—Dime que no pasaste toda la noche allí— pidió Taehyung luego de encontrar a su hermano sentado frente al ventanal.

—No, me desperté hace un rato— mintió, ya perdió la cuenta de las horas que pasó allí.

—Haré como que te creo— comentó sentándose sobre su hermano.

—Pesas— se quejó tratando de sacarlo de encima mientras que el menor trataba de abrazarlo.

—Te conozco, se que amas que te apapache aunque lo niegues.

—Mentira— mintió pero dejó que su hermano lo abrace acomodándose sobre él.

—¿Qué harás hoy? ¿Irás a trabajar?

—No. Siento que si veo a Jeon le partiré la cara. Pediré unos días en la empresa, hasta que me calme un poco.

—Bien... ¿Qué pensaste sobre hablar con Jimin?

—No estoy listo— suspiró perdiendo la mirada en la vista de la ciudad.

—¿Qué haremos si Yeonjun pregunta por él?

—No lo sé. Planeaba ir con mamá y papá, ellos lo distraen bastante. ¿Quieres venir?

—Debo ir al estudio. El lunes tendremos la primer prueba con los nuevos modelos y algunos diseños no están terminados.

—De acuerdo.

—Buen día— saludó Yeonjun apareciendo frente a ellos. El pequeño tenía su cabello despeinado, usaba un bonito pijama de kumamon y restregaba uno de sus ojitos con el puño. Los mayores lo miraron con ternura.

—Buen día pulga— saludó Taehyung levantándolo para sentarlo sobre sus piernas.

—¡Me aplastan!— se quejó Yoongi fingiendo que no podía respirar.

—Oh lo siento abuelo.

—¡OYE!— el mayor lo miró ofendido. Yeonjun rió. —¿Y tú de qué te ríes?— preguntó comenzando a hacerle cosquillas.

—NO COSQUILLAS NO!— pidió riéndose aún más fuerte.

—Basta que estoy yo en el medio— dijo Taehyung riendo con ellos.

Las risas duraron unos segundos más hasta que un tranquilo silencio los invadió mientras los tres miraban la lluvia acurrucados sobre el mismo sillón.

—Peque, ¿quieres ir a desayunar en lo de los abuelos?— preguntó Yoongi.

—¡Siiii!— respondió poniéndose de pie en un salto.

—Bien, ve a cambiarte.

El niño, rápidamente, corrió a su habitación para prepararse. Los hermanos lo siguieron segundos después para alistarse también.

*

—AAAAAAAAAAAAAH MI BEBÉ!— gritó la señora Min cuando vio a su hijo mayor y a su nieto, luego de abrir la puerta de la casa. Se apresuró a tomar en brazos a Yeonjun y comenzó a besar sus mejillas. —¿Cómo esta mi príncipe?

—Bien, abu. Trajimos tu tarta favorita— comentó el niño abrazando el cuello de la mujer.

—Oh, y yo preparé tus galletas favoritas. ¿Vamos a desayunar?— el niño asintió efusivamente. La mujer entró con el niño dejando a Yoongi en la puerta.

—Si. Buen día, mamá. Yo también vine.— comentó sarcástico cerrando la puerta con el pie al tener las manos ocupadas con las cosas de su hijo y la tarta para su madre.

—Tú, cállate. Tienes a tu madre abandonada— se quejó la mujer haciendo un gesto de dolor en el pecho.

—Nos vimos la semana pasada, no exageres— respondió dejando las cosas de su hijo en el living y se dirigió a la cocina donde comenzó a buscar tazas, platos y cubiertos para preparar la mesa.

—No me visitas lo suficiente— se quejó preparando la cafetera. Luego, tomó la taza de dibujitos de Yeonjun y preparó chocolate para él.

—Aunque te visitará una vez por día, dirías que no te visito lo suficiente— su madre lo miró ofendida pero cuando iba a replicar su esposo apareció en la cocina.

—Buen día, cariño— saludó la mujer, cambiando completamente su semblante.

—Buen día, amor— le dio un pequeño beso a su esposa y se giró hacia Yoongi. —Buen día, hijo— saludó dándole un abrazo.

—Buen día, pa— respondió correspondiendo el abrazo que no duro mucho porque un pequeño cuerpo se metió entre ellos.

—¿Y este niño tan alto quién es?— preguntó el hombre. Yeonjun sonrió y Yoongi negó terminando de preparar la mesa.

—Soy yo, abuelo— respondió el niño riendo.

—¿Yeonjun? Pero, ¿con qué te estás alimentando que cada día que te veo estás más alto?— el niño volvió a reír sintiéndose alagado. No veía la hora de ser tan alto como su papá para poder ser un rapero como él.

En un ambiente relajado, los cuatros desayunaron. Tuvieron charlas tranquilas sobre lo que hicieron en la semana. Yoongi agradeció que su hijo estuviera tan concentrado en devorar las galletas que hizo su madre que ni mencionó a Jimin en ningún momento.

La señora Min habló de que tenía que arreglar su jardín ya que había dejado de llover y Yeonjun como buen niño que es, no perdería la oportunidad de ensuciarse, así que corrió detrás de ella. 

—¿Vas a contarme que sucede? ¿O te quedarás mirando la taza de café vacía esperando una respuesta?

—¿Cómo sabes que me pasa algo?

—Porque eres mi hijo y te conozco casi mejor que tú— Yoongi suspiró mirándolo por primera vez a los ojos. —Vamos hijo, sabes que puedes decirme lo que sea.

—Es Jimin— habló despacio, como si tuviera miedo de que Yeonjun lo escuchara. —Papá, él... él está vivo.

—¿Qué?— preguntó sorprendido. —¿Cómo que está vivo? ¿Quién te dijo eso?

—Nadie. Yo lo vi.

—¿Volvió a buscarlos?— Yoongi negó. —No entiendo.

—¿Recuerdas que te comenté que hay un nuevo talento en la empresa?— el hombre asintió. —Ayer se hizo una cena en su honor, a todos nos dijo que iría con su prometido y lo hizo. Ese chico era Jimin.

—¿Qué? ¿Resulta que Jimin está vivo y encima está comprometido con otro?

—Si, papá. Eso fue lo que dije.

—¿Hablaste con él? ¿Qué explicación te dio?

—No quise escucharlo, estaba demasiado dolido.

—Deberías escucharlo, yo ya me equivoque una vez con él. 

—¿De qué hablas?— preguntó confundido.

—Siempre te quejaste de que tú madre y yo queríamos más a Jimin que a ti, cosa que no es verdad. Pero el realmente se ganó nuestros corazones el día que nos lo presentaste en Daegu— comentó el hombre recordando esa noche.

—Deja de caminar de un lado a otro, mujer— pidió el hombre viendo a su esposa caminando en círculos por la sala.

—No puedo quedarme quieta. No puedo estar tranquila cuando mi bebé, esta por llegar con  un ladrón.

—No es un ladrón. Es el novio de tu hijo— respondió el hombre riendo. La actitud de su esposa le daba mucha gracia.

—Es lo mismo, se esta robando a mi bebé— se quejó sentándose a su lado con los brazos cruzados. El hombre la rodeo con su brazo y la trajo hacia su cuerpo.

—Tu bebé ya es un hombre, cariño.

—Para mi siempre será mi bebé.

Esa noche conocerían al novio de su hijo mayor. Ellos no sabían absolutamente nada del chico. Si no fuera porque a Taehyung se le escapó ese dato, ellos no estarían enterados. Es una relación nueva,¿verdad? Yoongi no les ocultaría algo como eso, ¿no? Aunque sabían que la fama que había ganado el chico el último tiempo no le permitía vivir tan libremente, tenían muchas dudas de esa relación.

En ese momento el timbre sonó. La mujer salió disparada hacia la puerta. Ni bien abrió, se abalanzó sobre su hijo.

—Hola, mamá— saludó cohibido por saber que su novio lo veía ser apretujado por su madre como si fuera un pequeño niño.

—Te extrañé, bebé.

—Y yo a ti— dijo rompiendo el abrazo entrando a la casa de sus padres arrastrando a Jimin con él.

—Hola, papá— saludó al hombre con un pequeño abrazo. Volvió al lado de su novio y tomó su mano. Al sentir que esta temblaba, le dio un pequeño apretón. Lo miró a los ojos y le sonrió. —Mamá, papá... él es Jimin, mi novio— lo presentó sin dejar de mirarlo.

—Es un placer— habló el rubio en un tono bajo, estaba demasiado nervioso. Hizo un reverencia ante ellos separándose de Yoongi.

—Igualmente— respondió el hombre. La señora Min asintió.

—Cariño, ayúdame a traer la cena. Ustedes siéntense en la mesa, ya volvemos— pidió la mujer yendo hacia la cocina siendo seguida por su esposo.

—Tranquilo, bebé. No te harán nada.

—No puedo estar tranquilo. Es más fuerte que yo. Quiero agradarles.

—Sólo se tú mismo y seguro que al final de la noche pedirán adoptarte— dijo dándole un beso en la mejilla. —Necesito ir al baño, ya vuelvo.

—No, hyung. No me dejes sólo— pidió asustado

—No tardo, Jimin. Ya vuelvo— dijo yéndose al baño a pesar de que su novio rogaba que no lo dejara sólo.

El celular de Jimin comenzó a sonar y al ver quien llamaba no dudo en contestar.

