19| Loud Heart
Categoría: T
Nota: Hola, ¿a pasado un tiempo no? Bueno, dije que traería una actualización y aquí está, espero que te guste.
El sol en su cara, la tierra entre sus dedos y la tranquilidad del mar hacían de este día uno muy tranquilo para lo que sucedió el día de ayer.
La partida de Albert no es tan fácil de aceptar. Lincoln respiró ese aire fresco dejando caer su cuerpo en la arena tibia. Cerró los ojos esperando que el resto de su familia llegara.
Horas después de haber salido del hospital, a Lincoln le costaba caminar bien. Lori y Luna lo llevaban en sus hombros hasta dejarlo dentro del auto de Lori.
"¡No lo puede creer!" exclamó molesta Luna luego de alejarse un poco del auto de Lori.
"Tranquila Luna. Literalmente este no es el mejor momento."
"¿¡Cómo quieres qué me calme!? ¡Todo parecía ir muy bien y míralo!" señalo Luna a Lincoln. "¡Luce como un zombie!"
Lori se giró un momento para verlo. Parecía una persona que acaba de darse cuenta que no todas las cosas en esta vida son para siempre.
Dejando salir un suspiro volvió a mirar a Luna. Los ojos de Lori se abrieron más cuando notó el rostro de frustración de Luna acompañado por unas cuantas lágrimas que recorrían sus mejillas.
"Luna…"
"¿Porqué la única persona que nos aceptó terminó así?" apretando sus puños recordó los primeros días del nacimiento de su sobrina Loan y de su hija Lyra.
"El abuelo Albert es la persona más fuerte que hemos conocido, después de todo superó el siglo de vida… yo… también me siento igual que tú, Luna." Lori dejó que las lágrimas salieran. "No quiero hacerme la fuerte, pero hay que serlo delante de él."
La vista de Luna estaba tan cristalina que veía a Lori fragmentada. ¿Por él? ¿Quién? Luna vio por encima del hombro de Lori, sus ojos pudieron reconocer esa silueta.
"¿Él está…?" Luna se acercó al auto de Lori donde habían dejado a Lincoln hace 5 minutos.
Lori la siguió por atrás evitando que se acercara más.
"Lo ves…" Lincoln sujetaba su cabeza mientras su cuerpo se contraía por el llanto. "No está llorando solamente, Lincoln está sufriendo."
"…" Luna se mordió el labio desesperada. "¿Q-Qué podemos hacer, Lori?" preguntó ella muy preocupada.
Lincoln estaba sufriendo en estos momentos y ellas solo veían sin hacer nada.
"¿¡Qué podemos hacer Lori!?" gritó Luna sujetando los hombros de Lori.
Lori también se encontraba afligida, además, Lori sabe que no es la única que debe estar llorando.
Leni llegó con una mano en el aire.
"Ya deje a los chicos dentro de los autos." mencionó Leni bajando su brazo para poder abrazarse a sí misma. Loan caminaba a un lado de Leni.
"Gracias Leni." Lori extendió su mano tomando a Leni y a Luan para darles un abrazo. "Lo mejor que podemos hacer es estar todos juntos." dijo Lori pegando su frente con la de Leni y Luna.
A lo lejos desde el estacionamiento, el resto de hermanas comenzaron a llegar con Loan detrás de ellas. Lori no se había equivocado, todas sus hermanas llegaron con rostros que le podían partir el corazón a cualquiera.
"¿Los niños ya están en los autos?" preguntó Luan intentando lucir normal. Leni asintió.
"¿Ahora qué vamos hacer?" habló Lynn.
Las chicas miraron a Lincoln en el auto de Lori todavía llorando.
"Esto debe ser muy difícil para él." comentó Lucy. "La persona que más amó y apoyó a Lincoln acaba de irse delante de sus ojos." con un pañuelo Lucy limpiaba el maquillaje que se corrió por sus lágrimas.
"¿Vamos a casa?" Leni pasó su mano por la ventana del auto de Lori.
"Debemos controlar esta situación. Vayan a casa, allá hablaremos con más calma." Lori miró a su hija. "Loan, sube al auto." Loan asintió al igual que las hermanas de Lori.
Loan se sentó en el asiento de adelante por pedido de su madre, a ella nunca le había gustado ir en el asiento del lado del conductor. Pero no había motivos para quejarse, atrás estaba su padre y necesitaba su espacio.
Cada minuto Loan miraba detrás suyo solo para saber cómo seguía su padre. Ella muy poco sabía de su bisabuelo, incluso no tiene el apego como para estar triste ahora, entonces… ¿por qué se siente triste al ver a su padre? ¿Es acaso un sentimiento contagioso?
"No es eso." Loan se giró a ver a su madre, pero ella estaba concentrada conduciendo.
"Tranquila, sólo soy tú." la frente de Loan se arrugó.
"¿Q-Qué quieres? No t-tengo g-ganas de e-escucharte."
"Tranquila, no estoy aquí para molestar, es más, fuiste tú quien me llamó."
Loan frunció el ceño.
"Necesitas que alguien te diga las respuestas que ya sabes pero no recuerdas."
"¿E-Eso no es-?"
"Solo escucha, ya que es lo único que puedes hacer ahora." interrumpió. "¿Te estás preguntando muchas cosas ahora, no es así? ¿Pero por qué no respondes tus dudas si ya las conoces?"
"¿C-Cómo?"
"Recordando."
"¿R… Recordando?"
"Así es. Tú no estás triste sólo
por que tu padre lo está, es más que eso, sabes muy bien por qué esto lo está haciendo sufrir." Loan cerró los ojos con fuerza.
"Gracias abuelo, en verdad lo aprecio." Loan se levantó entre los brazos de una persona.
Era su padre, pero se veía mucho más joven y ella también. Loan vio también a otra persona a parte de su papá, era un anciano sentado en un sofá que le sonreía a Lincoln y a ella.
