Capítulo 1
Hay cosas que no entiendo, porque soy muy pequeño. No sé porque lloras y porque te enojas conmigo pero te quiero.
Antes de que yo naciera, conociste a mamá en la preparatoria. Eran muy felices juntos, se entienden entre ustedes y saben cuándo estaban felices o tristes. Los dos tenían sueños que cumplir.
— No sabes cuánto deseo ser una excelente abogada. ¿Tú que deseas estudiar Jimin?
— Aún no estoy muy seguro, pero lo que si se es que quiero viajar por el mundo. Descubrir nuevos destinos más haya de mi casa y la plaza de la ciudad.
— Jajá, no seas ridículo.
— No lo soy Jisoo, de verdad quiero hacerlo.
Pero las cosas se complicaron para mis padres con el tiempo, los dos buscaban cosas distintas. Mi mamá quería una relación estable y amorosa mientras mi papá solo un pasatiempo. Tuvieron varias veces relaciones sin protección y en una de tantas noches apasionadas llegué yo.
Desde el vientre de mi mamá estaba muy feliz de que fueran mis padres pero ellos no lo tomaron igual.
Mamá se hizo una prueba de embarazo y confirmó la noticia. Hablo con papá y los dos estaban muy molestos y asustados. Los dos buscaban culpables por mi culpa.
— ¿Qué haremos Jimin?
— ¿Qué haremos? No querida, ¿Qué harás tú? A mí no me enredes en tus asuntos.
— Es nuestro bebé Jimin, el problema es de ambos. No puedes abandonarme con esta carga.
— ¿Y qué quieres que haga? Tengo muchas metas por cumplir, Jisoo. Tengo una vida por delante y no me estancaré porque tú te embarazaste.
— ¿Y yo qué, Jimin? Yo también tengo muchos sueños que quiero cumplir y no, no me embaracé sola. Este bebé es producto de ambos.
Mis papás hablaron con mis abuelos y no lo tomaron bien, creí que se alegrarán con mi llegada y es todo lo contrario, la idea les causa repulsión. Mis abuelos hicieron que mis papás se casarán, no hubo impedimento porque eran mayores de edad. Al finalizar la boda, mamá y papá fueron echados de sus casas y perdieron todo contacto de ellos.
Los primeros días dormíamos en la calle, hasta que papá logró conseguir un apartamento. Ellos al menos lograron graduarse y tener sus estudios de preparatoria pero no es suficiente. Buscaron un trabajo, no les pagan bien y los horarios eran muy pesados.
Mamá de vez en cuando me golpeaba, en ese entonces aún estaba en el vientre. No sabía cómo decirle que me dolía cuando lo hace pero dolía más sentirla triste por mi culpa.
Papá cuando la descubre se enojaba con ella y comenzaban a discutir. Esto pasaba todo el tiempo. Siempre discutiendo sin falta por mí, por mi existencia, estoy arruinando sus vidas.
Poco después papá, comenzó a beber mucho y mamá lo regañaba por llegar tarde a casa y que no lo ayudaba para comprar la comida.
— ¡¡Deja de estar tomando!!
— ¡¡Cállate, a ti que te importa!!
— Deja de gastarte el dinero en cervezas y compra algo para comer. Necesito nutrientes para nuestro hijo.
— Ese bebe, es el símbolo de nuestra desgracia. Si no traigo para la comida, es porque lo gaste en el auto. Deberías darme las gracias.
— Ya basta, no voy a discutir más contigo. Me arrepiento de haberte amado.
— Igual yo.
Mamá los primeros meses me odiaba, no dejaba de decirme cosas feas, me culpaba de su aspecto físico y de la complicada vida que le hice tener, en cómo sus sueños se acabaron. Papá tampoco la ayudaba, le decía que se veía horrenda y obesa, eso la lastima mucho.
Pero después, mamá y papá fueron teniéndome cariño. Al ver por la calle a padres con sus hijos muy unidos y felices. Los dos reflexionaron por su cuenta, si iban a esperar mi llegada, no era justo que me tuvieran tanto odio cuando los culpables de la situación fueron ellos mismos o eso fue lo que entendí de mamá.
Las cosas fueron cambiando, papá y mamá prepararon mi habitación y mi cuna. Me contaban cuentos y canciones de cuna, papá ahora le gustaba escucharme desde el vientre de mamá y mamá al verse en el espejo se sentía hermosa con su pancita redondita, aunque me decía que era un glotón, no era mi culpa que mamá coma cosas tan ricas y yo quiera más.
