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54.

Taehyung caminaba contento por el centro comercial. Luego de mucho buscar, por fin había conseguido el libro que buscaba para Yeonjun.  Se trataba de un libro de cuentos de terror para niños llamado Socorro, que Yoongi y él amaban leer cuando eran niños. 

En realidad, quien amaba leerlo era su hermano mayor. Pero cada vez que él pedía que le leyera un cuento, Yoongi leía ese. La mejor parte era que le permitía subir a su cama y acurrucarse a su lado mientras lo escuchaba leer. Así que, a pesar de que terminaba muerto de miedo, amaba esas noches porque podía dormir abrazado a su hermano cómodamente sin que este le protestara.

Miró la portada del libro y sonrió. Cuando era niño le daba mucho miedo la imagen del Frankenstein en la tapa pero mirándolo ahora, siendo un adulto, se daba cuenta que tenía colores bastante alegres.

 Sabía que su hermano también lo amaría. Moría de ganas de acurrucarse junto a su hermano y su sobrino para que Yoongi leyera para ellos. Volvió a guardar el regalo de Yeonjun en la linda bolsa de cumpleaños que había conseguido y siguió recorriendo las tiendas contento.

A lo lejos pudo ver una de las tiendas Vante. Se encaminó a ella recordando que Seokjin necesitaba nueva ropa, su vientre había crecido bastante y sus prendas ya no le quedaban tan bien.

Sonrió recordando cuando accidentalmente había escuchado una conversación del modelo con Namjoon. No es que él fuera chismoso, pero los escuchó justo cuando quería entrar a la habitación del doncel para ayudarlos a preparar las cosas del mayor para mudarse con su novio. Aún no se irían a vivir juntos porque necesitaban un lugar más grande pero siendo que no faltaba demasiado para que el bebé nazca, quería tener todo preparado para cuando consiguieran un hogar.

Por eso, pudo presenciar como entre pucheros Jin le decía que estaba gordo y que necesitaba conseguir nueva ropa. Su actitud parecía la de un niño pequeño pidiendo dulces. Incluso, Namjoon parecía ser el mayor de ambos calmando su berrinche diciéndole que le compraría todo lo que quisiera. Estaba seguro que si Seokjin quisiera que el menor le compre un edificio entero, sólo necesitaría un puchero para que Namjoon lo hiciera.

La situación le había parecido muy dulce pero eso no quitaba que Taehyung se había burlado del mayor por horas, luego de que el rapero se fuera.

Podía tomar las prendas de su estudio pero le divertía visitar diferentes locales y escuchar lo que la gente opinaba de sus diseños. Por lo que, entró al local de su marca y lo primero que lo sorprendió fue ver que todas las prendas del lugar estaban ordenadas por color, había una sección para cada uno. No podía negar que visualmente se veía bien pero le parecía poco práctico, ¿si alguien necesitaba una prenda en específico debía recorrer todas las secciones para ver los colores?

La segunda cosa que lo asombró fue que no había nadie en el lugar, normalmente había bastante movimiento en todos las tiendas que el había visitado.

Todos los locales tenía la misma disposición a pedido de él. Le gustaba que cada vez que la gente entraba a una tienda Vante  sintiera que ingresaba al mismo lugar incluso si fuera en otro país. Así que, sabía que en el centro debía haber una sección especial con la última colección. Se extrañó de que no fuera así.  En vez de estar la linea para donceles y mujeres embarazadas, sólo había prendas del merchandising que había diseñado para su hermano.

Confundido caminó a la caja, donde dos mujeres charlaban mientras hojeaban revistas de chisme. Se paró frente a ellas pero ninguna les prestó atención por unos largos segundos, donde comenzó a observarlas. Eran bastante parecidas por lo que podrían ser madre e hija. Ambas vestían ropa que parecían de marcas caras, pero que no engañaban al ojo experto de Taehyung. Llevaban demasiado maquillaje y sus uñas eran demasiado largas con diseños extravagantes. Claramente quería aparentar algo que no eran.

Cansado de ser ignorado, decidió aclarar su garganta para llamar su atención, ambas lo miraron fastidiadas. Como si hubiese interrumpido algo importante.

—Buenas tardes. Estoy buscando prendas de la línea para embarazados.

—¡Hyori!— gritó la mujer de mayor edad. Una chica bonita no tardó en acercarse. —Muéstrale la sección de donceles— indicó mirando al diseñador de pies a cabeza. A Taehyung no le gustó ni un poco el tono despectivo con el que dijo donceles.

—Por aquí, señor— pidió la joven tímidamente.

La siguió hasta llegar a un pequeño sector de ropa, cerca del depósito. Con sólo mirar por arriba podía darse cuenta que había pocos diseños y pocos talles.

—¿Están cortos de stock? ¿O por qué hay tan poca ropa?— preguntó confundido. Se había enterado que la línea era un éxito y que muchos locales se habían quedado sin stock, pero nadie le había hablado de ese lugar. Ni siquiera sabía que existía ese local hasta ese día.

—No, señor. Están en el depósito. Dígame que prendas necesita y yo las busco con gusto para usted— respondió amable. Teahyung la miró sin comprender.

—¿Por qué están en el depósito?

—La señora Chung así lo ordenó— dijo bajando la voz, como si tuviera miedo que las mujeres la escucharán. Taehyung comenzó a caminar hacia ellas, quería explicaciones. La vendedora lo siguió asustada. —Por favor señor, no le diga nada de lo que yo le dije. Se enfadara conmigo.

—Tranquila. Sólo hablaré con ella— Se ubicó frente a la mujer que la chica llamó señora Chung, esta y la otra mujer lo miraron fastidiadas nuevamente. —¿Quién es la gerente?

—Yo— respondió la mujer mayor. —¿Algún problemas?— preguntó desafiante.

—Si. Necesito prendas de la línea de donceles pero no hay ni un diez por ciento de los diseños expuestos. ¿Por qué?— la mujer sonrió de forma burlona y lo miró de pies a cabeza nuevamente.

—No quiero ese tipo de clientes en mi tienda. Si hay menos ropa se van más rápido— dijo con desprecio. —Además, no sé porque te preocupas por eso, ni siquiera creo que puedas comprar más de una prenda— la chica junto a la mujer soltó una risita burlándose de él.

Bien ya estaba cansado de esas dos, las quería fuera de un local de su marca. Caminó furioso devuelta al sector de ropa y la vendedora lo siguió temerosa de su reacción.

—Hyori, ¿podrías traerme algunas prendas del depósito? — preguntó.

—Si, claro.

Taehyung le pidió todo lo que necesitaba mencionando los códigos con los que se ingresaban al sistema, los talles y los colores exactos. La chica se sorprendió de que supiera todo eso, pero igualmente asintió y se retiró a buscar todo lo pedido.

El diseñador debía hacer una llamada a la gerente general de todas las tiendas. Le gustaría poder despedirlas el mismo pero necesitaba de la jefa directa de ellas para poder hacerlo.

Una vez que terminó su llamado, se sentó a esperar su pedido y sonrió para sí sabiendo que podría despedir a esas odiosas mujeres en breve.




Había pasado varios minutos eligiendo las prendas que llevaría para Seokjin junto a la bonita Hyori. La chica, a pesar de ser muy tímida, era muy amable. Conocía todas las prendas y las describía con mucho entusiasmo. Era la mejor vendedora que lo había atendido en alguno de los locales de su marca.

Unos gritos los asustaron cuando se acercaban a la caja registradora. 

—¡No entiendo porque nos está despidiendo, señora Yong!

—Mire, gerente Chung. Tienen muy pocas ventas, les quisimos dar un tiempo de prueba extendido dado que este lugar sólo lleva dos meses abiertos pero he recibido muchas quejas de este local incluso cuando apenas lleva tan poco tiempo a cargo. Las referencias en internet sobre este local son un desastre, también. Todo esto sin contar que no respetan los estándares de diseño y distribución dentro del local. 

—No sé que dicen esas criticas, pero son todas mentira. Mi hija y yo hacemos nuestro trabajo muy bien— la joven asintió efusivamente.

—¿Muy bien?— preguntó Taehyung incrédulo. 

—¿Qué haces todavía aquí? Paga lo que llevas y vete de una vez— el diseñador no dijo nada y con una sonrisa le entregó su black card a la vendedora. La señora Yong miró a la mujer cruzándose de brazos. —Digo... quiero decir. ¿Hyori, ya le mostraste esas lindas camisas para donceles? También podrías enseñarle esos pantalones grandes, esos que tú sabes— la muchacha no respondió y le devolvió la tarjeta luego de cobrarle al diseñador. Rápidamente colocó todas las prendas en bolsas que le entregó al muchacho.

—Vante-ssi— dijo la gerente general haciendo una referencia hacia Taehyung. 

