32.
Taehyung estaba feliz. Faltaban sólo tres días para el desfile pero ese día lo había dejado libre para que todos pudieran descansar luego de los largos ensayos y pruebas. Había contratado una empresa de organización de eventos para ordenar todo en el lujoso hotel donde se llevaría acabo el desfile, por lo que no se debía preocupar por nada más, porque sabía que la ropa estaba perfecta y cada modelo sabía lo que debía hacer.
Había arreglado con Jimin una cita para ir de compras con Yeonjun con la excusa de que lo ayudaría a elegir los outfits correctos para un desfile. Había elegido y pagado por toda la ropa que eligió para la pareja de Busan, claro que el peligris no quería aceptarlo por lo que tuvo que prometer que lo dejaría pagar el almuerzo para los tres.
Taehyung lo había llevado al lugar más barato diciendo que era su lugar favorito. Cosa que era cierto...hace años, cuando eran estudiantes y era el único lugar donde podían comprar comida medianamente decente a un precio accesible en esa zona.
El diseñador había pedido varios platos con diferentes comidas. Sonrió cuando vio a Jimin hacer muecas de desagrado cuando probó los platillos que no le gustaban y muecas de satisfacción cuando algo le agradaba. Aún tenía los mismos gustos que en el pasado, incluso cuando no los recordaba.
Yeonjun había comido todo rápido para poder correr a los juegos de la zona infantil. Jimin no podía dejar de verlo, como si tuviera miedo de que algo pasará si él quitaba su vista del niño. Los últimos días había visitado a su hijo varias veces en la casa de los Min, pero aún no se acostumbraba a todo eso. Le habían preguntando si quería salir a solas pero había negado efusivamente. ¿Cómo se supone que cuidas a un niño? ¿Y si se lastima? ¿Y si se pone a llorar? Tenía un millón de dudas respecto a ser padre y mucho miedo de hacerlo mal.
—¿Puedes dejar de verlo así?— pidió Taehyung. —Él está bien. Con verlo cada cierto tiempo es suficiente, no debes vigilarlo cada segundo.
—Lo siento. Tengo miedo de que algo malo le suceda— se disculpó girándose en su asiento para verlo de frente. Rápidamente comenzó a mover su pierna como si quitarle la vista le alterara.
—Ven. Siéntate de este lado— pidió el diseñador corriendo una silla a su lado. —De aquí podrás verlo mejor.
—No sé porque me siento así de inseguro— susurró sentándose junto a él.
—Creo que es normal. ¿Sabes? Cuando Yeonjun vino a vivir con nosotros, Yoongi y yo estábamos igual que tú. Si mamá no nos hubiese ayudado no sé que hubiese sido de nosotros.
—Tal vez podría pedirle algunos consejos— comentó Jimin viendo como Yeonjun jugaba con un grupo de niños.
—A ella le encantaría. Muere por verte. A veces creo que te quiere más a ti que a Yoongi y yo.
—¿De verdad?— preguntó mirándolo de costado.
—No sé que les hiciste pero papá y mamá te adoran— comentó riendo.
—Me gustaría conocerlos.
—Arreglare una visita. ¿Te parece?
—Claro.
—Jimin...— el peligris se giró a verlo. —¿Puedo preguntarte algo?
—Si, claro. ¿Qué sucede?
—Hay algo que no entiendo. Yeonjun varias veces nos dijo que te vio y tu nos dijiste que era verdad. ¿Por qué nadie más te vio?
—Es que... yo...— se movía nervioso y Taehyung lo miró curioso. —Todas las veces que me lo encontré estábamos solos y no sabría que decir si me vieran con él.
—¿Qué?— no entendía a donde iba con eso.
—Tenía miedo que me vean como un pervertido o algo así. Incluso en la empresa de Jungkook me lo encontré en la sala de ensayos y comenzamos a bailar, cuando Hoseok hyung apareció me escondí por miedo. ¿No sería raro ver a un adulto bailando con un niño que no conoce en un lugar a solas?— Taehyung lo miró por unos segundos y luego comenzó a reír con fuerza. —No te rías.
—Es que...t-tú— no podía dejar de reír. —Eres un tonto. ¿Quién pensaría eso de ti?
—¿Qué pensarías tú si te encontrarás con Yeonjun a solas con un tipo que no conoces varias veces en diferentes lugares?— el semblante divertido del diseñador cambio.
—Que lo está acosando— razonó. —Bueno si lo pones así, si suena mal. Pero igualmente nos hubiese ahorrado mucho sufrimiento si no te escondías— la mirada de Jimin decayó. —Lo siento, no quería decirlo así.
—No. Tienes razón. Yoongi hyung me dijo que habían pensado que Yeonjun tenía algún problema psicológico. Si hubiese sabido que eso sucedería no me hubiese ocultado.
—No te preocupes. Ahora ya está todo aclarado y todos estamos felices de que en realidad estés aquí.
—Y a mí me alegra. ¿Sabes? Desde que desperté en aquel hospital me he sentido como vacío, como si algo me faltara y creo que eran ustedes— Taehyung lo miró con ojos brillosos. —Yeonjun, tú e incluso Yoongi. Era como si los necesitara sin saberlo.
