
36.
Yoongi debía estar temprano en la empresa por lo que había aprovechado para ser él quien lleve a Yeonjun al colegio.
Seokjin y Taehyung no tenían mucho para hacer ese día, por lo que ambos preparaban un buen desayuno. Pancakes, fruta picada, huevos revueltos, jugo de naranja, café y té.
—¿No es mucha comida para nosotros solos?— preguntó el diseñador tomando asiento mientras miraba la mesa llena de alimentos.
—Oye, yo tengo que comer por dos— respondió sentándose frente a él.
—Cierto— dijo riendo. —Entonces... ¿qué hicieron mi hermano y tú ayer?
—Na-nada. ¿Por qué preguntas?— sus orejas estaban completamente rojas y se lo notaba muy nervioso. Taehyung lo miró con una ceja alzada.
—Yo sólo quería saber que habían cenado, pero ahora vas a tener que contarme que sucedió ayer.
—Nada— el menor lo miraba cruzados de brazos con ninguna expresión en el rostro. —No pasó nada. —el diseñador seguía en la misma posición. —Sólo cenamos y ya. — ni siquiera parpadeaba mientras lo miraba. —Pasta, cenamos pasta.
—Claro— respondió sin dejar de mirarlo fijamente.
—BIEN! NOS BESAMOS! YA DEJA DE MIRARME ASÍ!— gritó. Una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro del diseñador.
—Así que mi hermano y tú...— preguntó recostándose sobre la silla. —Ni siquiera sabia que tenían algo. ¿Por qué no me dijiste? Yo no soy celoso como mi hermano.
—Es que... en realidad no hay un "nosotros"— contó haciendo comillas con sus dedos.
—¿Te gusta?— Seokjin lo miró por unos segundos como dudando de responder.
—Si— afirmó bajando la cabeza. —Él es tan dulce, amable y bueno conmigo que no puedo no fijarme en él.
—¿Y a él le gustas?
—No lo sé.
—¿Y por qué no se lo preguntas?
—Tengo miedo. Tengo miedo de que sólo yo me sienta atraído.
—Yo creo que debes hablar con él. Ambos deben hablar.
—Lo sé— dijo en un suspiro.
—Cuentame que pasó ayer. Desde el principio.
—Yo preparé una cena para los dos y Yoongi la llamó una cita.
—¿Dijo que la consideraba una cita?
—Eso creo. No sé si lo dijo enserio o no. Porque dijo cita pero luego charlamos como siempre y me trató como cualquier otra comida.
—¿Y luego?
—Nos sentamos en la sala, charlabamos. Cuando yo me acomodé mejor en el sillón quedamos muy cerca, él me miró los labios y luego me besó— resumió los hechos de la noche anterior.
—Si él te besó, cabe la posibilidad que le gustes, ¿no?
—¿Que hay de ti?— preguntó tratando de cambiar el punto de atención, suficiente tenía con lo mucho que lo había atormentado el recuerdo durante la noche.
—¿A qué te refieres?
—Quiero saber si no te gusta nadie. Nunca hablamos de eso— dijo acomodándose en la silla. —Sé que te gustan los chicos porque me lo dijiste pero nunca me hablaste de una persona que guste o de algún ex. Nada.
—Es que no tengo suerte en el amor— suspiró y su mirada se perdió en la taza de café frente a él—He salido con varios chicos pero nunca pasamos de la segunda cita. Sólo tuve un novio en la vida y no duramos mucho realmente.
—¿Por qué?
—Nos queríamos mucho pero nos dimos cuenta que teníamos una relación más de amigos que de pareja. Así que, Hobi hyung y yo decimos volver a ser amigos.
—Espera. ¿Hobi? ¿Ese Hoseok? ¿Jung Hoseok? ¿Jhope?— preguntó sorprendido.
—Si. Fuimos pareja. Mi hermano no lo sabe, no se lo digas por favor. Con lo celoso que es no lo dejaría en paz.
—Claro no te preocupes. Me sorprende que no hayas tenido más parejas. Eres muy bonito, eres bueno, eres dulce...
—Gracias— respondió tímido con sus mejillas sonrojadas. —Soy bastante romántico, ¿Sabes? No es como que saldría con cualquiera porque si.
—¿Ni siquiera hay alguien que te guste?— Taehyung lo miró por unos segundos antes de responder.