—¿Vante-ssi?— preguntaron las otras tres mujeres al unísono. El diseñador le guiñó un ojo a Hyori haciendo que las mejillas de la muchacha se tornaran rojas.

—No era necesario que esperara aquí, le dije que yo arreglaría todo— siguió hablando la gerente general.

—En realidad, estaba eligiendo prendas para un amigo— la mujer asintió sonriendo.

—¿Kim Seokjin?— preguntó Hyori en un susurro.

—¿Lo conoces?

—Mi hermano es un doncel y lo admira mucho. Es su fan— el diseñador asintió sonriendo para ella.

—¿Aún tienes la costumbre de visitar tus locales como un cliente?— volvió a hablar la gerente Yong.

—Me divierte hacerlo— respondió encogiéndose de hombros.

—Bien. Deben pasar por la oficina central para recibir sus indemnizaciones— las mujeres se fueron de allí derrotadas, realmente no podían discutir mucho ya que sabían que la habían arruinado hasta con el jefe de incluso la señora Yong.

 —Debo irme pero sé que usted se encargara de ordenar este lugar— le dijo a le gerente. —Oh, y ya tengo a su nueva encargada— dijo señalando a Hyori. La chica lo miró asombrada.

—¿Yo?

—Claro. Si atiendes a los clientes tan bien como a mi, sé que estarán en buenas manos. 

—Perfecto, Vante-ssi. Deje todo en mis manos— respondió la señora Yong. El hermano de Yoongi asintió y se despidió con una reverencia de ellas. Caminó hacia la salida pero se giró sobre sus talones.

—Hyori-ssi te enviare algo para tú hermano, espéralo— la chica asintió contenta.

Taehyung salió del lugar y comenzó a caminar al estacionamiento cuando un grupo de chicas gritando eufóricas llamaron su atención.






Jungkook había decidido que él también quería regalarle algo a Yeonjun por su cumpleaños. Ya habían comprado mucha ropa para el niño junto a Jimin, pero sentía que no era suficiente.

Por lo que en el centro comercial había conseguido una bonita estantería a medida que llegaba hasta el techo para que el niño pudiera colocar todos sus libros, incluso venía con una escalera para que pudiera llegar a todos ellos. Además, no se había resistido y compró algunos cómics para Yeonjun y para él. 

El mueble lo llevarían el mismo día del cumpleaños del niño para instalarlo en la casa de Yoongi y ya había hablado con este para que estuviera al tanto. Por lo que, Jungkook caminaba tranquilo mirando vidrieras con sólo la bolsa de la tienda de historietas en su mano. No tenía que comprar, realmente, otra cosa pero no quería volver a casa todavía porque Jimin estaba trabajando y no quería estar solo.

Cuando pasaba por una tienda de maquillaje vio que estaba llena de chicas jóvenes. Recordó que Jimin necesitaba reponer una de sus cremas de skincare y decidido a buscarla ingresó al local pero una chica en la entrada lo miró sorprendida. Él la observó sin entender porque lo miraba así, la vio golpear el brazo de su amiga y ahora tenía a dos chicas mirándolo anonadadas.

—Jung-jungkook— dijo una. El cantante se tocó el rostro asustado, dándose cuenta que se había olvidado de ponerse su cubrebocas y el gorro que usaba para ocultar su rostro luego de salir de la tienda de cómics.

—¿Jungkook?— dijo una chica que estaba más alejada de la entrada. Al girarse y verlo comenzó a gritar llamando la atención de todo el resto de chicas que se encontraba comprando en la tienda.

En pocos segundos, tenía a un grupo de adolescentes filmándolo y gritando frente a él. Les sonrió dudoso y antes de que reaccionaran comenzó a correr lejos de ellas. Él era rápido, pero las chicas parecían ser igual o más rápidas que él, no podía perderlas. Lo peor es que a medida que más corría por el centro comercial el número de chicas persiguiéndolo cada vez es mayor.

En un movimiento rápido, corriendo entre las mesas de un local de comida, logró darse un margen de algunos segundos fuera de la vista de ellas. Dobló en una esquina pero se maldijo a si mismo al darse cuenta que era un pasillo sin salida y los gritos se escuchaban demasiado cerca.

Vio una salida de emergencia y corriendo se acercó a ella. Estaba cerrada. Se apoyó sobre la pared junto a la puerta tratando de recuperar el aire. Las voces gritando su nombre se sentían a la vuelta de la esquina, cerró los ojos como entregándose a su destino.