"Ya lo conocías, cuando tu papá comenzó a cuidar de ti luego que tu madre… bueno ya sabes, los dejara a ustedes dos." Loan se estremeció en su asiento.
"El abuelo de tu padre fue la única persona que lo ayudó en todo esto. Incluso con tu hermana, Liena, Lyra y el resto de ellos. Siempre aceptó la decisión de su nieto."
"¿Cómo e-es qué sabes t-todo eso?"
"¿Yo? Pero estos son tus pensamientos."
"¿¡Qué!?"
"Antes de que me crearas Loan, solo eras una niña que no sabía la difícil situación por la qué estaba pasando tu papá, Lincoln." Loan bajó la cabeza. "A excepción del abuelo de tu padre, tú también sabías el sacrificio que hacía Lincoln por ti y las demás."
"Lo recuerdo…" dijo Loan dejando a su mente navegar.
Cada día una sonrisa la esperaba para el desayuno, cada día palabras de amor llegaban a sus oídos… cada noche sus temores eran ahuyentados por un abrazo.
Ella lo recordaba, recordaba el sentimiento.
Sentimientos de dolor, tristeza, angustia, lástima. Todos ellos habían sido tomados por su padre. Pero hubo uno que no tomó, el miedo.
Su corazón ya estaba lleno de ese sentimiento.
"Aquel miedo que aún tienes por las expectativas de tu madre. Miedo por ser juzgada por las personas, miedo a que te lastimen e insulten. Todo aquel miedo que tenías se fue cuando por fin volviste a ver a tu papá de nuevo. Ahora que él está contigo, tus temores se han aliviado. Pero…"
Loan abrió los ojos luego que el auto se detuviera. Ya habían llegado. Lori bajó de inmediato tomando a Lincoln ayudándolo a caminar.
"¿Pero qué pasaría si esa persona se aleja de ti?"
"¿Si papá se vuelve a ir…?" cuestionó Loan bajando del auto.
"Si aquella persona especial para ti te deja de un momento a otro, ¿qué sentirás?"
"… Miedo." habló Loan escuchando los vehículos de su familia llegar.
Los descendientes no dijeron ni una sola palabra cuando entraron a la casa. Subieron a sus respectivas habitación dando las buenas noches a sus madres.
Lupa se quedó al pie de las escaleras viendo a su padre ser rodeado por su madre y sus tías.
"¿No hay nada que puedan hacer sus hijos ahora, verdad?" se preguntó pegando su espalda a la pared. Por el borde del ojo notó a Loan desde el otro extremo de la escalera.
"Hola Loan, ¿no fuiste a tu habitación?" Loan negó sin decir nada.
"Solo quise refrescarme un poco." el cabello al igual que el rostro de Loan estaban húmedos. "¿Qué haces tú?"
Lupa dejó caer todavía más su cuerpo sentándose en el primer escalón de la escalera, Loan imitó su acción.
"¿Estás preocupada?" preguntó Loan.
Lupa miró a otro lado. "¿Es tan obvio?"
"N-No." respondió Loan. "Solo pensé que también lo estarías."
"¿También?"
"S-Sí. Yo estoy muy preocupada por papá... Creo que los demás también." mencionó Loan.
"Entonces por qué no intentan calmar a papá."
"¿Y tú sabes cómo?" preguntó Loan posando su vista en el grupo de mujeres que rodeaba a su padre.
"…" Lupa guardó silencio
"Si supiéramos que hacer por nuestro papá, ¿crees que ya no lo fuéramos intentado? Simplemente no sabemos que podemos hacer."
"¡Ahrg, esto es frustrante!" exclamó Lupa sujetando sus rodillas.
"Hay que esperar nuestro turno." Lupa se giró.
"¿Nuestro turno?"
"Nosotros no p-podemos hacer mucho, en cambio nuestras mamás sí."
"Mmm…" Lupa observó a Loan.
"¿S-Sucede a-algo?" Loan notó la mirada de Lupa.
Lupa sonrío. "Has cambiado." Loan se sorprendió por lo que Lupa dijo.
"¿E-Eso c-crees?" el nerviosismo de Loan que había controlado para hablar con Lupa volvió.
"Antes estuvieras en tu habitación sin hablar con ninguno de nosotros, pero estás hablando incluso conmigo, hasta siento que puedo entender cómo te sientes justo ahora." Loan se sonrojó. Lupa rió levemente levantándose de donde estaba sentada.
"¿Adónde vas?" preguntó Loan rodando la cabeza.
"A mi habitación, esperaré el día de mañana en mi cama. Luego le preguntaré a mamá cómo se encuentra nuestro padre." Lupa siguió subiendo la escalera.
Loan la observó hasta que desapareció de su vista, rodó su cabeza para darle una última mirada a su padre antes de subir también.
"Buenas noches papá." Loan se levantó esperando que su madre y tías pudieran tranquilizarlo.
"Entre más intentamos, más parece ignorar todo lo que decimos." habló Lynn molesta.
"Su mente debe de estar negando la realidad… esto es una carga mental para Lincoln, si no lo supera…" Lisa se detuvo en seguir hablando.
"¿Qué le pasará si no lo supera?" Luna de acercó a Lisa.
"Puede llegar a desarrollar una enfermedad mental… es poco probable pero aún así existen casos para confirmar que es posible." Lisa siguió. "Hay personas que no pueden superar la muerte de un ser querido, y, si no terminan arruinando su propia, se vuelven totalmente ignorantes a su realidad."
Luan se asustó. "¿Dices que Lincoln puede padecer cualquiera de esas cosas?"
"Como dije, es poco probable."
"¡Lincoln, vamos! ¡Nosotras también estamos tristes por el abuelo pero no puedes echar a perder todo lo que tú y el abuelo hicieron!" las chicas se sorprendieron por la intervención de Lori.
La mente de Lincoln divagaba entre palabras sin sentido. Luces apagándose y encendiéndose ante sus ojos. La más grande de ellas desapareció como un parpadeo. El resto eran tan débiles, solo 10 de ellas, poco brillantes… pero que seguían con él iluminando todo lo posible para que no se perdiera en la oscuridad. ¿Qué podía hacer para encontrar su camino en esta oscuridad? Su luz más brillante se apagó en un instante y ya no la volvería a ver.
Las hermanas se miraron entre sí llorando, su último intento, con un gran abrazo entre lágrimas trataron de llegar hasta Lincoln.
Una mano se posó en el hombro de Lincoln devolviéndolo al presente.
"Te quedaste como una estatua. ¿Sucede algo?" preguntó preocupada Lana.
"Oh, no es nada. Solo… pensaba." respondió Lincoln ayudando a Lana a sacar las cosas del auto.
"….Bien." Lana dejó hasta ahí la conversación por ahora. Luego de poner las sombrillas en la arena, de volvió a Lincoln.
"¿En verdad te encuentras bien?" preguntó todavía con preocupación.
Lincoln suspiró. "¿Si te digo que sí, me creerías?"
"No lo sé."
"Bueno, así me siento Ahora, no sé cómo me encuentro en estos momentos pero te puedo decir que no me siento tan mal como ayer." Lana lo miró de reojo.
"Si tú lo dices... Espero que sea así." Lana llevó sus manos hasta su cintura. "Después de todo, fue una sorpresa que hiciéramos este paseo en familia."
"Cierto, creo que ustedes estaban a punto de dejarlo para otra ocasión."
"Sí… la escuela está a pocos días de comenzar, y los niños no han podido disfrutar de sus vacaciones como se debe." comentó Lana. La mujer miró a ambos. "Oye, ¿acaso viniste solo?"
Lincoln sonrío negando con la cabeza. "Traje a Laika, creo que se encuentra en las duchas." Lincoln sonrío al recordar la expresión en el rostro de sus hijos que colocaron esta mañana.
"Recordaste algo gracioso, ¿eh?"
Lincoln asintió. "Los chicos parecían muy sorprendidos por mi cambio de ánimos."
"Ja… no los culpo, nosotras también estábamos confundidas, incluso Lisa, cuando te vimos preparando todo para ir a la playa con esa sonrisa." Lana lo miró colocándose enfrente de él. "¿Qué pasó para que cambiaras así de la noche a la mañana? "
Lincoln desvió la mirada un poco apenado. "N-No pasó n-nada, en s-serio."
Los ojos de Lana no se despegaban de Lincoln. La vergüenza llegó hasta su cabeza y Lana se dio cuenta.
"¡Está bien, te lo voy a decir…! Tuve… tuve un sueño."
"¿Un sueño? Esperas que te crea eso nada más."
"¡Lo digo de verdad!" jugó Lincoln con sus manos.
"Entonces… ¿qué soñaste?" Lana se acercó más.
"Explicar eso no es algo que pueda hacer con facilidad, Lana." Lincoln río algo nervioso.
"Bueno…" Lana suspiró cambiando la pregunta. "Dime entonces que te hizo sonreír de nuevo." Lincoln se sorprendió alzando ambas cejas.
Lincoln rascó su cabeza dándose por vencido. "Soñé con un día normal."
Lana ladeó su cabeza a un lado. "¿Eh…?"
"Déjame explicarte, estaba yo en el sofá haciendo absolutamente nada, no podía moverme y poco a poco sentía que algo me estaba consumiendo pero no importaba… ya no importaba nada. Cuando pensé en dejarme llevar por completo, oí tu voz; la voz de todas ustedes, me alentaban a luchar, pero seguía siendo imposible si mi cuerpo no respondía a lo que yo quería…" Lincoln hizo una pausa suspirando. "Pero alguien tomó mi mano, entonces ahí fue cuando puede moverme, aunque seguía siendo muy poco. Pensé que era una de ustedes quien sujetaba mi mano… estaba equivocado, puedo recordar con claridad el rostro de mis hijos sonriéndome para que no me soltara."
Lincoln pasó su mano por el mentón. "Me levanté un poco agitado luego de eso y caí al suelo. Tal vez lo necesitaba, un golpe para que al fin reaccionara."
"¿Ese fue tu sueño…? Increíble, después de todo resultó que nuestros intentos por animarte funcionaron." Lana sonrío provocando que Lincoln jugara con el cabello de la mujer como si fueran niños.
"Sí… gracias, Lana. También le debo agradecer a las demás por tratar de ayudarme con todo lo que pasó ayer."
"Ni que lo digas, sabes que siempre voy a estar para ti." Lana sonrío con un aire de alegría.
"¿Ah, qué es esto? ¿Estás tratando de robar algunas bases?" amenazó Luan detrás de ella con una pistola de agua.
"¡Luan! ¿Cuándo llegaste?"
"Hace unos segundos." Luan señaló detrás suya dejando ver al resto de la familia caminando directo a ellos.
Cuando Lizy vio a su mamá, soltó rápidamente la mano de Leia y corrió hacia los brazos de su madre.
"¡Oh! Ya están nuestros lugares listos." dijo Lola con sus gafas de sol. Se dejó caer en la manta debajo de la sombrilla.
Las demás hicieron lo mismo. A los minutos llegó Sam junto a Lina, ya en trajes de baño.
"¡Hola, papá!" saludó Lina.
"Hola querida." respondió Lincoln.
"Hola papi." jugó Sam.
El rostro de Lincoln se tornó un poco rojo.
"Ya vas a comenzar." resopló Maggie sujetándola de la espalda.
Sam dio un brinco por el frío. "¡Qué demonios Maggie!"
