—Contesta, por favor... —rogó mordiéndose las uñas.

—Joven Kim, su padre está en una junta importante, no puede atenderlo por el momento. —le dijo la mujer al otro lado de la línea.

Namjoon gruñó molesto.

—Dile que es importante. Sé que no está en ninguna junta porque revisé su agenda, así que ve y dile que deje a la puta con la que seguramente debe estar y tome mi llamada.

—Joven Kim... —contestó apenada la muchacha— No se exprese así por favor.

—¡Hazlo ya! —le gritó desesperado. Miró a Jungkook jugar con sus carritos como si la vida se le fuera en ello.

Seokjin se había ido hace rato, había estado lleno de estrés porque estaba próximo a graduarse y tenía muchos trabajos pendientes, al punto de que casi no dormía para que el tiempo con el pequeño no se viera reducido.

—¿Se puede saber qué quieres? En verdad espero que sea importante Namjoon, porq-

—Tengo un hijo. —soltó rápido y nervioso, obteniendo silencio al otro lado de la línea.

—¿Qué? ¿Embarazaste a alguien? Dile que aborte, eres muy joven para...

—Mi hijo tiene tres años —hubo más silencio del otro lado—. Y... estoy saliendo con un hombre.

Escuchó el colgar del teléfono.

Suspiró, su padre lo iba a dejar solo en esto y ya no contaba con dinero suficiente.

Desde que Jungkook llegó a su vida, Seokjin se encargaba de ambos, pero a cambio había tenido que dejar de trabajar. Namjoon se había ofrecido a pagar toda la renta del departamento porque en ese momento el dinero le sobraba, pero desde que tenía que darle una mensualidad a Soyeon, su cuenta se había reducido. No podía darle más, tenía que hacer algo. 

Pensó que su padre lo ayudaría, era estricto pero no malo. Sin embargo, ahora tenía que ir a ver a Soyeon y convencerla de que se conformara con lo que ya le estaba dando o devolverle a Jungkook; aunque sabía que ella no lo quería, que solo quería dinero y estaba usando al niño.

Namjoon ama a su hijo, no podría dejar de verlo o estar sin él.

—Papá —el pequeño fue hasta él y alzó los brazos—, cálgame.