Segundos después, escuchó la puerta abrirse, sintió un tirón en su mano y antes de que pudiera darse cuenta ya estaba dentro de un pasillo iluminado por una pequeña lámpara. Hubiese gritado si no fuera porque reconoció el rostro de quien lo había rescatado de ser descubierto por las fans.

—¿Hyung? ¿Tae hyung?

—Creo que no se dieron cuenta que entraste aquí— dijo Taehyung apoyando su oreja en la puerta. No notaron donde ingreso pero todas ellas estaban en el pasillo. —¿Qué haces aquí solo?

—Vine a comprar algo para Yeonjun. Olvidé ponerme el cubrebocas y el gorro cuando salí del local— respondió recostándose sobre la pared, realmente se había cansado de tanto correr. —Tú ¿qué haces aquí?

—Lo mismo. Pero cuando salía de una tienda Vante escuché los gritos y te vi correr escapando de un ataque zombie— Jungkook sonrió por la comparación, escuchó ruidos al final del pasillo y miró curioso hacia allí.

—¿Qué es este lugar?

—Una tienda de hamburguesas. Una amiga trabaja aquí.

—Taehyung, apúrate— escucharon a alguien decir en un susurró. —Si mi jefe descubre que estas allí voy a tener problemas y tú los tendrás conmigo.

—Ya vamos, Jiwon— Jungkook lo siguió por el pasillo, al final de él ingresaron a un cuarto con lockers donde una chica los esperaba.

—¿Qué tenías que hacer allí?— preguntó la chica cruzándose de brazos.

—Salvando a mi amigo— dijo señalando al cantante.

—¿Salvando?— preguntó confundida, pero cuando su mirada cayó sobre el chico que acompañaba a su amigo abrió sus ojos bien grande. —¿Jungkook?— Taehyung le tapó la boca antes de que pudiera decir algo más.

—No grites— le dijo antes de soltarla.

—Pero es Jeon Jungkook— dijo conteniéndose de sobrerreaccionar. Era una gran fan del chico.

—¿Y? Yo soy Vante y no haces tanto escándalo por eso.

—Si. Pero a ti te conozco desde que eras un estudiante de diseño alocado. A ti te vi borracho vomitar en un baño público. Ya te perdí el respeto— dijo la chica encogiéndose de hombros, recordando los años que había compartido con el chico en la escuela de diseño. Ella no había seguido porque sentía que la carrera no era lo suyo, pero incluso después de todo ese tiempo aún era amiga del diseñador.

—¿Un estudiante alocado?— preguntó Jungkook divertido.

—Olvídate de eso— pidió el diseñador. Jiwon empujó a su amigo y se colocó frente al cantante.

—Ha Jiwon— se presentó coqueta. Taehyung revoleó los ojos. 

—Jeon Jungkook.

—Lo sé. Soy tu fan.

—Gracias— respondió Jungkook en un reverencia.

—Bueno, ya se conocieron— dijo el diseñador empujando a su amiga. —Hay un grupo de fans locas persiguiéndolo hay que sacarlo de aquí sin que lo vean. Hay que darle ropa menos llamativa.

—¿Y cómo quieres hacer eso? Mi ropa no creo que le quede— Taehyung sonrió observando un rincón de la habitación. A Jungkook no le gustó para nada esa sonrisa. Jiwon siguió su mirada. —Oh no. No puedes tomar el disfraz, mi jefe va a despedirme. Ama esa cosa.

—¿Y si cumplimos con el horario del chico oso?

—¿Qué?— preguntó el cantante. Taehyung sólo le sonrió travieso.





No podía creer que había pasado las últimas dos horas repartiendo volantes del local de hamburguesas dentro de un disfraz de oso marrón que llevaba overol celeste, una camiseta naranja y zapatillas. Por lo menos, era bastante tierno.

Habían logrado escapar de las fans y del jefe de Jiwon con Jungkook dentro del disfraz. Pero la amiga del diseñador los había hecho prometer que cumplirían con el horario del chico oso, así llamaba ella a su compañero que se encargaba de eso. Si se llevaban el traje debían cubrir al chico. Así que eso había hecho durante las últimas horas.

Taehyung lo había acompañado todo el tiempo. Riendo por los bailes y tonterías que hacía el menor disfrazado. La gente recibía los volantes contentos por el carisma del chico, incluso había recibido abrazos de varios niños.