Estaba muy feliz de que papá y mamá me quieran aunque sea un poco. Pero no duró mucho, cuando faltaban días para mi nacimiento tuvieron otra pelea muy fuerte. Papá se enteró que mamá tomaba a escondidas de él. Le reclamó por su error y mamá le dijo que no tenía derecho a reclamarle nada porque también era un alcohólico.
Furiosa tomó las llaves y se fue en el auto de papá. Íbamos a mucha velocidad, mamá solo lloraba y gritaba mientras me golpea. No sé dio cuenta que el semáforo estaba en rojo y otro auto venía a gran velocidad y nos chocaron. Fue un golpe muy fuerte y eso me asusto mucho.
El accidente ocurrió a unas cuantas calles de la carretera principal. Papá se enteró del accidente y corrió al lugar. Cuando llegó estaban por subirnos a la ambulancia. No podía creer lo que pasaba, vio el auto destrozado pero no era de sus mayores preocupaciones.
— ¡¡Jisoo!! Por favor, déjenme pasar.
— Joven, no puede pasar.
— Soy su esposo, ella es mi esposa y está embarazada déjeme pasar — Papá subió a la ambulancia y sostenía las manos de mamá. Ella estaba muy mal, los enfermeros hacían lo posible para ayudarnos.
— Jimin...
— Aquí estoy Jisoo...todo estará bien.
— No...Tu sabes que no... — Lloraba mucho y estaba muy triste, yo lo podía sentir y no se el porqué.
— Jisoo, no hables. Pronto llegaremos al hospital, solo resiste.
— Escúchame bien Jimin, promete que salvarás a nuestro hijo por encima de mí.
— No digas eso, los dos estarán bien.
— Promételo...— Mamá quedó inconsciente sin escuchar una respuesta.
Cuando llegamos al hospital, mamá entró a urgencias y yo ya quería salir al mundo a conocer a mamá para decirle que estoy bien. Mientras ella luchaba por su vida, papá estaba en la sala de urgencias esperando noticias de nosotros.
— Familiares de la señora Park Jisoo.
— Soy su esposo. ¿Cómo está ella?
— Me temo que no le traigo buenas noticias. El golpe que recibió fue muy fuerte y eso causo que el parto se adelantara. Sin embargo, debido a la gravedad de la salud de su esposa y el del bebé no creo que sea posible salvar a ambos. Por lo que...
— No...
— Señor le pido que...
— No, no es verdad.
— Joven, debe elegir ¿A quién quiere salvar?
— No puede pedirme eso, ¿De verdad no hay manera de salvar a ambos?
— Lo intentaremos pero como le comenté es imposible.
Papá se sentía destrozado, su corazón estaba dividido, no quería perder a mamá ni tampoco a mí. Era una decisión difícil.
— A mi hijo...salve a mi hijo...
— Entendido. Le traeremos noticias.
Sentí que las horas eran muy largas hasta que de pronto vi mucha luz y siluetas a mí alrededor. Tenía miedo y empiezo a llorar.
— Es un niño, anoten la fecha y hora de nacimiento.
Las enfermeras me limpiaron y me envolvieron en ropa cómoda. Quiero sentir el calor de mi mamá pero me llevaron a mi cuna. El doctor que se encargó de la cirugía volvió con mi papá para darle la noticia.
— ¿Cómo están?
— Felicidades joven, usted es ahora padre de un varón, aún lo tenemos en observación, en cuanto terminemos podrá pasar a verlo.
— ¿Y mi esposa? — El doctor se mantuvo callado un momento.
— Lo lamento...su esposa falleció.
— ¡¡No, no, no, no, nooo!! — Papá no dejaba de llorar al enterarse de la noticia.
Cuando las enfermeras terminaron de examinarme Papá entró a verme en mi cuna, tenía un traje azul extraño y algo que cubría su cara.
— Aquí está su hijo, puede cargarlo.
Él se rehusaba, me tenía asco o miedo, me estaba rechazando y eso hizo que llorara más. Respiro varias veces para tener valor y renunciar a esos pensamientos negativos.
A papá le temblaban sus brazos, tenía miedo de lastimarme y al sostenerme el comenzó a llorar, llorar de dolor. Al fin conocí la cara de papá y me siento culpable de sus lágrimas. No sé si eran de felicidad o tristeza, solo sé que es por mi culpa.