"¿Qué? Solo traje las bebidas." río Maggie acompañada de su hija Gloom.
"¡Lupa! ¡Lina!" llamó Gloom al ver a sus dos mejores amigas que también son hermanas.
Maggie volvió a su rostro de poker luego de terminar de burlarse de Sam, se giró hacia Lincoln preguntando: "¿Te sientes mejor?"
Lincoln la miró a los ojos y le regaló una sonrisa.
"N-No es que este preocupada por alguien como tú, nuestra hija no paraba de preocuparse por ti." Maggie caminó dejando atrás a Lincoln y a Sam.
"¿¡Ah!? Pero qué, desde cuándo actúa como una tsundere." Sam la siguió con la mirada.
"Ven, ya deben de estar todos." Lincoln la tomó de la mano y se reunieron con el resto.
Laika salió de las duchas topándose con sus otras hermanas que iban entrando.
"Un estilo camuflado." comentó Liby acerca del traje de baño de Laika. Laika ignoró el comentario.
"Pues resalta bien sus curvas." el comentario de Lupa no pasó por alto.
"¿Q-Qué?" reclamó Laika.
"Tranquila chica, solo es un halago para que no te sientas mal cuando yo les gane a todas." sopló Lupa con los ojos cerrados.
Laika y Liby se miraron tratando de disimular unas cuantas risas.
"Vamos hija, quítate ese trapo y déjame ver como te queda ese traje." suplicó Leni.
"No~." negó Liena. "No quiero que vean lo gorda que estoy."
"No seas así, te ves muy hermosa tal como eres." Leni forcejeó con su hija hasta que logró quitar la toalla. "Ves, más hermosa que tu madre."
Liena trató de cubrir los lados de su cintura con sus manos. En todo caso, su madre tenía razón, Liena es muy linda con su cabello rubio y esa piel lisa y brillante.
Leni se despojó de la camisa que tenía cubriendo su torso mostrando su resplandeciente cuerpo curvilíneo, Liena se mordió el labio frustrada.
La segunda hermana mayor siempre a sido una belleza incluso a sus 16 años cuando a penas lograba algo con sus diseños de ropa, ahora, su ropa como su rostro están por todas partes. Pero además de ella, existen mujeres igual de candentes.
Lola se encontraba debajo de la sombrilla tomando algo de sombra junto a su hija Leia que llevaba un traje de una sola pieza que hacía juego con el de su madre. El sostén de marca, y las bragas también del mismo color rosado con bordes negros atrapaban la mirada de los hombres, y no solo Lola.
Toda la familia era un imán de atención. Son tan peculiares que era imposible pasar a su lado y no voltearse a ver.
Una hora después, la familia decidió por jugar un rato. Luan tenía una pelota de playa, inmediatamente Lynn se unió al jugo. Por otra parte, las menos activas comenzaron a hacer estructuras de arena, que con ayuda de Lisa, faltaría más que unas simples olas para derrumbar los castillos de arena.
"¡Está será la siguiente maravilla del mundo!" anunció Lemy al terminar su castillo de arena.
Su alegría no duró mucho cuando la pelota de playa cayó destruyendo todo su trabajo.
"¡Oh, vamos!" Lemy pateó frustrado la arena de la playa, para su mala suerte terminó en el rostro de Lupa.
"¡Maldito!" Lemy se asustó al ver a Lupa ir por él.
"¿A qué juegan?" preguntó Lizy al ver a Lupa meter la cabeza de Lemy en el mar repetidas veces.
"A ver cuantos peces puede atrapar con la boca." respondió Lupa sonriendo con malicia.
"Lizy llama a papá-" otra vez Lupa sumergió el rostro de Lemy en el agua evitando que siguiera hablando.
"Tal vez ahora sí puedas atrapar algunos."
"¡Yo también quiero jugar!" Lizy también sumergió rostro pero rápidamente fue sacada por su madre.
"¿Qué crees que haces?" miró Lana a su hija.
"¿Atrapar peces?" respondió Lizy.
"No creo que en la orilla encuentres algo."
"¡Atrapé uno!" dijo Lemy luego de escupir un pez que tenía en la boca.
"¿O tal vez sí…? Como sea." Lana dejó a su hija seguir con eso uniéndose ella también al juego.
"Se pierde la gracia si lo hacen voluntariamente." se quejó Lupa al notar que ahora Lemy sumergió su rostro por cuenta propia. "Veré que está haciendo Lina."
"¡Toma esto!" exclamó Lynn golpeando la pelota de playa con todas sus fuerzas.
"¡Ah!" Sam tomó el tiro de Lynn regresándolo con más fuerza.
"¿Sucede algo?" Lupa apareció al lado de Lina y Lacy.
"Sí, íbamos a jugar dos contra dos pero comenzaron a jugar más agresivas y tuvimos que salir." explicó Lina.
"Recibir los tiros de mamá debe ser un infierno." mencionó Lacy.
Las muñecas de Sam, así como parte de sus antebrazos además de las yemas de los dedos palpitaban con un rojo sangre por el dolor de los tiros de Lynn.
"Tu mamá tiene mucha adrenalina." siguió Lacy. "Pero cuando terminen de jugar es mejor que se aplique alguna crema."
"¿Jugar?" cuestionó Lupa. "Más bien parece una pelea entre rivales."
"¿Eso crees?" una voz se hizo presente detrás de las chicas.
La voluptuosa Maggie hizo presencia en el encuentro con su ardiente cuerpo. "Esto es tan satisfactorio de ver. Esas dos perras destruyéndose entre sí en un simple juego de playa." pensó ella dejando salir una risa incómoda.
"¡No!" gritó Liby al ver a Gloom encima de su réplica de la torre inclinada de pizza.
"Perdón..." se disculpó Gloom quien se había tropezado con la construcción de arena de Liby.
"¿Cómo no viste por donde ibas?" se quejó Liby.
"Lo siento~ en verdad no lo vi. Sabes, con este pecho es difícil ver donde pisas." dijo Gloom desanimada.
Liby suspiró resignada. "Descuida, solo debo hacer otro y mostrarlo a papá antes de que lo destruyan de nuevo." estaba un poco molesta.
"¡Déjame ayudar!" pidió Gloom sacudiendo la arena de su cuerpo.
"Como sea." Liby le dio una pala. "Solo no lo arruines esta vez." Gloom asintió.
Lincoln veía a su familia desde la sombra de la sombrilla junto a su hija Loan que aún tenía una camisa.
"Lamento que te haya obligado a salir." Lincoln se dirigió a su hija Loan.
Loan se sorprendió. Desde que llegaron, ella notó un largo silencio por parte de él, como si estuviera navegando entre pensamientos. ¿Pero qué clase de pensamientos?
"N-No… yo quería salir a-alguna vez a la playa." mencionó Loan. La curiosidad de Lincoln se expresó en una sonrisa.
Loan siguió a la vez que intentaba desviar la mirada. "Mamá tiene varias f-fotos de mi cuenta era p-pequeña, las dos e-estábamos en un playa jugando... pero no recuerdo haber estado de una a-antes." la sonrisa de Lincoln se iba desvaneciendo.
"Oh… perdón." Loan lo miró.
"¿P-Por qué?"
Lincoln apretó los dientes. "Ese día yo ya no estaba viviendo con ustedes." dijo él, aunque aparentaba estar dolido por esto, la verdad era que no lo estaba.
Ese tiempo ya estaba conociendo más a fondo a Becky si saben a lo que me refiero.
"Soy tu padre Loan. Además… también soy el hermano de tu madre y tus tías, y… no es muy fácil saber todo esto y tratar de asimilarlo en tu cabeza… ¿sabes qué es peor? Tratar de ocultarlo." Lincoln alzó la mirada.
"Al f-final decidiste c-contar la verdad, ¿acaso eso no estuvo b-bien?" Loan se relajó un poco.
El cuerpo de Lincoln se tensó. "Las cosas son fáciles cuando las miras de ese modo, donde ya lo han aceptado y demás. Sin embargo, la persona que inició todo esto no está libre de prejuicios. No soy libre de expresar amor a las mujeres que amo, y con mis propios hijos de vuelve complicado llevar una buena relación."
"Yo siento que te llevas con todos." comentó Loan. "S-Siendo sincera, nunca esperaba volver a salir de cada o poder tener una conversación fluido con alguien de mi familia." Loan recordó la pequeña conversación que tuvo con Lupa. "Es lo mismo que estoy haciendo justo ahora… entonces… ¿por qué no te dejas ser feliz?"
Lincoln abrió los ojos con suma sorpresa. ¿Escuchó bien? ¿Loan dijo algo? ¿A qué se refería? Años de aislamiento, llegaron a ser días de reconciliación. Los pecados solo serán perdonados por alguna divinidad que intervenga en su último juicio en la vida. Por el momento, es lo único en lo que debe preocuparse… sus demás preocupaciones ya fueron saldadas. ¿Espera…? Entonces… ¿qué? ¿Qué le impide sonreír? ¿Hablar? ¿Jugar? ¿Vivir? ¿Amar? ¿Odiar? ¿Qué… Qué le impide ser feliz? Él…
"¿P-Papá, e-estás b-bien?" la voz de Loan intervino en su cabeza como un despertador.
"Oh… lo siento, me perdí un momento." dijo Lincoln frotándose la frente.
Loan se miró decidida, quitándose la camisa dejó ver el traje de baño que llevaba puesto. Tratando de evitar hacer contacto visual con otras personas se puso de pie y fue directo al primer puesto que encontró para comprar una botella de agua para dársela a su padre.
Cuando Loan por fin pudo formular las palabras que quería decir, el dueño sacó la botella de agua y se la dio a Loan luego de habérsela pagado.
"Lucas, mira lo que encontré." dijo un joven de piel bronceada. Su amigo llegó a su lado.
"Oye preciosa, qué tal si pasas el rato con nosotros." comentó el otro.
La lengua de Loan se pegó a su paladar mientras se encogía de hombros. Loan trató de pasar entre los dos jóvenes pero estos se lo impidieron.
"¿Eres tímida o el gato te comió la lengua?"
"Seguro la asustaste con tu bronceado, Paul." río él tomando la mano de Loan a la fuerza.
"¡Auch!" estaban lastimando a Loan. "D-Déjame." pidió Loan débilmente.
"Ven, nos vamos a divertir."
"Oye." tocaron el hombro del joven.
"¿Ah, qué quieres anciano, no ves que estamos ocupados?"
"Aprieta los dientes."
"¿Eh?" dicho eso, el joven cayó inconsciente en los brazos de su amigo. Lincoln sobó sus nudillos pensando en lo duro que son los jóvenes de hoy en día.
"¿¡Qué te sucede viejo!?" se quejó el amigo.
"¿Tú también quieres?"
El joven chasqueó la lengua llevándose a su amigo.
Loan miró a su papá con lágrimas al borde de sus ojos.
"¡Papá!" Loan se pegó a Lincoln a abrazándolo.
"L-Loan… esto es vergonzoso hija." dijo Lincoln con una sonrisa nerviosa tratando de no ver a la gente que los veía por los alrededores.
Lincoln llevó a Loan hasta donde estaba el resto de la familia.
"Tenía miedo, papá." comentó Loan agarrada del brazo de Lincoln.
Lincoln se sentía nostálgico. Está escena la debía de haber vivo hace años, cuando Loan o alguno de sus otros hijos eran unos niños que dependían al cien por ciento de sus padres. Perdió esa oportunidad de estar ahí cuando sus hijos lloraran por romper el jarrón de la abuela, o asustarse por la oscuridad de la noche. Esos momentos parecían tan distantes que lucían experiencias imposibles de recuperar, o eso creía Lincoln.
Justo ahora, su hija de 22 años está llorando en su hombro como si hubiera visto un monstruo en su closet.
"¿Por qué no te dejas ser feliz…? Tal vez por me había olvidado de lo que significaba ser feliz."
Lori llegó con dos helados. "¡Loan! ¿que pasó?" habló preocupada por su hija.
"Luego te cuento, déjala descansar." Lincoln le dijo a Lori mientras esta se sentaba a su lado.
Uno es feliz, por voluntad y decisión propia, los sentimientos no están de la mano del destino. Cada persona hace su mejor esfuerzo día a día, y cuando llega aquel día que no quieres poner mi un solo pie fuera de tu cama, es la razón que necesitas para relajarte y pensar como va tu vida hasta ahora. Las veces que Lincoln se levantó con los ánimos a tope fueron muchas, pero no era por él, sino por ellos; sus hijos. La vida le hizo probar sus distintos sabores, no para que odiara estar vivo, más bien, para que se acostumbrara a lo que significa estar vivo. Cada sufrimiento tiene su razón de ser, cada alegría tiene su comienzo y final, pero los sentimientos siguen.
Si perdiste el amor, búscalo. Perdiste tus esperanzas, encuéntralas de nuevo. Así como una sonrisa no dura ni es permanente, las lágrimas son iguales de efímeras.
La vida de Lincoln Loud se dividió en varios caminos distintos a muy temprana edad para solo ser un chico de once años.
Solo debes seguir el camino amarillo, ¿no?
Tal vez se persigues al conejo con traje te lleve a otro lugar totalmente distinto.
¿Qué tal correr hacia una pared y atravesarla?
La vida te da millones de posibilidades para llorar, para amar, para reír, para disfrutar la corta vida de un ser humano. Y ahora Lincoln puede agradecer esas terribles experiencias, por que sabe que después de la lluvia viene un arcoiris.
"Oye, abuelo. Siempre he estado agradecido por todo lo que has hecho por nosotros. Me diste todas tus fuerzas para poder seguir con vida dejan la tuya de lado. Pensaste que no me había dado cuenta, y es por eso que tal vez me culpo de todo lo que sucede. Era eso lo que querías evitar, ¿verdad? Por eso me diste una sonrisa aunque tú no estuvieras bien. Te quiero abuelo, me diste tanto amor… que ahora tengo mucho más para dar a mi familia. Gracias, Albert."
La pelota de playa cayó cerca de Loan y Lincoln. Lupa apareció en frente de ellos.
"Necesitamos tu ayuda, papá." pidió Lupa.
"¿Cuál es el problema?" preguntó Lincoln.
Lupa señaló a la orilla donde dos mujeres parecían estar a punto de pelear. Sam y Lynn se gritaban una a la otra pero cuando Lincoln llegó con Loan se percató que solo era una simple discusión por un punto que marcó Lynn pero Sam insiste que no fue así.
Involuntariamente Lincoln río llamando la atención de ambas.
"¿Pueden dejar las competencias a un lado?" Lincoln le pasó la pelota de playa. "También voy a jugar. Y para que no haya más peleas, seré con Loan." Loan abrió los ojos con sorpresa recibiendo las miradas de furia de Lynn y Sam.
"¿E-Estás seguro d-de quererme e-en t-tu equipo, papá?" encogida de hombros se escondió detrás de su padre.
"Por supuesto, ¡nada me haría más feliz!" respondió Lincoln con una clara sonrisa. "Después de todo, ahora estoy con ustedes y no voy a permitirme perder otro segundo de vida sin compartirlo con ustedes." Lincoln giró su cabeza. "Ven, tu también eres parte del equipo."
"¿Quién, yo?" Lupa miró rápidamente a ambas direcciones buscando a otra persona a parte de ella.
"Oh, yo también quiero jugar." pidió Lizy a lo lejos acompañada de su madre Lana.
"Luce divertido." Lana entró al lado de Lynn y Sam.
Lori veía como el resto de su familia iba uniéndose una por una, así que ella terminó por ser la última en unirse. Eran las madres contra sus hijos y esposo, si así podríamos catalogar a Lincoln.
El juego se tomó sus 40 minutos a medida que los que se sentían agotados se iban retirando, además Era muy difícil marcar un punto con tantas personas en un solo equipo así que no importaba a que distancia mandaras la pelota, si toca la arena es punto, si cae al mar es igualmente punto.
Loan fue la primera en ya no sentir más sus pulmones, a duras penas llegó al lugar donde su familia había dejado las cosas para poder descansar.
"Te hace falta más ejercicio." se escuchó en su cabeza. "Algunos estiramientos no serían malos."
"Lo pensaré." respondió Loan.
"No pensé que terminaría jugando… mucho menos que salieras a la playa."
"Yo tampoco lo creía." suspiró Loan viendo como Lola y Leni fueran las siguientes en salir. "Pero… estoy muy contenta de haberlo hecho." Loan sonrío recibiendo a sus dos tías.
El sol comenzó a ocultarse en el horizonte. La familia Loud dio su último respiro al aire de la playa antes de volver a casa.
"Parece que Lulu se durmió." mencionó Lincoln al ver a Lulu dormida en los brazos de Lisa.
"Sí…" respondió una agotada Lisa. "Pasó la mayoría de la tarde con su… hermana Laika."
"¿Le agrada?"
"Al principio Laika lo prestó atención, pero al cabo de unos minutos iba a todas parte con ellas. Sirvió de ayuda y pude descansar en meses." Lincoln río.
"Laika puede ser muy tosca, pero al final es muy agradable y honesta con sus sentimientos." aclaró Lincoln.
"La conoces muy bien."