Jungkook se dejó caer a un lado del diseñador cuando todos los volantes habían sido repartidos.  El mayor le entregó una botella de agua. Vigiló a todos lados antes de quitarse la cabeza del disfraz.

—Eso fue divertido— admitió Jungkook luego de tomar un buen trago de agua.

—Creo que tienes talento para esto.

—Tal vez deba dejar mi carrera de cantante y dedicarme a repartir panfletos— ambos rieron por el comentario.

—Creo que finalmente se cansaron y dejaron de buscarte— dijo Taehyung viendo que ya no había ningún grupo de chicas dando vueltas por allí. 

—Por fin.

—Ya puedes quitarte el traje.

Volvieron al local de hamburguesas y devolvieron el traje. Jiwon les agradeció por todo entregándoles a ambos hamburguesas, papas y refrescos. Los chicos estaban hambrientos por lo que aceptaron gustosos la comida.

Como Jungkook necesitaba una ducha y el lugar más cercano era el departamento del cantante y de Jimin, se habían dirigido allí. Mientras el menor tomaba una ducha rápida, Taehyung ordenó la comida en la mesa de la cocina.

—Creo que los ensayos son menos cansadores que esto— dijo Jungkook entrando en la cocina. Taehyung rió por el comentario, pero al darse vuelta y ver al chico se quedó sin habla. El cantante estaba sin camiseta y se secaba el cabello con una toalla sobre su cabeza haciendo que los músculos de su brazo se marcaran. El hermano de Yoongi tragó pesado. —Muero de hambre.

—Si, yo también— respondió luego de sacudir la cabeza como tratando de quitar los malos pensamientos de su cabeza. 

Comenzaron  a comer en silencio. Jungkook por hambre y Taehyung porque quería concentrarse en otra cosa que no sea el torso desnudo del menor. 

No entendía porque se sentía así. Miles de veces había visto modelos con mucha menos ropa que la que llevaba Jungkook pero sólo con él se sentía así de nervioso. No lo entendía.

—¿Hyung?— lo llamó.

—¿Disculpa? No te escuché.

—Lo sé. Te estoy hablando desde hace unos minutos— dijo riendo. ¿Tanto tiempo había estado perdido en sus pensamientos?

—Lo siento.

—Te agradecía por lo que hiciste hoy por mi. Creo que si no fuera por ti hasta ahora estaría escapando de esas chicas.

—No fue nada.

—Además, fue divertido pasar la tarde contigo— dijo tomando su mano. La mirada de Taehyung viajó a la unión. ¿Por qué su corazón latía tan rápido por ese simple acto?

—Espero que me hayan guardado algo— dijo Jimin entrando en la cocina. El diseñador quitó su mano rápidamente.

—Hyung, no te escuchamos llegar— Jungkook se puso de pie y dejó un beso en la mejilla del mayor. El Min menor se sintió incomodo al verlos.

—Yo debo irme— Taehyung se puso de pie y tomó su celular.

—Oh pero acabo de llegar— se quejó Jimin.

—Tengo que terminar unos diseños muy importantes— mintió. Casi corrió a la sala para tomar las bolsas que trajo del centro comercial.

—¿Ok...? — dijo Jimin confundido siguiéndolo. —Nos veremos en el cumpleaños de Yeonjun supongo.

—Si— lo abrazó brevemente y corrió a ponerse sus zapatos. —Adiós— dijo antes de cerrar la puerta.

—Eso fue raro— mencionó Jungkook parándose junto a su prometido.

—Lo fue.

Jimin se quedó mirando la puerta por donde su amigo había escapado.

Taehyung corrió al departamento y se encerró en su cuarto agradecido de que nadie estaba en casa. Lloró sintiéndose el peor amigo del mundo. 

No entendía porque después de tanto tiempo y de todos los hombres del mundo tenía que enamorarse de él. 

Porque ahora lo sabía y estaba seguro de eso.

Estaba enamorado del prometido de su mejor amigo.





Volví 😅
He tenido mejores días y acomodé mis ideas respecto a esta historia. Así que ya casi la tengo armada por completo en mí cabeza.
Creo que ya lo había dicho pero soy muy fan de una banda que se llama the driver era, en mayo vinieron a mí país y pude abrazarlos... Esos abrazos me devolvieron mucha energía así que estoy con todas las pilas para esta historia 👀





Este capítulo lo escribí literalmente esperando por mí clase en la facultad, así que si ven algún error avísenme por fa.




















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