— No sé qué hacer, no tengo a nadie más que a ti. Tu mamá nos dejó, mi pequeño — A papá se le quebraba la voz al hablar — ¿Cómo voy a cuidarte? Yo no sé cómo ser un buen padre. Tengo miedo, demasiado miedo.
Al salir del hospital, papá realizó el funeral de mamá, los únicos presentes éramos papá y yo. El padre que organizaría la misa se sorprendió de no ver a más personas más que a nosotros dos.
— ¿Solo es usted?
— Le di la noticia a sus familiares y a los míos, lo único que me contestaron fue que no nos querían ver ni a mí ni a mi hijo por asesinos.
Al terminar el entierro, el padre solo nos otorgó su bendición y lo mejor en nuestra vida y hogar. Pero no todo era malo, un amigo de papá llegó al funeral para apoyarlo, uno que no veía en mucho tiempo.
— ¿Yoongi?
— Tío Yoongi para ti Jimin — Papá solo lo abrazo, hace tiempo que no tenía un abrazo sincero. Desde que murió mamá nadie se ha preocupado por nosotros — Te ves terrible amigo—
— Puedo estar peor...
— ¿Ese es tu hijo?
— Si...
— ¿Y porque está llorando mucho?
— No lo sé...
— ¿Ya le diste de comer?
— No se
— ¿Ya lo cambiaste?
— No sé.
— ¿Ha dormido bien?
— ¡¡No lo sé, no sé nada, no entiendo nada!! Ya deja de preguntarme, estoy cansado, con sueño, frustrado, enojado, triste. Ya no tengo idea de que me pasa y lo que está pasando en mi vida. ¡¡En qué momento todo se fue a la mierda!! — Papá se sentó en el pasto mientras yo estaba en la carriola.
— Jimin...
— Estoy solo..., completamente solo. Cómo voy a cuidar a mi hijo sino puedo cuidar de mí mismo. Estoy perdido Yoongi, no tengo trabajo, tuve que renunciar para poder cuidarlo porque no tengo con quien dejarlo. Apenas y tengo para alimentarlo, por darle de comer a él yo con suerte y como algunas manzanas.
No he dormido bien porque el bebé no deja de llorar por las noches y me frustró todo el tiempo porque no sé cómo callarlo, no sé si tiene hambre, si se ha hecho del baño, si quiere dormir o está enfermo. Los vecinos se quejan de su llanto todos los días y ya me amenazaron con que busque otro sitio para vivir. Y a pesar de todo lo único que me preguntó con todo esto es si estoy haciendo las cosas bien, si estoy siendo un buen padre.
— Lo estás haciendo bien, yo...no puedo darte un buen consejo en verdad porque no soy padre pero que te estés esforzando, ya habla mucho de ti.
— Jisoo, no merecía terminar así. Tenía tantas cosas por realizar y ahora está muerta. Y pensar que tenía nuestra libertad en mis manos.
— ¿Su libertad?
— El doctor me hizo elegir entre mi hijo y Jisoo. Estos días lo he pensado mucho, qué hubiera pasado si hubiera elegido salvarla a ella.
— Jimin, olvídalo.
— Me siento un gran egoísta por pensarlo. Si el bebé hubiera muerto, ya no habría una razón por la que Jisoo y yo estuviéramos atados, nos divorciamos y cada quien retomaría su vida. Pero después de reflexionar un poco más, creo que sería peor. Viviría con la culpa de haber matado a mi hijo. Ese pensamiento se me pasó. Soy de lo peor.
— Amigo, sé que estás muy mal, en cuanto pueda iré a visitarte a tu casa — Tío Yoongi le dio unas palmadas en su espalda.
— Gracias supongo...
Los días en casa con papá eran complicados. Y todo el tiempo lo hacía enojar. Cuando tenía mucho sueño o tenía hambre, lloraba y lloraba. Papá se estresa o lloraba y se encerraba en el baño para no oír mis llantos.
— Ya deja de llorar por favor... ¡¡Ya cállate!!
Me siento mal por todo lo que le hago pasar a mi papá pero no tengo otra forma de decirle sobre mis necesidades. Lo único que sé es llorar. A veces tomaba las botellas de alcohol que tenía guardadas, según él para sentirse mejor y olvidarse de mí, de su realidad.
Un día tomó de más y yo lloraba demasiado porque quería comer. Él estaba harto de mí y en un ataque de ira él lanzó la botella donde estaba mi cuna. Al darse cuenta de su error, corrió a la cuna y me sacó de ahí para ver si no me había lastimado.
