Jeff le dio un beso a su pequeño travieso en la frente y luego Barcode le dio un jalón de orejas al pelinegro.

-A ver si tienes más cuidado de ahora en adelante.

-¡Auch!-se quejó Jeff —. Pareces una
madre.

Barcode se sonrojo y desvío la mirada.

-Perdón por querer ayudar-le dijo, el mayor puso una mano en su hombro mirándolo a los ojos con agradecimiento.

-Gracias, sé que no nos tratamos mucho pero no sé qué haría sino estuvieras aquí.

-De... De nada -mencionó Barcode más nervioso y más sonrojado que antes– dame al niño, lo cuidare el resto del día, nos vemos en la casa por la tarde.

Barcode tomó al niño en brazos y se despidió del menor para ir a su siguiente clase.

-Appa-dijo Somchai- quiero comer.

El mayor se sorprendió por como el niño le había llamado, él no era su padre, pero tampoco lo corrigió. Saco una papilla de la pañalera y una cuchara para darle mientras escuchaba su clase. Primero sus compañeros y profesores lo vieron de una forma rara, después lo ignoraron porque el niño no hacía mucho ruido.

Regresó a casa y mientras Somchai jugaba en la alfombra se puso a buscar un nuevo trabajo sin éxito, no es como que fuera bueno en muchas cosas o tuviera muchas opciones, se sorprendió al ver entrar al pelinegro, Jeff por primera vez desde que vivían juntos llegó temprano al departamento con cajas de alitas a BBQ.

-Ya que Somchai es todo un campeón que come comida de adulto decidí traerle alitas, deliciosas alitas para los tres.

Barcode sonrió por las ocurrencias del mayor

-Pero que sea poco porque le puede doler el estómago o empachar.

Jeff asintió -Como digas mamá.

El menor rodó los ojos y tomó al niño en brazos.

-ama -le dijo este risueño.

-Ves el niño también piensa que te comportas como una madre-se burló Jeff