarle a la pulga?
—Pero es distinto…— respondió. Los demás lo miraban fijo y eso lo ponía bastante nervioso.
—Vamos, estamos improvisando. Improvisa una letra. Let’s go— lo animó Taehyung, Jimin suspiró antes de empezar a improvisar.
—Me desperté esta mañana y abrí mis ojos— comenzó a cantar, su amigo lo acompañaba con una melodía lenta.
—Oh eso suena muy dulce— comentó Namjoon.
— Hobi hyung nos llamaba.
—¿Qué dijo?
—¿Qué te dijo él? — se sumó Seokjin.
—Nos mira y grita, “vengan y coman”
—Tienes que comer.
—Cierro los ojos y digo, “no nos despiertes”. Déjanos ser— cantaba como si estuviera interpretando la canción más profunda. —Jugamos juegos toda la noche y no dormimos mucho— Hoseok se ríe de la actuación. —No me despiertes, déjame ser— canta dulcemente. —A partir de hoy odio a Hobi hyung— termina. No pudo contener una carcajada por la tontería que cantaba y Yeonjun también sonrió por fin.
—Tienes una hermosa voz— opina Yoongi que llegó atraído por la dulce voz. Cuando se dio cuenta que quien cantaba era, había corrido a buscar su computadora esperando grabarlo, pero llegó tarde.
—¿Papi, cantas mi canción? — pidió el niño. —Porfi— pidió con ojos de borrego.
—A mí también me encantaría escucharla— se sumó Yoongi.
—Porfi, porfi, porfi— insistió el pequeño.
—Vamos, Mochi— pidió su amigo también. Todos lo miraban expectantes con una sonrisa en el rostro. Jimin suspiro y ocupó el lugar que había dejado Taehyung frente al piano.
—No la toco en piano desde que la presente en mi clase de composición, sepan entender— se disculpó de ante mano. —Nada de esto es coincidencia, sólo, sólo siento que el mundo entero es diferente que ayer. Sólo, sólo con tu alegría— comenzó a entonar. —Cuando me llamaste yo me convertí en tu flor. Como si estuviéramos esperando florecer hasta que nos duela— Jungkook ingresó en la casa en ese momento. La dulce voz de Jimin lo sorprendió. —Tal vez sea la providencia del universo. Simplemente tiene que ser eso. Yo sé, tu sabes. Tú eres yo, yo soy tú— cerró los ojos sintiendo la canción —Hasta que mi corazón lata, estoy preocupado. El destino está celoso de nosotros— Yeonjun se sentó junto a él en el piano para verlo tocar. Jimin le sonrió con cariño —Como tú tengo miedo. Cuando me ves, cuando me tocas. El universo se mueve para nosotros, sin perder ni una cosa. Nuestra felicidad estaba destinada a ser, porque me amas y yo te amo— no pudo evitar mirar a Yoongi, a pesar que desde hace años la canción tenía un significado diferente para él, no dejaba de ser el rapero el destinatario original. —Tú eres mi penicilina, salvándome, salvándome. Mi ángel, mi mundo. Yo soy tu gato calicó, aquí estoy para verte. Ámame ahora, tócame ahora— el mayor sonrió para él, el peligris bajó la mirada sintiéndose avergonzado. —Sólo déjame amarte, sólo déjame amarte. Desde la creación del universo, todo estaba destinado. Sólo déjame amarte, sólo déjame amarte— repitió terminando la canción.
Una ronda de aplausos invadió el ambiente. Todos alabaron su voz, Jimin recibió los halagos tímidamente. Yeonjun se abrazó a él, parecía que su mal humor ya había quedado atrás.
Mientras abrazaba a su hijo sintió la intensa mirada de Yoongi sobre ellos, le sostuvo la mirada algunos segundos antes de, nuevamente, bajar la vista.
Jungkook observó el intercambio desde un costado. Suspiró antes de salir de la casa para seguir el entrenamiento que había interrumpido para escuchar la canción. Golpeó el saco de boxeo con más violencia que antes.
Taehyung lo observó en todo momento, dejó caer los hombros al verlo tan decaído. Miró a su hermano y a Jimin que tocaban el piano junto a Yeonjun, reían porque el niño tocaba notas al azar haciendo que la melodía sonara rara.
Frente a ellos, Seokjin y Namjoon consolaban a Taehyun que se había asustado con los aplausos.
¿Cuándo me tocara a mí? Se preguntó a si mismo Taehyung.
Yoongi sonrió cuando Yeonjun logró golpear la pelota y marcar un tanto para su equipo.
Hoseok, Taehyung, Seokjin, Namjoon y su hijo usaban la cancha de tenis para jugar futbol tenis. Ninguno era lo suficientemente hábil, por lo que la mayoría de los golpes eran realizados con poses raras que hacían estallar en risas a los demás.
Jimin estaba sentado a un lado de la cancha arrullando a Taehyun y vigilando que Bam no entrara a robar la pelota.
Yoongi se había sentado debajo del techo corredizo del motorhome, no quería estar bajo el sol y el libro que tenía en sus manos le parecía mucho más interesante. Las risas de sus amigos y familia le daban un calorcito en el pecho muy relajante.
