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68.


Finalmente harían el viaje que se habían prometido. Todos arreglaron sus agendas para poder partir juntos.

A pesar de haberse quejado en el primer momento, Yoongi había pagado por el alquiler de un complejo en la zona montañosa de Pyeongchang a dos horas de Seúl. Mientras que Namjoon, se había encargado de alquilar un micro que los llevaría a todos al lugar.

Decidieron salir temprano en la mañana para aprovechar todo el tiempo que pudieran de sus vacaciones. Aún no amanecía, cuando ya estaban la mayoría ubicados en sus asientos esperando para partir.

Seokjin y Namjoon se ubicaron en los últimos asientos para poder ubicar la silla de transporte de Taehyun junto a ellos y no tener que llevarlo en brazos todo el viaje.

En los asientos frente a ellos, se sentó Hoseok ocupando ambos asientos al subir las piernas. Eunha no había podido sumarse porque debía viajar al extranjero, pero les había prometido que se sumaría al próximo viaje.

Jimin y Yoongi se ubicaron en los del otro extremo mientras que frente a ellos se ubicaban Taehyung y Yeonjun, quienes no dejaban de charlar sobre todas las cosas que querían hacer en esos días.

—¿Papá cuando salimos?— preguntó Yeonjun asomándose entre los asientos.

—Estamos esperando a que Jungkook llegue, pulga.

—Enviémosle un mensaje, así se apura y podemos salir— dijo Taehyung arrodillanse sobre su asiento para mirar a su hermano. Jimin sonrió, no sabía quién de los dos estaba más emocionado por el viaje.

—Dijo que está cerca y que no viene solo— el diseñador dejó caer los hombros. No le agradaba para nada la idea de que el chico viniera acompañado. ¿Quién era esa persona?

—¡UN PERRO!— gritó Yeonjun asustándolo.

En ese instante, Jungkook subió al micro llevando la correa de un Doberman de color marrón en una mano y su bolso en la otra. El niño bajó de su asiento para correr a acariciar al canino.

—¡WOOW! ¿Y ese perro? — preguntó sorprendido Hoseok.

—Es mío, lo adopté hace unos días— respondió Jungkook sentándose en su lugar, rápidamente su mascota se subió al asiento junto a él.

—Es precioso— dijo Jimin quien se acercó también a acariciar al perro. —¿Cómo se llama? — preguntó dejando que el animal oliera su rostro, luego de unos segundos comenzó a dejar lamidas en sus mejillas.

—¡Papi te está dando besos! — exclamó su hijo divertido.

—Bam— respondió. —Lo siento aún lo estoy educando— pidió disculpas alejándolo.

—No te disculpes, es adorable.

—Señores, ¿estamos listos para partir? — preguntó el conductor del autobús.

—Estamos todos— avisó Yoongi acercándose al asiento de Jungkook. —Cariño, vuelve a tu asiento— le pidió a Yeonjun. Jimin dejó una última caricia en la cabeza del perro antes de volver a su lugar. —Me agrada que no le hayas cortado la cola y sus orejas— le dijo al cantante antes de sentarse también. Jungkook sonrió acomodándose mejor en su lugar, con cuidado enganchó la correa de Bam en el asiento para que viajara seguro.

—¡Vacaciones! — gritó Yeonjun cuando el micro comenzó a andar.

Los mayores rieron. No lo gritarían como el niño, pero también tenían muchas ganas de empezar sus vacaciones.

Yoongi y Taehyun eran los únicos que no dormían. El pequeño había despertado unos minutos atrás y el rapero lo había tomado en brazos para que su padre siguiera durmiendo.

El rapero lo había recostado sobre su pecho y, al igual que su padrino, el pequeño parecía mirar por la ventana disfrutando de la vista. Hace tiempo que habían dejado la ciudad y el paisaje ya era adornado por montañas y árboles.

No tardaron realmente mucho tiempo viajando. Los pueblos que recorrió el micro eran muy tranquilos por lo que la ruta no estaba repleta de autos como la gran ciudad.

