Yoongi entró al departamento echando humos. Estuvo a punto de soltar una serie de maldiciones pero se contuvo al ver a Yeonjun completamente metido en la lectura de su libro. Taehyung caminaba de un lado a otro mientras revisaba su teléfono, se lo veía igual de enojado que su hermano.

—¿Pollito puedes ir a leer a tu cuarto? Necesito hablar cosas de adultos con el tío— El niño no respondió, simplemente se levantó y caminó hacia su cuarto sin despegar la vista del libro. Yoongi sonrió por eso.

—Lo siento mucho, hyung. Jamás pensé que pasaría algo como esto.

—Tranquilo no es tu culpa— lo tranquilizó mientras se sacaba la chaqueta y se sentaba en uno de los sillones de la sala. —No quiero llamarla desde mi celular y que tenga mi número. ¿Podrías llamarla tú?

—Si, claro— aceptó tomando asiento a su lado. Tecleó en su celular y colocó el altavoz. —No atiende— comentó cuando la llamada no fue contestada y entró en el buzón.

—Vuelve a llamar. Le dejaré un mensaje de voz— Su hermano volvió llamar y le pasó el teléfono. —Se que sabes quién soy— empezó a decir cuando comenzó la grabación. —No quiero llevar esto a una instancia legal. Puedes simplemente decir la verdad y todo estará bien. Pero si no lo haces hoy mismo, mis abogados se comunicarán contigo— terminó el mensaje y le devolvió el celular al menor. —¿Crees que fui muy duro?

—No. Es momento de que pongas un alto a esto. Has sido bueno con todos durante demasiado tiempo. Deben de dejar de meterse en tu vida.

—No quiero que Yeonjun escuché sobre estas cosas— suspiró. — Exactamente por esto Jimin se lo llevó de mi vida. Seguramente estaría mejor, si siguiera a su lado, lejos de mi.

—Hey, alto ahí. ¿De verdad vas a culparte por lo que le sucede a la pulga?

—¿Entonces quién sino es el culpable?

—Nadie. Lo que le sucede no es culpa de nadie. Escucha— lo tomó de los hombros y lo giró hacia él para mirarlo a los ojos. —Eres el mejor padre que existe.

—Un padre que no puede llevar a su hijo a un lugar público sin esconderse.

—¿Y? ¿Crees que un buen padre es el que lleva a sus hijos todos los días al colegio? ¿O él que lo lleva al cine o a donde sea? Todos los días veo de esos en la entrada de la escuela de Yeonjun, ¿sabes que veo también?— Yoongi negó bajando la mirada. —Veo a niños pidiendo a gritos por lo menos una mirada de sus padres. Pareciera que son los chóferes en vez de sus papás. ¿De qué sirve llevar a tu hijo a todos lados sino le prestas realmente atención? Yo te veo, hyung. Veo como siempre te detienes a escuchar lo que tiene que decir, incluso si te está hablando de cosas que no te interesan. Veo como te preocupas por él. Veo como cada vez que tienes que tomar una decisión, siempre tienes como prioridad a Yeonjun— tomó sus manos y le miró fijamente. —Eres el mejor padre, sé que Jimin estaría orgulloso de ti.

—¿Tú crees?— preguntó despacio, algunas lágrimas caían de sus ojos.

—Creo que si Jimin estuviera aquí, te estaría golpeando con un almohadón en la cabeza por dudar de ti— Yoongi rió entre el llanto. —¿Recuerdas cuando te arrastró a esa presentación a la que no querías ir?

Era el día del cumpleaños de Jimin y Yoongi había hecho una reservación en un lujoso restaurante italiano en el centro de la ciudad. Desde hace un mes que había estado preparando esa noche . No sólo quería festejar con su novio su cumpleaños sino que planeaba pedirle vivir juntos. Había conseguido una linda cajita de terciopelo donde tenía una copia de las llaves de su departamento.

Pero una semana antes de su noche especial, el jefe de Yoongi le informó que esa fecha se presentaría en un conocido programa de la televisión coreana. El rapero se había negado inmediatamente pero su representante le respondió que no estaba en discusión. Era una gran oportunidad para él. Desde su debut había estado ganando fama con gran velocidad pero la presentación en ese programa realmente haría que llegará a miles de personas.