— Lo siento, lo siento, lo siento demasiado. No llores por favor, ya no llores.
Papá me abrazó con todas sus fuerzas y besaba mi frente mientras estaba sentado en el suelo. Las lágrimas de papá eran frías, lo sentí al caer en mi piel. De pronto, tío Yoongi llegó a casa y al entrar vio todo el desastre que tenía papá. El olor a alcohol es lo que se respiraba en casa.
— Jimin....
— Se lo que vas a decir y tienes razón...
— Creo que debes venir a mi casa hoy y darte un baño. Hueles terriblemente a alcohol ¿Ya comió el bebé?
— No, aún no.
— Le voy a dar de comer dame al bebé — Tío Yoongi me carga y me lleva a la cocina — Por esas ojeras gigantes que tienes se nota que no has dormido nada. Ya es tiempo de que descanses.
Nos fuimos a la casa de mi Tío Yoongi y adentro nos esperaba una señora. Papá se dio un baño y a mí también.
— La vida no te ha tratado muy bien, ¿Verdad? — Dice preocupada.
— Sinceramente no creí que la próxima vez que nos encontremos fuera de esta manera Señora Min.
— No todo lo que se planea suele suceder como uno quiere. ¿Cómo se llama este pequeño?
— Hoseok. Se llama Hoseok.
— Que lindo nombre. Yoongi ya me contó de tu situación y lamento por lo que estás pasando pero el niño no tiene la culpa de nada.
— Lo sé, no hay justificación.
— Creo que tú y yo daremos un paseo. Yoongi cuida de Hoseok un rato.
— No hay problema Ma.
La Señora Min y mi papá salieron. Dar un paseo por el parque, no intercambiaron palabras y eso a papá le ponía nervioso. Mientras caminaban, papá miraba varias familias con sus hijos. Unos regañándolos, otros jugando con ellos y algunos solo platicaban con ellos.
Pero la atención de papá se centró en una pareja de padre e hijo, dónde estaban volando un papalote juntos. Papá al ver esa escena sonrió con sinceridad y la Señora Min se dio cuenta de eso.
— Es hermoso no — Dijo la Señora Min.
— Me gustaría algún día hacerlo. Mi papá nunca jugó conmigo por lo que no sé qué se sentirá volar uno de esos con tu padre.
— Porque esperar ese día cuando ya lo puedes hacer con tu hijo. Solo tendrás que esperar un par de añitos y Hoseok y tú podrán venir al parque a volar todos los papalotes que deseen.
— No estoy seguro, ya he cometido muchos errores y no sé cómo ser un buen padre. Estoy muy perdido, siento que perdí el rumbo hace mucho tiempo. No sé qué hacer...
— Yo opino diferente, busca ese rumbo y una vez que lo encuentres las cosas serán más sencillas. En realidad no es que no sepas que hacer, yo sé que ya lo sabes. Lo que realmente no sabes, es por dónde empezar.
Papá y la Señora Min regresaron a casa con otro semblante. Tío Yoongi quedó rendido ante mí.
— Jimin, tu hijo es un monstruo incontrolable del llanto. ¡¡No sé cómo callarlo!!
— ¡¡Oye, no le digas monstruo a mi hijo!! — Papá se acercó a la cama donde me acostó el Tío Yoongi, no quería cargarme y no quería verme. ¿Porque le es difícil a papá verme?
— Haber vamos a cargar a esta preciosidad — La señora Min me cargó y me estuvo arrullando par que deje de llorar, pero yo quiero estar en los brazos de mi papá.
— Jimin, una forma de empezar sería que cargaras a tu hijo.
— No lo sé, no quiero hacerlo. Simplemente no puedo.
— Solo hazlo... — La Señora Min me pasó a los brazos de papá, él al cargarme estaba muy inseguro — Ten cuidado con su cabecita, y sostenlo con firmeza para que no se caiga. Ahora quiero que lo veas atentamente y me digas que ves en él.
— ¿Es necesario? — La mira dudoso.
— Con tantas cosas que pasaron, creo que no le has puesto la suficiente atención a Hoseok.
Papá tomó valor y me miró detenidamente, al principio tenía una cara seria sin expresar alguna emoción pero después su mirada se fue suavizando. Con una de sus manos fue contorneando mi nariz, mis labios, mis ojos y otras partes de mi rostro.
— Sus ojos son como los de su madre. Sus labios son muy delicados como los de mi mamá.
— ¿Qué más?
