Entonces...lo que era incómodo se volvió aún más incómodo.

—Papá, Kookie no duelme— le dijo Eunwoo bajándose de la cama para buscar a Jungkook.

Jungkook pensaba, hacía mucho que ya no dormía en su propia habitación, hacía mucho que no salía, hacía mucho que no tenía una cita de verdad ni paseaba con sus amigos.

Todo desde que Eunwoo había llegado.

Pero no sé arrepentía, había amado todos y cada uno de los momentos con el niño y aunque no quisiera tenía que admitirlo con Yugyeom también.

Pero eso lo había confundido al punto de que su corazón latía cada que estaba cerca, que no podía dejar de ver sus labios o querer probarlos como ya había pasado y peor aún, lo había amado, deseaba que volviera a ocurrir.

Pero algo como eso no podía ir a ningún lado, algo como aquello no tenía futuro porque ambos eran tan diferentes, Yugyeom era hetero, él mismo se lo había dicho, Eunwoo era la prueba más clara de que al pelinegro le gustaban las mujeres, porque Yugyeom era como un niño aún, porque Yugyeom no tenía relaciones reales, sólo follaba, porque Yugyeom no se tomaba nada enserio, incluso le costaba tomar enserio a Eunwoo cuánto más a él.

—Kookie no dejes— Eunwoo entró y lo obligó a sentarse en la cama y encender la lamparita, con dificultad se subió a la cama— no dejes— rogó abrazándolo.

—Por supuesto que no lo haré— le dijo y lo abrazó con fuerzas.

—amos con Appa.

Jungkook negó— ya no puedo dormir con Yugyeom, pero aquí estaré bebé.

El pelinegro entró y cerró la puerta subiéndose a la cama.

—¿Yugyeom qué haces?— le preguntó.

—Dormir— contestó con los ojos cerrados.

—Pero no podemos.

—Sí, sí podemos, solo cierra los ojos y lo comprobarás.

—Pero, en esta cama ni siquiera cabemos los tres.

—Mejor aún, ya duerme Kookie, no des lata a media noche, Eunwoo debe descansar.