Era el día del show y el cumpleaños de Jimin. No le había dicho nada a su novio porque no quería que creyera que la presentación era más importante que él, al estar dudando de aceptar la propuesta. Pero realmente estaba nervioso, sabía que se metería en problemas sino se presentaba en el canal de televisión.

Estaba recostado sobre su auto en la entrada de la escuela de artes de Jimin. Tenía un bonito ramo en su mano y no dejaba de buscar con la mirada a su chico. Cuando lo vio, una gran sonrisa se dibujó en su rostro.

El semblante de Jimin también se iluminó cuando lo vio y corrió hacia el mayor. Se colgó de su cuerpo y lo besó. Yoongi rodeó su cintura con su mano libre y sonrió entre el beso.

—Feliz cumpleaños, bebé— dijo cuando rompieron el contacto.

—Gracias, hyung— respondió con un pequeño sonrojo. —¿Son para mí?— preguntó viendo el ramo. El mayor se las entregó y el rubio las olió. —Son preciosas.

—Me alegro que te gusten. ¿Estás listo para nuestra noche especial?

—No lo sé. Aún no me dices nada de lo que vamos a hacer. 

—Es una sorpresa— respondió, volvió a tomarlo de la cintura y le sonrió.

—No sé si asustarme o emocionarme— el mayor rió y volvió a besarlo. 

Luego se subieron al auto y el mayor los llevó a su departamento aún tenían tiempo. Había comprado unos trajes a juego para ambos, sabía que Jimin odiaba no vestirse de acuerdo al ambiente y como sabía que en el restaurante todos vestirían de forma elegante compró trajes y zapatos para ellos.

Jimin estaba fascinado con los atuendos así que corrió primero a tomar una ducha y mientras el mayor tomaba un baño, él se probaba el suyo frente al espejo de cuerpo completo que Yoongi tenía en su habitación. Le quedaba perfecto.

Estaba secando y  peinando su cabello cuando el celular del mayor comenzó a sonar. No tenían problema con que el otro tomará su celular , así que más de una vez respondían el teléfono si el dueño estaba ocupado.

Al ver que era una llamada del representante de su novio contestó rápidamente.

—Hola, hyung. Soy Jimin.

—Oh hola Jimin, feliz cumpleaños.

—Gracias.

—Yoongi se está bañando.

—Bien. Dile que se apure. Deberíamos hacer una prueba de sonido antes de la presentación— Jimin miró hacia la puerta del baño sin entender. —Jimin pone el canal cinco, están por pasar la propaganda del programa.

El rubio prendió la televisión y puso el canal que le pidió. Lo que vio, le hizo fruncir el ceño. En ella se anunciaba que Agust D se presentaría por primera vez en la televisión nacional esa noche. 

En ese momento Yoongi salió del baño con una toalla alrededor de su cintura. Se frenó al ver la mirada del rubio.

—Te llaman— le dio su celular y salió de la habitación.

Al escuchar lo que su representante le decía, entendió la mirada de su novio. Estaba enojado.

—¿Jimin?— lo llamó buscándolo por la sala pero lo encontró sentado sobre la mesada de la cocina comiendo helado—¿Estas enojado?

—Si— el mayor suspiró.

—No quise decírtelo porque no quería cancelar mis planes contigo. Tú eres más importante.

—¿De verdad crees que me hubiese sentido menos importante por eso?

—No me importa nada de eso, tú eres mi prioridad.

—¿Y por eso me lo ocultaste?—Yoongi no pudo sostenerle la mirada. —Nada me haría más feliz que verte triunfando. Cuando dije que yo sería tu fan número uno, te lo dije enserio. Sería el mayor regalo de cumpleaños verte por primera vez en la televisión. Tu felicidad es la mía— dijo, el mayor se ubicó entre sus piernas.

—Lo siento, no quería ocultarte esto. Tenía miedo que te enojaras conmigo o con mi trabajo— respondió observando el helado en las manos de su novio.