—Hay alguien— dijo en un susurro. —Pero a él no le intereso.
—¿Se lo preguntaste?
—Está en pareja. Jamás me interpondría en una pareja— Seokjin asintió con pena. —Pero, ¿sabes quiénes están solteros? Mi hermano y tú— el semblante del modelo cambió, sus orejas se pusieron rojas nuevamente. —¿Qué te dijo después del beso?
—No hablamos. Sentimos que el bebé se movía y nos distrajimos con eso.
—¿QUÉ?— gritó Taehyung poniéndose de pie con tanta fuerza que la silla en la que estaba sentado cayó al piso. Seokjin pegó un salto en su lugar. —¿CÓMO QUE EL BEBÉ SE MOVIÓ Y NO ME DIJISTE NADA?— preguntó colocando su mano en el vientre del modelo.
—Lo siento. Se me olvidó.
—Yo soy tu amigo, no entiendo cómo es que no fui el primero en enterarme— dijo mirándolo mal sin quitar su mano.
—Perdón, Tae.
—¿Por qué no se mueve?— se acuclilló frente a él.
—No se mueve todo el tiempo.
—Es injusto. Yo debería haber sido el primero en sentirlo. TODO TIENE QUE ROBARME MI HERMANO— se quejó de forma infantil. El modelo rió.
—Te prometo que cuando se este moviendo te avisaré.
—Bien— se puso de pie y volvió a su lugar con un puchero en los labios. —Oh casi lo olvido— dijo antes de volver a sentarse y se fue hacia la sala, el mayor lo miró confundido. Segundos después, volvió con una carpeta en sus manos. —Quiero contratarte— le dijo extendiendole unas cuantas hojas.
—¿De qué hablas?
—Hace unos días quise comprar para ti un conjunto de ropa, pero los lugares de maternidad sólo tienen ropa horrible para donceles. No entiendo porque no pueden hacer ropa a la moda para embarazados también, que vayan a ser papás no significa que no puedan verse bien— el modelo lo escuchaba tratando de comprender a donde quería llegar. —Por eso, decidi que Vante va a tener una línea de ropa para embarazados y embarazadas. Pedí que en los talleres cosan mis diseños adaptados para maternidad.
—¿Es enserio?— preguntó conmovido.
—Claro. Y además, quiero que tu seas el modelo de la campaña.
—Tae... yo... Gracias— no sabía realmente que responder.
—No tienes nada que agradecer. Eres un modelo precioso y quiero que todos los vean, incluso, ahora te ves más bonito por tu pancita de embarazo— Seokjin lo miró casi al borde de las lágrimas.
—Eres el mejor. Muchas gracias— dijo entre hipidos.
—Firma— dijo entregándole un bolígrafo. Le sonrió y el modelo no tardó mucho en firmar todos los papeles necesarios.
Taehyung comenzó a mostrarle los bocetos de sus diseños adaptados a embarazos. Ambos pasaron el resto de la mañana soñando con las nuevas prendas. Seokjin agradeció que por lo menos por unas horas sus pensamientos dejaran de atormentarlo con el beso que ayer había compartido con el rapero. Sabía que debía hablar con él, pero no se sentía listo. No aún.
🔞
Jimin giró en la cama buscando el calor corporal de su novio, pero se sorprendió cuando estiró uno de sus brazos y no lo encontró en la cama. Miró el reloj digital sobre la mesita de luz e hizo una mueca cuando se dio cuenta que aún era demasiado temprano.
Se levantó de la cama y salió de la habitación en busca de su novio. Caminó descalzo por el frío piso. Sólo llevaba puestos una camiseta de su pareja que le quedaba enorme y sus boxers. Caminó por el pasillo buscando al chico mientras restregaba sus ojos con sus puños. Lo encontró en la sala, usando sólo el pantalón de su pijama, llevaba su torso desnudo. Tocaba una melodía en el piano que allí había.
—¿Por qué estas levantado?— se quejó. —Es muy temprano aún.
—Te estaba mirando dormir y una melodía llegó a mi cabeza. Debía escribirla en un partitura antes de olvidarla.
—Pero, ¿por qué tan temprano?— dijo con un puchero en sus labios mientras caminaba hacia él. Se sentó sobre su regazo de frente al más alto para verlo a los ojos. Cruzó sus brazos sobre la nuca del otro.
—No podía dormir. Vine aquí para no molestarte.
—Me molestas. Porque quiero sentir tu calorcito a mi lado— siguió quejándose. Al otro le causó ternura la forma infantil en la que se comportaba.
—Perdón, cariño. Pero quería pasar a papel está melodía. —comenzó a sentir pequeños besos en su cuello. —¿Qué haces?— preguntó sonriendo.
—Trato de convencerte para que volvamos a la cama— Jimin sintió bajo sus labios como la nuez de Adán de su novio se movió por la risa que soltó.
—Sólo déjame terminar y vamos— el más pequeño no respondió pero siguió dejando besitos en su piel.
Pasaron unos minutos en la misma posición hasta que sintió que los besos en su cuello comenzaron a tornarse en succiones más calientes. Por inercia tiró su cabeza hacia atrás para darle más acceso. Los movimientos sobre su cuello comenzaban a ser cada vez más eróticos.
—Jimin— dijo con voz ronca.
—Deja el piano— pidió en un tono inocente, como si no estuviera devorando el cuello de su chico.
—Ya termino. Espera un segundo— no recibió respuesta y por unos segundos pudo volver a respirar tranquilo cuando dejó su piel en paz. La tranquilidad no duró mucho porque su novio había comenzado a mover su cintura haciendo que su trasero se moviera peligrosamente sobre su entrepierna. —Ji-jimin.
—Volvamos a la cama— pidió nuevamente. Sus besos bajaron a las clavículas de su chico. Sonrió cuando lo sintió tragar con fuerza. —Por favor, cariño. Vamos a la cama.
—¿Por qué quieres ir a la cama? ¿Sabes que puedo tomarte aquí mismo?
—Bueno... entonces deja de tocar el piano y comienza a tocarme a mi— dijo coqueto sin dejar de mover su cadera para producir fricción sobre la entrepierna del otro. Las grandes manos de su novio se colocaron sobre su trasero y lo apretaron con fuerza. Un gemido escapó de sus labios.
No tardaron mucho en unir sus bocas casi con desespero. El pelinegro sin ningún tipo de aviso metió sus manos en el boxer de Jimin para tener contacto directo con su piel, sus dedos cada vez más cerca de su entrada.
El más pequeño no dejaba de gemir en su oído rozando sus entrepiernas. Un quejido agudo salió de sus labios cuando sintió que su novio comenzó a prepararlo introduciendo sus dedos en él. Jimin comenzó a moverse hacia ellos como tratando de buscar más de esa sensación que le producía placer.
—Por fa-favor, ya hazlo— pidió entre gemidos cuando ya se sintió listo.
—Necesitamos lubricante.
—No importa. De verdad estoy listo. Hazlo de una vez— No tardó mucho en obedecerlo. —¡Oh dios!— exclamó cuando fue penetrado de una sola estocada luego de que le rompiera su ropa interior para no perder tiempo sacándosela.
Se quedaron en esa posición por unos segundos, mientras Jimin se acostumbraba. Su novio no dejaba de repartir caricias a lo largo de su espalda con la punta de sus dedos bajo su camiseta. Comenzó a mover sus caderas con lentitud. Ambos jadearon por la sensación que les recorría el cuerpo.
Poco a poco la intensidad comenzó a aumentar y el más menudo comenzó a casi saltar sobre su novio, haciendo que su próstata sea estimulada una y otra vez con vigor.
Gemidos y jadeos llenaron toda la sala con rapidez. Volvieron a besarse con fuerza.
Siguieron así por varios minutos hasta que la intensidad de las penetraciones hicieron que Jimin se corriera provocando que su entrada se apretara aún más alrededor del miembro de su novio, quien no tardó en correrse también dentro él.
Ambos juntaron sus frentes tratando de regular sus respiraciones. Pequeños espasmos aún provocaban que sus músculos se movieran como resultado de sus orgasmos. Se miraron a los ojos y se sonrieron. Jimin se acomodó sobre su novio, sintiendo sus ojos pesados.
—Te amo, Jimin— escuchó cuando se le cerraban sus ojos.
—Te amo, Yoongi— respondió también antes de quedarse dormido sobre el hombro de su chico.
Una chica agregó ¿Papá? a su lista llamada "no me atrajeron lo suficiente"... Me dolió un poco, espero poder mejorar en la escritura de la historia.
Me voy a retirar lentamente antes de que me golpeen. De acá a rezar un rosario después de escribir lo que escribí.
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