"Eso quisiera…" Lincoln respiró con alivio.
Al llegar a casa, las risas continuaron entre los descendientes Loud. Se habían divertido mucho hoy y no paraban de hablar de ello.
Antes de que Loan pudiera subir las escaleras e ir a su habitación, fue detenida por una mano que la tomó del hombro haciendo que se girase. Loan le sonrío a su padre.
"¿S-Sucede algo?" Loan preguntó.
"Nada en particular, solo quería darte las gracias." Lincoln le regaló una última sonrisa. "No se te olvide ir al baño primero jovencita." Loan asintió apenada recordando que había pensado dejar el baño para mañana.
Cuando su padre se alejó ella se cuestionó por qué él le dio las gracias a ella cuando debería ser al revés. Claro, él sugirió hacer este paseo familiar pero nunca obligó a la familia que debían ir, y con la muerte de un ser querido parecía poco probable que Lincoln tuviera ánimos para seguir con esto. Pues resultó ser una total sorpresa poder haber ido hoy a la playa. Fue una experiencia relajante, no solo para Loan, sino para toda la familia librándose de la tensión y otras cosas… a pesar de las constantes peleas de Sam, Lynn y Maggie, aunque esta última se mantuvo neutra disfrutando de la vista.
"Ya es hora de dormir, Lulu." mencionó Lisa mientras vestía a su hija con una pijama de oruga. Lincoln no pudo evitar mirar más de cerca.
"¿Está es su pijama?" Lisa asintió a la pregunta de Lincoln.
Inmediatamente, Lincoln sacó su celular. "¡Lulu, mira a papá!" hizo una voz graciosa provocando que Lulu sonriera aún con sueño. "Esto quedará como fondo de pantalla." Lisa rodó los ojos con gracia.
"La que habías comprado se dañó, me tocó que comprar otra." explicó Lisa cargando a su hija.
"Que mal… por suerte ahora tengo una nueva foto de Lulu."
"¿No quieres hacer más?"
"¿Uh…?"
"Esa pijama no fue lo único que le compré." Lisa sonrío. "Podemos probarle el resto mañana."
"Es una promesa." dijo Lincoln dejando a Lisa. "Ups, casi se me olvida." Lincoln se devolvió dejando un beso en la frente de Lulu y en la mejilla de Lisa. "Buenas noches."
"B-Buenas noches." dijo Lisa acelerando el paso. Ya llevaba tiempo sin recibir afecto y la verdad, ese beso la golpeó con la guardia baja.
Ya al haber dejado a Lulu en su cuna, Lisa se sentó dejando sus manos sobre el escritorio.
Con un corto suspiro no pudo evitar pensar: "Creo mañana será más divertido que hoy."
Lincoln pasó dejando un beso de buenas noches a sus queridos hijos para después bajar a la sala y encontrarse con alguna de sus hermanas y Sam. Lina y Gloom dormían en el sofá mientras esperaban que Maggie volviera con Laika de la tienda y que Sam terminara unos asuntos en la casa Loud.
"Y… ¿cómo te sientes?" preguntó Lori.
La cara de Lincoln mostraba tranquilidad. "No les voy a mentir, estoy triste, esa es la verdad, es algo que sentiré por varios días tal vez. Pero… Pero por alguna razón me siento más feliz que triste." Lincoln alzó ambas cejas.
Las hermanas se vieron para darle una sonrisa de alivio.
"Que bien." siguió Luna. "Es bueno escuchar eso."
"Pensamos que sería más difícil hablar contigo con todo esto." comentó Luan. "¿Qué tienes planeado hacer ahora? Digo, la mayoría de problemas y secretos que teníamos ya fueron expuestos a las personas que no queríamos que supieran."
Lincoln miró al techo. "Voy a regresar."
Lori suspiró. "¿Seguro de que debes regresar?"
"Vamos, Lori. No vivo muy lejos de aquí, esa casa la compre con mi propio dinero… y debo cuidar de Laika."
"Eso lo sé perfectamente pero… ¿qué hay de los demás, de tus otros hijos?" continuó Lori mientras las demás mantenían el silencio.
"Lori, no estoy diciendo que no vaya a visitarlos o que me vaya a desaparecer otra vez de sus vidas. Lo que trato de decir es que debo volver a mi propia casa para organizar mi vida." Lincoln respiró hondo. "Además… " Lincoln se giró a ver a Sam. "Sam se quedará a vivir conmigo un tiempo antes de su nueva gira."
"¿¡Qué!?" saltó Luan y Luna.
"Así son las cosas. Ya no vivo con mis padres, y siempre me he alojado en hoteles con mi hija. Le pedí el favor a Lincoln que me dejará quedar por un tiempo en su casa… y que no se les olvide que aún seguimos siendo una pareja." Luan y Luna seguían con su mirada fulminante en Lincoln. Sam bufó antes de tomar atención. "Si lo cosa es que les molesta que me divierta con él, solo les diré que no tengo tiempo para eso con las entrevistas que tengo programadas."
Un respiro salió de la boca de Luan y Luna. Lori tomó la palabra.
"Bueno, si eso es todo… espero una pronta visita." Lori se acercó a Lincoln dándole un rápido beso. "Mañana tengo trabajo, los dejo."
Luan miró resignada a Sam, lo mismo hizo Luna.
"¿No es mejor decirle a los niños?" preguntó Luna.
"No te preocupes, mañana estaré aquí por la mañana. Es necesario volver esta noche para dejar a Laika y a Lina en la casa."
Se escuchó que tocaban a la puerta.
"Debe ser Maggie." dijo Sam caminando hasta la puerta.
"Entonces… ¿vas a volver, verdad?" Luan se puso enfrente de Lincoln.
Sin dudar ni un solo segundo, Lincoln respondió. "Sí, lo haré." Luan pasó sus brazos por la espalda de Lincoln atrapándolo en un placentero beso.