—No puedo hacer esto— dijo respondiendo la llamada. Escuchó lo que decían al otro lado y siguió. —Porque se dieron cuenta. Tendrías que haber visto como me miraron cuando me presenté— la otra persona al otro lado volvió a hablar. —Bien... trataré de fingir mejor— sonrió al escuchar lo que decían al otro lado. —Yo también te amo, adiós— cortó la llamada.

Minutos después, los Min volvieron con las fuentes de comida en sus manos. Ambos se acercaron y depositaron los alimentos en la mesa. Jimin volvió a ponerse nervioso. Los padres de su novio se sentaron frente a él.

—¿Cuánto quieres?— fue lo primero que dijo el señor Min mirándolo fijo.

—¿Disculpe? No entiendo.

—¿Qué es lo que quieres para dejar en paz a nuestro hijo?¿Qué es lo que estás buscando con todo esto? ¿Fama?— preguntó ahora la mujer.

—No sé de lo que hablan. Yo amo a su hijo.

—Te escuchamos hablar por teléfono. No mientas.

—Se están confundiendo yo hablaba con...— fue cortado por el hombre.

—No nos interesa. Te quiero lejos de mi hijo. Sólo pídenos lo que quieres.

—Yo no quiero nada de ustedes. Yo amo a Yoongi hyung con todo lo que soy y lo único que quiero es que él sea feliz. No me conocen y no tienen ningún derecho a insultarme como lo están haciendo insinuando que salgo con él por el dinero o por su fama.

Se levantó de la mesa y se encaminó a la salida. Estaba tan enojado que ni siquiera pensó en su novio, simplemente se fue de allí.

—¿Y Jimin?— preguntó Yoongi ingresando nuevamente al comedor.

—Se fue— respondió el hombre.

—¿Qué? ¿Por qué?— no esperó respuestas, corrió inmediatamente fuera de la casa para buscarlo, sin prestar atención a los llamados de su madre.

Los señores Min, se quedaron en silencio mirando la comida. El celular de la mujer comenzó a sonar sacándolos de sus pensamientos.

—Hola!— saludó alegre Taehyung al otro lado cuando respondió la llamada y lo puso en alta voz como siempre hacia cuando uno de sus hijos llamaba—¿Pueden dejar de asustar a mi Mochi? Recién lo llamé y estaba muerto de miedo. 

—¿Mochi tu amigo y Jimin son la misma persona?— preguntó el hombre.

—Si, ¿no es loco? Mochi es mi mejor amigo y a la vez mi cuñado, es lo mejor.

—No lo sabíamos.

—Si. Deberían castigar a su hijo por robarse a mi mejor amigo. Lo hizo desde que empezamos la facultad casi ni pude disfrutarlo— se quejó como un niño.

—¿Ellos se conocen desde antes que Yoongi debutara?

—Si. Esperen. ¿Ellos no les contaron nada? ¿No están cenando con ellos?

—Luego te hablamos, cariño. Debemos hacer algo— cortaron la llamada sin escuchar las protestas de su hijo menor y casi corrieron a la salida con un fuerte sentimiento de culpa en el pecho.

Se detuvieron en la puerta viendo a Yoongi y Jimin charlando en la entrada. No escuchaban lo que hablaban pero si vieron el gran amor con el que el menor miraba a su hijo. La pareja menor se giró hacia ellos. El rapero los miró con una sonrisa mientras que el rubio los miraba receloso.

Por la actitud de ambos, supieron que el menor no había dicho lo que que sucedió y lo agradecieron, Yoongi se hubiese puesto furioso con ellos. Sabían que se habían equivocado enormemente con él.

Más tarde esa noche se disculparon con Jimin, quien acepto las disculpas sin problemas. Desde ese instante el chico se ganó inmediatamente el corazón de sus suegros y como dijo Yoongi, realmente pensaron en adoptarlo.

—No puedo creer que le hayan dicho eso a Jimin— le dijo ofendido Yoongi a su padre. El hombre rió.

—Veo que Jimin siempre sostuvo su promesa de no decírtelo.

—Nunca me lo dijo— comentó el menor pensando en su ex.

—Por esto te digo... nosotros ya lo juzgamos mal una vez. No hagas tú lo mismo. Merece que lo escuches.

—Lo pensaré, papá— respondió suspirando. —Estoy aliviado también. Jimin me confirmó que Yeonjun lo vio varias veces. Supongo que los estudios que querían hacerle a mi niño no serán necesarios porque no sufre de alucinaciones.

—Eso es un alivio, hijo.

—Lo sé. Llamaré a su médico ahora.

—Bien. Piensa en lo que te dije. Iré a ayudar a tu madre— dijo el hombre por último, dejando al rapero solo con sus pensamientos.