—Y nosotros a ti. No tienes idea lo difícil que fue para nosotros todos estos años sin verte, sin saber de ti— el Min menor comenzó a sollozar y Jimin lo envolvió en sus brazos.
—Lo siento. Siento haberles hecho esto.
—Prométeme que no volverás a irte, por favor— pidió aferrándose a él.
—Lo prometo. Incluso si no logro recordarlos, TaeTae.
—¿Cómo me llamaste?— preguntó alejándose para mirarlo a la cara.
—TaeTae. ¿No te gusta?
—Ese era el apodo que me diste cuando nos volvimos amigos— dijo sonriendo como un niño.
—Bien. Entonces desde ahora serás mi TaeTae, ¿te parece?— preguntó acariciando su cabello, Taehyung se acercó a él como buscando más caricias.
—¿Ya somos amigos?
—Creí que ya lo éramos.
—Siempre, Mochi.
No tiene idea que fue lo que pasó, pero por un momento Jimin se pudo ver a él mismo y a Taehyung en ese mismo lugar, ambos mucho más jóvenes. Comían entre risas y el chico de Daegu lo llamaba "Mochi malvado". Fue tan repentino y lo sorprendió tanto que ni siquiera se dio cuenta que era un recuerdo del pasado.
*
Jimin llegó al departamento que compartía con Jungkook con una enorme sonrisa en el rostro. Había pasado una tarde increíble con Taehyung y Yeonjun, se había reído de sus tonterías hasta que le dolió el estómago. Se sentía tan a gusto con el diseñador que esperaba tener muchas más salidas con él.
Una vez que tomó un baño y ordenó toda la ropa que le habían regalado, preparó su uniforme para el otro día y luego se dispuso a preparar la cena. No pasó mucho tiempo hasta que escuchó la puerta principal abrirse. Segundos después Jungkook ingresó en la cocina.
—Hola, kook— saludó apagando las hornallas. Ya todo estaba listo para servir.
—Hola, hyung— le dio un beso en el cachete que sorprendió al peligris. —Iré a lavarme. Ya vuelvo.
Jimin no dijo nada y simplemente comenzó a preparar la mesa para cenar. Una vez que estuvieron acomodados en la mesa con los platos servidos frente a ellos lo miró fijo.
—¿Me vas a decir que te sucede?
—¿De qué hablas?
—Estás raro conmigo. ¿Hice algo que te molesto?
—No, no. Claro que no.
—Entonces, ¿qué sucede?— Jungkook lo observó por unos segundos dudoso, suspiró y bajó la mirada.
—Tengo miedo.
—¿De qué? ¿De tu debut?
—No. De lo que va a pasar con nosotros— Jimin lo miró confundido por lo que continuó explicando. —Tengo miedo de lo que vaya a pasar con nuestra relación cuando recuperes tu memoria. Siento que estoy siendo egoísta pero... ¿dónde quedo yo en tu familia?— el peligris se levantó de su lugar, caminó hacia él, pasó una de sus piernas sobre las del menor, se sentó sobre su regazo mirándolo de frente y rodeó su cuello con sus brazos. Como acto reflejo, Jungkook colocó sus manos en su cintura.
—Tú mismo escuchaste la historia. Yo no soy pareja de Yoongi hyung desde hace años. No sé como será todo si recupero la memoria, pero mi amor por ti no cambiará. Aún quiero casarme contigo con la mismas ganas que tenía el día que me lo pediste— dejaba caricias en el cabello de la nuca del menor mientras se miraban fijamente. —Seguro debe ser difícil para ti enterarte que tengo un hijo con alguien más pero...
—No me molesta— lo interrumpió. —Yeonjun es adorable.
—Lo es— sonrió Jimin. —El punto es que te amo. A pesar de todo lo que descubrí de mi pasado aún te amo— Jungkook lo besó con cariño.
—Yo también te amo.
—Deja de preocuparte por eso. Mis sentimientos por ti no han cambiado— el menor lo atrajo hacia su cuerpo y escondió su rostro en su pecho.
—Tenía terror de preguntarte sobre la boda.
—Oye, ¿Ya te arrepentiste?— preguntó fingiendo enfado. —No te desharás de mi tan fácil— Jungkook soltó una carcajada que relajó a ambos. Jimin comenzó a acariciar su cabello con delicadeza.
—¿Te gustaría empezar a organizar todo? Sé que queremos algo pequeño, pero sería bueno tener todo arreglado desde antes.
—Claro. Empezaré a averiguar cosas mañana. Ahora vamos a comer que la comida se enfría— Jungkook lo miró nuevamente y Jimin depositó un pequeño beso en sus labios antes de levantarse de su regazo.
Ambos cenaron tranquilos, lavaron los platos entre juegos con la espuma del detergente y luego se ducharon juntos. Una vez, en la habitación hicieron el amor con la promesa de llevar al siguiente nivel a su relación con la boda en los próximos meses. Jungkook durmió abrazado a su prometido con la tranquilidad de saber que no lo perdería.
Esto llegó a las 12k lecturas y sigo sin creerlo. Gracias♥ No me canso de decirlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro