45.
Desde hace días que Jimin no veía a su psicólogo. Aparte de no haber ido a las sesiones por su viaje a Japón, el hombre había tomado licencia por vacaciones por lo que llevaba casi dos semanas sin charlar con él. Ya no se sentía confundido respecto a lo que sentía por Jungkook pero igualmente quería verlo.
Había algo que lo tenía preocupado. Desde hace varias noches ha estado soñando pero cuando despierta no recuerda nada, sólo cosas sueltas. Tiene la imagen borrosa de un chico de cabello pelimenta, de un chico de cabello naranja y una sartén. Cosas a las que no les encontraba sentido alguno y esto comenzaba a frustrarlo.
Salió de sus pensamientos cuando Yeonjun se sentó sobre su regazo, el pequeño llevaba un dobok de taekwondo. Estaban en el lugar donde tomaba clases. El gimnasio tenía gradas donde todos los papás y algunos niños esperaban por el profesor sentados sobre el piso alcochonado donde entrenaban.
El hijo de Jimin jugaba con las manos de su papi mientras le contaba lo que había hecho en la escuela ese mañana. En ese momento un hombre que no conocían entro rápidamente al gimnasio.
—Buenas tardes— saludó. —Soy el reemplazo del profesor Lee— se presentó. —Él no podrá asistir hoy, por lo que la clase la voy a impartir yo. Por favor niños vengan a la colchoneta.
Rápidamente los niños se acomodaron alrededor del hombre sentándose en la típica pose de descanso que les enseñaron el primer día. El profesor suplente comenzó la clase segundos después.
Jimin estaba sentado bastante cerca de los niños. Le encantaba ver el entusiasmo de su pequeño para entrenar.
—¿Eres el hermano de Taehyung?— preguntó una chica sentándose a su lado. Estaba tan concentrado en la clase que pegó un brinco en su lugar al escucharla. —Oh, lo siento. No quería asustarte. Soy la madre de Hueningkai— dijo señalando al niño sentado junto a Yeonjun.
—Oh. Un gusto— saludó.
—¿Tú eres el hermano de Tae?— volvió a preguntar.
—No. Soy el otro padre de Yeonjun.
—Oh, claro.
Ambos regresaron su mirada hacia la clase. El hombre explicaba un nuevo movimiento a los niños. El objetivo del mismo era derribar a tu oponente, por lo que los niños se emocionaron por aprender eso.
El profesor explicaba con su cuerpo como debían ubicarse y los movimientos que debían hacer hasta que una risita se escuchó en el lugar. Los niños y algunos padres dirigieron su mirada a quien reía. Jimin se puso nervioso al darse cuenta que estaba riendo e incluso se puso colorado al notar que el profesor lo miraba fijamente.
—¿Le parece divertida mi clase señor...?— dijo esperando por su nombre.
—Jeon— informó. Su hijo hizo una mueca que Jimin no vio. —Lo siento, no quise reírme es que su técnica me causo gracia— el hombre lo miró enojado. —¡Perdón! No quería decir eso es que me parece errónea.
—¿Sabe de taekwondo?— preguntó con un sonrisa burlona en el rostro. El hombre sabía que siempre eran las madres y los padres donceles los que comúnmente acompañaban a los chicos a las clases. Y por el aspecto del chico era obvio que era un doncel. —Si tanto sabe, podría venir aquí y demostrarnos que tanto sabe un doncel sobre técnica.
Jimin iba a disculparse y dejar que continúe la clase, pero la sonrisa burlesca del hombre y el tono despectivo que usó cuando lo llamó doncel, lo hicieron ponerse de pie y descalzarse antes de bajar al piso de entrenamiento.
El profesor sonrió, sería fácil derribarlo. Era pequeño y bastante delgado, no sería un problema.
—Trataré de ser suave, cariño— dijo en tono burlón mientras se paraba en posición de pelea. —Veamos que tienes.
Jimin lo imitó y se colocó en la misma posición con cierta duda. El profesor lo notó y ensanchó su sonrisa. En un rápido ataque trató de darle un golpe al peligris, pero Jimin se hizo a un lado esquivándolo, tomó el brazo del hombre, lo colocó sobre su hombro y con toda su fuerza lo levantó para luego soltarlo sobre el piso haciéndolo caer de espaldas.
