—¡Lo perdí! —Namjoon entró corriendo rápido a su salón. Seokjin lo miró confundido y apenado con su profesor y la clase— Perdí al bebé...

El de cabellos castaños se levantó de su asiento, alterado, sin saber qué decir o qué hacer.

—¡Pero cómo lo has perdido, tremendo idiota! —le gritó, luego se disculpó con su profesor para ir a buscar al niño.

—¡No lo sé! ¡solo entré al baño y cuando salí ya no estaba! 

—¡Serás idiota! —le gritó dándole un golpe con su palma en la cabeza—. Ve a buscar al de intendencia y que revise las cámaras de vigilancia. Iré a buscarlo por los alrededores, si sabes algo me avisas.

Namjoon asintió pensando en cómo no se le había ocurrido antes, simplemente se asustó tanto que no supo qué hacer más que buscar a su compañero.

Seokjin revisó por los pasillos agradeciendo que eran horas de clase y que no habían muchas personas a los alrededores.

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Contestó la llamada de Namjoon y suspiró tranquilamente cuando este le dijo que el niño estaba en el salón de teatro.

—Iré para allá, tú quédate vigilando las cámaras por si se mueve a otro lado.

Se apresuró y corrió escaleras arriba del lugar donde estaba para buscar al niño, mientras pensaba en un buen castigo para el irresponsable de Namjoon.

El pequeño Jungkook estaba sentado en medio del escenario con lágrimas en los ojos y su nariz moqueando, totalmente desorientado. 

—Bebé. —lo llamó con voz suave y el niño volteó a verlo.

—No ta ama. 

Seokjin puso cara de resignación y lo tomó en brazos.

—Pero esta papá; papá te ama. —le dijo con una sonrisa. 

Namjoon suspiró más tranquilo, también con una sonrisa.