Papá por primera vez toma mis manos y yo con mi mano pequeñita agarre uno de sus deditos. Al fin siento un vínculo entre mi papá y yo.
— Sus manos son como las mías y apenas me doy cuenta que cuando sonríe se le hacen unos tiernos hoyuelos. ¿Porque no me di cuenta antes?
— Tenías tantas cosas en mente pensando en una respuesta cuando lo tenías frente a ti.
Papá por primera vez sonrió para mí, papá soltó unas lágrimas de alegría y su risa es muy contagiosa. ¡¡Me gusta la risa de papá, quiero escucharla siempre!!
— Yo... Olvídelo.
— Dímelo.
— Es vergonzoso pero... ¿Puede enseñarme a cambiar pañales?
— Claro que sí. Ahora ya sabes por dónde empezar, puedes quedarte unos días aquí antes de volver a tu hogar.
— Muchas gracias Señora Min.
No sé en qué momento pasamos de quedarnos unos días a vivir en casa de la Señora Min que ahora se convirtió en mi abuela, abuela Min. Ella le enseñó muchas cosas a mi papá, como cambiarme los pañales, preparar mi biberón y darme un baño. También el cómo hacerme dormir y tener preparado una rutina.
Al mismo tiempo papá buscaba trabajo y le era muy complicado, por lo que trabajaba de medio tiempo en un mercado cargando costales y acarreando frutas y verduras a los locales. También entregaba volantes y limpiaba vidrios.
El poco dinero que juntaba lo gastaba en mi comida, pañales, juguetes y ropa para mí. Papá dejó de comprarse cosas para él y descuidó mucho su apariencia. Ya no podía hacer sus hobbies como antes pero dice que con verme ya era suficiente recompensa para un día cansado y largo.
Pasaron los años y mi papá había progresado mucho conmigo aun así no podía evitar tener recaídas muy grandes que lo orillaba a beber alcohol. Causando que sea un problema.
Cuando ya cumplí un año, Papá no se encontraba en una buena situación. La Abuela Min fue despedida de su empleo al igual que papá y Tío Yoongi, apenas y se mantenían con los ahorros de la abuela. Papá otra vez sintió que perdía el rumbo de su vida y no quería que yo sufriera por su culpa por lo que un día papá y yo salimos de casa sin decir nada a la familia Min.
Cuando llegamos al lugar, Papá escribió una nota y la puso en el bolsillo de mi ropa. No sabía que pasa y tenía miedo. El actuaba muy raro.
— Hobi, escucha, te vas a quedar aquí sentado y cuando te abran la puerta alguien te va a recibir. Este será tu nuevo hogar, aquí la comida y el amor jamás te van a faltar. Conocerás a más niños y con suerte una gran familia te adoptará y serás feliz, más que conmigo. Te amo mucho hijo, pero tengo que aceptar que no soy lo mejor para ti.
Sin voltear a verme estaba por marcharse y me va a abandonar. Mi corazón se partía en dos, no quiero otra familia, quiero estar con mi papá, con el tío Yoongi y la abuela Min. Ellos son mi familia, ellos me quieren mucho, papá también está llorando, yo sé que no se quiere separar de mí. Amo a mi papá y no pienso separarme de él.
Él me enseñó a dar mis primeros pasos y por eso puedo caminar un poco por mí solo. También ha intentado enseñarme a hablar, pero solo se balbucear. Hoy era el momento para decirle lo que quiero. Papá debe saber lo mucho que lo quiero y lo respeto. Debo detenerlo, debe escucharme.
— Pa...pa...pa... — Hoseok tu puedes — Papá.
Al fin dije mi primera palabra, pero no podía dejar de llorar mientras lo repetía. Papá se detuvo y volteo a verme.
— ¿Qué dijiste? — Papá está confundido, no podía creer lo que escuchaba.
— Papá... Papá... Papá — camine a hasta abrazar sus piernas, no voy a soltarlo hasta que me lleve con él. No puede abandonarme, no puede hacerlo.
Él se agachó para abrazarme y a echarse a llorar, correspondí al abrazo y se sintió muy cálido. En sus brazos me siento el seguro.
— Perdóname hijo, no sé lo que estaba pensando. Soy un idiota, no puedo abandonarte, no puedo hacerlo. Te amo tanto hijo. Perdón.
— Papá.
— No puedo creer que de todas las palabras que te enseñe papá sea tu primera palabra. Estoy orgulloso de ti.
— Papá.
— Aun así, hay algo que debo hacer con urgencia para estar bien. Lo debo hacer por ti Hobi, mi pequeño.