Cuando el vehículo se detuvo, el conductor observó a Yoongi sin decir nada, sus pasajeros se veían demasiado cansados como para ser él quien los despierte. El rapero asintió hacia el hombre y fue quien empezó a despertar a sus compañeros.

El primero en despertar fue Jimin, que despertó cuando Yoongi movió el brazo sobre el que descansaba su cabeza. Luego despertó Jin, quien volvió a respirar tranquilo cuando encontró  a su hijo seguro en los brazos de su padrino. La primera reacción de Namjoon también fue la de buscar al niño, sonrió cuando lo vio mirarlo desde los brazos de su amigo.

Jungkook abrió los ojos con pereza cuando sintió a su mascota moverse, mientras que Hoseok se estiró sobre su asiento.

—Pollito, despierta— llamó Jimin a su hijo mientras dejaba caricias en su cabello. El niño se quejó entre sueños y se abrazó a Taehyung. —Vamos, bebé. Despierta que ya llegamos.

Como si esas fueran las palabras mágicas, tanto Yeonjun como su tío miraron por la ventana y luego a ellos antes de salir corriendo fuera del autobús.

—¡No corran! — pidió el peligris, viéndolos correr por todo el lugar.

—¡Animal, ayuda a bajar las cosas!— gritó Yoongi bajando del micro luego de dejar a su ahijado con su padre. Lejos de detenerse, tanto tío como sobrino, se adentraron a la primer casa corriendo.

—¡WOOW, HYUNG! Este lugar es increíble.

—Pensé que sería una única casa— dijo Namjoon bajando con sus cosas, las de su novio y las del bebé.

El complejo costaba de dos casas lujosas ubicadas entre las montañas. Tenían un estilo moderno, pero a la vez se veían acogedoras.

—¿Les parece si vamos a la sala común? Arreglemos como nos vamos a distribuir y luego acomodamos nuestras cosas— propuso Yoongi, todos asintieron y siguieron el camino que habían tomado Taehyung y Yeonjun.

—De verdad que es un lugar hermoso, Yoongi— dijo Seokjin.

—¡Papi hay una biblioteca! — se escuchó al niño gritar desde la punta de la escalera.

—¡No bajes corriendo!— pidió Jimin viéndolo bajar con rapidez.

—¡Hay un cuarto con computadoras gaming!— gritó Taehyung apareciendo en el comedor.

—Quédense quietos los dos. Vamos a sentarnos a la sala para organizarnos y después siguen recorriendo— regañó Yoongi a ambos.

Se ubicaron en el sillón de varios cuerpos de la sala. Los ojos de casi todos brillaron al ver la gran televisión y la consola de videojuegos instalada en medio del lugar.

—¿Cuántos cuartos hay? — preguntó Seokjin.

—La anexa a está casa tiene tres. La del medio tiene dos cuartos, uno en cada piso. Y la más pequeña tiene dos cuartos pequeños.

—Creo que los Min deberían quedarse con la casa más grande— propuso Namjoon.

—De acuerdo— respondió Taehyung tomando su mochila. Su hermano le dio un golpe.

—No seas maleducado. Debemos estar todos de acuerdo.

—Yo también creo que deben quedarse allí, hyung— comentó Jungkook. —Me gustaría quedarme en la más pequeña, ya que es la más alejada y como Bam aún está siendo entrenado, no quiero molestarlos con sus ladridos. Claro, si están de acuerdo.

—Me parece bien. Con Nam, podemos tomar la del medio.

—¿Me adoptan? — preguntó Hoseok rodeando con sus brazos a la pareja.

—Suelta— dijo Namjoon haciendo que su amigo suelte a su novio. —Eres demasiado ruidoso, no vas a dejar dormir a Taehyun.

—Los cuartos están en pisos diferentes— recordó Yoongi.

—Está decidido— Hoseok les sonrió a ambos y Namjoon revoleó los ojos.

—¿Papi tu dormirás con nosotros? — preguntó Yeonjun.

—La pulga y Tae pueden dormir juntos y nosotros tenemos cuartos separados— le contó Yoongi al ver la duda en su rostro.

—De acuerdo.

—Perfecto, asignados los cuartos; acomodemos nuestras cosas y luego podemos recorrer el lugar.

El predio era realmente enorme, todos estaban fascinados con las canchas de básquet y tenis.

Yeonjun estaba emocionado por entrar a la piscina o dar un paseo por el lago. Bam se había subido al trampolín para dar algunos saltos haciendo reír a todos.

—Hyung, de verdad que te luciste con este lugar. Hasta un pequeño moterhome hay. Podría dormir ahí con Taehyun, si estos dos se ponen cariñosos— dijo Hoseok moviendo las cejas de arriba abajo a Namjoon y a Seokjin. El modelo se puso colorado y su compañero lo insultó moviendo los labios para que el pequeño Park no lo escuchara.

—El lago es precioso, me gustaría dar una vuelta por él.

—¿Podemos ir ahora? — preguntó Yeonjun emocionado.

—Podemos ir y luego volvemos para preparar el almuerzo— propuso el mayor del grupo.

—Vayan tranquilos— respondió Hoseok antes de tomar al bebé de los brazos de su amigo. —Taehyunnie y yo los veremos desde la orilla. Ni borracho me subo a eso— dijo temeroso observando las canoas.

Todos se colocaron unos sombreros de estilo pescador y chalecos salvavidas antes de acercarse al lago. Jungkook y Yoongi fueron los primeros en subir a una de las canoas dobles, Yeonjun se subió con ellos ubicándose en el medio de ambos mientras que su padre y el cantante remaban.

Namjoon y Seokjin subieron en otra de ellas y como Jimin no estaba en condiciones de remar, se ubicó entre ellos, mientras que Taehyung se subió en una de un solo asiento.

Yeonjun miraba fascinado el agua. Jungkook que iba detrás de él sonreía por la emoción del niño.

La pareja remaba a un ritmo más lento ya que llevaban al doncel en estado con ellos. Yoongi sonrió con cariño al ver al peligris, se veía muy pequeño sentado entre medio de sus amigos, no pudo resistirse a tomar una fotografía de él.

Taehyung se había alejado bastante del grupo ya que remaba más rápido que sus amigos por no tener ni un niño ni un doncel a bordo. Desde donde estaba comenzó a gritar:

—¡Namjoon hyung! ¡Namjoon hyung!

—¡Taehyung-ah!

—¡Namjonnie! — volvió a llamar antes de comenzar a cantar Unconditional de Park SangChul. —Llamame siempre que me necesites. Siempre voy a correr hacia ti. Incluso durante el día, Namjoon, o la noche. Voy a correr hacia ti en cualquier momento. —¡Namjoon! — lo volvió a llamar mientras remaba hacia él. —Si otros me llaman, voy a pensarlo por un rato, pero si tú me llamas, siempre voy a correr hacia ti. —Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se puso de pie para seguir con su serenata. —Mi amor por ti es muy especial— cantó a todo pulmón con los brazos abiertos. Todos reían viéndolo, Namjoon negaba divertido. —Hey, mirame— pidió.

—Eres genial, Taehyung— respondió el mayor dejando relucir sus hoyuelos.

Incluso si tengo que cruzar el océano Pacifico, el océano Atlántico y el océano Indico, Namjonnie, voy a correr hacia ti siempre que me llames. ¡Siempre voy a correr hacia ti!— terminó de cantar señalándolo.

Todos estallaron en aplausos sin dejar de reír. Taehyung terminó su acto reverenciando a su público de amigos.

Así comenzaron sus vacaciones. Divirtiéndose juntos, sintiéndose como una numerosa familia.


Al segundo día, el primero en despertar fue Jungkook que fue levantado por su mascota. Caminó a la casa común aún medio dormido cuando su estómago le pidió comida.

Revisó las alacenas buscando algo para desayunar, cuando Bam comenzó a corretear a su alrededor haciéndolo reír. Lo siguió con la mirada, viéndolo saltar juguetonamente. Su sonrisa se borró cuando notó la forma en la que se posicionó.