Luna la separó notando que estaban tardando mucho.
"Solo con Sam, ¿ok? No voy a tolerar que aparezcan más mujeres o despídete de tener más descendencia." Luna también lo beso, pero con más atrevimiento apretó una nalga de Lincoln provocando que diera un salto hacia adelante.
Lincoln río con nervios en su voz. "Lincoln, tu hija ya está lista." llamó Sam. "Te espero afuera, trae a Luna contigo."
Lincoln miró a sus dos hermanas. "Nos vemos." se despidió dando a entender que no será la última vez en verse.
"Ahora cómo le diremos esto a los chicos." Luna se rascó la cabeza.
"Es mejor esperar hasta mañana y ver como reaccionan."
"Ese es el problema Luan. No sabemos que pueden llegar a hacer."
"Mmm." Luan cerró los ojos tratando de pensar mejor.
Recordó un momento en particular cuando recogían sus cosas en la playa. Justo en ese momento en el que Sam y Lynn se dieron por vencidas en seguir jugando contra Lincoln y Lacy que fueron los últimos que quedaron, el resto de sus hijos se había reunido entre ellos. Luan fue algo curiosa, o mejor dicho, quería saber y escuchar de que hablaban. Su sorpresa fue tuvo un sabor dulce al escuchar a su hija y a los demás darle las gracias a Lemy, y aunque el chico preguntaba porqué, incluso Luan sabía porque. Todo esto no hubiera pasado sino fuera por la insistencia de Lemy sobre saber más sobre su padre.
A pesar de los temores que tenían las hermanas al dejar que sus hijos descubrieran la verdad, al final las cosas resultaron extrañamente bien, como si todo lo que podía salir mal nunca estuviera presente. ¿Era como una forma de disculpa acaso. Por todo lo que tuvieron que pasar para poder llegar hasta este momento exacto…? Ya no importa, los chicos parecen muy alegres con este resultado, y eso es suficiente para todos.
"Gracias Lemy."
"Si no fuera por tu estúpida terquedad, creo que nunca fuéramos conocido a papá o a las demás."
"No tienen que agradecerle chicas, todos nosotros ayudamos en esto, no solo yo."
"Sabes, solo está vez le hablaré bien a Gwen sobre ti."
Las mejillas de Lemy se pusieron rojas y las risas y burlas no se hicieron esperar.
Luan rió un poco al recordar aquello. "¿Sabes, Luna? No te preocupes más, en serio. Todo irá bien." Luan sonrío dejando a su hermana Luan ahí de pie.
Lincoln conducía por las calles de Royal Woods. Todo va muy bien, todavía existen problemas menores pero ahí están. Sentimientos difíciles de superar. Laika y Lina se encontraban en los asientos de atrás conversando un rato con Sam.
Lincoln a estado con múltiples mujeres, que, si no fueran sus hermanas simplemente lo tratarían como un imbécil. Después de todo, qué clase de mujer seguiría enamorado de él sabiendo que tuvo más relaciones con distintas mujeres, era más que obvio que Lincoln era un miserable infiel. Sin embargo, en su corazón todavía sigue amando a sus hermanas tan intensamente como lo hizo con Becky, Sam y Maggie, todavía las sigue amando a todas. Pero él se siente mal, ¿cómo reaccionaría él si se enterara que Lori vuelve con Bobby? ¿O que sus hermanas consiguieron pareja? ¿Acaso Lincoln se mordería aceptando eso? Sí corazón sufriría, eso es seguro, pero si sus hermanas son felices, entonces no hay razón para intentar algo más.
Por ahora está con Sam, y está conviviendo nuevamente con sus hijos, algo que a un padre lo hace sumamente feliz. Si es por ellos dejará de beber y fumar. Lincoln detuvo el auto al frente de su casa.
"Bueno, como lo escucharon amigos. Mis problemas no se han acabado pero siento el cuerpo más liviano." sonrío. "Lo importante es que ya no tengo que esconderme de mis hijos, también puedo estar con ellos todo el tiempo que quiera. No sé cómo expresar este sentimiento cálido que tengo en mi pecho justo ahora." suspiró aliviado apagando el auto.
"¿Con quién estás hablando? Te espero adentro, voy a preparar un poco de café." mencionó Sam.
"Bien… entonces… creo que es todo amigos. Estoy feliz por tenerlos aquí luego de tantos años de soledad, pero ahora nunca más estaré solo." bajó del auto entrando a la casa mientras que en su cabeza de mostraban los rostros de felicidad de todas sus hijas y de su hijo Lemy. "Tengo de nuevo a mi familia, aunque todavía está el tener que hablar un poco más con mis padres." Lincoln rodó los ojos con burla y gracia. "De todas formas, espero poder verlos muy pronto." Lincoln alzó la mano cerrando la puerta detrás de sí.
~Fin~
~La vida no es tan fácil, aunque parece que todo va bien, solo es una vil mentira~
~Esperen con ansias el Epílogo~
Mensaje: Les seré honesto, nunca esperé que está historia se extendiera mucho menos que terminara dándole un final. La idea original fue como tres o cinco capítulos y hacer que los hijos se enamoraran de Lincoln, pero a medida que iba escribiendo capítulo tras capítulo, la trama se tornó más dramática y sentimental que al final deseché la idea original (pero la retome para otra obra) y me fui por tratar de recrear un situación real que se pudiera vivir si Lincoln hizo lo que hizo.
Si sintieron el final muy flojo o algo innecesario, me disculpan pero este capítulo lo estaba escribiendo cuando me encontraba enfermo, sumándose a eso, varios problemas más personales, y me sorprende como el capítulo no terminó siendo depresivo. Pero luego de pensarlo un poco, preferí dejarlo así para después hacer el epílogo.
Continuará en el epílogo >>
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro