Entonces... lo que era incómodo se volvió a un más incómodo.

-Papá, Baqui no duelme- le dijo Somchai bajándose de la cama para buscar a Barcode

Barcode pensaba, hacia mucho que ya no dormía en su propia habitación, hacía mucho que no salía, hacía mucho que no tenía una cita de verdad ni paseaba con sus amigos.

Todo desde que Somchai había llegado.

Pero no se arrepentía había amado todos y cada uno de los momentos con el niño y aunque no quisiera tenía que admitirlo con Jeff también.

Pero eso lo había confundido al punto de que su corazón latía cada que estaba cerca, que no podía dejar de ver sus labios o querer probarlos como ya había pasado y peor aun, lo había amado, deseaba que volviera a ocurrir.

Pero algo como eso no podía ir a ningún lado, algo como aquello no tenía futuro porque ambos eran tan diferentes, Jeff era hetero, él mismo se lo había dicho, Somchai era la prueba más clara de que al pelinegro le gustaban las mujeres, por que Jeff era como un niño aún, porque Jeff no tenía relaciones reales, sólo follaba, porque, Jeff no se tomaba nada enserio, incluso le costaba tomar enserio a Somchai cuanto más a él.

-Baqui no dejes- Somchai entró y lo obligo a sentarse en la cama y encender la lamparita, con dificultad se subió a la cama -no dejes –rogó abrazándolo.

Por supuesto que no lo haré, le dijo y lo abrazó con fuerzas.

-amos con appa.

Barcode negó -ya no puedo dormir con Jeff Somchai, pero aquí estaré.

El pelinegro entró y cerró la puerta
subiendose a la cama.

-¿Jeff qué haces?- le preguntó.

-Dormir- contestó con los ojos cerrados.

-Pero no podemos.

—Sí, sí podemos, sólo cierra los ojos y lo comprobarás.

-Pero, en esta cama ni siquiera cabemos los tres.

-Mejor aún, ya duerme Barqui, no des lata a media noche, Somchai debe descansar.