28.
El silencio era insoportable. Ninguno de los dos sabía que decir. Ni siquiera podían mirarse a la cara. Jimin sabía que el tenía que dar explicaciones pero las palabras parecían no querer salir.
—Bien. Ya no aguanto esto— dijo Yoongi. El peligris lo miró asustado por unos segundo pero terminó asintiendo.
—Yo no sé por donde empezar— respondió mirando sus manos.
—Por el principio. Prometo que no importa lo que tengas que decir te voy a escuchar hasta el final. Tú necesitas decirlo y yo necesito escucharlo— Jimin lo miró sorprendido.
—De acuerdo...— tomó aire como si tomara carrera para empezar. —Creo que debería mostrarte algo antes de empezar. Ya vuelvo— dijo dejándolo solo en la sala.
No podía creerlo. Cuando por fin parecía que iba a hablar, se fue. Suspiró recostándose sobre el sofá. Observó el lugar, tenía una decoración moderna y todo era en la gama de grises. Recorrió el lugar con la mirada pero se detuvo sobre una pared con varias fotos. En todas ellas salían Jimin y Jungkook. En todas se los veía felices. Apartó la mirada con el corazón en un puño.
El peligris volvió cargando una carpeta amarilla. Se sentó nuevamente frente a él y comenzó a buscar algo entre las hojas que trajo. Le extendió una fotografía que Yoongi tomó confundido. Casi se le cae al ver la imagen.
Era una foto de Jimin en un hospital. A pesar de los moretones, la venda en la cabeza y los diferentes tubos y cables conectados a él, pudo reconocerlo. Sintió un fuerte dolor al verlo así.
—¿Qué esto? ¿De cuándo es?
—Hace 3 años desperté en una cama de hospital en Changwon. Sin saber ni mi nombre, ni mi edad, sin saber absolutamente nada de mi vida. Hasta el día de hoy no recuerdo nada.
—Pero sabes que te llamas Jimin— dijo casi en un hilo de voz sin poder dejar de mirar la imagen en sus manos a pesar del dolor que le causaba.
—Lo suponíamos en realidad. Cuando me encontraron tenía puesta una camiseta con ese nombre y el año noventa y cinco.
—¿Qué paso luego? Digo, luego de despertar.
—Allí conocí a Jungkook y a su padre. Él me atendió los meses que estuve inconsciente y hasta que pude salir del hospital.
—¿Estuviste en coma?— lo miró con tristeza.
—Si. Dos meses— dijo en un suspiro.
—Dijiste que despertaste en Changwon, ¿qué hacías allí? Se supone que vivías en Busan.
—¿Yo vivía en Busan?— lo miró sorprendido. —A ese hospital llegué porque un pescador me encontró flotando en el mar cerca de la costa de Changwon. Mientras estuve en coma, la policía trató de averiguar quien era pero no encontraron nada en la ciudad, creo que tiene sentido: si yo no vivía allí nadie iba a conocerme. En el hospital me llamaban Jimin por la camiseta pero nadie sabía si ese era mi nombre o no— acomodó su cabello hacia atrás y miró el techo como recordando esos días. —Cuando pude salir del hospital el señor Jeon me dio alojamiento en su hogar temporal. Él era de Busan pero estaba en Changwon cubriendo a un médico amigo que estaba enfermo. Jungkook iba a visitarlo seguido y lo ayudaba en el hospital, ambos me ayudaron mucho— exhaló con fuerza y continuó. —Luego de salir del hospital, me quedé otros tres meses en Changwon por si lograba encontrar información pero nada pasó y como Jungkook y su padre volverían a Busan, me llevaron con ellos. El señor Jeon me dio su apellido y casi que me adoptó— dijo con una sonrisa leve.
Ahora entendía porque había escuchado que lo llamaban Jeon Jimin.
—Debió haber sido muy duro— dijo Yoongi, no tenía ni idea que decir. Todavía estaba tratando de procesar todo lo dicho por el peligris.
—Lo fue. Yo... tengo tantas preguntas sobre mi... sobre ti, sobre nosotros... sobre el pequeño— dijo con una mirada triste.
—No sabías que tenías un hijo...
—Ni siquiera sabía que era un doncel. Yo había visto la cicatriz que tengo en el vientre pero pensé que tenía que ver con el accidente, nunca pensé en un niño. Hablé con el padre de Jungkook por si él lo sabía, pero me dijo que no eran necesarios ese tipo de estudios en mi situación así que no los habían hecho. Luego de nuestro encuentro yo visité un obstetra por controles, me hizo una ecografía y hasta me mostró mi útero... fue una locura.
Yoongi lo miró con los ojos bien abiertos, eso explicaba porque lo vio en el área de ginecología y obstetricia del hospital.
—No entiendo como la policía no buscó en las ciudades cercanas. Tú tuviste el accidente en el puerto de Busan y Changwon no está tan lejos de allí. Deberían haber preguntado. La policía de Busan sabía sobre tu accidente... aunque ellos te dieron por muerto— dijo recordando a la trabajadora social que lo visitó hace años.
—Espera, ¿Ustedes creían que yo estaba muerto? ¿Por eso nadie me buscaba?
—Si. Hace tres años dos trabajadoras social y un policía aparecieron frente a mi puerta con Yeonjun diciéndome que tu habías muerto y que yo era el padre del niño— Jimin lo miró sorprendido y Yoongi se dio cuenta de lo que había dicho.
—¿Tú no sabías que teníamos un hijo?
—No...— aceptó bajando la mirada.
—¿Por qué no te lo dije?
—Tú querías protegerlo de mi fama.
—Perdón por hacerte eso— no lo recordaba pero se sentía igualmente culpable.
—No te culpo. Te perdoné por eso hace tiempo— le sonrió tratando de brindarle calma.
—Yo...
—De verdad, no te sientas mal por eso. Sígueme preguntando, seguro que tienes preguntas.
—¿Cuál es mi nombre?
—Park Jimin.
—Park...— repitió. —Hablaste de un accidente, ¿sabes como terminé en el agua?
—Si. Sucedió cerca del puerto de Busan. Tú ibas en un taxi cuando un conductor borracho impactó con el auto, lo hizo perder el control y terminó en el agua. El vehículo explotó poco después por eso se los dio por muertos a ti y al conductor del auto— Jimin lo miró sorprendido.
—¿Cómo logré escapar? O ¿Cómo llegué hasta Changwon?
—Yo no lo sé. Que estés aquí me parece un milagro.
—Me gustaría poder recordar algo. Desde que desperté mi memoria está vacía. Es tan frustrante— hizo una mueca de dolor que preocupó a Yoongi.
—¿Qué sucede?
—Cada vez que intentó recordar algo me da un fuerte dolor de cabeza.
—No te esfuerces. Creo que deberías descansar. Es mucha información por un día.
—No, por favor. Pasé tanto tiempo sin saber nada de mi mismo que necesito que me digas más.
—¿Qué te cuente cosas de ti?
—Si, por favor— se sentó derecho y junto sus manos mirándolo como un niño pequeño pidiendo un dulce. Vio tanto de Yeonjun en esa acción que no pudo negarse.
—¿Qué puedo contarte? Te llamas Park Jimin, naciste el 13 de octubre de 1995 en Busan.
—¿Era de Busan? Con Jungkook pensamos que podía ser de Daegu.
—¿Por qué pensaron eso?
—Por la camiseta con mi nombre: la etiqueta de fábrica era de un local de Daegu.
—Claro. La hiciste con mi hermano en Daegu. Nosotros somos de allí y en uno de nuestros viajes para visitar a mis padres tú fuiste con nosotros. Tae te convenció de hacer camisetas iguales cuando paseaban por el centro.
—¿Eramos amigos con tu hermano?
—Los mejores. El decía que eran soulmates— Jimin sonrió por el comentario.
—Me gustaría poder recordarlo.
—Lo harás, ya lo verás.
—Cuéntame más por favor.
—Estudiaste danza en la Universidad de Artes de Seúl.
—¿Era bailarín? Eso explica porque me aprendí la coreografía que practica Jungkook con solo verla una vez.
—Eres el mejor bailarín que conozco. Hacías que todos se quedarán sin aire cuando te subías sobre un escenario a bailar— comentó con la mirada pérdida como si estuviera viendo en su cabeza alguna de esas presentaciones. —Siempre tan etéreo, tan sensual— completó mirándolo fijo, Jimin se puso nervioso por la forma en que lo observaba.
—Yo...— el celular del mayor comenzó a sonar dejando respirar tranquilo al peligris por dejar de tener la mirada del otro sobre él.
—Tae— respondió viendo el nombre de su hermano en la pantalla del celular.
—Papá— dijeron al otro lado.
—Hola, peque. ¿Qué sucede?
—¿Ya vas a volver a casa?
—¿Sucedió algo?
—Es que yo guardé cuatro cupcakes para ti pero el tío quiere comerlos. Yo quiero que los pruebes tú, los hice para ti— Yoongi sonrió por su gesto.
—¿De verdad los hiciste para mi?
—¡Si!
—Gracias, cariño. Pero no te preocupes, puedes guardar uno para mi y los otros puede comerlos.
—¿Entonces puedo comer uno más yo también?— el mayor rió.
—Claro, pollito.
—Le daré uno al tío, otro para el príncipe, otro para mi y el último para ti.
—Perfecto. Dile al tío que te prepare el baño cuando terminen y que yo llevaré la cena. ¿De acuerdo?
—Sipi.
—Adiós, pollito. Te quiero.
—Y YO A TI— gritó antes de cortar.
Yoongi guardó nuevamente su celular con una sonrisa en el rostro, expresión que se borró al levantar la mirada y ver a Jimin llorando. No se detuvo a pensar y corrió a su lado para estrecharlo entre sus brazos.
—¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?
—¿Qué clase de padre soy si olvidé que tengo un hijo?— dijo entre hipidos.
—No es tu culpa. No tienes que sentirte culpable— comenzó a acariciar su espalda tratando de que se calmara.
—Estuvo tres años pensando que su papá había muerto, debe odiarme.
—No lo hace. Jamás lo haría. ¿Sabes? El tiene muchas ganas de verte.
—Yo también quiero verlo. Cuando hablé por primera vez con él, sentí un cariño intenso que en ese momento no entendí. Ahora lo entiendo. Es tan hermoso.
—Se parece mucho a ti— Jimin se separó de él para mirarlo a la cara.
—Yo lo vi idéntico a ti— Yoongi bajó la mirada sintiéndose avergonzado por la cercanía.
—¿Te gustaría ir a verlo ahora?— preguntó de golpe.
—¿De verdad? Me encantaría.
—Podemos ir a cenar con él si quieres.
—Si, por favor.
—Bien, Jimin. Es hora de que conozcas a tu hijo— dijo el mayor mirándolo con una sonrisa.
Creo que este es el capítulo más largo que escribí hasta ahora. Pero voy a seguir escribiendo... en agradecimiento a todos los votos y lecturas que recibí voy a subir un segundo capítulo en un rato, esperen por el👀
Les dejó a los hermanos Min para la espera...
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