Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

40.

Jimin estaba decidido a no pensar ni en Jungkook ni en Yoongi ese día, pondría toda su atención en Yeonjun. Por lo que esperaba que el niño saliera de su colegio mientras buscaba en internet algún lugar cercano donde llevarlo a almorzar.

Le alegraba lo mucho que había avanzado la relación con el pequeño, le resultaba muy fácil tratar con él. Deseaba poder recordarlo pero igualmente, cada vez lograba conocerlo un poco más. Siempre le sorprendía reconocer muchas de sus propias características en el niño, haciéndole imposible negar que Yeonjun era su hijo.

Leía las reseñas de una casa de comida rápida ubicada a unas cuadras de allí, cuando escuchó los gritos de los primeros niños saliendo por las puertas del establecimiento educativo. Guardó su celular en su bolsillo y comenzó a buscar a su pequeño entre los rostros de los niños, sonrió cuando lo vio correr hacia él sacudiendo su manito para saludarlo.

—¡PAPIIII!— gritó Yeonjun abrazándose a sus piernas.

—Hola, Yeonjunnie— le dijo con una sonrisa en el rostro mientras acariciaba su cabello. —¿Cómo te fue hoy?— preguntó comenzando a sacar la mochila de los hombros del niño.

—¡Bien!— exclamó contento.

—Hola— saludó un hombre parándose junto a ellos. 

Jimin lo miró confundido. Usaba una camisa negra con los primeros botones desabrochados dejando ver un poco su pecho, la usaba arremangada y la llevaba dentro de un pantalón de vestir negro. También usaba cinturón, zapatos, cubrebocas y gorro negros. Sólo sus ojos dejaba ver de su rostro.

—¡Papá!— dijo Yeonjun abrazando al recién llegado.

Luego de lo dicho por el niño y por su piel blanca pudo reconocer a Yoongi en el hombre frente a él.

—¿Hyung?— preguntó como queriendo confirmarlo.

—Hola, Jimin— saludó levantando su rostro para mirarlo a los ojos.

—¿Sucedió algo? ¿Qué haces aquí? ¿Hoy no era mi día con Yeonjun?— el mayor sonrió al ver el rostro del peligris, aún tenía la costumbre de arrugar su pequeña nariz cuando no entendía algo.

—Si, hoy es tu día con la pulga. Pero quería invitarte a pasear juntos, ¿qué dices?

—Yo...

—Di que si, papi— pidió Yeonjun mirándolo con ojos de borrego.

—De acuerdo...— respondió mirando a ambos aún desorientado por la repentina invitación.

—Bien. Traje mi auto, así que... ¿les parece si vamos a almorzar primero?— preguntó Yoongi tomando la mochila de su hijo del hombro de Jimin para llevarla él.

—Si tengo mucha hambre— se quejó el niño estirando sus brazos tratando de expresar cuan hambriento estaba. Los adultos sonrieron al verlo.

El rapero había dejado su auto cerca por lo que no tardaron mucho en llegar. Yeonjun se apresuró en subir y Yoongi por su parte abrió la puerta del copiloto para Jimin.

—Gracias— agradeció cohibido el peligris por el gesto de caballerosidad.

Antes de rodear el auto para subir del lado del conductor, Yoongi fue llamado por el padre de Soobin por lo que se quedó hablado con él.

Yeonjun aprovechó ese momento para comenzar con su plan. Tomó las flores que él le había pedido a su papá que comprara para regalarle a Jimin. Cuando el peligris terminó de acomodar su cinturón de seguridad se inclinó entro los asientos delanteros.

—Papi— lo llamó. —Papá te compró estas flores— dijo entregándole un ramo pequeño de fresias blancas.

—¿Yoongi las compró para mi?— preguntó recibiéndolas. Sonrió por lo bonitas que eran.

—Sip... ayer dijo que quería regalarte flores— mintió acomodándose en su asiento. 

Jimin llevó a su nariz el ramo y las olió. Tenían unan fragancia deliciosa que le resultaba increíblemente familiar. No podía dejar de sonreír por el gesto.

—Bien— dijo Yoongi subiendo al auto. —¿Nos vamos?— preguntó colocándose el cinturón de seguridad.

—Gracias por las flores, hyung— le dijo sonriendo.

—Oh, de nada— le sonrió también. —Vi ese ramo y tuve que comprarlo. Seguro no lo recuerdas pero son tus flores favoritas— comentó sacándose el cubrebocas. Jimin se sorprendió al oír eso y bajó su mirada a las flores.

—¿De verdad?

—Si. Siempre te regalaba un ramo en nuestras fechas importantes— dijo mientras ponían el auto en marcha para ir al restaurante de siempre. 

Yoongi no tenía idea de lo que la palabra "nuestra" y el hecho de que comprara sus flores favoritas habían hecho en el corazón de Jimin. Yeonjun sonrió al ver las mejillas sonrojadas de su papi.


No tardaron mucho tiempo en llegar al restaurante elegido siempre por Yoongi. Yeonjun se ubicó de un lado de la mesa y Jimin caminó para sentarse junto a él. Se sorprendió cuando el rapero corrió la silla para él.

—Gracias— dijo con sus mejillas ardiendo. 

Yoongi fue hacia el otro lado para sentarse frente a ellos. Antes de tomar asiento se quitó la gorra que llevaba haciendo que el peligris lo mirara sorprendido.

—¡PAPÁ!— exclamó el niño señalando con su pequeño dedo la cabeza de su padre.

—Oh, cierto— dijo Yoongi recordando lo que había hecho esa mañana.

—Estás rubio— comentó Jimin sin dejar de mirar su cabello.

—Si. Me lo pinté esta mañana para mi próximo comeback. 

—¡Me gusta!— volvió a gritar el pequeño corriendo hacia él para tocar sus mechas ahora rubias.

—¿Me queda bien?— le preguntó al prometido de Jungkook al ver que no dejaba de mirarlo.

—¡SI!— respondió en un tono agudo. —Digo...— carraspeó tratando de controlar sus nervios. —Te queda muy bien.

—Gracias— le dijo sonriendo para él. —Ve a sentarte, cariño.

Yeonjun no tardó en volver a ubicarse en su lugar y segundos después el mesero llegó. Yoongi ordenó para los tres. Jimin no sabía que era lo que pidió para él pero lo dejó pasar porque no quería quejarse cuando él era el invitado.

—¿Cómo han ido tus sesiones con el psicólogo?— preguntó el mayor mientras esperaban por sus alimentos.

—Bien. No me ayudan a recordar pero evitan que me desespere por no hacerlo— respondió con la mirada pérdida en la copa de agua en su mano.

—Sé que un día recuperarás tu memoria, no te preocupes por eso y si no lo haces puedes construir todos los recuerdos nuevos que quieras. Con Yeonjun podemos ayudar, ¿cierto enano?— el niño asintió con una brillante sonrisa en el rostro.

Jimin no pudo evitar emocionarse por lo dicho. Jungkook muchas veces había tratado de animarlo diciéndole cosas parecidas pero que una de las personas más afectadas por su amnesia le dijera que no se preocupara le brindaba cierta tranquilidad.

—Aquí traigo sus platillos— interrumpió el mesero. Jimin se limpió una pequeña lágrima disimuladamente mientras que padre e hijo se concentraban en la comida. El muchacho sirvió todos los platos antes de decir: —Buen provecho. Es bueno volver a verte Jimin— dijo hacia el peligris quien lo miró curioso.

—¿Me conoces?

—¿Cómo no voy a conocerte si te atendí a ti y a Agust en cada cita romántica que tuvieron aquí?— preguntó fingiendo estar ofendido.

—Yo tuve un accidente y no recuerdo nada de mi pasado— la expresión del muchacho cambió enseguida.

—Lo siento. Yo no lo sabía— se disculpó haciendo una reverencia.

—No te preocupes. No tenías porque saberlo.

—Tengo que volver al trabajo. Espero que te recuperes pronto— le dijo antes de volver a darle una reverencia y volver por donde llegó.

Luego de eso, Yoongi y Yeonjun empezaron a comer. Jimin observó primero el plato de pastas frente a él, no podía negar que olía delicioso. Tomó sus palillos y recogió el primer bocado. Sus ojos se abrieron en grande al sentir lo deliciosa que era la comida en su boca. El mayor sonrió al verlo llenar sus mejillas de alimento.

—Al parecer tus gustos siguen siendo exactamente iguales a los del pasado. Siempre que veníamos aquí pedías ese mismo platillo.

—¿Cómo ye ama?— preguntó con dificultad por el enorme bocado que había ingerido.

—Carbonara.

—¿Lachimolala?— Yoongi rió con fuerza.

—Carbonara— repitió divertido.

—Carbonara— dijo Jimin correctamente luego de tragar. —Es deliciosa esta pasta— dijo volviendo a levantar una buena cantidad de fideos.

Yoongi sonrió viéndolo saborear la comida antes de comenzar a degustar su plato.

El resto del almuerzo pasó tranquilo. Los tres hablaron de todo y nada a la vez mientras comían. Luego de pagar, se fueron hacia un parque ya que Yeonjun pidió dar un paseo.

Jimin sonreía viendo a Yoongi empujar a Yeonjun en los columpios de la zona de juegos. Él estaba sentado en una banca que usaban los padres para vigilar a sus hijos jugar. Su ex y su hijo reían a carcajadas por algo que el mayor había dicho.

Un suspiro a su lado lo hizo mirar en esa dirección. A unos metros de él, en otra banca, dos mujeres miraban embobadas hacia los juegos, siguiendo la mirada de ellas se dio cuenta que a quien veían era a Yoongi. Jimin frunció el ceño por eso.

—¿Crees que este soltero?— preguntó una. —Porque ese hombre puede ser el padre de mis hijos cuando quiera.

—Ni siquiera se ve su rostro completo por el cubrebocas que lleva, pero, igualmente, creo que debe ser un dios.

—Esos brazos, el cabello rubio, mirada penetrante... ¿dónde consigo uno de esos?

Jimin no podía creer lo que escuchaba. ¿Cómo podían decir algo así del padre de su hijo? Se cruzó de brazos enfadado volviendo a concentrar su vista en Yoongi y Yeonjun. El niño había decidido ir a otro juego por lo que el rapero caminaba hacia él. 

Tal vez ahora podía entender lo que decían esas mujeres observando mejor al rubio. No pudo evitar mirarlo de pies a cabeza. Todo el outfit negro que hacía resaltar su tez blanca, los puños arremangados hasta los codos y los botones desabrochados permitiendo ver un poco más de piel y el cabello rubio lo hicieron morder su labio inferior. ¿Cómo podía ser tan hermoso?

Yoongi se sentó a su lado y dejó descansar sus manos sobre sus rodillas acomodánse para vigilar a su hijo. Jimin bajó la mirada a ellas y sus mejillas se colorearon. Eran las mismas manos grandes que recorrieron su cuerpo en su sueño.

—¿Tienes calor?— preguntó el mayor. —Estás rojo.

—N-no— respondió nervioso por verse descubierto. Subió el rostro para mirarlo a los ojos. Se puso aún más colorado por la mirada del mayor sobre él.

—¿Seguro? ¿No quieres que busquemos otro lugar donde haya más sombra?

—No. Estoy bien. Yeonjun se está divirtiendo, no cortemos su diversión— Yoongi asintió no muy convencido. 

La mirada del rapero recorrió el lugar. Por su fama, siempre tenía la costumbre de controlar que ningún fotógrafo anduviera alrededor para evitar problemas. Sonrió al ver lo que vendía un vendedor ambulante que pasaba por allí.

—Ya vuelvo— dijo poniéndose de pie. Jimin asintió y lo observó irse mientras seguía tratando de controlar sus nervios. El mayor no tardó mucho en regresar con una pequeña bolsita de papel en su mano que extendió hacia él. El menor la tomó confuso. En el interior se encontró con unas bolitas de colores. —Veamos si estos siguen siendo tus favoritos también— comentó volviendo a sentarse junto al peligris.

—¿Qué son estos?

—Mochis. Tu dulce favorito.

—¿Mochi? TaeTae me llama así.

—Lo sé. Te apodó así por tu obsesión por los mochi.

—¿Los comía seguido?— preguntó tomando uno para mirarlo mejor.

—Siempre— asintió viendo hacia los juegos comprobando que Yeonjun estaba bien. —Adelante, prueba uno— lo incitó. Jimin tomó uno y lo llevó a su boca para darle un mordisco. Ni bien sintió el sabor del dulce abrió sus ojos en grande. Eran deliciosos. Sin dudar metió el resto a su boca. Lo saboreó mientras hacia pequeños ruidos de satisfacción. 

—Son muy ricos— exclamó volviendo a tomar otro para comerlo de un solo bocado.

—Al parecer siguen siendo tus favoritos— confirmó viéndolo tomar un tercer mochi. 

—Lo siento. ¿Quieres uno?— preguntó viendo que sólo quedaba uno.

—No, tranquilo— dijo sonriendo al ver el puchero que hacía el menor. Con sólo verlo sabía que esperaba que dijera que no para poder comerlo también. Ni bien negó comió el último mochi gustoso.

—¡PAPÁ ESE SEÑOR VENDE MOCHIS!— gritó Yeonjun corriendo hacia ellos. —¿USTEDES YA COMIERON?— preguntó ofendido luego de ver una bolsa igual a la que había visto que usaba el vendedor de los dulces en manos de Jimin.

—Lo siento, Yeonjunnie yo me comí todos— aceptó el peligris sintiéndose regañado por el niño.

—¡Papiiiii!— se quejó estirando la palabra, lo miró haciendo un puchero.

—No te quejes, pollito. Compremos un par más y nos vamos a casa.

—¡Si!— festejó el niño dando pequeños saltitos.

Yoongi tuvo que comprar muchos mochis más. Al ver los ojos brillantes de Jimin y Yeonjun viendo los dulces no pudo negarse a comprarles todos los que quisieran.

Ahora viajaban tranquilos en el auto. El rapero llevaba al peligris a su casa mientras el niño dormía en el asiento trasero. Cuando llegaron, Yoongi bajó para abrir la puerta por el menor y Jimin se preguntó si era así de caballero todo el tiempo.

—Gracias por esta tarde— dijo el prometido de Jungkook parándose frente a la puerta del edificio donde vivía. —Dale un beso a Yeonjun por mi cuando despierte.

—Lo haré— prometió. —Me gustaría volver a pasear contigo y el enano alguna otra vez. ¿Qué dices?

—Eso me encantaría.

—Bien— le sonrió. —Será mejor que llevé a la pulga a descansar. Nos vemos— se despidió.

—Adiós, hyung— saludó Jimin.

Antes de irse el mayor bajó su cubrebocas para dejar un beso en la mejilla del peligris. Caminó hacia su auto y se fue de allí luego de tocar bocina como último saludo.

Jimin se quedó quieto por varios segundos viendo hacia el lugar por donde se había ido el vehículo. El beso lo había tomado completamente desprevenido. 

Su corazón latía con fuerza y se sorprendió por eso porque no lo hacía con la misma intensidad con la que lo hacía cuando Jungkook lo besaba. Era mucho más fuerte. Sabía que amaba a su prometido, lo tenía claro. Entonces, no entendía porque ahora se sentía así con el padre de su hijo. ¿Acaso se puede amar a dos personas a la vez?





El outfit de Yoongi:

Imaginemos que tiene un gorro como puse en la historia porque sino no tenía sentido que no se le vea el cabello rubio.
Estas son las fresias por si no las conocen:

Son mis flores favoritas🥰

Estuve releyendo algunas partes de la historia y me encontré con burradas que escribí 🙃 perdón por eso (no escriban de madrugada cuando tienen sueño porque pasa esto) Si ven algún error díganme por fa🙏🏻🙏🏻

En estos días se sumó mucha gente a leer la historia y eso me tiene muy feliz. Gracias por leer💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro