De todos los escenarios posibles, Yeosang jamás, pero jamás pensó que algo así tendría que pasarle. No esperaba pasarlo hoy, ni mañana, ni nunca.

¿Cobarde? Tal vez sí, y mucho.

Sus manos sudaron al ver que SeongHwa no le quitaba la mirada, por lo que lo hizo él pareciendo "casual", levantándose mientras le sujetaba la manito a su pequeño. Diablos, solo quería desaparecer.

Dio una ligera vuelta, viendo la manera en cómo HongJoong y YunHo miraban embelesados a SeongHwa. Si la situación fuera otra, estallaría en risas, ridiculizándolos por parecer adolescentes hormonales. Sin embargo, ahora simplemente quería avanzar lo más lejos de ahí.

── Muchas gracias por avisar sobre la ubicación de mi hijo. ── se dirigió al pelirrojo, felicitándose mentalmente por no haber tartamudeado.

── Oh, no hay problema. ── le sonrió brevemente. ── Soy Choi JongHo, un gusto.

Yeosang asintió con amabilidad, dando una última reverencia al más alto y empujar suavemente a YunHo y HongJoong para que salieran de la habitación.

── Un momento.

“Mierda”

El doncel cerró sus ojos con fuerza mientras JiSung miraba a SeongHwa otra vez. El pequeño se sentía triste y algo desanimado, no quería irse tan rápido, pero de igual manera sabe que no puede objetar nada cuando le dio un gran susto a su papi y sus tíos.

── JongHo, ¿puedes llevar a los chicos a la cafetería, por favor?

El pelirrojo se sorprendió ante lo escuchado, ladeando su cabeza para notar ahora a un chico algo bajito y a otro más joven que lo observaba algo raro, parecía medio atontado.

── Yo, uhm... ¿Estás seguro? ── dijo dudoso, escribiendo en su celular para pedir que el comedor quedara absolutamente vacío. Esa zona era restringida para el público y él tenía que hacer ciertas cosas para manipular un poco la situación.

── Totalmente. ── encaró nuevamente a Yeosang, su mirada fija y algo desconcertada. ── Debo hablar algo importante.

JiSung miró a sus papás intercaladamente. ¿Esa era la parte en donde por fin se irían a casa?

Aún no comprendía por qué no se sonreían o abrazaban tal y como lo hacían sus abuelos explicándole que era algo referido al “amor.” Y por más que no le entendía bien a esa palabra, su abuela Chaerin le dijo que es algo muy especial, un sentimiento de cuando alguien quiere demasiado a otra persona, animal o incluso un objeto importante en su vida.

“¿Por qué ambos lucen tan raros, entonces?”

── Yo creo que no es necesario. ── habló Yeosang, tratando de controlar sus nervios.

Sin embargo, SeongHwa lo ignoró y se agachó frente a JiSung. Su mirada dura y vacía cambió a una más cálida, sonriéndole de paso. ── Hey, campeón. Necesito hablar a solas con tu papá, ¿de acuerdo?

El castañito frunció su ceño algo pensativo, pero cuando el dedo de su papá SeongHwa le picó tiernamente la pancita, él soltó una risita sin poder evitarlo. ── De acuerdo.

── Eso es, puedes seguir a mi amigo. ── le señaló a JongHo. ── Te llevará a comer un poco, puedes escoger lo que desees.

JongHo iba a replicar algo sobre eso, pero SeongHwa lo calló con otra respuesta:── Sí, Jong. Todo a mi cuenta, en el cajón está una de las tarjetas. ── esta vez miró a los otros dos acompañantes del pelimorado. ── Y ustedes... también pueden pedir algo si desean.

YunHo abrió sus ojos exageradamente. ¿Le estaba hablando a él? ¿Un Dios Griego en todo el sentido de la palabra se estaba dirigiendo a un mundano tan insignificante como él?

Probablemente hubiera saltado de un pie mientras le pedía miles de fotos y autógrafos, lo haría sino fuera porque había una extraña tensión en el ambiente, un aura incómodo que lo hizo encogerse y simplemente asentir, cohibido.

── Mu-muchas gracias... ── logró decir HongJoong por parte de ambos, tomando a YunHo del cuello de su remera para arrastrarlo fuera del cuarto. Olvidando por un momento a JiSung y la razón por la cual Yeosang se estaba quedando.

JongHo soltó un suspiro pesado, analizando por última vez si su mejor amigo se encontraba en óptimas condiciones para hablar de quién sabe qué con el pelimorado. Algo no cuadraba bien, pero no podía entrometerse en los temas personales de SeongHwa.

── Vamos, corazón. ── anunció el pelirrojo doncel al pequeño, tomándole de la manito y avanzando moderadamente.

── ¡Nos vemos luego, papis! ── exclamó JiSung sintiéndose mejor, con una tierna sonrisa que le hacía relucir un hoyuelo en la mejilla derecha y convertía a sus ojitos en dos medias lunas.

“¡YA NOS EXHIBISTE!”

Yeosang quería dejar por única vez lo hermoso que se veía su pequeño para querer taparle la boquita fuertemente.

No es como si el doncel supiera todo lo que su encantador bebé había dicho...

── ¿Y bien?

Olvidando todo, el pelirubio casi tembló. No quería afrontar nada de lo que había decidido anteriormente.

Suspiró tratando de controlarse y fingió estar mejor para cuando encaró al más alto. ── Hey, ¿cómo estás? ── sonrió tratando de sonar cool, mas probablemente se veía como un lunático de mueca torcida en el rostro.

── ¿Cómo estás? ── repitió SeongHwa incrédulo y sarcástico. ── ¿Es en serio?

Yeosang boqueó un poco, sus labios abultados no podían formular algo rápidamente. Y el hecho de que el pelinegro estuviera de brazos cruzados con su cara de ‘hola guerra, adiós paz’ no ayudaba en absolutamente nada.

── Si... Ya sabes, ¿mucho tiempo? ── joder, quería morderse la lengua y escapar. Ni siquiera debía insinuar el pasado. ── Bueno, no creo que haya necesariamente algo qué explicar y lamento mucho si mi pequeño te causó un problema incómodo. Hasta lue-

── No, Yeosang, sí es necesario hablar. Empezando por el hecho de que JiSung me dijo papá.

“¡¿QUE JISUNG LE DIJO QUÉ?!”

── Ah...

── ¿Eso es todo?

Yeosang jugó con sus dedos que ahora estaban demasiados inquietos, producto de la odiosa ansiedad. Iba a hiperventilar si no salía urgentemente de ese estadio.

“No permitas que toda tu vida y la de él se arruine, están perfectamente bien cada uno por su lado.”

El doncel trató de convencerse, no quería meterse un lío y menos a JiSung que es lo más inocente y puro que pudo haber tenido. Era imposible, SeongHwa tenía todo un perfecto estilo de vida, no quería que tomaran a su hijo como un estorbo o producto de un gran escándalo. JiSung era demasiado pequeño para todo eso, solo quería protegerlo entre sus brazos, en su reducida familia y en el tranquilo vecindario de Daegu.

── ¿Qué debería explicar? Es un niño todavía, claramente no sabe lo que dice. ── «Mentira» gritó para sus adentros, ese angelito con tendencias a ser diablillo era demasiado inteligente. Pero aún así, Yeosang no sabía cómo rayos su hijo soltó tremenda barbaridad frente a SeongHwa.

── ¿Seguro? ¿Por qué tan de repente, de cientas de personas y varios artistas, llega justamente a mí camerino a nombrarme como su papá? ── dijo cada vez acercándose más, Yeosang no podía descifrar la mirada que el pelinegro estaba dedicándole.

── Sus tíos te alaban día y noche, posiblemente y gracias a mi hermano menor, quizás JiSung sepa hasta tu rutina de ejercicios y cuánto calzas. ── replicó apresuradamente, empezando a ponerse más firme. ¿Quién se creía SeongHwa para hablarle así? ──  ¿Acaso se te olvida que eres una figura pública?

── Dime la verdad.

── ¿Verdad, qué verdad? ── fingió ser el humano más idiota a nivel mundial -aunque tal vez ya lo era desde hace mucho- y bufó. ── No hay nada más, ahora si me disculpas...

── ¿Quién es el padre?

El tono de su voz fuera más duro, pero eso solo incrementó el enojo de Yeosang.

── ¿Y eso a ti qué te importa? ── trató de sonar lo más indignado y ofendido posible. Como casi siempre reaccionaba cuando sus "compañeros" de la universidad hacían referencia al otro progenitor faltante de JiSung.

SeongHwa flaqueó un poco, tal vez se había pasado con esa pregunta. Pero realmente necesitaba escucharlo, aunque sea verdad o mentira... Su cabeza hacía miles de historias, demasiadas hipótesis... Su sien punzaba y tenía la duda angustiante flotando por ahí.

Había visto al pequeño y algo cálido se había instalado en él. Creyó que era mera empatía y compasión, pero cuando Yeosang llegó corriendo, abrazando al castañito con esos ojitos felinos llorosos que tanto lo enamoraron... Algo mucho más fuerte golpeteó contra su pecho.

“¿Y si...?”

Ese fue el primer incentivo de las tantas preguntas que llegaron a su mente. Después de todo, ¿por qué el hijo de su ex se refería a él como su otro padre? ¿Coincidencias? ¿Inocencia en un infante?

SeongHwa sabía que existía algo más.

── Yeosang, por favor.

── No es de tu incumbencia lo que tenga que ver mi hijo o yo. Así que te pido por favor que-

── ¿Cuántos años tiene? ── interrumpió de repente.

Yeosang estuvo con tanta presión que la respuesta salió más rápida de lo que su mentiroso cerebro pudiera procesar.

── Cinco años.

Cinco años.

“Él y yo...”

SeongHwa encajó todo más rápido en su cabeza y no le importó sonar como un loco en ese instante. Joder, ellos -o más bien Yeosang le había terminado exactamente hace cinco años.

── Nosotros...

Los ojitos gatunos del doncel de expandieron, el susto invadiéndole con fuerza como agua cayendo en las cataratas.

── Tú... Te rompiste conmigo hace cinco años. ── balbuceó, con la mirada perdida entre sus recuerdos.

── O-oye no. Eso no tiene nada qué ver.

── ¿Vas a decirme entonces que te metiste con otro estando conmigo? ── contraatacó con dureza.

── ¿Qué diablos dices? No, yo nun-

── ¿Cuándo es su cumpleaños? ── le cortó la frase, él era muy bueno calculando, sacaría sus conclusiones.

── ¿Y ahora para qué? Joder, SeongHwa, basta con esto.

── Dímelo.── relamió sus labios, con la mirada expectante sobre el cuerpo más pequeño.

── Es... ── dudoso, intentó continuar.── Es el veintitrés de julio.

“Y en nueve meses antes”

── Octubre. ── murmuró SeongHwa luego de un par de segundos en silencio. Yeosang alzó la vista, totalmente confundido. ── Fue en octubre la última vez que lo hicimos, la última vez que me permitiste amarte en cuerpo y antes de que me terminaras. Tú...

── ¡¿Qué disparate es ese?!── chilló escandalizado y con las mejillas ruborizadas. Sintiéndose realmente tonto al entender la insinuación y apenarse por ello. Se sentía un idiota mojigato.

── ¿O más vas a negar que no fue así? ── replicó, con apenas unos centímetros de separación frente al más bajo. ── ¿Me vas negar lo cruel que fuiste al dejar que te hiciera el amor y me terminaras a la madrugada? Fue justo el día de mi cumpleaños, Yeosang.── había dolor en esas palabras, pero el doncel supo que fue la decisión correcta, que lo hizo para que "lo odiara más". ── Nunca me diste una explicación convincente, me dejaste solo a unas semanas de debutar, desapareciste por completo.

── Yo...

── Entonces, si ese hijo no es mío. ¿Me estás asegurando que te metiste con cualquier imbécil a los meses de separarnos? ── decretó con cierto dolor, ira y recelo. Sería patético decir que estaría celoso solo con pensarlo, pero justamente eso estaba sintiendo.

Pero a la vez quería encerrar a Yeosang, que se lo dijera de frente. Que hablara con la verdad, únicamente eso.

── ¿Eso es cierto? ¿Tiraste tres años de relación para olvidarme con un tipo?

── ¡No te permito que me hables así! ¡Yo jamás te fui infiel, tú lo sabes! ── alzó la voz, pero SeongHwa lo sostuvo fuertemente de los hombros. ── ¡Esto no tiene sentido!

── ¡Y yo quiero que me digas la verdad! ¡No es tan difícil!

── ¡No es tu hijo! ── vociferó, haciendo que el agarre en su cuerpo perdiera fuerza lentamente. ── ¿Qué más quieres que te diga, eh? ¡Nuestra antigua relación no tiene absolutamente nada que ver!

No obstante, para el pelinegro algo seguía sin encajar. Joder, no lo entendía. No le creía, no quería creerle.

Yeosang siempre le dijo que era el único en su vida, y también confiaba en él como para acusarlo de infidelidad... Pero entonces, ¿el doncel sí se había lanzado a los brazos de otra persona en tan poco tiempo después de que le rompió el corazón a él?

Tampoco podía asegurar que fuera así, Yeosang no...

── Mírame a los ojos y asegúrame que no es mío. ── habló más calmado, con la respiración pesada. ── Tú nunca puedes mentir cuando te veo directamente, dilo...

Yeosang se sintió temblar levemente. Mierda, él no podía decirlo. Temía demasiado con lo que vendría en el futuro si le decía la verdad. La existencia de un hijo de la noche a la mañana sería el chisme más caliente y atrayente para toda la prensa de espectáculos. Él no tenía pensado ahuecar y formar problemas, no quería perjudicar a SeongHwa.

── Es casi imposible que en un día venga cierto pequeño a decirme papá de esa forma tan linda con la que JiSung lo hizo. ── agregó el pelinegro, su aliento se mezclaba peligrosamente con la de Yeosang. ── Él me miró de una forma tan... tan inexplicable, como si fuera el centro de su mundo por unos instantes.

» No puedes decirme que no es mío cuando lo sentí, como si estuviera conectado a él, y que cuando llegaste de la nada ── lo observó detalladamente. ──, y lo abrazaste con tanta fuerza... Tú, tú me estás haciendo revivir lo que creí perdido y enterrado. Te alejaste sin más, y ahora que llegaste nuevamente a mí, ¿por qué siento que no quieres decirme la realidad? ¿Por qué no puedo creer en tu palabra? Tus ojos me dicen otra cosa...

Yeosang mordió su labio inferior que empezaba a tiritar producto del sollozo que quería retener. Estaba perdido, no podía huir ni mucho menos engañarlo. Ahí estaba su SeongHwa de diecisiete años, un chico frágil e inseguro.

El doncel sujetó el rostro de SeongHwa con ambas manos, intentando hacer contacto visual con él sin más mentiras, sin seguir escondiéndose, sin fingir que todo estaba bien cuando él no pudo olvidarlo ni un solo día y muchas veces se arrepintió de no decirle lo que por derecho, merecía saber.

── S-sí, es cierto... ── bisbiseó, todavía con temor a que más adelante todo fuera un caos. ── JiSung es tu hijo.

Bueno aquí el cap :D
Perdonen las faltas, pero ando más dormida que despierta