—¡No! ¡Bam, no!— pidió. Pero fue demasiado tarde, el perro había defecado en el comedor. Jungkook dejó caer sus hombros. Miró hacia el exterior, chequeando que ninguno de sus mayores estuviera cerca antes de correr a limpiar. —Debo desaserme de las pruebas— se dijo a si mismo comenzando a limpiar con toallas de cocina. Bam le lamió el rostro sin arrepentimiento alguno por lo que hizo.

Justo cuando terminó de tirar desodorante de ambiente para quitar el olor, Yoongi y Seokjin entraron a la casa.

—¡Oh, ya despertaste! Buen día— saludó Seokjin sonriendo.

—Creíamos que seríamos los únicos levantados— dijo Yoongi rodeando la isla de la cocina. Jungkook suspiró tranquilo cuando notó que ellos no hicieron ninguna cara de asco.

—Buen día— devolvió el saludo. —Bam me despertó hace un rato— respondió más tranquilo.

—Vamos a tener que ir a comprar comida— comentó Seokjin, observando la alacena.

—Podríamos ir luego de desayunar. Alquilé unos autos que podemos usar para ir a la ciudad. — respondió Yoongi comenzando a sacar algunas verduras para el desayuno. —¿Quieres ir?— le pregunto a Jungkook.

—Claro.

—Tal vez podríamos ir todos. Aunque me gustaría dejarlos dormir, ayer terminaron muy cansados.

—Veamos si se van despertando para que nos acompañen— Seokjin asintió y comenzó a ayudarlo con las preparaciones. Jungkook los ayudó con algunas verduras.

Cuando ya estaba todo listo, apagaron las hornallas y se sentaron a desayunar. Dejarían descansar a los demás. A ellos se sumó Hoseok, que comenzó a comer aún medio dormido.

—Estuvo delicioso.

—Hoba, pensábamos ir a la ciudad para comprar más comida. ¿Quieres venir?

—Claro. Ustedes prepararon el desayuno, déjenme limpiar esto y vayan a cambiarse.

—No, limpiemos juntos. Así terminamos más rápido— propuso Seokjin.

—Ah, gracias— respondió Yoongi sin ganas de ponerse a limpiar.

—Como el menor, me siento mal— dijo Jungkook.

—Pero, gracias— completó Yoongi haciendo reír a todos.

—Si, gracias.

Mientras que sus amigos organizaban la cocina. Yoongi volvió a su cuarto donde se bañó y se cambió. Cuando volvió a la casa principal se encontró con Namjoon desayunando y Hoseok ya listo para salir.

—Buen día— saludó el más alto.

—Buen día, Nam.

Seokjin ingresó minutos después cargando a un muy despierto Taehyun. Hoseok se acercó para cargarlo sonriente.

—Jungkook, se está cambiando. Los demás, ¿duermen?

—Lo hacen. Pero creo que voy a preguntarles que quieren hacer. Yeonjun se va a poner de malas si sabe que no lo llevamos.

Yoongi regresó a la casa que ocupaban y encontró a su hermano y su hijo durmiendo desparramados sobre la cama. Se acercó al mayor y lo movió un poco.

—¿Qué?— se quejó en voz grave.

—Iremos al centro. ¿Quieres venir?

—De acuerdo— respondió con un puchero. Quería seguir durmiendo pero también quería ir con ellos.

—Pulga— llamó al niño mientras acariciaba su cabello. —Vamos a pasear. ¿Quieres ir?

—Mmmmh— se quejó.

—¿No quieres salir con nosotros?

—Si, quiero.

—Bien, levántate— contestó levantando las sábanas que había pateado por la noche. —Vistanse y vayan a desayunar— dijo antes de salir del cuarto.

Caminó por el pasillo hacia la habitación más alejada. Llamó alguna veces a la puerta pero no recibió respuesta. Abrió con algo de duda y entró.

La cama estaba vacía. Por lo que se giró hacía el baño privado. Antes de que pudiera tocar la puerta, Jimin salió de allí usando unos shorts negros y nada más.

—Hyung, me asustaste.

—Llamé varias veces y no respondiste— contestó observando el pequeño bulto que ya era su vientre.

—Oh, lo siento. Me estaba bañando y no te oí.

—Iremos a la ciudad para comprar algunas cosas. Y quería saber si querías ir.

—¿Ahora? Claro. Deja que me cambié— respondió acercándose al espejo de cuerpo completo para ponerse la crema que Seokjin le había recomendado para las estrías que el embarazo le dejaría.

Yoongi observo todos sus movimientos en todo momento. Pero cuando estuvo de espaldas a él, contuvo el aliento.

Sabía que a Jimin le encantaban los tatuajes, incluso él lo había acompañado a hacerse el que adornaba sus costillas. Y cuando el peligris había vuelto a su vida, él notó que tenía algunos nuevos. Pero no sabía que tenía uno tan grande como el que ahora tenía en su espalda.

Las fases de la Luna nunca le habían parecido tan hermosas.

Se paró detrás de él y observó su piel con detenimiento. Jimin lo miró a través del espejo.

—¿Hyung?

—No sabía que tenías este tatuaje. Es precioso— respondió. Con la punta de su dedo índice comenzó a acariciar los dibujos. Un escalofrío recorrió el cuerpo del menor y se sintió cohibido cuando sus miradas se encontraron en el reflejo. —¿Sabes que sigues siendo el hombre más hermoso que he visto en mí vida?

—Hyung...— dijo en un hilo de voz. Se giró despacio para mirarlo de frente. Un suspiro escapó de los labios del mayor cuando miró su pecho.

—Es increíble como ahora eres mucho más hermoso que en el pasado— con una de sus manos acuño su mejilla. —¿Sabes que es lo que te hace aún más hermoso?— Jimin negó despacio sin despegar su rostro del contacto. —Que estés creando vida.

Sus manos bajaron al vientre de Jimin. Y comenzó a acariciarlo despacio. Pero cuando sus miradas volvieron a encontrarse, sintieron como si algo estallara dentro de ellos.

El menor se abrazó a su cuello, mientras que Yoongi lo rodeaba por la cintura. Ambos devorando la boca del otro.

Sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo contrario con desespero. Sus lenguas se encontraron haciendo que se profundizara el beso.

Jimin quiso desabrochar el pantalón de Yoongi hasta que un golpeteo en la puerta lo hizo detenerse abruptamente.

—¿Hyung...?— escucharon la voz de Jungkook.

El menor se apresuró a colocarse una camiseta y Yoongi se escondió por instinto debajo de la cama.

El peligris respiró profundamente una cuantas veces antes de abrir la puerta.

—Jungkook...

—Buen día, hyung. Vamos a ir a la ciudad a comprar comida. ¿Quieres venir? Vamos todos.

—Oh, claro.

—¿Yoongi Hyung no vino a avisarte?

—No lo he visto— mintió.

—Ok... Ya estamos casi todos. Taehyung hyung y Yeonjun están desayunando, les diré que te guarden un poco.

—Gracias, Kook.

El menor asintió y se fue de allí sin decir nada más.

Yoongi sacó medio cuerpo y lo miró desde el piso. Ambos rieron a carcajadas por lo infantil que habían actuado.

El mayor salió y sin poder contenerse volvió a besarlo, pero esta vez de una manera mucho más dulce. Jimin se dejó hacer disfrutando del beso.

—Te dejaré cambiarte— dijo Yoongi antes de irse.

Jimin siguió su espalda con la vista hasta que dejó la habitación. Se sentó en el borde de la cama y acarició sus labios.

Sabía que los siguientes días serían difíciles.

Ahora que había vuelto a probar sus labios, quería más de ellos.

Mucho más.










Vuelvo con un capítulo tranquilo...

Estoy planeando hacer un especial porque la historia está por llegar a las 100k vistas (lo que es una locura) y no se me ocurre una mejor manera de agradecerles que darles una lindo especial🥰

La próxima actualización será ese especial o un capítulo, según como vayamos😶‍🌫️

¿Cómo han estado? Perdón por la tardanza otra vez... Pero estuve enferma y hoy estoy en reposo porque me sacaron la muela de juicio 🥹

Siempre pasa algo💔

Voy a hacer todo lo posible por volver pronto!

Nos leemos!

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