Papá ese día realizó una cita con un psicólogo para poder llevar terapias y poder cambiar sus hábitos con el alcohol y cómo lidiar con sus emociones y problemas de su vida. Fue un proceso largo pero para cuando cumplí dos años papá era otra persona.
La Abuela Min estuvo presente en toda la recuperación emocional de papá y en sus recaídas. El tío Yoongi por su parte me llevaba a hacer aventuras extremas como aventarme a una alberca, bañarme en lodo y ponerme de cabeza aunque eso enoje a mi papá. Así fue durante este tiempo, hasta que la abuela Min le tenía preparado una sorpresa a mi papá.
— Esto es...
— Es el certificado para que puedas hacer el examen de admisión en la universidad. Solo falta que escribas la carrera que quieres estudiar. Yoongi también lo haré este año. El pasado no logró entrar.
— Mamá, no era necesario tanta información.
— Señora Min. Le agradezco este gesto pero no creo que pueda ir a la universidad, tendría que tener un trabajo estable para pagar la inscripción y no tengo con quien dejar a cargo de Hoseok y también...
— Pretextos. Yo puedo cuidar de tu hijo mientras tú y Yoongi van a estudiar. De los gastos de inscripción yo te voy a apoyar.
— Pero...
— Nada de peros Jimin, ¿Quieres darle un mejor futuro a tu hijo? Estudia una carrera, quizás no te asegure un futuro estable pero con algo te respaldas en la vida laboral.
— Gracias...no voy a defraudarla.
Mientras papá me cuidaba, estuvo estudiando durante unos meses para el examen de admisión de la universidad. Estaba muy concentrado y decidido, él ya era muy bueno en los estudios solo tenía que refrescar un poco su memoria junto al Tío Yoongi que batalla mucho en matemáticas e historia.
Cuando llegó el día de la verdad, papá estaba algo nervioso y preocupado. Aun así su mayor motivación fui yo. Tomó otra vez confianza para realizar la prueba.
El día para conocer los resultados fue el mejor de todos, papá y tío Yoongi lograron entrar a la universidad y para ese entonces tenían un trabajo estable en una oficina.
— Lo logré mi niño, entre a la universidad. Solo me queda estudiar y así podré darte lo mejor, para que cuando crezcas estés orgulloso de mí — Como le digo que ya lo estoy.
— Felicidades Jimin, por pasar el examen. Pronto mis retoños se volverán estudiantes.
— Mamá, no digas eso.
A la semana siguiente, mi papá tendría su primera clase. Él estaba muy inseguro y no se movía de casa.
— Jimin ya vámonos o llegaremos tarde.
— Un momento...se me olvida algo — Papá entro a mi habitación.
— Papá ¿Quiero ir contigo?
— Lo siento, esta vez iré yo solo pero un día de estos te llevaré. Ahora, pórtate bien con la abuela en lo que regreso a casa, entendido.
— Sí papá...
— Te quiero Hobi.
— Y yo a ti papá.
Cuando entro al salón no podía creerlo, no pensó que volvería a pisar un salón de clases después de la preparatoria. La emoción que sentía era distinta, para él no solo era volver a la escuela. Era una nueva oportunidad en su vida.
Y no solo eso, mi Papá no sabía que pronto alguien más llegará a su vida. Un chico que se sentó en una esquina de ese salón miro a mi papá y quedó fascinado por él.
Conforme fueron pasando los días, ese chico fue sintiendo más cosas por mi papá pero no sabía cómo acercarse a él ya que no ha entablado conversación más que solo para realizar las actividades de la clase.
Esa misma rutina duró un año completo, lo cual es frustrante para él, sabía en el fondo que no tendría una oportunidad con mi papá o eso parecía. Por otro lado, mi papá se ha estado enfocando mucho en sus clases y tareas pero siempre tiene un tiempo reservado para jugar conmigo. Los fines de semana me llevan al parque a jugar.
— Hobi, no te alejes mucho. Juega por dónde pueda verte, ok.
— Ok, Papá.
Hoy me lleve mi pelota favorita al parque y le di una patada muy fuerte que salió disparada muy lejos. Volteo con mi papá y está distraído viendo su teléfono por lo que aprovecho y busco mi pelota aunque fue un grave error. Cuando la encontré mire por todos lados y no mire a mi papá. Por el miedo que sentía empezó a llorar y a gritar para que me encuentre. Sin embargo, alguien se acercó a mí.