Los niños aplaudieron eufóricos y Yeonjun se puso de pie para alentar a su papi. El resto de padres también lo aplaudieron. Jimin miró sus manos confundido, ni siquiera sabía como había hecho eso.
El hombre se levantó furioso y aprovechando que Jimin estaba de espaldas a él, rodeó su cuello con su brazo pero en otro rápido movimiento el prometido de Jungkook se inclinó hacia adelante llevándose al hombre con él, haciendo que cayera en un golpe seco nuevamente de espaldas sobre el piso que le quitó el aire.
Yeonjun corrió a abrazar a su papi. Jimin lo alzó y el niño lo abrazó con fuerza mientras reía.
—Mi papi es cinturón negro. ¿No es el mejor?— preguntó a su profesor suplente.
—¿Qué?— preguntó el hombre sintiéndose humillado. —No lo sabía.
—Si. No lo sabía. Debería dejar de juzgar a las personas por su apariencia o condición. Jamás vuelva a dudar de los donceles, porque igualmente podrían patearle el trasero.
El peligris dejó a su hijo en el piso y volvió a sentarse en su lugar dejando que la clase continuara. El hombre no volvió a decir nada concentrándose sólo en los niños. El resto de padres lo felicitaron por poner en su lugar al tipo.
Jimin agradeció las palabras de los demás y luego volvió a mirar sus manos. ¿Cómo diablos había hecho eso sino recordaba nada de su entrenamiento en el pasado?
Jimin se encontraba preparando palomitas para Jungkook, Yeonjun y Taehyung, mientras el pequeño tomaba un baño luego de su clase. Los tres habían organizado hace unos días una maratón de las películas de los Avengers en su departamento, luego de que su hijo, su amigo y su prometido se hubiesen pasado toda una tarde charlando sobre las películas de Marvel.
Una vez que el pequeño terminó su ducha se sentaron en la sala a esperar a los otros dos mientras miraban dibujos animados. Unas fuertes carcajadas en la entrada del departamento los hizo girar asustados.
Jungkook y Taehyung entraban en ese momento mirando algo en el celular del mayor. Padre e hijo los miraron curiosos.
—¡MOCHI ERES INCREÍBLE!— gritó el diseñador antes de correr a tirarse sobre su amigo.
—Enserio que lo eres— dio la razón Jungkook.
—¿De qué hablan?— preguntó confundido tratando de sacarse al chico de encima.
—La mamá de Hueningkai me envió un video de lo que hiciste en la clase del enano.
—Oh— las mejillas de Jimin se colorearon enseguida.
—¡MI PAPI ES EL MEJOR!— dijo Yeonjun sumándose a los halagos.
—Hyung, lo que hiciste fue genial. ¿crees que puedas enseñarme?
—¡A mi también!— pidieron tío y sobrino al unísono.
—Yo no sé como lo hice.
—¿Qué?— preguntó Taehyung confuso.
—No sé como lo hice— repitió bajando la mirada. —Simplemente me salió.
—Tal vez para ti el taekwondo es como andar en bicicleta. Tú no lo recuerdas pero tu cuerpo si— dijo pensativo el hermano de Yoongi.
—Tratemos de recrear lo que hiciste, tal vez está en tu memoria y puedas recordarlo, hyung— comentó Jungkook corriendo uno de los sillones de la sala. Taehyung y Yeonjun lo ayudaron haciendo lugar en el centro de la sala para después tirar los almohadones de los sillones en el piso como una especie de protección.
—Ven aquí, Mochi. Intentémoslo— pidió parándose en el centro.
—No sé como lo hice TaeTae— repitió Jimin poniéndose de pie frente a él. Jungkook y Yeonjun se sentaron sobre el sillón de tres cuerpos para dejar el improvisado piso alcochanado libre.
—No perdemos nada con intentar. ¿Cómo me paro?— vio a Jimin colocarse en posición de pelea y lo imitó. —Ok. ¿Y qué hago?
—No lo sé, Tae. Ya te lo dije.
—Pero piensa, ¿qué hiciste hoy?
—No lo sé, Taehyung— volvió a repetir comenzando a irritarse por la insistencia del diseñador.
—Pero sólo tienes que tratar de recordar— insistió comenzando a darle palmaditas en el brazo.
—Ya basta, Taehyung. No creo que esto ayude de algo.
—¿Y si trato de hacerte cosquillas?— preguntó bajando su mano hacia las costillas del peligris.
—Lo digo enserio. Ya no quiero hacer esto— se giró volviéndose hacia el sillón más grande.
—¿Y si las hago en el cuello?— insistió rozando con la punta de sus dedos la nuca de Jimin.
Y como si un interruptor hubiese sido activado, el más bajo lo tomó del brazo haciéndolo girar y caer sobre los almohadones.
—¡TAE LO SIENTO!— se disculpó arrodillándose a su lado. —¿Estás bien?
—¡Eso fue genial!— dijo el diseñador apoyándose sobre sus codos. —Hagámoslo de nuevo— pidió sonriente.
—No, ahora hazlo conmigo— pidió con ojos brillantes Jungkook.
—No es divertido. No voy a hacerlo.
—Bueno, pero muestranos lo que haces— dijo Taehyung.
—Si, hyung. Por favor— Jimin miró a ambos, lo miraban con ojos de borrego y no pudo negarse.
—De acuerdo.
Los chicos se pusieron de pie en el centro de la sala rápidamente para esperar las instrucciones, parecían dos niños pequeños esperando sus dulces. Decidieron que Taehyung intentaría la defensa y Jungkook lo atacaría.
Al diseñador le sorprendía que a pesar de la pequeña cintura del chico y de que era bastante delgado, a penas si podía moverlo. Era como si estuviera tratando de levantar un costal lleno de piedras. ¿Acaso era puro músculo?
Tras varios intentos fallidos que provocaban carcajadas en Yeonjun y que tenían a Jungkook con una sonrisa socarrona en los labios, Taehyung pidió ayuda a Jimin. El peligris volvió a explicarle pero esta ves gráficamente porque tomó a su prometido del brazo y lo derribó. El hermano de Yoongi lo miró con la boca abierta. Si era mucho más que pequeño que ellos, ¿cómo lo hacía tan fácil?
Nuevamente se colocaron en posición para volver a intentarlo. Una idea se cruzó por la cabeza de Taehyung por lo que comenzó a observarlo fijamente. Jungkook al sentir la penetrante mirada sobre él, también lo miró a los ojos. En ese momento, el diseñador le guiñó un ojo confundiéndolo aún más. Aprovechándose de la situación, Taehyung imitó los movimientos de Jimin logrando hacerlo caer sobre su espalda. Pero al no haberlo soltado a tiempo el terminó cayendo sobre el pecho del cantante.
—Eso es trampa— se quejó.
—En el amor y la guerra todo se vale— respondió volviendo a guiñarle un ojo coqueto.
Se quedaron lo que parecieron unos interminables segundos mirándose a los ojos en la misma posición. Hasta que Yeonjun se lanzó sobre ellos riendo por lo torpe de ambos. En ese momento, Taehyung se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
Estaba coqueteando con el prometido de su mejor amigo en frente de él. ¿Qué clase de amigo era? Se levantó rápidamente con la mirada en el piso, no podía mirarlos a la cara en ese momento.
—Bien, basta de golpes. Vamos a ver las películas antes de que alguien salga lastimado— pidió Jimin.
Jungkook y Yeonjun comenzaron a ordenar la sala preparando todo para su maratón de películas. Jimin comenzó a ordenar los snacks y bebidas que comerían.
—TaeTae, ¿podrías traer las palomitas que deje en la cocina?— pidió Jimin ajeno a la vergüenza de su amigo.
Taehyung caminó hacia la cocina en silencio y se quedó unos minutos allí tratando de calmarse. ¿Por qué no podía apaciguar el rápido ritmo de su corazón? ¿Por qué no podía borrar de su cabeza los ojos brillantes del chico y su delicioso perfume? ¿Por qué se sentía así con el prometido de su mejor amigo?
Aparezco con un capítulo que parece relleno pero juro que no lo es. Otra vez me tardé mucho, perdón 😭😭
Gracias por las lecturas, comentarios y votos.
Y GRACIAS POR LA ESPERA 🙏🏻
¿Cómo andan con el último contenido de los chicos? Yo: muerta
Yoongi está rubio por el del fic, yo lo sé ahre
Les dejo su sonrisa y espero volver a actualizar pronto!
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