—¿Eres tonto? ¿Cómo podría enojarme por algo así? Podemos festejar otro día, no me importa. Ve a prepararte que llegaremos tarde.

—Lo siento pero ya dije que no iré. Voy a cambiarme e iremos a cenar como te prometí.

Jimin lo miró incrédulo, dejó el pote de helado a un costado y tomó una sartén vacía que allí había. Comenzó a golpearle los brazos sin fuerza.

—¿ERES TONTO? ¿CÓMO VAS A CANCELAR LA PRESENTACIÓN POR IR A CENAR? 

—DETENTE— pidió tratando de esquivar los golpes, no le dolían pero si eran molestos.

—VAS A IR AL PROGRAMA Y TE VAS A PRESENTAR INCLUSO SI TENGO QUE LLEVARTE A BASE DE SARTENAZOS EN LA CABEZA—dijo levantando la sartén sobre su cabeza.

—Pero...

—Sin peros Min Yoongi. Todavía no te perdoné por ocultarme esto, así que comienza a sumar puntos y hazme caso.

—Pero la cena...

—ME IMPORTA UN COMINO LA CENA— volvió a gritar. —Lo siento— dijo bajando el tono de voz. —pero podemos ir a cenar en cualquier momento.

—Bien, lo haré. Pero quiero que sepas que perderemos la reservación por tu culpa— la cuchara que usaba el rubio rozó su cabeza cuando cruzó la puerta de la cocina.

—DEJA DE HABLAR DE LA TONTA CENA— volvió a gritar.

Ambos partieron al canal de televisión unos quince minutos después. Yoongi no se quejó en todo el viaje, gracias a la emoción que transmitía el rubio por la presentación y porque además, llevaba la sartén en el asiento trasero. Estaba decidido a llevarlo a base de sartenazos si fuera necesario.

Finalmente, Yoongi se presentó ese día y gracias a eso su fama se explotó exponencialmente. Jimin no podía estar más orgulloso de él.

—Realmente llevó al canal una sartén con la que me amenazó todo el tiempo— comentó Yoongi sonriendo por el recuerdo. Taehyung rió, sabía que su Mochi era capaz de eso.

—Recuerdo que igual fueron al restaurante italiano. ¿Cómo consiguieron otra reservación?

—Durante el programa, Jimin llamó al lugar, fingió ser mi secretario. Les dijo que el había hecho la reserva y que confundió las fechas. Les dijo que pongan el canal cinco, que no podía asistir porque me presentaba en la televisión. Dijo que su trabajo estaba en juego, pidió por favor si podían cambiar la fecha para el otro día. Aceptaron porque un famoso iba a ir a cenar— dijo riendo.

—Jimin era un genio.

—Lo sé— afirmó suspirando. —Iré a bañar a Yeonjun. Si llama Eunha comunicala conmigo.

—De acuerdo. ¿Lo de demandarla sigue en pie?

—Le daré dos horas, sino responde, lo haré. Llamaré a mi jefe para avisarle, espero que me atienda y no este muy ocupado.

—¿Todavía no vuelve al país?

—No, vuelve en dos días. Oh por cierto— dijo recordando algo. —El viernes tendremos una cena de bienvenida para el chico nuevo. 

—El tendremos, ¿me incluye?

—Claro, Yeonjun también va.

—Acabas de salvarme porque el viernes tenía un desfile al que no quería ir pero no tenía excusa, ahora la tengo— dijo con una enorme sonrisa.

—Bien. Baño a la pulga y cocinamos juntos. ¿Te parece?

—De acuerdo, iré preparando los ingredientes— dijo caminando hacia la cocina.

Esa noche los tres cenaron tranquilos. Aunque Yoongi no podía dejar de mirar a su hijo, preocupado por su situación. 

Eunha no respondió. Afortunadamente, su jefe le dio el visto bueno a resolverlo por la vía judicial. No quería tener que preocuparse por eso también, así que simplemente lo dejo en manos de su abogado. Iría a juicio con quien sea, si eso implicaba que lo dejaran en paz.