— Hola pequeño, ¿Estás perdido? — Papá siempre me dice que no hable con extraños, pero estoy muy asustado para pensar en eso.
— No encuentro a mi papá.
— Lo vamos a encontrar, no te apures. Me llamo Jungkook ¿Y tú?
— Ho-Hoseok pero mi papá me dice Hobi — Jungkook saca un pañuelo para secar mis lágrimas y luego me cargó en sus brazos.
— Vamos a buscarlo, ¿Dónde lo viste por última vez?
— No...No...No me acuerdo.
— Bien, toma mi mano y caminemos alrededor, quizás tu papá te esté buscando.
Tomó la mano de ese chico y no me sentí inseguro. Me sentí muy cómodo con él, era como un ángel que viene a salvarme. El parque era muy grande por lo que recorrimos una gran parte.
Ya me estaba asustando mucho y el chico a mi lado estaba igual de preocupado, no sabía qué hacer conmigo pero no dejaba de repetir que no me dejaría solo hasta encontrar a mi papá.
Seguimos caminando cuando a lo lejos se miraba a una persona muy preocupada hablando desesperado con las personas. Al mirarlo bien me di cuenta que era mi papá, solté la mano del chico y le grito a mi papá mientras voy corriendo hacia él.
— ¡¡Papá!!
— Niño, espera... — El chico corrió detrás de mí.
— ¡¡Hijo, Hoseok!!
— ¡¡Aquí estoy papá!! — Mi papá me abrazó y estaba llorando. No dejaba de abrazarme y de darme besitos. Me sentí tranquilo al ver a mi papá aunque me enoje con las personas que pasaban he hicieron sentir mal a mi papá al decirle que era un irresponsable y un descuidado.
Yo no sé qué tan difícil es ser papá pero él no es un irresponsable, si lo fuera no me hubiera buscado con tanta desesperación. Además el chico que me ayudó no dijo nada pero se quedó sorprendido.
— Mira papá, él me ayudó a buscarte.
— ¿Jungkook?
— ¿Jimin? — ¿Papá y él se conocen?
— Yo...no sé cómo agradecerte por ayudar a mi hijo.
— No es nada...yo lo habría hecho con cualquier niño que se pierda.
Un silencio muy incómodo se sintió entre los dos pero ciento que esto es emocionante.
— ¿Entonces...eres padre? Perdón si te incomoda mi pregunta es que tú nunca...
— Sí, soy padre soltero. Mi esposa falleció al dar a luz y sinceramente no vi la necesidad de decirlo en la universidad. Al menos no con personas que no conozco.
— Lo entiendo...bueno yo... perdón es que es la primera vez que hablamos formalmente. Por lo regular solo nos dirigimos la palabra por trabajos escolares.
— Bueno, es que no me has dado la oportunidad de conocerte. Aunque podemos cambiar eso, ¿Te parece que vayamos a comer algo?
— ¿A comer? Aaah no lo sé, no creo que sea lo mejor, no quiero incomodar a tu hijo.
— ¡¡Yo quiero comer contigo!! me caes muy bien. Papá dile que venga plis...
— Pues ya lo escuchaste. ¿Quieres venir?
— Si insisten tanto, aceptaré.
Desde ese día papá y Jungkook se fueron conociendo más y salían a jugar conmigo. A veces no me llevaban a sus salidas porque eran salidas de mayores. Le pregunté a mi abuela Min cuáles son las salidas de mayores y no me respondió.
También cuando Jungkook vino a nuestra casa a ver una película con mi papa, no dejaba de verlo todo el tiempo.
— Voy al baño, espérame un momento Jungkook.
— Claro, aquí te espero — Una vez que papá se fue le hice la pregunta.
— ¿Porque miras mucho a mi papá?
— ¿Quién, yo? No como crees que estoy mirando a tu papá.
— Es que miras a mi papá con ojitos de amor, así como en las novelas de mi abuela.
— No veo a tu padre con ojitos de amor, es solo...que lo aprecio mucho y es...
— Guapo.
— Si es muy guapo, ¡¡Espera, no quise decir eso!!
— Te gusta mi papá verdad
— No como crees tú papa y yo solo somos amigos.
— Eso dijeron en la novela de mi abuela y después se besaron, ¿ustedes también se van a besar?
— Yo...
— Hijo no seas travieso, ve a tu habitación.
— Pero papá...
— A tu habitación — La campana te salvo Jungkook solo por esta vez.
Después pasó un año y los dos se miran como en las novelas de mi abuela. Se miraban enamorados. Un día cuando fui a la cocina a buscar mis galletas favoritas, los descubrí dándose un beso.
— ¿Papá? — Se separaron asustados y se pusieron rojos como un tomate. Quizás les dé fiebre. Yo también me pongo rojo cuando me enfermo.
— Hoseok. Puedo explicarte...
— ¿Jungkook, será mi papá también?
— ¿Qué?
— Papá, ya sé que tú y Jungkook son pareja y que se gustan. Al principio se me hizo raro pero mi abuela y tío Yoongi me explicaron que es algo normal.
— Hijo, yo esperaba decírtelo en otro momento.
— No importa papá, si eres feliz yo también lo soy. Yo también quiero mucho a Jungkook, ahora le diré papi kook.
— ¿No te molesta? — Preguntó papi Kook nervioso.
Corrí a sus brazos para abrazarlo y darle besitos para que se dé cuenta de lo mucho que lo quiero.
— Te quiero mucho, por favor, no lastimes a mi papá. El ya lloró mucho...
— Lo prometo.
Nuestra pequeña familia aceptó muy bien a papi Kook. Y con el tiempo al fin papá compró una casa donde los tres viviríamos felices.
— Están listos para irnos al parque.
— ¡¡Si papi, ya quiero volar mi papalote!!
— ¿Y tú estás listo Jungkook?
— Como siempre.
Justo cuando nos íbamos, al abrir la puerta se encontraban parados unos señores desconocidos.
— Hace mucho que no te vemos Jimin.
— Hola. Mamá, papá y mis queridos "suegros", puedo saber cuál es el motivo de esta reunión — Mi papá se ve molesto.
— Es muy sencilla hijo, tanto la familia Park como la familia Kim hemos decidido que nuestro nieto o nieta merece una mejor vida que tú jamás podrás darle.
— ¿Perdón, escuché bien?
— No andemos con rodeos, ya que tú y mi hija que en paz descanse cometieron muchos errores, nos dimos cuenta que no eres apto para cuidar a nuestro futuro heredero. Es por esto que te pedimos que nos entregues a nuestro nieto o nieta.
Mi papá de la nada se empezó a reír pero no era una risa graciosa, de hecho nunca escuché a mi papá reírse así. Papi Kook por su parte me abrazaba muy fuerte y me alejaba de la puerta discretamente.
— No sé si es el día de los inocentes o algo parecido pero es de mal gusto. Primero nos dejan a Jisoo y a mí a nuestra suerte, no supimos nada de ustedes hasta en este momento, en todo el proceso del embarazo no se preocupaban por su hija. El día que ella tuvo el accidente no había nadie con ella, incluso les avisé lo que ocurrió y solo me respondieron que se lo merecía.
Cuando el bebé nació y tuve que cuidarlo los primeros días. Nadie estuvo conmigo y con mi hijo, tuve que lidiar yo solo con los gastos funerarios y con el duelo de perder a mi esposa.
Los únicos que estuvieron presentes fueron mi mejor amigo y su madre. Ellos son mi única familia y la única familia que conocerá mi hijo, porque fue un niño. Lo digo porque ni eso se dignó a preguntar pero qué puedo esperar de personas que ni siquiera se presentan al funeral de su hija.
— No estás entendiendo nada. Tú no eres digno de tener un hijo, no eres digno de ser padre.
— Suegro con todo respeto, usted es el menos indicado para decirme cómo ser un buen padre.
— Entiende hijo que con esto serás libres, además de que nos enteramos que tienes una pareja y resulta ser un hombre. Eso no es un ambiente para un infante.
— Mi hijo se llama Hoseok, no infante y sobre mi pareja no es asunto de ustedes pero Hobi está en un ambiente mucho más sano de lo que piensan. Sinceramente con la mentalidad que tiene el verdadero mal ambiente serían todos ustedes.
— ¡¡No nos contestes así jovencito, somos tus padres!!
— Recuerden lo que me dijeron, para ustedes estoy muerto. Pues lo mismo digo, ese día me quedé huérfano. ¡¡Mis padres están muertos!!
— Si no es por las buenas será a las malas — A mí papá le entregan unas hojas — Ya que no quieres cooperar, pelearemos la custodia de mi nieto.
— No lo lograrán.
— ¿Estás seguro? Dime, ¿Cuántas custodias lo han ganado un padre de familia? Tienes mucho que perder Jimin. Que tengas un lindo día.
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