—¿Puedo?— levanto la vista encontrándose con Jungkook señalando la silla a su lado.
—Claro— cerró su libro y recibió un café del cantante. —Gracias— respondió luego de tomar un sorbo.
—Son muy malos— opinó el menor observando a sus amigos.
—Lo son— afirmó sonriendo.
—El que no es malo en lo que hace es Jimin hyung, parece un encantador de bebés. Taehyun siempre está aún más tranquilo de lo que normalmente es cuando está con él.
—Es un gran padre— respondió Yoongi. Jungkook observó atentamente como la mirada del mayor cambiaba. Su mirada tenía un brillo especial, que sabía muy bien que significaba. El menor pensó que si estuvieran en un dibujito animado se verían corazones salir de sus ojos. Se rio de su propio pensamiento, llamando la atención del mayor. —¿De qué te ríes?
—De que tú y Jimin hyung son unos tontos por no estar juntos.
—¿Qué? ¿De qué hablas? — preguntó sorprendido.
—Es obvio que se aman y no entiendo porque no están juntos.
—Nosotros no…
—Vamos hyung, no me mienta. Sé que se mueren por volver. ¿Qué se los impide? — Yoongi se quedó unos momentos mirándolo sorprendido.
—¿A ti no te molesta? — preguntó con algo de miedo por la respuesta. Jungkook bebió un largo trago de su café antes de responder.
—No, porque amo tanto a hyung que quiero verlo feliz, no importa con quien.
—Jungkook, yo…
—El otro día, cuando fui a buscar a Jimin Hyung para ir a la ciudad, me di cuenta que estabas en su habitación.
—¿Cómo…?
—Hyung, se veían tus pies debajo de la cama— Yoongi se puso colorado por haber sido descubierto, si sintió un idiota. Jungkook se rio de la cara que puso. —No fue tu idea más brillante— comentó divertido.
—Nosotros…. Nosotros no hicimos nada— se apresuró a informarle.
—Tranquilo, no necesitas explicarme nada.
—Pero creo que debo hacerlo.
—No, no debes. Nosotros ya no estamos juntos— el menor se giró para mirarlo de frente. —No quiero que se detengan por mí. Quiero que sean felices.
—Jungkook…— dijo emocionado. No sabía que decir, el chico era un ángel.
—No me mires así, hyung. Lo que te digo lo digo de corazón. Merecen ser felices.
—¿Y tú? — preguntó conteniendo una lágrima.
—Yo lo seré eventualmente. Alguien debe haber allá afuera para mi.
—Te mereces todo el amor del mundo— el menor sonrió.
—Y tú todo el amor de Jimin. No lo dudes más, hyung.
—Gracias, Jungkook. De verdad.
—No hay nada que agradecer, sólo hazlo feliz. Y no lo lastimes porque, sino, tendré que golpearte— dijo con rostro serio. Yoongi asintió lento, el chico se veía bastante intimidante con el semblante serio.
—¿De qué charlan? — preguntó Jimin llegando hasta ellos. Jungkook rápidamente se puso de pie para darle su lugar. —Gracias, el sol está algo fuerte para Taehyunnie— contó. —Siento interrumpir.
—Tranquilo, yo ya me iba— respondió el menor. —Recuerda lo que dije, hyung.
—Lo haré, JK.
—¿JK? — preguntó confundido.
—Sí, no lo sé— se encogió de hombros— Quise darte un apodo, ¿no te gusta?
—Me gusta— dijo sonriendo. —Bien, los dejo— le guiño un ojo al peligris y se fue.
—¿Qué se traen ustedes?
—Nada— tomó a su ahijado de los brazos de Jimin, ignorando la mirada inquisidora del menor.
—¿Debería preocuparme? — Yoongi lo ignoró. —¿Hyung…?
—Sal conmigo.
—¿Disculpa? — la petición lo descolocó.
—Que salgas conmigo. Podemos pedirle a Taehyung que cuide a la pulga y tú sales conmigo.
—¿Por qué tan de repente?
—¿Por qué no? ¿No quieres?
—Claro, que me gustaría.
—Entonces no lo pienses tanto, tengamos una cita.
—¿De acuerdo?— respondió dudoso.
—Perfecto— el mayor no dijo más nada y se levantó llevándose al bebé con él.
Jimin se quedó con muchas preguntas, sin saber qué diablos le había picado Yoongi.
Cuando lo vio bastante lejos, cayó en cuenta de algo….
Tendría una cita con Yoongi.
TENDRÍA UNA CITA CON YOONGI.
¿A dónde lo llevaría? ¿Qué diablos debía ponerse? ¿Había traído ropa linda como para una cita?
Necesitaba a su mejor amigo.
¿Yo actualizando dentro del mismo mes? Pidan un deseo, que no pasa seguido 😅
Capítulo cortito, que parece relleno pero que no lo es. Yoongi y Jungkook debían tener esa charla 👀
Cómo ya dije no le queda mucho a la historia🫣
El próximo será el especial porque la historia está muy cerca de las 100k lecturas😳
En otras noticias, ¿cómo estamos después de las fotos de los tatuajes de Jimin? Yo desmayada
Me voy a seguir gritando, nos leemos 👋🏻
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