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Capítulo cuatro.

La siguiente vez fue más íntima, y la que para Jungkook, había roto esa relación de nuero-suegro.

En su mente había quedado la escena de la alberca. De eso ya unas cuantas horas. Estaba con su novia recogiendo las cosas que habían usado en la playa. No podía negar que había estado aburrido durante toda la jornada. Su novia había estado hablando todo el rato de la estúpida, Kim Nya.

Según lo que decía, la chica de nuevo había querido ser la líder en un grupo en el que estaban, y no la dejaba dar ideas. En las últimas semanas, Taeyeon no había dejado de hablar de ella. Cosa que no le molestaba. Sabía que Nya era una cosa grande en la universidad. La mujer era alta, su cabello negro estilo emo y cuerpo tatuado atraída un sinfín de comentarios, su personalidad rebelde y desinteresada hacia que la mayoría de veces, fuera la comidilla en la universidad. Eso, y que contestaba a los profesores y que había tenido rollos con varias profesoras, era lo principal.

Había repetido año, por eso estudiaba con Taeyeon. Jungkook la había visto varias veces en la universidad, la mujer era hermosa, un espectáculo, sin embargo, al ser lesbiana, era el punto de muchas criticas, en especial, entre los hombres. Y su personalidad valiente y fuerte que no dejaba ninguno, pues, la gente le criticaba más.

— Y bueno, me toca mañana temprano ir a su maldita casa. Perdón por dejarte con mi papá, en serio, y para compensarte, ¡haré la cena, sé cuánto adoras mi comida! — Le dio un beso rápido en los labios y salió corriendo para dentro de la casa, pasando por la alberca, saludando a su papá de paso y escondiéndose en la cocina.

Dejándolo con las palabras en la boca. Y con su padre.

Con lentitud, casi temeroso se fue acercando a la casa.

La situación de hace unas horas todavía permanecía muy fresca en su mente, demasiado fresca. Las manos del hombre en su cuerpo se sintieron como la más rica porcelana, duras, grandes, seguras, manos de hombre. Su mente volaba con la imagen de que con esas manos podía envolver toda su cintura con bastante facilidad, tenía una cintura pequeña, llena de músculo, y las manos de Taehyung eran grandes, se complementaban perfectamente.

Pero, había un gran pero.

El hombre era su suegro, por lo cual, no debía de tener esos pensamientos.

— Hey. ¿Todo en orden? Mi hija simplemente pasó volando, me dijo que haría la cena pero se olvidó que ya había pedido pizzas...

Y así de fácil había olvidado lo que iba a decir. Subió las escaleras que daban paso a la alberca. El sol se escondía en el horizonte, dándole ese toque casi romántico.

No, no debería de pensar en nada romántico y su suegro en un mismo párrafo.

Palabras no vinieron. Su mente se quedó en nada, solo viendo lo bronceado y guapo que se veía aquel hombre, el cual estaba recostado en la silla de hace unas horas. Su cuerpo estaba lleno de gotas, parecía que acaba de salir de la piscina. Sus piernas estaban trenzadas entre sí, y eso hacía que su paquete se marcará más en esos shorts tan, tan diminutos.

Sí, tenía un problema.

No podía ser capaz de pensar en algo que no fuera aquel hombre. El calor floreció por su cuerpo. Su ingle se tensó de gustosa plenitud. Su boca se hizo agua.

Jamás había deseado tanto una polla. Nunca.

Era vergonzoso que este hombre le hiciera olvidar todas las cosas importantes. Solo deseaba que lo agarrara por la cintura, lo levantara y lo hiciera suyo. De todas las maneras posibles. Ese glande se veía tentador, y estaba conectada a un hombre guapo, inteligente.

— Chico. ¿Todo bien?

— ¿Uhm?

— ¿Si todo está bien?

Jungkook parpadeó, se tomó unos minutos para salir de su ensoñación y asintió. Sus temblorosas manos se aferraron a la toalla que tenía, con ella lograba tapar su parte inferior. Específicamente, su ingle, que estaba palpitante y semierecta con la imagen de su frente y las escenas de su mente traicionera.

— Sí. Tiene que ir a algo con sus clases, o hacer algo y hacer la cena.

— ¿Ninguno de ustedes me escucha? — El hombre resopló, levantándose mientras se acomodaba su cabello. El cual parecía más negro por lo mojado que estaba. Lo tenía largo, rozándole los hombros. Se lo acomodó hacía atrás, haciéndolo lucir tan jodidamente guapo que era un pecado.

Oh señor, por favor, déjame pecar de rodillas.

— Perdón, ella ha estado distraída...

— Y tú pareces igual. — Se burló el mayor. Dándole una mirada divertida.

Taehyung señaló el jacuzzi con su cabeza.

Y ahí Jungkook sintió el verdadero terror.

Jacuzzi. Agua caliente. Estaba él caliente. Señor guapo. Hombre guapo. Suegro Caliente.

— Solo es la universidad...

— Ya. Ven, vamos. Ella estará haciendo todo menos la cena.

Y como cachorro juicioso y necesitado de atención. Jungkook lo siguió.

— Joder, sí, esto es lo que se necesita luego de una mañana caótica. — El mayor vibró de gusto mientras se deslizaba dentro del jacuzzi burbujeante con agua caliente. Echaba vapor, y tenía burbujas, no se podía ver nada debajo del agua. — Eh, chico, entra.

Y lo hizo, tambaleante, primero sus pies, luego el resto de su cuerpo, hasta sentarse en la otra esquina del jacuzzi. Alejado del padre de su novia.

Sus músculos se relajaron levemente, ante la deliciosa agua caliente. Sin embargo, seguían alerta, no queriendo mostrar nada más que respeto.

En su rostro había un toque de miedo, lo sabía. Pero, también de anhelo.

Había sentido algo, hace tan solo unas horas. Había sentido que este deseo impuro, también le estaba afectando al mayor. Y si tuviera suerte, lo comprobaría ya mismo.

— Está caliente. — murmuró, teniendo cuidado de acomodarse bien y a una sana distancia.

— Venga, ¿se siente bien, no? — una sonrisa complaciente, de medio lado apareció en ese guapo rostro.

Su corazón se aceleró. Era esa sonrisa la que lo había acompañado en sus noches más oscuras llena de perdiciones. Quería tanto comerle la boca. Su glande palpitaba, ya con una obvia erección. Incluso su agujero palpitó de necesidad. Queriendo desesperadamente algo dentro. Era tan mortificante.

— Muy bien, señor. Demasiado bien.

— Ves. Ahora, sé que te he estado preguntando bastante. ¿pero en serio no piensas botar esa cosa llamada carro?

— No, señor.

— Y otra vez el señor...

Jungkook se ruborizó, incluso, acarició distraídamente su mejilla, buscando la manera de quitar el rubor en sus pálidas mejillas aunque sabía que era imposible.

— Lo siento.

— Jungkook, ¿acaso te pongo nervioso? ¿Solo por ser el padre de tu novia? ¿Me veo como el típico suegro mata nueros? — con cada pregunta, la voz de Taehyung era más y más risueña. Divertida. Despiadada. Ignorando por completo que Jungkook tenía un serio problema en su ingle. Su glande cada vez se arqueaba más, al punto de la asfixia. Haciéndolo todo demasiado incómodo.

— No, para nada. — respiró profundamente, tratando de calmar sus nervios, sus iris revoloteando a todos lados, excepto a los iris del mayor.

No podía mirarlo directamente, no sin delatarse. Se había dicho que intentaría saber si Taehyung también lo deseaba, pero, cuando llegaba el momento, se volvía demasiado tímido. Demasiado penoso. Era tan vergonzoso.

— ¿Seguro?

— Sí.

— Entonces, ¿por qué estás tan lejos?

Ahí fue cuando Jungkook enfocó su mirada en el contrario. Su rostro todavía estaba algo cabizbajo, así que estaba mirada por sobre sus pestañas. Una típica mirada muy Lady Di. Que en paz descanse.

No sabía si esas eran palabras de indirecta. ¿Acaso lo quería más cerca?

Esperaba que no. No podría controlarse. En serio.

— Tsk, acércate.

Y así fue como Jungkook entró en pánico.

Fue tonto, y realmente, no estaba preparado, en serio.

Lentamente, casi como una colegiala tímida. Se acercó hasta sentarse al lado del mayor. No sabía para qué lo necesitaba tan cerca. Trató de no pensar en ello. Su mente era su perdición.Se enfocó en su novia, sí, eso. No estaba muy lejos. Si ella los miraba por la misma ventana por donde él antes había husmeado a su padre. Podía verlos. No estaban haciendo nada malo, igual. Solo padre y novio pasando un tiempo juntos.

Eso fue hasta que sus cuerpos empezaron a rozarse.

— Creo que será una hermosa noche, ¿no crees?

Jungkook solo pudo asentir, tratando de no ser consciente del calor que irradiaba el cuerpo ajeno. Sí, estaban en un jacuzzi con agua caliente pero su mente simplemente divagaba.— Una hermosa noche estrellada. — concordó Jungkook. Acomodando su cuerpo con cuidado. Apretó sus labios para evitar decir alguna otra tontería. Sus nervios estaban a flor de piel. Y sus iris oscuros se deslizaban hacia el hombre a su lado, eso sí no lo podía evitar.

— La luna está preciosa, aunque tiene ese color amarillo raro.

— Uhm.

Agh, estaba siendo tan patético.

Estaba enojado consigo mismo por no poder decir nada para tener una conversación con su suegro. Pero también estaba muy nervioso, tenía miedo de que si llegara a decir algo, no serían palabras.

— ¡Ey! Ya calenté la cena. Iré a arreglar lo de la película.

La voz de Taeyeon retumbó en el agua. Ella lo saludó desde la puerta de la cocina. Jungkook se tensó como si hubiese sido descubierto haciendo algo malo. No tuvo necesidad de responder. No cuando su suegro lo hizo por él.

Con el pequeño detalle de que su gran mano se asentó en su muslo, como si eso lo frenara de levantarse.

Tartamudeó. Sus finos labios abriéndose ligeramente. ¿Era él o el agua estaba más caliente?

— Ya vamos, cariño, espero que tengas una buena película para ver.

— ¡Claro que sí, apa! No soy tú. Vengan rápido.

Y luego se fue.

Sin embargo, Jungkook con nervios, quiso seguirla, pero su mente se dividió entre su novia y la mano-de-su-suegro-en-su-muslo. Así que, entre eso, y sus nervios, cuando fue a salir del jacuzzi, se resbaló, ¡sus piernas simplemente dejaron de funcionar!

— Ah. — Un bajo jadeo salió de sus picosos de la sorpresa. Se había separado de su suegro en el proceso pero en un parpadeo, estaba cayendo hacia atrás. Le dio más pánico, movió sus brazos en el aire y sus pies terminaron de resbalarse y simplemente cayó... en el regazo de su suegro.Su muy caliente suegro.

Pero antes de que pudiera pensar, un dolor se expandió desde su tobillo hasta su ingle, y no era un dolor bueno. Para nada, estaba lejos de serlo.

Ni siquiera pudo disfrutar de estar en el regazo de aquel hombre porque ese dolor lo arrastró, fue rápido pero letal.

Por suerte, o por desgracia, su suegro sabía qué hacer.

— ¡Ah! — ahora jadeó pero de dolor, pero su suegro rápidamente lo maniobró para que pudiera cambiar de posición.

— Oye, oye, chico, espera, ya va... Joder, espera. — Taehyung como pudo, porque el chico no era liviano, logró que se pusiera en una posición mejor, haciendo que el calambre desapareciera con lentitud pero lo hizo.

Minutos después, con un Jungkook agarrando aire, se dio cuenta de cómo estaba sentado ahora. Sus ojos se abrieron cómicamente, estaba en el regazo de su suegro, sus piernas a cada lado de la cintura del hombre. Con sus ingles rozándose y ahí Jungkook perdió toda compostura.

Se quedó unos minutos quieto, dejando que el dolor dejará su pierna. Y cuando esto sucedió, él simplemente movió sus caderas con lentitud, esto lo hizo mirando hacía el pecho del contrario. No tenía las agallas suficientes para mirarlo a los ojos mientras se frotaba lentamente contra la ingle ajena.

Ninguno dijo nada. Solo respiraciones temblorosas.

Porque Kim Taehyung también estaba afectado. Su suegro también tenía una obvia erección. El padre de su novia también estaba caliente.

Sus movimientos eran lentos, al principio fueron hechos con mucha timidez. Su cabello rubio se pegaba a su frente, escondiendo ligeramente sus ojos. Mejor así, no era nada valiente para mirar a su suegro en ese momento.

En este momento tan jodidamente caliente.

El agua empezó a moverse a la par de los movimientos de Jungkook, que poco a poco empezó a incrementar. Su erección se molía suavemente contra la erección ajena. Solo finas capas de traje de baño los separaba de la desnudez. Sin embargo, era tan caliente como lo estaban haciendo ahora. Era ilícito.

Pero ambos estaban muy metidos en ello.

Lo sabía porque...

Porque su querido suegro deslizó sus grandes manos por su espalda, hasta detenerse en sus nalgas, las cuales apretó con fuerza, sus grandes manos tomaron cada mejilla con posesión y seguridad.

Esto es mío.

— Oooh. — un gemidito tembloroso brotó de sus labios. Calientes brasas quemando su pecho. Llamas ardientes recorriendo su cuerpo hasta arder en su ingle, y su agujero.

No pudo más, y montó a este hombre como si su vida dependiera de eso.

Se acomodó un poco más, abriendo más sus piernas mientras se inclinaba hacia adelante y simplemente se dejó guiar. Las manos de su suegro fueron implacables, lo guiaban hacia adelante y hacia atrás, moliendo sus erecciones, moliendo su lujuria, como si esta perdición lograría ser liberada si simplemente lo hicieran duro y rápido.

Se frotaron por varios minutos, con gemidos agudos saliendo de los labios de Jungkook mientras se entrelazaron con los gruñidos del hombre. No se miraron a los ojos en ningún momento, Jungkook no podía.

Su rostro estaba ardiendo, completamente rojo. Sus labios estaban rojos, por tanto que los había mordido para evitar gemir pero le fue imposible.

— Ah, ah... — gimoteó. Sus caderas en un vaivén más y más rápido.

La sensación era demasiada. Todo su cuerpo estaba con los nervios millón. El placer culposo recorrió sus venas, haciéndolos gritar. Su agujero palpitó, queriendo ser llenado, ser tomado por este hombre.

No supo cuánto tiempo les llevó. Jungkook se perdió en el placer. Todo su cuerpo latía, el golpeteo de su corazón lo sentía en su sien, pum, pum, lo golpeaba con fuerza. Pero eso no lo detuvo.

No cuando se sentía tan jodidamente bien.

No había ninguna incomodidad, solo dos hombres buscando el clímax.

Las manos de su suegro jamás se movieron, parecía muy aficionado a su trasero, el cual era grande y respingón. El hombre apretaba y masajeaba, completamente fascinado. Todo lo hacía por encima de la prenda, como si no fuera digno de tocar su piel. Y Jungkook no aguantaba más. Después de unos minutos se corrió con fuerza. — ¡Aaah!

Un grito ahogado salió de sus labios rojizos. Fue solo uno, porque en el fondo de su mente recordó que su novia no estaba muy lejos. Joder.

No recordaba mucho más después de eso. Se levantó, y se fue de ahí, saliendo apresuradamente del jacuzzi, y lejos de su suegro, de ese Kim. Todo sin mirarlo a los ojos. Lo que sí recuerdo son dos cosas, y fue el placer inmenso que sintió en cada detalle de lo que estaban haciendo.

Y también, los celos que sintió cuando se levantó en la madrugada, y consiguió al padre de su novia follando con otro. Al parecer, lo había dejado tan caliente que tuvo que buscarse a alguien para joder.

Su cuerpo hervía de celos.

Se había levantado para tomar algo de agua. Y se consiguió con tremenda sorpresa en el camino. Había escuchado gruñidos y jadeos, confundido, se acercó a la sala, ahí se encontró a Taehyung con otro hombre. Pensó que estaba soñando, pero no, el hombre había traído a alguien a casa para follar.

Por eso se decía que esa noche fue el momento. Dónde se cruzaron líneas que jamás debieron de cruzar. Pero una vez que lo hicieron.

No volvieron a parar.

¡Hola, hola! ¡Nuevo capítulo que espero que les guste!

Recuerden que De Rodillas tiene prioridad, por eso me tardo con esta historia, sin embargo, ¡no la tengo olvidada! Al contrario, sé exactamente qué va a pasar, solo que el tiempo es difícil. No será una historia larga, no tanto como De Rodillas, pero pasando los 10 capítulos sí.

En el capítulo siguiente habrá contenido +18, así que, muy probablemente, tenga que cortar esa parte para wattpad mientras que Inkspired estará completa. ¡Espero verlos pronto!

Muchas gracias por todo. Un beso enorme.

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